jueves, 11 de julio de 2013

GE UD 06. España. Sector secundario. La energía.

GE UD 06. España. Sector secundario. La energía.

Índice.
Las fuentes de energía.
La política energética.
La energía eléctrica.

Las fuentes de energía.
Las fuentes de energía se clasifican en energías renovables como por ejemplo la solar, la eólica y la hidráulica, que se caracterizan por ser inagotables, y las energías no renovables como el carbón, petróleo, gas natural y uranio cuyos yacimientos terminarán por agotarse a consecuencia de la explotación.
En España destacar la gran dependencia del petróleo y el gas natural importados.

Mapa de energía y minería en España.


Fuente: Noceda, M. Á. El sector de la energía reclama medidas para un mercado único. “El País” (15-V-2014) 16-17. [http://politica.elpais.com/politica]

Resultado de imagen de petróleo en españa
Procedencia exterior de la energía en España, hacia 2015.

-. El sector eléctrico.
El sector eléctrico tiene una importancia excepcional a causa de las múltiples aplicaciones de la electricidad, que se obtiene mediante procedimientos y productos básicos muy distintos. En España la electricidad se obtenía hacia 200 en un 40% a partir del carbón, el petróleo y el gas natural, en centrales térmicas; el 36% a partir de las centrales nucleares; el 18% de las centrales hidráulica y el 4% restante a partir de energías renovables y alternativas como la eólica (la más importante) y la solar, pero en los últimos años han aumentado mucho las últimas, llegando a haber días en que satisfacían un 20% del consumo.

Resultado de imagen de electricidad en españa

Resultado de imagen de electricidad en españa

Las centrales termoeléctricas emplean sobre todo el carbón cuando se encuentran en la proximidad de los yacimientos; aunque actualmente muchas centrales se localizan cerca de los puertos marítimos donde es más fácil y barato el abastecimiento de petróleo, carbón y gas natural llegado desde el extranjero en grandes buques. El principal inconveniente de las centrales térmicas reside en que son altamente contaminantes pues funcionan quemando combustibles fósiles.
La obtención de electricidad mediante la fisión de los núcleos atómicos del uranio en las centrales nucleares, crea problemas por el rechazo de gran parte de la sociedad ante este tipo de explotaciones, debido a los riesgos de accidente y el consecuente peligro de contaminación de la atmósfera, los acuíferos y el territorio, por la difícil gestión de los residuos atómicos y por el progresivo agotamiento de las minas de uranio. La primera central nuclear se abrió en España en 1968 y actualmente existen 8 centrales de este tipo en funcionamiento.
La producción de energía eléctrica en centrales hidráulicas, tiene la ventaja de ser limpia y poco contaminante, sin embargo estas centrales dependen siempre de las imprevisibles precipitaciones y del tiempo atmosférico.
-. El petróleo.
Para el abastecimiento de petróleo nuestro país tiene una completa dependencia del crudo (petróleo antes de refinar), comprado especialmente en Arabia Saudí, México, Venezuela, Nigeria, Irán, Libia… Todo el petróleo importado es refinado en la decena de factorías españolas, localizadas en puertos costeros.

Resultado de imagen de petróleo en españa

Resultado de imagen de petróleo en españa

Resultado de imagen de petróleo en españa

Resultado de imagen de petróleo en españa

La evolución del precio internacional del petróleo ha experimentado en los últimos decenios fuertes altibajos que siempre repercuten en la actividad de todos los sectores económicos de España y del mundo. Así en 1973 el precio del barril de crudo era de 1,6 $, pero en 1978 subió a 35 $, una subida que originó una grave crisis económica mundial, luego durante los años siguientes el precio del barril volvió a descender para quedar en 15 $ hacia 1985. Desde 2010 los precios se sitúan generalmente en torno de los 100 $ por barril, aunque es preciso considerar, a fin de comparar precios, que ha habido una continua inflación desde 1973, así que el aumento real a efectos comparables no ha sido tan intenso.
En el año 1983 el gobierno español aprobó el llamado plan energético nacional (PEN), donde entre otras cosas se intentó organizar la importación de petróleo con el propósito de diversificar las compras a distintos países para evitar que España dependiera únicamente del petróleo vendido por uno o dos países, una situación que podría originar problemas en caso de una guerra o de una revolución en el país que vendiera el petróleo a España.

-. El gas natural.
El gas natural es una fuente de energía reciente, que se ha expandido desde los años 1980 debido a que sus precios relativos son más bajos que los del petróleo y que es mucho menos contaminante. Se utiliza tanto para usos domésticos como en los procesos de fabricación industrial, pues mediante procesos de transformación y depurado se obtienen otros gases como el propano y el butano..
El gas natural llega a España país a través de buques desde Argelia, Libia, Egipto, Catar… y se distribuye mediante gasoductos (pronto se abrirá uno directo entre Argelia y España).

Resultado de imagen de gas natural en españa


-. El carbón.
Este mineral es utilizado en España esencialmente como combustible para producir energía eléctrica en las centrales térmicas, y también es utilizado en los procesos de producción en las factorías siderúrgicas y cementeras. La mayor parte del carbón que consumimos no es de producción nacional sino que procede de los grandes yacimientos de Polonia, Sudáfrica, Australia y EE UU.

Resultado de imagen de carbon en españa

-. Las energías renovables.
Este tipo de energías tienen como principales cualidades que son inagotables, contaminan muy poco y suponen una diversificación de las fuentes de energía muy positiva para evitar una dependencia exagerada de las importaciones.

Resultado de imagen de energias renovables en españa

Las principales energías renovables son:
-. La energía solar que consiste en el aprovechamiento de las radiaciones solares mediante paneles para producir energía eléctrica; se utiliza muy poco y sólo en usos domésticos.
-. La energía eólica consistente en el aprovechamiento de la fuerza del viento por medio de aerogeneradores para producir electricidad. Es la más extendida en España.
-. La energía por biomasa que aprovecha los residuos de todo tipo, como forestales, agrarios e industriales, para la producción de bioalcohol y biogas.
-. La energía geotérmica consistente en el aprovechamiento de las altas temperaturas del subsuelo en aquellos lugares donde estas elevadas temperaturas se sitúan a pocos metros de profundidad, para calentar agua y producir vapor, usando ambos en las calefacciones de las viviendas o en la producción eléctrica.

En 2021 la energía eólica fue la principal fuente de generación eléctrica en España,  un 23%, gracias a sus 1.260 parques eólicos, con más de 28.000 MW instalados, un 25% del total de la potencia instalada del sistema energético. El sector eólico español emplea a 30.000 personas, con más de 250 centros industriales en 16 de las 17 comunidades autónomas; lidera la I+D+i, con 20 centros de investigación y 9 universidades implicadas. Es el sexto país del mundo y tercero de Europa en patentes eólicas.

La política energética.
Desde que se aprobó en 1983 el Plan Energético Nacional (PEN) el Gobierno definió los objetivos y las líneas de actuación de la política energética española.
-. La estimación del consumo energético futuro de nuestro país, para garantizar y prever el abastecimiento.
-. El incremento de las inversiones en investigación energética y en construcción de gasoductos.
-. La protección del medio ambiente.
-. La mejora del suministro y de las garantías de seguridad en el abastecimiento de gas ciudadano.
-. Fomentar el ahorro energético y el uso sensato de la energía.
-. Garantizar el abastecimiento de petróleo, diversificando los campos de explotación en distintos países para impedir que un conflicto internacional o una guerra civil en un país extranjero, interrumpan la llegada a España del crudo.
Además del PEN, existe el organismo denominado Dirección General de la Energía que depende del Ministerio de Industria y que se encarga de:
-. Organizar la producción, transporte y distribución del petróleo, el gas natural y la energía eléctrica.
-. Garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de las centrales nucleares, ocupándose también del almacenamiento de los residuos radiactivos.
-. Desarrollar las fuentes de energías renovables alternativas.
-. Planificar y expandir el servicio público de gas en las grandes ciudades.

La energía eléctrica.

Resultado de imagen de electricidad en españa

Resultado de imagen de electricidad en españa

El editorial Reforma malograda [“El País” Negocios 1.461 (3-XI-2013)] resume la gravedad de la situación del mercado eléctrico español tras una reforma nacida sin consenso y que tampoco soluciona el déficit estructural de la factura eléctrica:
‹‹El Gobierno de Mariano Rajoy ha caído en la manía de llamar reforma estructural a cualquier cambio legal, sea cual sea el alcance u objetivo del mismo. Sin entrar en discusiones sobre otras modificaciones normativas (bancaria, laboral), está claro que el Real Decreto 9/2013, el anteproyecto de ley del sector eléctrico y sus propuestas de desarrollo no constituyen reforma estructural alguna, sino un intento dramático para evitar que el déficit de tarifa eléctrica (diferencia entre los costes reconocidos del sistema eléctrico y los ingresos obtenidos, que ahora ronda los 26.000 millones) siga creciendo sin esperanza de pago ni redención. El intento estaba bien orientado, porque identificaba con exactitud algunas de las causas principales del déficit; concretamente dos, las primas a las energías renovables y la retribución excesiva concedida a la actividad de distribución. Las bases de la acción contra el déficit de tarifa en la nueva ley son, pues, el recorte de las primas y un nuevo cálculo de las retribuciones a la distribución. Con tales recortes, más un rosario previo de impuestos aplicados a la producción de electricidad y una aportación supuesta de los Presupuestos de 2.200 millones, debía cancelarse el agujero financiero que hasta el momento aparece, como un derecho reconocido, en los balances de las eléctricas.
Pero la aplicación poco competente de los principios expuestos ha arruinado el éxito de la operación. En primer lugar, porque no está claro que Hacienda aporte los 2.200 millones previstos en la reforma, lo cual ya dice bastante poco de la coordinación entre ministros del Gobierno. Solo con que todo o parte de ese dinero no llegara al sistema eléctrico, el objetivo de eliminar el déficit ya habría fracasado. Pero hay además otras debilidades internas que el responsable político del proyecto tendría que haber calculado mejor. La retribución de la distribución es hoy más justa que antes, pero resulta que las redes eléctricas necesitan de una inversión que el proyecto no incentiva. Por otra parte, la rentabilidad reconocida a las renovables aplica un criterio de retroactividad para toda la vida de la inversión que contradice en apariencia el principio de seguridad jurídica y será causa probablemente de litigios.
La reforma tampoco establece ningún sistema fiable de fijación de costes y precios que sustituya al actual, totalmente viciado por un remedo de mercado que ha propiciado la generación continua de un déficit. La consecuencia inevitable ha sido un déficit insoportable y una carga de deuda pendiente que tienen que financiar las compañías y pagar en su mayor parte los consumidores. Si se tiene en cuenta que la luz española es la tercera más cara de Europa, con lo que esto supone para la competitividad de las manufacturas españolas, se comprenderá mejor la urgencia de cambiar a fondo el método para fijar los precios de la electricidad en España y el drama que supone el que una y otra vez se fracase en el intento.
En conclusión, no es solo que la presunta reforma deje insatisfechas a las empresas, sean las tradicionales (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa) o de renovables (aunque a las primeras con menos razón), ni a los consumidores, ni a los partidos políticos, sino que es casi seguro que tampoco consiga eliminar el déficit. Hay que esperar, pues, que en 2014 Industria proponga otra reforma que parchee la actual. Y así sucesivamente.››

La demanda energética en España, que estaba en constante crecimiento desde los años 90, ha sufrido un descenso pequeño hasta 2015 debido a la disminución de la actividad productiva y las restricciones en el consumo eléctrico de los particulares y las instituciones. Las grandes empresas energéticas, ENDESA, Iberdrola, Gas Natural, Repsol, CEPSA... prosiguen su internacionalización a fin de compensar los magros resultados interiores.
Los principales problemas son el elevado coste (de los mayores de Europa) de la energía eléctrica, que hace poco competitivas las actividades económicas que dependen de ella, y el enorme déficit en el precio de la electricidad, que es pagado a largo plazo con un creciente e insostenible endeudamiento público.
A finales de 2016 se veía necesario un pacto de Estado entre los principales partidos, pero fue imposible por las posiciones maximalistas del PP que se negaba a una transacción con las propuestas de los otros partidos. Cuando pasó el PP a la oposición en junio de 2018 tampoco se prestó a la negociación.

FUENTES. 
Economía 3. España. Sector secundario. Energía.*

No hay comentarios:

Publicar un comentario