lunes, 2 de septiembre de 2013

GE UD 07. Sector terciario. Dosier: El comercio exterior.

España. Dosier: El comercio exterior.

Índice.
Conceptos fundamentales.
El comercio exterior español.
El tradicional déficit comercial de España.
Consecuencias comerciales de nuestra pertenencia a la UE.
La situación actual del comercio exterior español.
España y la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Conceptos fundamentales.
El comercio exterior incluye todos los intercambios comerciales que efectúa un país con el extranjero, es decir, las llamadas importaciones y exportaciones.
La balanza comercial es un instrumento fundamental para analizar el comercio exterior de un país, ya que esta balanza comercial incluye la diferencia entre el valor de las importaciones totales y de las exportaciones de un país. En consecuencia, la balanza es positiva, cuando las exportaciones son superiores y por el contrario es negativa o deficitaria cuando las importaciones son superiores a las exportaciones.
La balanza de pagos es un instrumento contable que incluye todas las transacciones e intercambios de entrada y salida de un país con el resto del mundo (incluye las importaciones, exportaciones, la entrada y salida de capitales, los ingresos y pagos de los turistas, así como las donaciones y ayudas al extranjero).

El comercio exterior español.
El comercio exterior de mercancías y servicios supone aproximadamente un 30% del PIB, superior a la media de la zona euro de la Unión Europea (en torno al 20%) o de nuestros países más próximos, como Francia, Italia o Portugal.
España es en la actualidad una potencia media en el comercio mundial de bienes, tanto en exportaciones como en importaciones, con el 1,9% del total mundial. Y la situación es más favorable en el comercio mundial de servicios, debido a que España es una gran potencia turística, por lo que alcanza el 4% del total de las exportaciones mundiales de servicios de mercado y el 2,8% de las importaciones.
La balanza por cuenta corriente española presenta un histórico saldo negativo, sobre todo por el crónico déficit comercial (importamos sobre todo manufacturas de alto valor añadido y productos energéticos de valor creciente en el mercado), a una balanza de rentas deficitaria (pagamos más intereses, dividendos o beneficios generados por las inversiones extranjeras frente a las nuestras en el exterior) y a las transferencias (el dinero que mandan los inmigrantes extranjeros residentes en España a sus familias), pero la positiva balanza de servicios, gracia al turismo, palia en gran medida el déficit.
El comercio exterior español se realiza sobre todo con la UE, tanto en exportaciones como en importaciones, siendo los principales clientes y proveedores Francia, Alemania, Reuno Unido y Portugal. Hay una tendencia a aumentar la importancia de las importaciones desde China y otros países asiáticos en productos manufacturados de bajo coste, y del Norte de África y de Rusia en energía, mientras que progresa moderadamente el comercio con Latinoamérica, donde en cambio España es uno de los principales inversores, hasta el inicio de la crisis económica en 2007.
España exporta automóviles y material de transporte, maquinaria, productos químicos y alimentos, e importa energía, automóviles y material de transporte, maquinaria, productos químicos y bienes de informática.


            [http://anduexporta.blogspot.com.es/]

El tradicional déficit comercial de España.
España desde hace dos siglos ha sido un país con una balanza comercial deficitaria por lo común, que compra al extranjero mucho más de lo que vende a otros países. A lo largo de todo este tiempo y desde el siglo XIX los diferentes gobiernos españoles han recorrido a todo tipo de medios para intentar impedir que nuestro déficit comercial aumentara, por ejemplo fijando aranceles aduaneros proteccionistas, subvencionando económicamente a las empresas españolas que exportaban productos, mejorando el control de calidad de nuestro país y también aumentando en el extranjero la información para dar a conocer nuestros mejores productos.
En los últimos decenios el déficit comercial español fue compensado gracias al dinero que llegaba a nuestro país procedente de actividades:
-. El dinero gastado por los millones de turistas extranjeros.
-. Las inversiones de empresas extranjeras.
-. Las remesas o envíos de dinero a España de los trabajadores españoles emigrantes.

Consecuencias comerciales de nuestra pertenencia a la UE.
Las exportaciones españolas se concentran en la UE, con cerca de un 70% del total en media histórica desde principios de los años 1990.
-. El final del tradicional proteccionismo, ya que desde 1986 y como consecuencia de las normas de la comunidad europea, comenzó la reducción de los aranceles españoles y posteriormente desde 1993 se estableció la libre circulación de productos en todos los países de la UE. En consecuencia, desaparecieron los impuestos aduaneros sobre los productos que importábamos y exportábamos en el espacio geográfico de la UE.
-. El incremento de la diversificación de las exportaciones españolas, que hacia 1960 eran básicamente productos agrarios, como naranjas, vino o aceites, para ser en el siglo XXI más de automóviles y productos de automoción (motores, partes de vehículos).
-. La dependencia de importaciones de productos básicos como petróleo, gas natural, madera y pasta de papel, productos de alta tecnología como microelectrónica e informática, fármacos...
El comercio exterior se concentra en los países de la UE, especialmente Francia, Portugal, Alemania, Reino Unido…; EE UU; China y Japón; el Norte de África, sobre todo Marruecos y Argelia; y los países hispanoamericanos. La balanza comercial es muy deficitaria con China, EEUU, Japón, Alemania y los países exportadores de petróleo.

La situación actual del comercio exterior español.
El escaso crecimiento económico español en 2010-2013 se sostuvo en las crecientes exportaciones, prueba del cambio paulatino del modelo productivo anterior basado en consumir y construir, unos excesos que llevaron a la crisis actual. La exportación de bienes se disparó a partir de 2010, llegando al 15,4% en 2011, lo que junto al debilitamiento del consumo interno que hace que las importaciones se moderen en su crecimiento, inferior al 10% en 2011, ha mejorado notablemente la balanza comercial, que en 2011 cerró con un déficit de 39.778 millones de euros.
El principal sector de exportación española fue el de bienes de equipo, que incluye maquinaria, material de transporte o de telecomunicaciones, seguido de la industria del automóvil y, a continuación, los alimentos y los productos químicos, campos de tecnología media en los que la industria española es muy competitiva, además de contar con medios de transporte avanzados en ferrocarriles y carreteras que conectan España con Europa. Pero el auge de las exportaciones sufre un peligro: la previsible recesión de las economías europeas debilita a nuestros principales compradores exteriores. Menor, aunque también importante, es el problema de las excesivamente diversas regulaciones de los países europeos, que debería solucionarse con más normativas comunes.
En cuanto a las importaciones tienen un límite en su descenso debido a la elevada dependencia exterior, y por lo tanto poca flexibilidad a la baja, en dos segmentos clave de la economía: la energía (que supone 40.000 millones de euros en compras) y la alta tecnología.


En abril de 2013 la brutal caída de las importaciones y el leve incremento de las exportaciones procuró el primer superávit comercial desde el Plan de Estabilización de 1959.
Jiménez-Gálvez [La UE logra el primer superávit comercial en un semestre desde 1999. “El País” (2-IX-2013)] informa de la extraordinaria mejora de la balanza comercial en 2013:
‹‹(…) Italia y España, que lastraron la salida de la recesión de la zona euro en el último trimestre, han contribuido al salto de la Unión Europea (UE) del déficit comercial al superávit entre enero y junio de 2013. Esta superioridad de las exportaciones sobre las importaciones europeas ocurre por primera vez en un primer semestre desde 1999, cuando arranca la serie estadística de Eurostat. (…) el buen dato de las exportaciones de España e Italia ha impulsado el superávit europeo. (…)  “España ha contribuido en su medida a mejorar el balance con el exterior de la Unión Europea. Nuestra posición con el exterior ha progresado muchísimo. Fuimos el país de la UE que más redujo su déficit comercial, cuando hace cuatro o cinco ejercicios este estaba por encima del 10% del PIB”, recalca Eduardo García Cuenca, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Granada. (…) que los dos países mediterráneos hayan contribuido con 20.300 millones a rebajar el déficit comercial de la zona comunitaria, ha resultado básico para que la región consolidara el superávit en el primer semestre de 2013, que cerró junio con un saldo positivo de 35.000 millones aproximadamente.
Los datos estacionales ajustados de Eurostat muestran cómo la balanza comercial de España con países no comunitarios se ha reducido radicalmente en un año, pasando de un déficit de 19.200 millones de euros del primer semestre de 2012 a los 12.800 del mismo periodo de 2013. Esta tendencia positiva ya se intuyó en marzo, cuando el país contabilizó el primer superávit en décadas de su balanza comercial con el resto del mundo. El hito se perdió en abril y no ha vuelto a repetirse. Y tampoco se consiguió en el acumulado del primer semestre, aunque el déficit se redujo un 68% en tasa interanual hasta un valor negativo de 5.824 millones y se puso a tiro el equilibrio, según las cifras manejadas por la Secretaría de Estado de Comercio de España.››

En 2014 el déficit comercial volvió a crecer porque por primera vez desde 2008 aumentaban las importaciones (264.507 millones) por encima de las exportaciones (240.035 millones).



            En 2019-2021 el déficit comercial ha disminuido mucho debido a la mayor competitividad de las exportaciones españolas y la crisis de la pandemia que redujo las importaciones de combustibles.

España y la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El GATT (General Agreement of Tarifs and Trade o Acuerdos generales sobre tarifas aduaneras y comercio) es un conjunto de normas y acuerdos internacionales que tiene como propósitos regular, liberalizar y estimular el comercio mundial mediante la reducción de los aranceles y los trámites aduaneros, lo que ha llevado a un descenso desde de las tasas aduaneras del 50% de media mundial hacia 1950 hasta un 4% en 2000. También procura reducir las subvenciones estatales de los gobiernos para beneficiar la producción de sus agricultores o industriales, consideradas una competencia desleal hacia los países cuyos gobiernos no tienen capacidad económica para dar subvenciones.
A partir del GATT, se creó en 1995 la Organización Mundial de Comercio (OMC), que le ha sucedido en sus propósitos y funciones. España pertenece desde el principio al GATT y su presencia se establece a través de la Unión Europea, a fin de conseguir una mayor capacidad de presión en las negociaciones.

Fuentes. Actualización en: 
Economía 3. España. Sector terciario. Comercio exterior.*

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