miércoles, 11 de diciembre de 2013

Teorías de la industrialización

TEORÍAS DE LA INDUSTRIALIZACIÓN.
Teoría de las etapas de desarrollo de Rostow.
Teoría del atraso relativo de Gerschenkron.
Teoría de los modelos de industrialización de recuperación o catching-up.
Teoría de la desindustrialización de Baumol.

Teoría de las etapas de desarrollo de Rostow.
W. Rostow (1963) explica la localización industrial a escala internacional. Según él, todos los países han de pasar sucesivamente por tres etapas de desarrollo: preindustrial, industrial y postindustrial. Las diferencias de industrialización dependen de la etapa en que se hallan cada uno de los países y regiones del planeta, teniendo en cuenta que llegará un momento en que todos los espacios se encontrarán en la etapa postindustrial.
Para elaborar su teoría del despegue (take-off), Walt Whitman Rostow analizó la industrialización británica y la de otros países en los que se produjo con posteridad. Defendía que para que el proceso de industrialización tuviera éxito había que cumplir una serie de requisitos previos: una alta productividad agrícola, la existencia de mercados y cierta estabilidad política que permitiera establecer una legislación favorable. Si estos tres requisitos se cumplían, el proceso se iniciaría con un periodo de despegue (take-off), una etapa de 20 a 30 años en la que se lograría la industrialización acelerada y progresiva del país. Puesto que los países cumplen estos requisitos en distintos momentos históricos, la industrialización de cada uno de ellos se produjo en épocas distintas. En el modelo de Rostow se da por hecho que los países atraviesan las mismas etapas de desarrollo. Gran Bretaña fue el primer país en despegar durante el periodo 1780-1800, seguido por Francia, Alemania y Estados Unidos durante el siglo XIX. Al ser una teoría general, la teoría de la industrialización de Rostow no puede explicar la experiencia propia de los países que analiza. Los últimos estudios sobre la revolución industrial británica sugieren que la teoría del despegue durante el periodo 1780 y 1800 es inexacta, por el contrario, la economía británica experimentó un paulatino proceso de industrialización a lo largo de los siglos XVIII y XIX. La experiencia de las economías europeas continentales también contradice la teoría del despegue. Los procesos de industrialización fueron procesos continuados acaecidos a lo largo de todo el siglo XIX, y aunque el ritmo de desarrollo fue desigual, parece inexacto limitar el proceso de desarrollo a un periodo concreto.
Teoría del atraso relativo de Gerschenkron.
El historiador de la economía Alexander Gerschenkron rechaza el historicismo del modelo de take-off de Rostow debido a su debilidad teórica y empírica. Para suplir estas deficiencias crea el concepto de atraso relativo y afirma que el proceso de desarrollo de un país de industrialización tardía diferirá, debido a su atraso, del experimentado por el país más desarrollado; en este sentido, la historia desempeña un papel importante a la hora de determinar el patrón de industrialización. Para Gerschenkron, el país de industrialización tardía tendrá las siguientes características: un rápido e intenso crecimiento de la producción industrial; un predominio de la producción de bienes de capital sobre la producción de bienes de consumo, lo que presiona sobre la demanda de consumo de la población; un predominio de empresas y fábricas de gran tamaño; una dependencia de la tecnología y la financiación exterior; importancia del Estado como promotor del desarrollo industrial; crecimiento de los movimientos ideológicos favorecedores del proceso industrializador y escasa importancia de la agricultura en cuanto al aumento de su productividad y como fuente de demanda de productos industriales.
Sin embargo, los estudios empíricos sobre la industrialización de las economías europeas no responden a este modelo de desarrollo. Por ejemplo, el papel de los bancos para financiar la industria durante el siglo XIX es muy distinto en Francia respecto a Alemania, aunque los dos países podían considerarse, en aquella época, como economías relativamente atrasadas. Por analogía, tampoco ha podido demostrarse el postulado que afirma que el país atrasado experimentará un rápido crecimiento productivo (predominando la producción de bienes de capital que presionan al alza el consumo de la población). Francia, al igual que el Imperio Austro-Húngaro, experimentó una pauta de industrialización estable. No obstante, el planteamiento general de Gerschenkron arroja alguna luz sobre el proceso de industrialización: casi todos los economistas aceptan que las circunstancias históricas determinan el modelo de industrialización. El principal problema radica en establecer las relaciones entre industrialización temprana y tardía.
Teoría de los modelos de industrialización de recuperación o catching-up.
En la actualidad muchos economistas han intentado explicar los procesos de industrialización tardíos en un marco de análisis en el que se considera que el crecimiento está enfocado a recuperar el tiempo perdido. En este sentido, las nuevas teorías parten del planteamiento de Gerschenkron que subraya los condicionantes históricos que afectan a los países menos industrializados. Los países que inician de modo tardío el proceso de industrialización pueden imitar las tecnologías existentes en los países más desarrollados, lo que les permite alcanzar enseguida un desarrollo económico y recuperar el tiempo perdido logrando las mismas tasas de productividad aparente (productividad por trabajador) que los países más desarrollados.
Esta teoría predice que los niveles de renta per cápita de los países pobres tenderán a converger con las de los países ricos, lo que ha sido contrastado de forma empírica. Destacan dos conclusiones: en primer lugar, existe una fuerte tendencia a converger entre las economías más desarrolladas (agrupados en la OCDE). En segundo lugar, si se analizan los países más pobres la hipótesis es falsa, pues muchos no han logrado recuperar el atraso histórico y converger con los países ricos; la recuperación del atraso no es un proceso de evolución histórica que afecte a todo el mundo.
Para comprender por qué los procesos de recuperación sólo funcionan en las economías desarrolladas, Moses Abramovitz creó el concepto de capacidad social. Una condición necesaria para poder alcanzar a las economías más desarrolladas consiste en disponer de una capacidad social mínima: las economías más atrasadas tienen que tener una sociedad capacitada para poder adoptar y asimilar las nuevas tecnologías creadas en los países industrializados. Si no disponen de un capital humano suficiente (debido a una escasa inversión en educación, o por la existencia de sistemas políticos inestables) el proceso de industrialización no podrá despegar. Por lo tanto, es improbable que todos los países puedan alcanzar los mismos niveles de productividad. A partir de aquí, hay que intentar comprender cómo se puede mejorar la capacidad social para que los países pobres puedan aprovechar sus potencialidades y alcanzar el grado de industrialización de las economías más desarrolladas.
Teoría de la desindustrialización de Baumol.

Se puede encontrar una teoría general sobre los procesos de desindustrialización en la denominada 'ley de Baumol'. Dada la alta elasticidad en función de la renta de la demanda de productos industriales y de servicios, en las economías industrializadas (en las que el sector agrícola ha perdido importancia relativa), los dos sectores anteriores compiten para poder lograr el factor trabajo que necesitan y que resulta escaso. William Baumol afirma que, puesto que el sector servicios experimenta crecimientos de productividad menores respecto al sector industrial, en condiciones de libre mercado los precios relativos aumentarán más en el sector servicios (tanto para el mercado de bienes como para el de trabajo), lo que le permite atraer a los trabajadores del sector industrial.

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