España. Dosier: La dana de octubre de 2024.
En azul las zonas más afectadas. [Mapa de informe situacional del Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias del Sistema de Gestión de Emergencias Copernicus (DG ECHO, Comisión Europea). / https://es.wikipedia.org/wiki/Gota_fría_de_2024_en_España]
España sufrió a finales de octubre de 2024 un gran desastre natural provocado por una depresión de alto nivel (Dana), que provocó lluvias torrenciales de alrededor de 500 a 600 l/m² en algunos puntos, lo que produjo el desbordamiento de varios ríos y barrancos de la zona mediterránea, desde las provincias de Cádiz, Málaga o Albacete, hasta, sobre todo, la de Valencia, con inundaciones mortales en los núcleos urbanos peor situados cerca de los cauces. El 4 de noviembre se contabilizan al menos 221 muertos y muchas decenas de desaparecidos, por lo que se prevé que al final se cuenten entre 300 y 400 fallecidos.
En los días previos a la tragedia, las alertas de creciente peligro atmosférico de la Aemet, el organismo del Gobierno central responsable de la información meteorológica, se fueron repitiendo, con frecuencia y claridad, desde una semana antes, y se comunicó a las instituciones y al público que había el máximo nivel de peligro a las 7:30 h de la mañana del martes 29, unas 12 horas antes de la catástrofe, pero la Generalitat Valenciana, que era la que debía alertar a la población y tomar las medidas preventivas en el lugar y el tiempo concretos, falló durante esas horas vitales: el presidente Mazón se quejaba por la mañana de que la Universidad suspendiera las clases y explicaba en un tuit (que luego borró) después de las 12 h que el escaso peligro pasaría a las 18 h, así que la gente podía continuar su trabajo y actividades habituales, pese a que las aguas ya estaban inundando varios barrancos y amenazaba a bastantes localidades, como avisaba la Confederación Hidrográfica del Júcar (dependiente del Estado).
La Generalitat estuvo renuente a admitir el peligro, aunque pidió el mediodía del mismo martes 29 la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME) pero circunscrita obligatoriamente solo a la pequeña zona de Utiel-Requena, ante la estupefacción de los mandos militares, que querían ayudar en toda la provincia y con todos los medios a su alcance. La Generalitat al fin avisó a los ciudadanos cuando ya era demasiado tarde, en unas zonas a las 20,03, en otras a las 20.12 h en Valencia y después de las 21 h en las comarcas al final más afectadas.
Las aguas desbordaron con una violencia súbita sus cauces naturales de ríos y torrentes, y decenas de miles de viviendas, garajes o negocios fueron inundados tan de repente que muchos vecinos murieron ahogados por el agua y el lodo, y se dio el caso de pueblos en los que apenas llovió, como Paiporta, que fueron arrasados más que otros en los que había llovido a mares. Miles de coches fueron arrastrados por la corriente, que ahogó en muchos casos a sus ocupantes, y se amontonaron contra las puertas de los plantas bajas de viviendas y locales, impidiendo que sus habitantes pudieran salir, de modo que también se ahogaron muchos.
¿Por qué tanta tardanza?
1) La Generalitat suprimió en noviembre de 2023 la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE), el organismo previsto por el anterior gobierno progresista para coordinar la actuación en caso de catástrofe. Se argumentó que era un "chiringuito" que costaba 9,3 millones de euros y era innecesario. Se declaró (y sigue así el 4 de noviembre) un nivel de emergencia 2 (menor al 3, el máximo) por lo que el mando lo tiene la consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, una abogada y política sin experiencia en catástrofes.
2) El secretario autonómico de Seguridad y Emergencias y director de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, es Emilio Argüeso, un político tránsfuga de CS, policía y guardia civil, abogado, periodista, criminólogo, publicista y forense según su currículo, pero sin experiencia en catástrofes, que mientras llegaba la dana, a las 12:30 estaba reunido con el jefe de Festejos Taurinos, y no se incorporó hasta las 11 h del día siguiente a su puesto de mando avanzado, el Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi). Mientras tanto, al mando el inspector del Consorcio de Bomberos de Valencia, José Miguel Basset, experto en incendios forestales.
3) Los técnicos estuvieron al menos tres horas intentando convencer a los políticos Mazón y Pradas de que ordenaran avisar a la población, pero estos esperaron hasta las 20 h. Se supone que el aviso implicaba interrumpir la actividad económica y a las 20 h hay menos comercios y talleres abiertos.
Los días siguientes.
Los Ayuntamientos con sus funcionarios y policías locales, la Policía Nacional, la Guardia Civil, los bomberos y miles y miles de voluntarios comenzaron el mismo día y siguieron después una labor titánica y en muchos casos heroica para ayudar a los afectados. Algunos de estos funcionarios y voluntarios perdieron la vida ayudando a sus ciudadanos.
Al día siguiente, la Generalitat, aunque intentó al principio dar una imagen de positiva colaboración institucional con el Gobierno, comenzó a sugerir que la Aemet y la Confederación Hidrográfica (CH) habían sido las responsables de los retrasos en los avisos, obviando la verdad. Siguió su gestión caótica, como demuestra que la Generalitat no usara a los forestales autóctonos, que disponen de medios humanos y materiales para actuar en situaciones de emergencia, y que cuando los bomberos de Bilbao y de Cataluña se ofrecieron el miércoles 30 para ayudar en las labores de rescate, no se les contestó hasta el viernes 1.
La magnitud de la tragedia y las crecientes críticas al presidente Mazón por su mala gestión hicieron que la Generalitat aprobara la tarde del jueves 31 una ampliación de la petición de ayuda militar y a partir del lunes 3 ya proclamó sus acusaciones directas contra el Gobierno, con datos falsos como que la CH había desactivado la alerta tres veces, pese a la evidencia de que tal competencia legal y la capacidad material para hacerlo es solo de la Generalitat. Aumentaba la consternación y la rabia ante la gestión del presidente Mazón, superado por la tragedia y al parecer más preocupado por su imagen mediática.
La Generalitat ha retenido desde el inicio el mando de la operación, que como no es nivel 3 no recae en el presidente Mazón, al que así no se pueden exigir responsabilidades legales, y el martes 4 todavía no ha declarado el máximo nivel 3 de emergencia, que daría el mando al Gobierno. Para aumentar la desazón, el líder del PP, Núñez Feijóo, ha decidido saltar por encima de su correligionario Mazón y el martes 4 pide que el Gobierno declare por sí mismo el nivel 3, al mismo tiempo que la Generalitat se niega a que el Gobierno lo haga.
El Gobierno responde que ayuda desde el principio con todos los medios que legalmente puede proporcionar y que si la Generalitat quiere más, como aumentar al nivel 3, solo tiene que pedirlo, pero que cambiar el mando sin la aquiescencia de Mazón, que cuenta con los mayores medios, es peligroso e ineficaz en medio de una operación tan compleja y que lo mejor es colaborar todos con la máxima transparencia y la mejor voluntad.
Opinión.
El editorial España, de luto. “El País” (31-X-2024). [https://elpais.com/opinion/2024-10-31/espana-de-luto-por-la-dana.html] advierte que hay que extremar el rigor en la prevención y el sistema de alertas.
‹‹Estas son todavía horas de agónica búsqueda de desaparecidos en la provincia de Valencia y en Castilla-La Mancha, de atención a los ciudadanos que anoche estaban aún sin servicios ni posibilidad de comunicación, de asistencia a los rescatados, de apoyo y solidaridad con los que han perdido casas y negocios. Es la prioridad absoluta, en la que deben volcarse todas las administraciones y todas las organizaciones que disponen de recursos para ello. Los servicios públicos de emergencias, militares, Guardia Civil, Policía, bomberos y muchos otros funcionarios y entidades vuelven a demostrar su tarea imprescindible cuando el país se ve sacudido por una catástrofe.
La magnitud de la tragedia refuerza la obligación de los poderes públicos de analizar la preparación de España y de los españoles ante una situación meteorológica cada vez más imprevisible y ante sus efectos sobre ciudades, pueblos e infraestructuras, que han de repensarse casi desde cero para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. Los expertos llevan mucho tiempo alertando de la mayor frecuencia o intensidad de fenómenos meteorológicos extremos. La riada de 1957, que devastó el centro de Valencia, llevó a desviar un río entero, el Turia. Probablemente las medidas que hagan falta hoy y en el futuro sean similares en escala y coste. La prevención es la mejor manera de hacer frente a la naturaleza, tantas veces alterada por la acción del ser humano.
No es este el momento —mientras se recuperan cadáveres y se atiende a las víctimas— de exigir responsabilidades, pero sí de analizar cómo puede tener consecuencias tan escalofriantes en vidas humanas un fenómeno anunciado y en una comunidad que acarrea una trágica historia de inundaciones. Y sí se puede subrayar la necesidad de atender con rigor y seriedad las alertas de la Agencia Estatal de Meteorología, que en la mañana del martes hablaba ya de riesgo extremo en Valencia y que deberían obligar a interrumpir las actividades no esenciales y a dar prioridad absoluta a la seguridad de las personas, algo que, desgraciadamente, no se ha cumplido en este caso. La vida, el trabajo, la circulación en coche, la permanencia en plantas bajas de viviendas siguió con normalidad en Valencia hasta que fue dramáticamente interrumpida por la riada. La alerta a toda la población que emitió la Generalitat valenciana se produjo a las ocho de la tarde del martes, cuando había ya muchos ciudadanos atrapados y pueblos anegados y el agua llevaba horas acumulándose y desbordándose.
Esta tragedia ha recordado de forma dolorosa que España está en uno de los frentes de la crisis climática y que, además de evitar que se agrave con más emisiones de gases de efecto invernadero, debe estar preparada para unas consecuencias que ya son irreversibles. En cualquier caso, el conocimiento científico acumulado y las posibilidades que ofrece la tecnología deben servir para salvar vidas anticipándose a la virulencia atroz de un monstruo meteorológico. No solo se lo debemos a las generaciones futuras, sino también a las víctimas presentes.››
Opinión propia.
Después de la catástrofe, todas las instituciones, desde el Gobierno a los Ayuntamientos, con todos sus efectivos humanos, han hecho lo mejor con sus respectivas capacidades, en muchos casos hasta el heroísmo, y por ello hay que felicitarlas, aunque sin duda se han cometido errores en la planificación y ha faltado decisión para tomar medidas urgentes, como el retraso incomprensible durante días de la Generalitat de la Comunidad Valenciana en solicitar la máxima ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ministerio de Defensa, de modo que esta al principio solo pudo actuar en una pequeña comarca de Utiel-Requena.
Hemos de aprender de esta tragedia que hay que invertir mucho más en prevención y que unos servicios públicos bien dotados y plenamente funcionales son indispensables para la ciudadanía.
Al respecto, la Generalitat, presidida por Carlos Mazón, suprimió, con el argumento de que era un "gasto innecesario", en noviembre de 2023, seis meses después de llegar al poder, la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE), puesta en marcha ese mismo año por el anterior presidente Ximo Puig "con el fin de mejorar la coordinación autonómica en la respuesta de catástrofes naturales, como incendios forestales o inundaciones". No sabemos cuántas vidas se hubieran salvado si aún estuviera operativa, pero ahora queda claro que eliminar este organismo ha sido un trágico error. ¿La Generalitat lo va a reconocer y recuperará la UVE, aunque sea con otro nombre?
FUENTES.
Internet.
[https://es.wikipedia.org/wiki/Gota_fría_de_2024_en_España]
[https://elpais.com/noticias/inundaciones-dana-octubre-2024/]
Documentales / Vídeos.
Resumen de la catástrofe de la dana en Valencia. CNN en español (1-XI-2024). 8:32. [https://www.youtube.com/watch?v=jdH6s9SHhyM]
Dana de Valencia, telediario especial. RTVE (2-XI-2024). 58:31. [https://www.youtube.com/watch?v=0gosiipnrIw]
Noticias. Orden cronológico.
Vázquez, C.; et al. Siete desaparecidos en Albacete y Valencia por las inundaciones. “El País” (30-X-2024). En Letur (Albacete) hay seis desaparecidos y en l’Alcúdia (Valencia) otro más. Hay grandes daños en las comarcas interiores de Valencia y también en menor grado en Málaga. El Gobierno moviliza a la UME.
Bono, F.; Fabra, M. Casi 100 muertos por la dana. “El País” (31-X-2024). Valencia sufre el mayor impacto. Hay tres víctimas en Cuenca, Albacete y Málaga.
Fabra, M. La alerta a la población se envió ocho horas después de que la lluvia desbordara barrancos. “El País” (31-X-2024). La Aemet estatal informó desde una semana antes del creciente peligro y a las 7:30 de la mañana del martes 29 alertó de que el riesgo era máximo, pasando de nivel naranja a rojo, pero la Generalitat comenzó a avisar del riesgo a partir de las 20:03 en Valencia y después de las 21 h en las comarcas más afectadas, demasiado tarde para reducir la gravedad de la catástrofe. Todavía a las 18 h el presidente Mazón informaba a los ciudadanos de que el peligro había pasado, pese a que estaba empeorando muy rápido.
Martínez, V. El Gobierno de Mazón eliminó la Unidad de Emergencia porque “no mejoraba ni ampliaba los servicios”. “El País” (31-X-2024). Una de las primeras medidas del Gobierno autonómico del PP fue eliminar en noviembre de 2023 la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE), un servicios de respuesta rápida a catástrofes como incendios o inundaciones: "era innecesaria" y se ahorraron 9,3 millones de euros.
Planelles, M. Huracanes y lluvias torrenciales, las sacudidas del cambio climático. “El País” (31-X-2024).
Fernández Magariño, J. Bloqueo total en vías terrestres, cierre de puertos y desvíos de aviones. “El País” (31-X-2024).
Moreno, M. Las aseguradoras se preparan para cubrir la catástrofe natural más costosa de España. “El País” (31-X-2024).
Bono, F. Horror en Paiporta: “La tenía cogida de la mano, pero la corriente se la llevó”. “El País” (31-X-2024). Paiporta ha sido el municipio más afectado, con decenas de muertos y una enorme destrucción.
Martín, M. El río Magro se cebó en los ancianos de Utiel. “El País” (31-X-2024).
García, Jesús. Un torrente trae la destrucción a Aldaia en pocas horas. “El País” (31-X-2024).
Marcos, J.; Cué, C. E. El Gobierno evita el choque con el PP pese a su malestar con Feijóo y Mazón. “El País” (1-XI-2024). [https://elpais.com/espana/2024-11-01/el-gobierno-evita-el-choque-con-el-pp-pese-a-su-malestar-con-feijoo-y-mazon.html] En La Moncloa causan estupor las críticas a la Aemet del líder del PP, porque desde primera hora pasó a alerta roja y fue la Generalitat quien retrasó la alarma.
Zafra, I. Massanasa. “Hay un hombre muerto en el garaje desde el martes”. “El País” (1-XI-2024). Los vecinos del municipio de Massanasa, con al menos 17 muertos, denuncian que no llegan las ayudas.
Zafra, I. La Torre. El torrente repentino mató a nueve vecinos del barrio. “El País” (1-XI-2024). Algunas víctimas habían bajado a la calle para salvar sus coches, cuando llegó la ola que los arrastró.
García, J. Torrent. Tirando cable sobre el puente roto: “Aquí hay trabajo para meses.” “El País” (1-XI-2024). Los dos lados del pueblo están incomunicados por la ruptura del puente de piedra.
Bono, F. Paiporta. Impotencia y horror en la residencia Savia. “El País” (1-XI-2024). Paiporta es donde hay más destrucción. La residencia de ancianos sufrió lo peor: seis se ahogaron porque no podían ponerse a salvo.
Expósito, D. Alfafar. Amanecer de saqueos junto a la V-31. “El País” (1-XI-2024).
Martín, M. Chiva. Un regreso al siglo XIX para 17.000 vecinos. “El País” (1-XI-2024).
Fabra, M. La dana causa 159 muertos y desesperación. “El País” (1-XI-2024).
López-Fonseca, Ó. Al menos 50 detenidos por actos de pillaje en centros comerciales de las zonas afectadas. “El País” (1-XI-2024).
Álvarez, C. Una alerta que llegó demasiado tarde. “El País” (1-XI-2024).
Fabra, M. Cronología. La Aemet lanzó avisos cinco días antes. “El País” (1-XI-2024).
García de Blas, E.; Cué, C. E.; Marcos, J. Feijóo arremete contra el Gobierno mientras Sánchez y Mazón exhiben unidad. “El País” (1-XI-2024). El líder del PP, siguiendo el curso habitual de sus puyas contra Sánchez, culpabiliza falsamente a los servicios de Aemet y las cuencas hidrográficas, dependientes del Gobierno, que no ha tenido “humanidad, sensibilidad y colaboración” y exime de culpa a “los presidentes autonómicos y los alcaldes. Han sido ellos quienes han cargado el peso de esta emergencia nacional.”
Hermida, X. Del fuego al temporal: el líder del PP y la política del desastre. “El País” (1-XI-2024). Explica el largo historial de Núñez Feijóo de aprovechar las catástrofes naturales para lanzar bulos y acusaciones tremendistas a los adversarios políticos. Lo hizo con los incendios forestales y los consiguientes muertos de Galicia, de los que culpabilizó al gobierno gallego, y cuando él fue presidente se dedicó a reducir los servicios antiincendios y entonces cuando hubo muertos acusó a una “trama terrorista” (en alusión a la izquierda). Cuando el fiscal Álvaro García Ortiz demostró que no había tal “trama” sino carencia de medios, Feijóo y la derecha le lanzaron con inquina una campaña de desprestigio, que continúa ahora que García Ortiz es fiscal general del Estado, como se ve en las ofensas a diario del PP y la ultraderecha y en las patrañas legales ante el Tribunal Supremo.
Cué, C. E.; Marcos, J. El Gobierno evita el choque con el Partido Popular pese a su malestar. “El País” (1-XI-2024).
Fabra, M.; Bono, F. El ejército empieza a repartir ayuda en medio de la desolación. “El País” (2-XI-2024). La desesperación cunde en Valencia.
Fabra, M. Miles de voluntarios se desplazan a las zonas afectadas. “El País” (2-XI-2024).
Bono, F. Iván, el policía de vacaciones que busca a sus vecinos desaparecidos en Alfafar. “El País” (2-XI-2024).
Hermida, X. El Gobierno solo asumirá el control de la crisis si se lo pide Mazón. “El País” (2-XI-2024). Mazón tendría que subir la emergencia al nivel 3. Se apaga la polémica política por las arremetidas de Núñez Feijóo, que parece más contenido debido a la indignación que ha despertado.
González, M.; Bono, F. La Generalitat Valenciana no ha declarado el mayor nivel de emergencia de su legislación. “El País” (2-XI-2024).
Velert, S. Alcaldes ante la destrucción: “Solos no podemos”. “El País” (2-XI-2024). Los regidores piden más ayuda ante las enormes tareas de limpieza y reconstrucción.
Bono, F. Maribel Albalat / Alcaldesa de Paiporta. “Los primeros avisos llegaron cuando el agua estaba a dos metros y el mal ya estaba hecho”. “El País” (2-XI-2024).
Zafra, I. Maribel. “Esta incertidumbre es terrible”. “El País” (2-XI-2024). Los familiares de los desaparecidos sufren la falta de información.
Expósito, D. La búsqueda se atasca en el aparcamiento de Alfafar. “El País” (2-XI-2024).
Velasco, L. E. Los vecinos de Alfafar buscan agua y alimento. “El País” (2-XI-2024).
Vázquez, C. “Hemos vivido como si fuésemos un pueblo fantasma”. “El País” (2-XI-2024). Los vecinos de Paiporta y Chiva, entre los más afectados.
Sánchez, E. Casi tres millones de españoles viven en zonas inundables y de riesgo. “El País” (2-XI-2024). Los científicos indican la necesidad de acometer medidas previstas en los planes de gestión y de una mejor información a los ciudadanos sobre estos fenómenos.
Domínguez, N. El calentamiento del aire y del mar eleva el riesgo de las danas. “El País” (2-XI-2024).
Análisis y opinión. Orden alfabético.
Álvarez, Clemente. Una alerta que llegó demasiado tarde. “El País” (1-XI-2024).
Domínguez, Nuño. El calentamiento del aire y del mar eleva el riesgo de las danas. “El País” (2-XI-2024).
Editorial. España, de luto. “El País” (31-X-2024). [https://elpais.com/opinion/2024-10-31/espana-de-luto-por-la-dana.html] Hay que extremar el rigor en la prevención y el sistema de alertas.
Editorial. El uso político del horror. “El País” (1-XI-2024). Condena el uso partidista de Núñez Feijóo de la tragedia de la dana, probablemente como un ataque preventivo ante las evidencias de que la Generalitat Valenciana que gobierna su partido cometió graves errores en la prevención y respuesta a la catástrofe. El líder del PP ha recurrido una vez más a bulos y acusaciones sin fundamento, ha ido a la zona afectada para desde allí seguir con sus ataques, ha interrumpido la labor de los responsables del operativo, y se ha arrogado que él sí ha actuado con eficacia en España y en la UE, pese a que no tiene ninguna competencia ejecutiva.
Editorial. Unidad sin claridad. “El País” (2-XI-2024). Es loable la concordia entre los gobiernos central y valenciano, y la Generalitat mantiene el mando único de esta emergencia, pero los ciudadanos reclaman con razón más eficacia con urgencia.
Fabra, María. Cronología. La Aemet lanzó avisos cinco días antes. “El País” (1-XI-2024).
Gracia, Jordi. Señor Feijóo, deje trabajar y deje de hacer política partidista con la tragedia. “El País” (1-XI-2024). Afea al líder del PP sus excesos en esta situación trágica.
Medina, M. Á. Francisco Martín León / Meteorólogo. “En un aviso rojo, hay que pedir a la población que se quede en casa”. “El País” (31-X-2024).
Planelles, Manuel. Huracanes y lluvias torrenciales, las sacudidas del cambio climático. “El País” (31-X-2024).
Marcos, J. Óscar Puente / Ministro de Transportes. “No habrá límites para reponer las infraestructuras: lo que haya que gastar, se gastará”. “El País” (2-XI-2024).
Sánchez, Esther. Casi tres millones de españoles viven en zonas inundables y de riesgo. “El País” (2-XI-2024). Los científicos indican la necesidad de acometer medidas previstas en los planes de gestión y de una mejor información a los ciudadanos sobre estos fenómenos.
Sánchez Guitián, Nieves. Apostar por la prevención en las catástrofes naturales. “El País” (31-X-2024).
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