CS 4 UD 17. BALEARES EN LOS SIGLOS XX-XXI.
Índex.
NOTAS DE BALEARES.
La industria en Baleares en el primer tercio del siglo XX.
La censura franquista en Baleares.
FUENTES.
NOTAS DE BALEARES.
La industria en Baleares en el primer tercio del siglo XX.
El sector secundario tuvo una importancia
determinante durante muchos tiempo, sobre todo los sectores del calzado, textil (telas
de lana) y conservas vegetales.
La censura franquista en Baleares.
En la posguerra los
libros de las bibliotecas de Palma fueron expurgados para eliminar los
perniciosos y obscenos. Sólo de la Biblioteca Municipal de Palma se quitaron
las fichas y los libros de 250 obras. Pero la bibliotecaria de entonces,
Martina Pascual, guardó la lista de las obras. Probablemente el responsable de
la operación fue el sacerdote Llorenç Riber, catalanista, notable escritor y
traductor, fallecido en 1958, sin que se pueda documentar hasta la fecha su
actuación represora. Fueron censurados y apartados al fondo de las bibliotecas
sin que pudieran consultarse libros de Balzac, Zola, Darwin, Tolstói, Víctor
Hugo, Dumas, Proudhon, Renan, los federalistas Pi i Margall, Valentí Almirall,
el político Gabriel Alomar y otros, incluso de Joan Estelrich, entonces
ferviente profranquista. Buena parte de los libros eran parte de los restos de
las bibliotecas que reunieron las familias de los Fàbregas, que controlaron durante
dos siglos los tribunales de la Inquisición, y sobre todo los Villalonga
Escarlades, aristócratas de ideas republicanas, federalistas y volterianas, dos
de cuyos miembros dieron cuerpo a personajes de las novelas Los
muertos mandan, de Blasco Ibáñez, y Bearn, de Llorenç
Villalonga. En 1888, con una herencia de medio millón en el bolsillo, uno de
los creadores de la colección se fue a París donde acentuó su pasión por los
libros. En 1899 se arruinó y la biblioteca Villalonga fue inventariada (10.000
ejemplares, muchos raros y preciosos). Ninguna institución los compró y comenzó
a desperdigarse, e incluso los lotes de libros llegaron a sortearse en cupones
de la época. Recupera una parte una exposición de los bibliotecarios Antonia
Morey y Joan Fuentes, en la Biblioteca Llabrés (desde 23 de abril de 1994).
[Andreu Manresa, “El País” (19-IV-1994)].
La censura de libros y de la cultura catalana fue muy
intensa porque se juntaban la represión política y la lingüística. La cantidad
de 865 títulos editados en catalán que se consiguió en 1936 no se repitió hasta
1977, 41 años después. Josep Massot i Muntaner, en La situació cultural a
les Illes durant el primer franquisme, destacó como ejemplo que «Llorenç
Villalonga actuaba por razones oportunistas. No tenía una mentalidad ideológica
demasiado fuerte. De monárquico pasó a ser falangista, para definirse más tarde
como “viejo liberal” y acabar enarbolando la bandera del pancatalanismo».
Durante la Guerra Civil, en la que se prohibió el uso público del catalán y
fueron encarcelados numerosos intelectuales, Llorenç Villalonga llevó a cabo,
junto con su hermano Miquel, una feroz campaña para acosar y “domesticar” a los
firmantes en 1936 de un manifiesto de solidaridad entre Cataluña y Mallorca. En
1931 ya escribía: «Quiérase o no, dialecto es hoy el catalán: dialecto en el
que, aparte de algunos atisbos líricos estimables, se nos sirven los más
insustanciales “floretes” y las más relamidas confituras (...), ciertos
autores, ante la imposibilidad de triunfar en Castilla, se refugian en una
literatura menor que les eleva a la categoría de genios locales (...), el
mallorquín resulta impropio para expresar cosas sutiles o sencillamente
inmateriales» [“La Vanguardia” (14-IX-1994).].
Baleares en los primeros años de EE UU.
Miquel Ferrà i Martorell, muy activo en la sección
fija de historia del Diari de Balears, publicó Western Catalán, una
lista de personas catalanas y, en concreto, de Baleares que
participaron en la aventura del nacimiento de los EE UU, como Maldonat Ferrer,
Nicolau Agramunt, Fra Damià Massanet, Joan Picornell, Fra Marià Payeres, el Pare
Boscana y otros. Menorquines fundaron la población de Nova Esmirna en Florida.
El padre del almirante Farragut, Jordi Ferragut, fue explorador en Tennessee en
1792. Antoni Pasqueda Olives (1743-181?...), nacido en Ciudadela, fue capitán
del Regimiento América nº 60.
El historiador Miquel Ribas.
El historiador aficionado Miquel Ribas de Pina, era oficial de artillería y escribió una serie de artículos en los decenios de 1920 y 1930 sobre temas como el comercio y las instituciones medievales, la “revolta forana”, los cambios institucionales del siglo XVIII, la corrupción de los cargos municipales (regidores perpetuos) de Palma en ese siglo, e incluso la industrialización mallorquina en el campo, avanzando las tesis de Carles Manera de que fue posible por la docilidad de la mano de obra femenina y los bajos salarios masculinos. Hizo un estudio comparativo entre el mapa del cardenal Despuig de 1785 y el censo agrícola de 1910. Explicó las parcelaciones del siglo XIX por su relación con las cargas tributarias del nuevo Estado liberal. Esta línea de investigación ha sido seguida por la historiadora y doctoranda Antònia Morell, lo que forzó a los grandes propietarios a ponerlas en explotación más eficiente o venderlas [Quintana, Antoni. “Balears” (25-IX-1996)].
Unió Republicana de Mallorca.
Unió Republicana de Mallorca fue fundada en 1896, al unificarse las tendencias republicanas mallorquinas. Su mejor época fue entre 1899 y 1905 y fue el partido mayoritario en Palma entre 1901 y 1905. Sus principios ideológicos eran: el republicanismo, un obrerismo indefinido, un anticlericalismo moderado y un mallorquinismo que variaba mucho la intensidad. En el diario “Unió Republicana” (5-IX-1905) se lee: «La aspiración a reivindicar la personalidad histórica y política de Mallorca (...) es un sentimiento de muchos mallorquines y una aspiración perfectamente legal». Se defendía una confederación republicana entre los Països Catalans, estableciendo vínculos entre las «regiones», ya que las críticas «no podrán destruir los derechos nacionales de las regiones que habitan el mismo territorio, que desde antiguo están unidas por el vínculo del interés común, que pertenecen a la misma raza y que hablan la misma lengua». Estos derechos nacionales eran el uso de la lengua ·nacional”, el respeto a las costumbres nacionales y la conservación de las instituciones jurídicas.
La última ejecución en Mallorca (1951).
1945. [Fuente: Riera, Joan. Bandera negra en la cárcel de Capuchinos. “Diario de Mallorca” (19-XI-2010). Nº IX. Un crimen en 1945 y la última ejecución en Mallorca en 1951.]
“El reo, que había entrado en capilla en las últimas horas de la noche anterior, fue trasladado al interior de la prisión a las 7,30 de la mañana donde el ejecutor de la justicia le aplicó el garrote. Inmediatamente de cumplida la sentencia se izó en el edificio la bandera negra”. Así termina la nota de apenas 20 líneas que los periódicos mallorquines dedican al último ejecutado en la isla. Ocurrió en la mañana del 21 de febrero de 1951 y el sentenciado fue Pedro Tudurí Vidal.
El matrimonio formado por Marcial Giménez y Valentina Armijo regenta un local de bebidas en la calle Ermità de Palma. A mediados de 1945, la pareja desaparece, aunque sus familiares piensan en un principio que se ha trasladado a Barcelona. Sin embargo, ante la falta de noticias, denuncian los hechos a la Policía Armada. El establecimiento que regentan es propiedad de Pedro Tudurí, pero desde hace un tiempo los inquilinos han alcanzado un acuerdo para adquirirlo. De hecho ya han abonado algunas cantidades. Este dato levanta las sospechas de los investigadores porque Tudurí es el gran beneficiado al recuperar el control del local.
Tras un “hábil interrogatorio”, Tudurí confiesa no dos sino tres crímenes. Primero el de Bernardo Ramis con quien mantiene una agria discusión por negocios. Tras matarle, aviva el fuego que alimenta una caldera de la tintorería en la que trabaja y le incinera. Después llama a Marcial Giménez para reclamarle más dinero. Se produce una disputa y Tudurí comete su segundo crimen. Al percatarse de que la esposa sabe con quién ha quedado su marido, la convence de que acuda a la tintorería y también la mata a golpes. Después procede al descuartizamiento y cremación del matrimonio, tal y como ha hecho ya con su primera víctima.
El juicio, celebrado en 1948, pasa desapercibido en la prensa local, sometida a una fuerte censura. La sentencia es de 14 y 17 años por los homicidios de los dos hombres y pena de muerte, por las circunstancias agravantes, en el crimen de la mujer.
Bandera negra en la prisión de Capuchinos para terminar una serie teñida de sangre, la de las víctimas y la de los verdugos. Hace casi 60 años que en Palma no se ejecuta ninguna pena de muerte, una venganza del hombre contra el hombre que, civilizadamente, abolió la Constitución de 1978.
FUENTES.
Libros.
Riquer i Permanyer, Borja (dir.). Història.
Política, Societat i Cultura dels Països Catalans. Enciclopèdia Catalana.
Barcelona. 1995. 12 vols. VIII. L’època
dels nous moviments socials 1900-1930. 406 pp.
Terrasa García, Xavier. Calvià a través del tiempo. Ediciones Amberley. Madrid. 2010. 96 pp. 190 imágenes.
Artículos. Orden cronológico.
Rosselló i Verger, Vicenç M. Canvis de propietat i parcel·lacions al camp mallorquí entre els segles XIX i XX. "Randa", 12 (1980) 19-57.
Redacción. Especial centenario de Franco. “Diario
de Mallorca” (4-XII-1992), Artículos y fotos sobre sus estancias en las islas.
Destaca el periodo marzo 1933-febrero 1935, cuando fue gobernador militar de
Baleares y residía en la Almudaina.
Payeras, Miquel. Entrevista a Carles Manera. Una nova visió econòmica de Mallorca. “El Temps”, 889 (26-VI a 2-VII de 2001) 33-35. El historiador Carles Manera (Palma, 1957), apunta en 2001 una nueva visión de la historia económica de Mallorca. Considera que la isla, abierta al mar, esencial nudo de comunicaciones en el Mediterráneo Occidental, tuvo desde el siglo XVIII una clase empresarial dinámica, que se adaptaba con facilidad a los cambios de los mercados internacionales, siempre abierta a estos. En 1959, antes del boom del turismo, Baleares era ya la cuarta región en renta per cápita de España, tras Madrid, Cataluña y País Vasco. Siempre hubo una industria, sea textil o alimentaria... Por ejemplo, en la segunda mitad del siglo XIX, el 40% de la exportación de jabón flojo de España salía del puerto de Andraitx; la crisis de la filoxera en Francia fomentó el cultivo masivo de la vid en Mallorca; Sóller se especializó en la industria textil y la naranja para el mercado francés; la crisis del zapato en 1898 duró apenas unos años; la ausencia de hambres y revueltas sociales durante el siglo XIX; el desarrollo de la industria (entre 1900 y 1930 el 50% de los productos que salían de los puertos eran industriales); la fácil salida del contrabando; la proliferación de bancos (la red más densa de España ya en 1900); el crecimiento del 4% anual entre 1900 y 1930; es bien conocida la aventura empresarial de Juan March. Cuando los empresarios mallorquines comprendieron en los años 60 las posibilidades que el turismo ofrecía, se lanzaron con capital, espíritu de riesgo, experiencia, conocimientos...
Morales, Manuel. Juan March siempre gana. “El País” (17-VIII-2014) 43. La fortuna de
Juan March creció en la Gran Guerra por sus servicios a aliados y alemanes.