Dosier: Julio César (100-44 aC), de la República al Imperio.
El retrato más fidedigno de César según la mayoría de los estudiosos.
Cayo Julio César (Roma, 12 o 13 julio
de 100-15 marzo de 44 aC) fue un militar y político romano cuya dictadura puso
fin a la República en Roma. Procedente de una de las más antiguas familias del
patriciado romano, los Julios, emparentados según la leyenda con la diosa Venus, Julio
César fue educado esmeradamente con maestros griegos aunque tuvo una juventud
disipada, en la que empezó muy pronto a acercarse al partido político “popular”,
al cual le unía su parentesco con Mario, casado con una mujer de su familia. Se
ganó el apoyo de la plebe subvencionando fiestas y obras públicas, con el apoyo
económico de político más rico de Roma, el ambicioso Craso. Fue acrecentando su
prestigio en los diferentes cargos que ocupó: cuestor (69), edil (65), gran
pontífice de la religión romana (desde 63 hasta su fallecimiento), pretor (62)
y propretor de la Hispania Ulterior (61-60).
Julio César regreso de Hispania a Roma
(60) y pronto consiguió un gran éxito político al reconciliar a los dos líderes
rivales, Craso y Pompeyo, a los que unió consigo mismo mediante un acuerdo
privado para repartirse el poder formando el llamado Primer Triunvirato y así
oponerse a los optimates, esto
es los patricios que dominaban el Senado (60).
Al año siguiente, César fue elegido
cónsul (59) y fortaleció su posición casando a su hija Julia con Pompeyo. Las
medidas que adoptó vinieron a acrecentar su popularidad: repartió lotes de
tierra entre veteranos y parados, aumentó los controles sobre los gobernadores
provinciales y dio publicidad a las discusiones del Senado. Pero la ambición
política de César iba más allá y, buscando la base para obtener un poder
personal absoluto, se hizo conceder por cinco años y posteriormente prorrogar,
logrando extender su mandato del 58 al 51, el control de las provincias norteñas
de la Galia Cisalpina, la Galia Narbonense y la Iliria, probablemente las más
importantes entre los dominios de Roma porque protegían a la península italiana
de las invasiones de los pueblos bárbaros.
Mapa de la Galia. César tomó las regiones señaladas como Celtica, Aquitania y Belgica (nombres latinos, sin acentos).
Mapas de las campañas de César en la Galia, así como en Britania y Germania.
Acto seguido, César inició la
conquista del resto de la Galia, que narró en su famoso libro Comentarios de
la guerra de las Gallias (De Bello Gallico), y aseguró su dominio lanzando dos expediciones a Britania y otras dos a Germania,
cruzando incluso el Rin. Finalmente sometió la gran rebelión gala acaudillada
por Vercingetórix en la batalla de Alesia (52). Con ello llegó a dominar un
vasto territorio comparable al que Pompeyo había conquistado en Oriente, y
formar un ejército de fieles generales (Marco Antonio sería el más capaz) y
fieros veteranos que serían su mejor baza en las siguientes guerras.
Mientras tanto el triunvirato se
consolidó en el Convenio de Lucca (56), que aseguraba ventajas para cada uno de
sus componentes; pero respondía a un equilibrio inestable, que pronto habría de
evolucionar hacia la concentración del poder en una sola mano, desde que Craso
murió durante una expedición contra los partos en la sangrienta derrota de
Carrae (53).
Poco después la latente rivalidad
entre César y Pompeyo no encontró freno una vez muerta (54) su hija Julia, la mujer
de Pompeyo, que contrajo nuevas nupcias con una joven de familia optimate. El prestigio y el poder
alcanzados por César preocuparon a Pompeyo, elegido cónsul único en Roma por
los optimates en medio de una
situación de caos por las luchas entre partidarios de ambos bandos (52).
Conminado por el Senado a licenciar
sus tropas, César prefirió enfrentarse a Pompeyo, a quien el Senado había
confiado la defensa de la República como última esperanza de salvaguardar el
orden oligárquico tradicional.
Mapa de las campañas de César en la guerra civil.
Julio César marchó con sus legiones
hacia Roma y tras pasar el río Rubicón (donde pronunció la famosa frase alea jacta est, la suerte está echada), que
marcaba el límite de su jurisdicción, inició una guerra civil de tres años
(49-46), narrada por él en Comentarios de
la guerra civil (De Bello Civile).
César, apoyado en su poderoso ejército de veteranos, resultó victorioso:
conquistó primero Roma e Italia; luego ocupó Hispania tras vencer en la batalla
de Ilerda (la actual Lérida); y finalmente se dirigió a Grecia, en donde se
había refugiado Pompeyo, y le derrotó decisivamente en la batalla de Farsalia.
Persiguiendo a Pompeyo, llegó a Egipto, donde supo que su rival había sido asesinado,
y aprovechó para intervenir en una disputa sucesoria de la familia faraónica,
tomando partido en favor de la princesa Cleopatra, a la que puso en el trono al
cabo de la llamada Guerra Alejandrina (48-47); inició una relación amorosa con
la reina egipcia, de la que nacería Cesarión, el único hijo varón que tuvo.
Julio César prosiguió la lucha contra los
últimos pompeyanos, aglutinados por los hijos de Pompeyo. Aunque primero hubo
de vencer en la batalla de Zela (47) al rey del Bósforo, Farnaces, que
intentaba recuperar el reino de su padre, el Ponto; definió su fulminante
victoria con la famosa sentencia veni, vidi, vici (llegué, vi y vencí); luego derrotó a
los pompeyanos que resistían en África, en la batalla de Tapso (46), tras la
que suicidó su gran enemigo Catón, y a los propios hijos de Pompeyo en Hispania
en la batalla de Munda (Montilla, cerca de Córdoba) (45).
Vencedor en tan larga guerra civil, Julio
César acalló a los descontentos repartiendo dádivas y recompensas durante las
celebraciones que organizó en Roma por la victoria. En los dos años siguientes estableció
una dictadura militar en la que el Senado fue reducido a un mero consejo y en
la que acumuló las magistraturas civiles y los honores en su persona: cónsul
por diez años, prefecto de las costumbres, jefe supremo del ejército, pontífice
máximo (sumo sacerdote), dictador perpetuo, emperador con derecho de
transmisión hereditaria…, si bien rechazó la diadema real que le ofreció Marco
Antonio.
Su programa de reformas era ambicioso:
como el cambio del calendario (que se mantuvo hasta el siglo XVI), una nueva
ley municipal que concedía mayor autonomía a las ciudades o el reasentamiento
como agricultores de las masas italianas proletarizadas. Todo apuntaba a
transformar Roma de la ciudad-estado que había sido en cabeza de un imperio que
abarcara la práctica totalidad del mundo conocido en las orillas del Mediterráneo,
al tiempo que se transformaba su vieja constitución oligárquica por una
monarquía autoritaria de tintes populistas.
Recreación romántica del asesinato de Julio César.
Pero al fin Julio César murió
asesinado en una conjura dirigida por los optimates
Casio y Bruto. Su obra empero sería completada por su sobrino-nieto y sucesor,
Octavio, que tras pactar el llamado Segundo Triunvirato con Marco Antonio y Lépido,
finalmente se impuso en una nueva guerra civil, convirtiéndose en Augusto e
iniciando el llamado Imperio romano.
Mapa de la expansión de Roma. En color naranja las conquistas de César en la Galia, norte de África y Asia.
FUENTES.
Internet.
Películas.
Cleopatra (1963). Dirección: Joseph L. Mankiewicz. Una película de referencia.
Antonio y Cleopatra (1972). Dirección: Charlton Heston. Duraciòn: 133 minutos. Una adaptación de la tragedia de Shakespeare, con escasa base histórica.
Series de TV.
Julio César (2002). Dirección: Uli Edel. Dos episodios.
Roma (2005-2007), Serie de TV. 22 episodios sobre los años finales de Julio César y la guerra civil posterior a su muerte. La más realista
Documentales.
Alesia (2020). Episodio 3 de serie Fortalezas invencibles. 52 minutos. La
batalla del 52 aC.
Batallas legendarias. César y el gran
asedio. Documental. 44 minutos. También
titulado Cayo Julio César. Conquista de
la Galia. La lucha entre los romanos de César y los galos de Vercingetorix en
el asedio de Alesia (52 aC).
Julio César. 1:47:25. Serie Imperios de la Antigüedad. Creíble escenografía, aunque
sorprende escoger a un actor con mucho pelo para representar al “divino calvo”,
y además no cambia nada entre su juventud y su vejez. La historia, en cambio,
está bien resumida y es didáctica, con análisis de expertos historiadores como
Adrian Goldsworthy o Simon Sebag Montefiore, aunque incurre en muchas elipsis
en las guerras y falla mucho al final presentándole como un dictador corrompido
por tener un poder absoluto y que no se preocupa por el bien del pueblo, cuando
lo cierto es que fue un gran benefactor.
Julio César: El ascenso del Imperio romano (2023). BBC. Serie documental de tres episodios de 52
minutos, con historiadores como Shami Chrakrabarti, Jonathan Evans, Shelley P.
Haley, Tom Holland, Rory Stewart, Kathryn Tempest, Andrew Wallace-Hadrill... Sin
escenas bélicas. 1. Sumo sacerdote [La
lucha por el cargo de Pontífice máximo, la conspiración de Catilina y la pugna
con Catón, el consulado, la alianza con Pompeyo y Craso.]. 2. Veni, vidi, vinci. [La conquista de la
Galia refuerza el poder de César, pero el triunvirato se rompe, hasta la guerra
civil.] 3. Idus de marzo. [La guerra
civil, la dictadura y el final de César.] Reseña de De Querol, Ricardo. Desmotando a Julio César para avisarnos sobre Trump y otros césares.
“El País” (3-V-2024).
Conferencias.
*<Julio César>. Ámsterdam. H’HART (2023). 150 piezas. Reseña de
Ferrer, Isabel. Todas las caras del
emperador Julio César en una exposición: del político brillante al militar que
cometió atrocidades. “El País” (22-IX-2023).
Libros.
Goldsworthy, Adrian. Grandes generales del ejército romano: Campañas, estrategias y tácticas. Ariel. Barcelona. 2003. 472 pp.
Goldsworthy, Adrian. César. La Esfera. Madrid. 2007. 760 pp. Reseña de García Gual, Carlos. La huella de Roma. “El País” Babelia 832 (3-XI-2007) 15. Comenta también películas como Cleopatra (1963) —pero no Julio César—, Julius Caesar (2002), las novelas de Colleen Mccullough, Conn Iggulden
Goldsworthy, Adrian. En el nombre de Roma. Trad. de Ignacio Hierro. Ariel. Barcelona. 2010 (2003 inglés). 459 pp. Biografías de varios de los generales que forjaron el imperio romano: Fabio Máximo, Marcelo, Escipión, Mario, Julio César, Tito, Corbulón, Juliano, Belisario…
Stothard,
Peter. El último asesino. La caza de los
hombres que mataron a Julio César. Trad. de Luis Noriega. Ático de los
Libros. 2021. La muerte de Bruto, Cayo Casio Longino y, por último, Casio de
Parma (75-30), decapitado en Atenas 13 años después del asesinato de César en
43 aC. Reseña de Altares, G. El final de
la escapada del último asesino de Julio César. “El País” (26-XII-2021).
Literatura.
Colombo,
Massimiliano. El prisionero del
César. Ediciones B.
2023. 624 pp. Reseña-entrevista de Antón, J. ‘El prisionero del César’: la emocionante historia del rebelde galo
Vercingétorix y su carcelero centurión en el lugar más siniestro de la Antigua
Roma. “El País” (17-IV-2023).
Visita con el escritor Massimiliano Colombo al Tullianum, el pozo en que
se encerró al líder guerrero en espera de ejecución, y escenario principal de
una gran novela histórica sobre el personaje.
Artículos.
Altares, Guillermo. ¿Tú también, Décimo? “El País” Domingo (9-III-2015)
6. Una investigación de Barry Strauss, The
Death of Caesar, señala a un nuevo personaje clave en el magnicidio de Julio
César: Décimo Junio Bruto Albino se une a Bruto y Casio como uno de los principales
conspiradores.
Criado, M. Á. Julio César: ¿ictus o epilepsia? “El País” (11-IV-2015) 31. El general
romano habría tenido al menos dos derrames cerebrales que explican su comportamiento
al final de su vida.
Agencia EFE. Hallada la primera
evidencia de la invasión de Gran Bretaña por parte de Julio César. “La
Vanguardia” (29-XI-2017). Arqueólogos británicos sitúan en la punta noreste de
Kent el lugar del desembarco romano en el siglo I aC.
Olaya,
V. G. Augusto intentó borrar bajo el
hormigón el lugar donde fue asesinado Julio César. “El País” (2-II-2022). El
análisis geoquímico confirma que el emperador cubrió de mortero la curia donde
se produjo el magnicidio de su padre adoptivo.
Antón,
J. César también conquista la ficción.
“El País” (9-V-2022). Las recientes novelas históricas de Santiago Posteguillo
(Yo soy Roma, Ediciones B) y Andrea
Frediani (La sombra de Julio César,
Espasa) en 2022 siguen la estela de tantas versiones en literatura o cine.
Verdú, D. Roma restaura el lugar donde los idus de marzo se tiñeron de sangre.
“El País” (24-VII-2023). Reabre el yacimiento de Largo Argentina, con cuatro
templos y el sitio de la Curia de Pompeyo, junto al Teatro Pompeyo, donde
asesinaron a Julio César.
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