OP UD 17. LA PENÍNSULA IBÉRICA:
RELIEVE, CLIMA Y VEGETACIÓN. DIVERSIDAD REGIONAL DE LA ESPAÑA PENINSULAR E INSULAR.
INTRODUCCIÓN.
1. RELIEVE.
1.1. PRINCIPALES
RASGOS DEL RELIEVE.
1.2. GÉNESIS DEL RELIEVE.
Precámbrico (4.600-542
millones años).
Era Primaria: Paleozoico
(542-225 millones años).
Era Secundaria: Mesozoico
(225-65 millones años).
Era Terciaria
(65-2 millones años).
Era Cuaternaria
(desde 2 millones años).
1.3. LAS GRANDES UNIDADES
DEL RELIEVE.
LA MESETA Y EL SISTEMA
CENTRAL.
La Meseta.
El Sistema Central.
Submeseta Norte.
Submeseta Sur.
RELIEVES PERIFÉRICOS
DE LA MESETA.
Montes de León.
Cordillera Cantábrica.
Sistema Ibérico.
Sierra Morena.
RELIEVES EXTERIORES.
Macizo Galaico.
Montes Vascos.
Los Pirineos.
Cordilleras Catalanas.
Cordilleras Béticas.
DEPRESIONES.
Depresión del
Ebro.
Depresión del Guadalquivir.
ISLAS BALEARES.
ISLAS CANARIAS.
2. CLIMA.
2.1. FACTORES DEL CLIMA.
LA CIRCULACIÓN GENERAL
DEL AIRE.
Masas de aire.
Depresiones atlánticas.
Anticiclones subtropicales.
LA FORMA CONTINENTAL
Y LA INFLUENCIA MARINA.
EL RELIEVE.
LA ALTURA.
2.2. CLASIFICACIÓN
DE CLIMAS.
CLIMA TEMPLADO HÚMEDO
(Cf).
CLIMA TEMPLADO MEDITERRÁNEO
(Cs).
Mediterráneo marítimo
o de invierno suave.
Mediterráneo continental
o de invierno frío.
CLIMAS ESTEPARIOS Y
DESÉRTICOS (BS y BW).
Subtipo costero.
Subtipo del interior.
Clima canario.
3. VEGETACIÓN.
REGIÓN EUROSIBERIANA.
Paisaje atlántico.
Paisaje submediterráneo.
REGIÓN MEDITERRÁNEA.
Encinar.
Maquia, garriga y
estepa.
REGIÓN MACARONÉSICA:
CANARIAS.
VEGETACIÓN DE ALTA MONTAÑA.
Montaña alpina.
Alta montaña mediterránea.
Alta montaña de
transición.
4. DIVERSIDAD REGIONAL
DE LA ESPAÑA INSULAR Y PENINSULAR.
4.1. UNA DIVISIÓN
FÍSICA:
ESPAÑA ATLÁNTICA.
ESPAÑA MEDITERRÁNEA.
ISLAS CANARIAS.
4.2. UNA DIVISIÓN ECONÓMICO-SOCIAL:
LOS DESEQUILIBRIOS INTERTERRITORIALES.
REGIONES CON CAPACIDAD
DE CRECIMIENTO AUTOSOSTENIDO.
Madrid.
Eje del Ebro: La Rioja , Navarra y Aragón.
Eje del Mediterráneo:
Cataluña, Baleares.
REGIONES DE DESARROLLO
INTERMEDIO.
País Valenciano.
REGIONES INDUSTRIALES
EN DECLIVE: LA CORNISA CANTÁBRICA.
País Vasco.
Cantabria.
Asturias.
REGIONES ATRASADAS.
Andalucía.
Extremadura.
Castilla-La Mancha.
Castilla y León.
Galicia.
Murcia.
Canarias.
Ceuta y Melilla.
SITUACIÓN EN LA ACTUALIDAD.
INTRODUCCIÓN.
En este tema vamos a
abordar dos grandes bloques: la Geografía Física de España, centrándonos en su
clima, vegetación y relieve, y la Geografía Regional, atendiendo a los puntos anteriores
y a la sociedad y la economía. En cuanto a la hidrografía no haremos un apartado
especial, pero sí haremos unas breves referencias a los ríos en el relieve.
Un resumen.
España ocupa un territorio
de 504.750 km², sobre la Península ibérica
(492.463) y los archipiélagos balear (5.014) y canario (7.273).
Ha sido considerado un
país de encrucijada entre Europa y África, entre el Atlántico y el Mediterráneo.
Pero aunque la separan de Europa los Pirineos y de África el estrecho de Gibraltar,
lo cierto es que son obstáculos fáciles de superar, como lo demuestra la historia.
Sobresale en Europa
por su situación periférica en un extremo, continentalidad dominante, costas rectilíneas
y por ser un mosaico de piezas geográficas, lo que ha determinado la particular
trayectoria histórica de las actuales regiones españolas. La influencia del mar
es escasa (pese a la longitud de las costas estas son demasiado rectilíneas),
lo que diferencia la Iberia interior (extensa, elevada y continental) y la Iberia
periférica (marítima y accesible).
Su geomorfología es
la de un país alpino y su bioclima dominante es subtropical-mediterráneo, con dos
grandes zonas: húmeda y seca.
1. RELIEVE.
1.1. PRINCIPALES
RASGOS DEL RELIEVE.
- La forma maciza,
escasamente recortada del contorno costero.
- La altitud media
elevada (660 m ),
sólo superada en Europa por Suiza, debido a la elevada Meseta.
- La disposición
periférica del relieve, con un cinturón de sierras periféricas.
1.2. GÉNESIS DEL RELIEVE.
Precámbrico (4.600-542
millones de años).
Las primeras formas
del relieve se formaron en el Precámbrico (4.700-570 millones de años), sobre
todo durante la orogénesis charniana. El viejo macizo precámbrico, plegado y arrasado
por la erosión, fue cubierto posteriormente por los mares paleozoicos. De aquél
quedan algunos restos dentro del Macizo Galaico, el Sistema Central, y otros
lugares menores (p.e. Menorca).
Era Primaria: Paleozoico
(542-225 millones años).
La Era Primaria o Paleozoico
se data en 570 y 225 millones de años. Se formó la Meseta Central, con materiales
de pizarras, calizas y otras rocas metamórficas y plutonianas.
Las tierras emergidas
estaban concentradas en un único e inmenso continente, Pangea, que comenzó a
quebrarse a finales de la Era Primaria. La Península era parte del continente Euroasiático
(o Paleuropa), que soportaba la presión del continente de Gondwana (África, América
del Sur) hacia el norte.
Después de la orogénesis
caledoniana, llegó la orogénesis herciniana, en el periodo Pérmico, al final
de la era Primaria (hace unos 270 millones de años), provocada por la definitiva
separación de Pangea. Se formó una gran cordillera que iba desde el norte de
África hasta Hercinia (en Alemania), engrosando los relieves precámbricos y
cámbricos, rejuveneciéndolos. De esta cordillera subsisten en Europa los Vosgos,
las Ardenas, el Macizo Central francés, y en España el Macizo Galaico y la Meseta
Central. Entre África y Europa se formó el gran mar de Tethis.
La Península ibérica
emergió entonces en su mitad noroccidental, siguiendo una línea que correría aproximadamente
entre Huelva y Barcelona, formándose el zócalo de la Meseta Central, llamado Hespérico.
La Península estaba unida entonces a la costa francesa (Galicia estaba pegada a
Bretaña) con una inclinación del eje Galicia-Cataluña en dirección NS. Su espalda
tocaba la cordillera de los Apalaches en Norteamérica, aún no separada.
Era Secundaria: Mesozoico
(225-65 millones años).
La Era Secundaria o
Mesozoico (225-65 millones de años) fue una larga etapa de erosión de los relieves
hercinianos del macizo Hespérico, hasta crear una gran penillanura, y de sedimentación
en las cuencas del mar de Tethis, progresivamente ampliado, cuyas regresiones y
transgresiones colmataron con estratos sedimentarios mesozoicos las depresiones
que rodeaban el Macizo Hespérico (el único conjunto no inundado por el mar),
sobre todo en las zonas pirenaica y bética, mientras que en la zona del sistema
ibérico se acumulaban depósitos de origen marino.
Era Terciaria
(65-2 millones años).
En la Era Terciaria
(65-2 millones de años), que forma parte del Cenozoico (que aún dura), la Península
como es hoy en día fue configurada por el movimiento tectónico alpino-himalayo
en el Terciario inicial o Paleogeno (65-25 millones de años).
Su origen fue la completa
separación de los continentes actuales y la presión hacia el norte de los pertenecientes
al antiguo continente de Gondwana, registrándose dos formidables efectos:
- El plegamiento, por
presión, de los inmensos y flexibles sedimentos secundarios y terciarios del mar
de Tethis, hasta formar grandes cordilleras.
- La fractura de los
rígidos macizos antiguos, rejuveneciendo el relieve al crear horsts elevados y cubetas hundidas, junto
a la formación de grandes depresiones en los puntos de contacto entre los macizos
y las cordilleras alpinas, pues algunos de los bloques se hundieron a lo largo
de las líneas de contacto (las depresiones del Ebro y del Guadalquivir).
El plegamiento alpino
será el más importante de la historia geológica de la Peninsula, más que el herciniano,
pues de él resultaron:
- Las cordilleras de
los Pirineos y las Béticas.
- Las fosas sedimentarias
del Ebro y del Guadalquivir.
- El rejuvenecimiento,
por plegamiento y fracturación, de los bordes del macizo meseteño, con la formación
de las cordilleras Cantábrica e Ibérica y de la Sierra Morena.
- La desnivelación,
mediante fallas, del Macizo Galaico.
- El levantamiento,
a modo de horsts, de los bloques montañosos del Sistema Central y los Montes
de Toledo.
- La inclinación tardía
hacia el Atlántico de la actual Meseta (más afectada por el plegamiento alpino en
el Este) lo que definió la hidrografía actual.
Una larga etapa en el
Neogeno, al final del Terciario (25-2 millones de años), supuso la denudación
y sedimentación de los relieves alpinos anteriores, pero con menor intensidad
que en la era Secundaria (debido al menor tiempo geológico transcurrido).
Era Cuaternaria
(desde 2 millones años).
En la Era Cuaternaria
(desde hace 2 millones de años) se produjeron fenómenos de glaciación, con
efectos erosivos que han afectado profundamente a la Península. Glaciares, morrenas,
lagos, la hidrografía y muchas de las formas del relieve actual corresponden a
los efectos de las sucesivas glaciaciones.
1.3. LAS GRANDES UNIDADES
DEL RELIEVE.
Mapas de los suelos de España (hay diferencias pequeñas entre ambos, aparte de las Canarias).
LA MESETA Y EL SISTEMA
CENTRAL.
La Meseta.
La Meseta es un inmenso
zócalo del Paleozoico arrasado en el Mesozoico, con una altura media de 660 m , atravesado por el Sistema
Central, que la divide en dos submesetas, septentrional y meridional.
La Meseta forma un conjunto
de terrenos llanos y elevados de rocas muy antiguas entre las que abunda el
granito, gneises, cuarcitas y pizarras metamórficas.
Ha sufrido deformaciones,
sobre todo la herciniana, en la que fue erosionada formándose una penillanura con
inclinación hacia el Este, después basculada al Oeste por la presión alpina,
produciéndose abombamientos y resquebrajaduras, creándose dovelas elevadas y depresiones
intermedias rellenadas con materiales modernos (mesozoicos y cenozoicos), por
lo que en determinados lugares las rocas antiguas están recubiertas por otras sedimentarias
que se han depositado sobre las anteriores en épocas más recientes. La roca sedimentaria
más abundante es la arcilla, que da lugar a amplias superficies cultivables.
En la parte oeste de
la Meseta, donde aparecen las rocas antiguas, los ríos forman barrancos profundos
muy adecuados para la construcción de embalses. La clara inclinación hacia el Atlántico
hace que los ríos corran hacia este, lo que obliga a los ríos Duero, Tajo y Guadiana
a seguir un largo curso desde su nacimiento, más cerca del Mediterráneo, hasta
su desembocadura en el Atlántico.
La Meseta ocupa gran
parte de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura y en ella dominan los
paisajes de amplios horizontes y vastas superficies monótonas ocupadas por trigales,
olivares, viñedos y barbechos.
El Sistema Central.
Forma un importante
conjunto montañoso con una anchura de hasta 50 km . Esta montañas atraviesan
la Meseta de este a oeste y la dividen en dos partes: la submeseta norte, drenada
por el Duero, y la submeseta sur, drenada por el Tajo y Guadiana.
Está compuesto de
rocas muy antiguas (granitos y otras rocas paleozoicas) y por su estructura no es
una cordillera sino un complejo conjunto de varias rupturas ocasionadas por el
plegamiento alpino, con alineaciones paralelas de horsts (bloques elevados) y fosas (bloques hundidos). Entre ellas
pasa el Puerto de Navacerrada, que comunica el norte y el sur.
Las cumbres están arrasadas
por la erosión. Hubo una fuerte acción glaciar en el Cuaternario.
Se distinguen cinco
sierras, de este a oeste: Somosierra, Guadarrama, Gredos, Gata y La Estrella (en
Portugal). La cima más alta es el pico Almanzor (2.592 m ).
Submeseta Norte.
La Submeseta Norte
tiene una altura media de 700-850
m . La ocupa la antiplanicie del Duero y forma una
inmensa llanura en la que aparecen páramos en la parte alta. El río Duero y sus
afluentes (Esla, Pisuerga, Tormes, Adaja) cruzan la Submeseta Norte formando y
regando algunas vegas, como la Tierra de Campos.
Submeseta Sur.
La Submeseta Sur tiene
una altura media de 600-750 m. (inferior a la del Norte), por lo que representa
una falla o escalón que ocupa el Sistema Central. Está formada por dos antiplanicies
separadas por los Montes de Toledo y las sierras de Guadalupe y San Pedro (estas
en Extremadura): la antiplanicie del Tajo y la del Guadiana. En la Submeseta Sur
encontramos llanuras extensas como la de La Mancha y la penillanura extremeña.
Montes de Toledo. Situadoe entre La Mancha y la penillanura
extremeña, son de escasa altitud (1.200-1.400 m ), que disminuye
de Oeste (Guadalupe, Montánchez, San Pedro) a Este. Es de tipo apalechense por
su erosión diferencial reciente, que ha arrasado los materiales pizarrosos y respetado
las cuarcitas, que han quedado como crestones sobre los valles pizarrosos.
Campo de Calatrava. Entre los Montes de Toledo y Sierra Morena, es una zona montañosa elevada
sobre la llanura de la Mancha. Está formada por un abombamiento del zócalo en
dirección N-S. La presión alpina provocó fracturas, con fenómenos volcánicos.
Penillanura
extremeña. Es una
superficie muy amplia y nivelada, con pequeños relieves residuales (crestones de
cuarcita, macizos graníticos) como montes-isla. En la Tierra de Barros hay derrubios
finos (arcillas, arenas).
RELIEVES PERIFÉRICOS
DE LA MESETA.
La Meseta aparece limitada
y aislada del resto de la Península por una serie de relieves montañosos que la
rodean.
Montes de León.
Las sierras de Tràs-os-Montes
en Portugal y los Montes de León limitan la Meseta por el NO. Estos relieves forman
un conjunto complejo y desordenado de montañas en las que abunda la pizarra.
Los Montes de León
no son muy elevados, pero su anchura y la falta de valles transversales dificultan
extraordinariamente las comunicaciones entre Galicia, Asturias y la Meseta,
causando aislamiento entre Galicia y el resto de España. En cambio, el enlace natural
de Galicia con Portugal explica en gran parte sus continuadas relaciones y su afinidad
lingüística.
Cordillera Cantábrica.
Es el borde septentrional
de la Meseta, desde Asturias hasta el País Vasco, formando una barrera montañosa
que limita la Meseta por el Norte y la aísla del mar.
En esta cordillera
hay dos sectores bien diferenciados, oeste y este, separados por los Picos de Europa
(el pico más alto es Torre de Cerredo, 2.648 m ).
La zona oeste
(sector asturiano). Es el sector más elevado, formado en el Paleozoico por
rocas antiguas falladas, plegadas y levantadas del Carbonífero, unas pizarras
que contienen carbón mineral. Este carbón se extrae en las minas de Asturias y
la provincia de León. Estos terrenos, a lo largo de las eras geológicas, han
sufrido fracturas y plegamientos, lo que explica que las vetas de carbón tengan
una distribución fracturada e irregular, lo cual dificulta su extracción y la mecanización
de las minas. Estos relieves montañosos dificultan las comunicaciones de la Meseta
con Asturias, por lo que gran parte del tráfico debe circular por el Puerto de
Pajares.
La zona este
(sector cántabro). Es baja y está formada por relieves sedimentarios plegados entre
los que abunda la caliza. Son relieves abruptos, pero más bajos que en la zona
occidental, y discontinuos. En las calizas se encuentran muchas cuevas, y en algunas
(p.e. Altamira), se han hallado importantes pinturas rupestres. Por esta zona
más baja Castilla se comunicó al mar.
Sistema Ibérico.
La cordillera ibérica
rodea la Meseta por el noreste y este, en unos 380 km de longitud en la dirección
NO-SE.
El sector del tercio
noroccidental es el más elevado, con las sierras de Demanda, Urbión y Moncayo
(Moncayo, 2.313 m ).
El sector medio divide
la cordillera en dos ramales al llegar junto al río Jiloca: la primera alineación
limita al sur a la Depresión del Ebro y llega hasta el Mediterráneo, con las sierras
de Gúdar y Javalambre; la segunda alineación bordea la Meseta, con la sierra de
Albarracín y la Serranía de Cuenca. Entre ambas alineaciones se abre la zona hundida
o fosa tectónica de Calatayud-Teruel.
En la cordillera dominan
los relieves plegados, calcáreos y muy erosionados, entre los que asoman las
rocas paleozoicas en el NO.
Es una cordillera
muy alta y amplia por lo que aísla el litoral mediterráneo del interior y dificulta
las comunicaciones. Las sierras de este sistema montañoso afectan profundamente
las provincias de Soria, Teruel y Cuenca, montañosas y pobres de recursos. Por el
centro de la cordillera discurre la divisoria de aguas más importante de la Península
ya que en ella nacen los ríos Duero, Tajo, Turia y Júcar.
Sierra Morena.
Es la continuación del
zócalo de la Meseta en el sur, formando su límite meridional y se extiende desde
la frontera portuguesa de Huelva hasta el suroeste de Albacete. Su borde sur lo
constituye la Depresión del Guadalquivir.
Está formada por materiales
muy antiguos: granitos, pizarras, rocas metamórficas... en general muy semejantes
a los del Sistema Central.
Las montañas no son elevadas,
con una media de 1.000 m ,
culminando en la Sierra Madrona (Bañuela, 1.323 m ), pero resulta muy
difícil transitar por ellas debido a que no hay valles transversales que las atraviesen.
El paso más importante que comunica la Submeseta Sur y Andalucía es el de Despañaperros.
La importancia estratégica de este paso explica que en su proximidad tuvieran
lugar batallas tan decisivas como la de Las Navas de Tolosa o la de Bailén.
En Sierra Morena se encuentran
numerosas minas. Los yacimientos de mercurio de Almadén, de cobre de Riotinto,
los de carbón de Peñarroya y los de plomo de Linares son buenos ejemplos. Algunas
de estas minas y otras, hoy agotadas, se conocen desde la Antigüedad y han atraído
importantes poblaciones para su explotación.
RELIEVES EXTERIORES.
Macizo Galaico.
Situado en el NO de
la Península, ocupa gran parte de Galicia. Es un abombamiento del ángulo noroccidental
de la Meseta, con muchas fallas en dirección N-S.
Está formado por un
zócalo de rocas antiguas, semejante al de la Meseta, intensamente erosionadas
por la glaciación cuaternaria. La fracturación produjo muchos horsts y
cubetas. Los bloques elevados forman viejos relieves o elevadas mesetas con algunas
cumbres de rocas más resistentes. Destaca el bloque elevado de Cabeza de Manzaneda
(1.778 m ),
contra fosas tectónicas (Bierzo, Monforte).
La proximidad del litoral
y el desnivel existente entre las altas mesetas y el mar da a los ríos una enorme
fuerza erosiva que talla en el granito valles profundos y gargantas, muy adecuadas
para establecer embalses para la producción de energía eléctrica, sobre todo en
el río Miño y su afluente el Sil.
Montes Vascos.
Es un conjunto de montañas
poco altas que enlazan la Cordillera Cantábrica con los Pirineos. Predominan
las rocas secundarias, sobre todo calcáreas, muy erosionadas que ofrecen un
paisaje típico de simas, dolinas y cavernas. Destacan el pico Aitzgorri (1.544 m ) y Peña Gorbea (1.480 m ).
Los Pirineos.
Esta cordillera se
extiende de este a oeste a lo largo de 430 km entre los cabos de Creus y de Higuer, formando
una alta muralla accesible por algunos pasos como por ejemplo los de Perthus,
Canfranc o Roncesvalles.
Es un paisaje típicamente
alpino, en cuya estructura se distinguen varias zonas:
A) Axial, de este
a oeste, dividida en tres partes: central, occidental y oriental.
- La parte central
es la más compacta, elevada e impenetrable, constituida por materiales paleozoicos
fallados y posteriormente levantados (montañas) o hundidos (depresión de la Cerdaña).
Es notoria la erosión glaciar, de la que restan circos, lagos y valles en artesa
(con fondo llano y pendientes muy pronunciadas). En el Pico de Aneto (3.404 m ) está el mayor glaciar
de circo de España. Otra cima es el Monte Perdido.
- Las partes occidental
y oriental descienden progresivamente y acaban formando relieves suaves tanto
en la costa cantábrica como en la mediterránea.
B) Prepirineo,
al norte y al sur de los Pirineos. Son bandas de montañas paralelas que descienden
gradualmente a modo de escalones hasta el valle del Ebro y la llanura de Aquitania
en Francia. Predominan los materiales calcáreos plegados, que forman sierras
ásperas de tonos claros y escasa vegetación, cortadas por profundos barrancos.
Sólo en las zonas donde abundan las margas los ríos abren valles amplios y fértiles,
gracias a los abundantes caudales y a los sedimentos aportados desde los cursos
superiores.
Cordilleras Catalanas.
Son dos alineaciones
montañosas que se extienden paralelas a la costa, en dirección noreste-sudoeste
y cierran la Depresión del Ebro al litoral mediterráneo. La Cordillera Prelitoral
tiene las sierras de Montseny y Montserrat. La Cordillera Litoral tiene relieves
secundarios (Garraf, Montsià), que caen al mar. Sus altitudes no superan los
2.000 millones y están formadas por materiales muy diversos, en parte paleozoicos,
rejuvenecidos por el movimiento alpino. Entre las dos cordilleras hay una estrecha
depresión de gran importancia humana (Sabadell, Terrasa...) y económica. Están atravesadas
por algunos valles fluviales (Ter, Llobregat).
Cordilleras Béticas.
Las Cordilleras Béticas
forman un conjunto montañoso extremadamente complejo y de interpretación muy discutida.
Son las cordilleras más jóvenes de la Península. Se distinguen dos unidades: la
Cordillera Penibética al Sur (la más alta) y la Subbética al Norte, separadas por
una depresión longitudinal llamada “surco intrabético”. Se extienden desde Gibraltar
hasta el cabo de la Nao (la Subbética) y el cabo de Palos (la Penibética).
- Cordillera Penibética.
Son abundantes los materiales antiguos (paleozoicos). En ella se sitúa la sierra
más elevada de la Península, con los picos del Mulhacén (3.478 m ) y el Veleta (3.392 m ).
- Surco intrabético.
Comprende una serie de depresiones u hoyas como las de Baza, Guadix, Granada, Antequera...
con una intensa explotación agrícola y centros urbanos y comerciales muy importantes
en el conjunto andaluz.
- Cordillera
Subbética. Forma un arco externo de materiales secundarios plegados, entre
los que dominan las margas y las calizas. El conjunto más importante está situado
cerca de la cabecera del Guadalquivir donde las sierras de Cazorla, Segura y La
Sagra forman un núcleo de dispersión de aguas que da nacimiento al Guadalquivir
y al Segura. Otras sierras se extienden hasta el Mediterráneo y llegan al cabo
de la Nao, desde donde parece que se prolongan bajo el mar hasta formar parte del
relieve de las Baleares, concretamente en Mallorca e Ibiza.
DEPRESIONES.
La orogénesis alpina,
al fallar los materiales paleozoicos, provocó la fracturación en bloques, con el
hundimiento de algunos de estos. Destacan las depresiones o fosas prealpinas del
Ebro y del Guadalquivir. De menor importancia geológica son las depresiones castellanas:
amplias llanuras interiores que se extienden por la submeseta meridional (Tajo)
y septentrional (Duero), también de orogenia alpina, como las anteriores.
Los materiales de estas
depresiones son en su mayor parte arcillas, margas, areniscas y otras rocas sedimentarias.
Los ríos, al pasar por las depresiones se hunden en estos materiales blandos y
forman valles amplios que separan cerros poco extensos de vertientes suaves. Se
forman paisajes tabulares si algún estrato duro protege los materiales blandos inferiores.
En las zonas más bajas las aguas tienen dificultades para salir y se forman marismas
y lagunas.
Depresión del
Ebro.
Forma un triángulo entre
los Pirineos al norte, la Cordillera Ibérica al suroeste y las Cordilleras Catalanas
al este. Esta situación geográfica cerrada en el interior explica la continentalidad
del clima y la escasez de precipitaciones.
La recorre el único
gran río de la vertiente mediterránea, el Ebro, que con todos sus afluentes (Arga,
Aragón, Gállego, Cinca y Segre desde el norte, Jalón y Guadalope desde el sur)
forma una amplia red hidrográfica.
Los suelos de los valles
del Ebro y sus afluentes son muy fértiles, con un amplio uso agrícola. En
cambio, en las zonas situadas entre estos valles la presencia de costras salinas,
generalmente de yesos, configura unos terrenos áridos. Abundan las formas raras,
como los tormos y las formas diapíricas.
Comarca árida de los Monegros en Zaragoza, con las zonas bajas (de color más blancuzco), cultivadas con trigo y cebada.
La Depresión del
Ebro hace millones de años era un mar cerrado que, al evaporarse y desaparecer,
dio lugar a la formación de yacimientos salinos, como son los de Suria y Cardona
(sal gema, carnalita) y Navarra (potasas).
Depresión del Guadalquivir.
Forma un triángulo limitado
por Sierra Morena y las Cordilleras Béticas que se abre progresivamente a la influencia
del Océano Atlántico por un frente marítimo extenso de unos 300 millones de largo.
En esta parte baja se encuentran materiales de origen marítimo costero, que dan
unos suelos limosos muy fértiles.
La recorre el río Guadalquivir,
que discurre pegado a la Sierra Morena y es la única llanura española de fácil
penetración, no sólo desde la costa sino también a través de las altas montañas
que la rodean, gracias a los valles transversales.
ISLAS BALEARES.
Su relieve se caracteriza
por la diversidad. Mallorca e Ibiza tienen una estructura semejante a la Cordillera
Bética, resultado del levantamiento alpino.
Mallorca tiene tres
conjuntos morfoestructurales: la sierra del Tramuntana (al noreste, con las máximas
alturas, Puig Major, 1.443 m ),
la llanura central y la sierra de Levante (al este, con Son Morell, 561 m ).
Ibiza tiene la altura
de Talaiassa (475 m ).
Menorca es semejante
a la Cordillera Costera Catalana, con un sector al norte de materiales antiguos
paleozoicos y bajas alturas, muy erosionadas.
ISLAS CANARIAS.
Son siete grandes islas,
formadas con grandes relieves volcánicos, lo que les da una naturaleza geológica
completamente distinta a la peninsular. Surgieron desde el Mioceno al rasgarse el
fondo marino durante el levantamiento alpino. La erosión costera y del escaso
suelo es intensa.
Lanzarote y Fuerteventura
son islas llanas pero las demás son muy montañosas. En Tenerife destaca el volcán
del Teide (3.715 m ),
la mayor altura de España. En Gran Canaria destaca el Pico de las Nieves. La Palma,
Hierro y La Gomera tienen alturas muy inferiores.
2. CLIMA.
2.1. FACTORES DEL CLIMA.
Los factores del clima
de España son la circulación general de las masas de aire, la forma continental
de la Península y la proximidad marítima, el relieve y su altura.
LA CIRCULACIÓN GENERAL
DEL AIRE.
Por su situación España
es afectada tanto por las depresiones atlánticas como por los anticlones subtropicales,
debido al balanceamiento estacional de las zonas de presión y de vientos. La
causa es que España se encuentra más cerca del Ecuador que del Polo Norte (entre
36 y 43º de latitud N.), en la frontera del frente polar, donde chocan
las masas del aire polar frío y del aire tropical caliente. Estas masas no se
mezclan, sino que originan borrascas con un frente cálido (sur) y uno frío (norte),
que se mueven generalmente en el sentido O-E debido al empuje de la corriente del
jet stream en altitud, alternándose con anticiclones.
Masas de aire.
Sobre España influyen
dos tipos de masas de aire, según su procedencia:
Las masas de aire
tropical: a) marítimo (cálido y húmedo, estable por proceder del anticiclón
de las Azores), b) continental (más cálido y seco, procedente del Sahara). Se originan
en latitudes subtropicales, entre 30 y 35º de latitud, al S de España.
Las masas de aire
polar: a) ártico marítimo (fresco, húmedo, inestable, atraviesa el Atlántico),
b) continental (frío, seco, estable en invierno e inestable en verano, atraviesa
Europa). Se originan más al N de España.
Depresiones atlánticas.
Por la fachada atlántica
entran las borrascas y los vientos del O, que dominan en el N y NO todo el
año y afectan al resto en primavera, otoño y parte del invierno.
La corriente del jet
stream, que corre de O a E, lleva las borrascas, masas de aire húmedo marítimo,
nubosas, de temperaturas suaves por la influencia del océano, que generalmente
(sobre todo en verano) pasan al N de España, pero que en sus ramales más meridionales
pueden llegar de dos formas, en dirección zonal (O-E) con borrascas débiles,
poco intensas en lluvias, o en dirección meridiana (N-S) con borrascas más fuertes
y lluviosas, que pueden estrangularse (“gotas frías”) y producir lluvias torrenciales
en la fachada mediterránea, donde se forman con frecuencia pequeñas y activas
borrascas o depresiones barométricas.
Anticiclones subtropicales.
En verano el aire subtropical
continental procedente del Sahara, cálido y seco, se desplaza al N, desplaza el
frente polar, domina el Mediterráneo y afecta a la Península, y, aunque sin llegar
al N de ésta, determina los mínimos de pluviosidad en verano.
Los anticiclones son
masas de aire descendente, desecante, que se recalientan en contacto con la tierra,
originando veranos cálidos y secos, pues el aire caliente no se condensa y el
cielo carece de nubes, favoreciendo la insolación.
LA FORMA CONTINENTAL
Y LA INFLUENCIA MARINA.
Debido a la anchura
de la Península y la disposición del relieve, el interior actúa como un pequeño
continente, enfriándose en invierno y calentándose en verano, produciendo en
ambos casos un anticiclón local, muy estable, que favorece la sequedad.
Por contra, la influencia
marina del Atlántico y del Mediterráneo determina que en las costas haya una
mayor humedad y temperaturas más moderadas y benignas.
EL RELIEVE.
El accidentad relieve
español influye en el clima, pues obliga al aire a ascender por la ladera de barlovento
y descender por la de sotavento. Al ascender el aire se enfría, lo que produce
nubes y lluvias; al descender se calienta, lo que ocasiona sequedad (es el efecto
Foëhn). En España los vientos del sur explican las altas temperaturas del Cantábrico
en verano, así como que las vertientes del N y NO tengan bosques y las del S y
SE cultivos.
LA ALTURA.
El descenso de la T
con la altura tiene un efecto notable en el clima local y en la vegetación, sensible
al gradiente térmico (una media de 0,6ºC menos cada 100 m de altura). En España
no hay realmente un clima de alta montaña, aunque sí puede hablarse de microclimas
de alta montaña, muy localizados en los puntos más altos.
2.2. CLASIFICACIÓN
DE CLIMAS.
Todo esto configura un
predominio del clima subtropical-mediterráneo, manifiesto en el suelo, paisaje,
ríos, vegetación natural, mas su diversificada orografía la convierte en un mosaico
de paisajes, como si se tratara de un pequeño continente. Hay muchas denominaciones
para los climas, y hemos escogido la de Köppen, que nos permite una comparación
mundial.
Según la clasificación
de Köppen la mayor parte de España está incluida en los climas templados (C).
El Norte se caracteriza por las precipitaciones todo el año (Cf) y el resto del
país por el verano seco o mediterráneo (Cs). Algunas zonas tienen climas secos
(B).
CLIMA TEMPLADO HÚMEDO
(Cf).
El clima templado húmedo,
también llamado oceánico, propio de las costas europeas, se extiende en
España a las regiones costeras septentrionales del Atlántico y Cantábrico y a
sus cadenas montañosas: Pirineos, Cordillera Cantábrica, Macizo Galaico.
Es la Iberia húmeda,
con precipitaciones regulares y suaves, de más de 800 mm hasta 1.000-1.200, con
un máximo invernal y un mínimo estival (pero sin mes seco). Hay una gran variabilidad
del tiempo por las borrascas, con elevada nubosidad y baja insolación. En las
cadenas montañosas las precipitaciones están en 2.000-3.000 mm , de menos a más
de O a E, con las mayores en el País Vasco.
Las temperaturas son
suaves todo el año, con máximo estival de 22ºC (si son superiores es clima Cfa)
y mínimo invernal en enero con 8ºC, con una oscilación suave de 9-12º.
CLIMA TEMPLADO MEDITERRÁNEO
(Cs).
Es la Iberia seca,
por su acusada sequía estival. Hay dos subtipos:
Mediterráneo marítimo
o de invierno suave.
En las costas mediterráneas
y Baleares. T media de enero superior a 6º. T anual media superior a
15º. Mediana oscilación térmica anual.
Precipitaciones irregulares
y escasas, 400-600 mm ,
con máximo en otoño y primavera (por la entrada de las borrascas atlánticas), y
un mínimo muy acusado en verano. Las lluvias son mucho menores en el S. Generalmente
son torrenciales, con ocasionales gotas frías.
Mediterráneo continental
o de invierno frío.
Se da en el interior
de la Península, hasta la Cordillera Cantábrica y los Montes de León. T media
de enero inferior a 6º. T anual media superior a 15º. Fuerte oscilación térmica,
de 19-21º, con riguroso frío invernal.
Precipitaciones más
regulares, pero escasas, 300-650
mm , de origen atlántico, en primavera y otoño; en invierno
en forma de nieve.
CLIMAS ESTEPARIOS Y
DESÉRTICOS (BS y BW).
Presentes en áreas
muy reducidas del interior y sudeste. Hay dos subtipos: costero y del interior.
También se añade el clima canario.
Subtipo costero.
Desde Alicante a
Granada (desierto de Almería), con precipitaciones muy bajas (las menores de España),
menos de 350 mm ,
con más de nueve meses secos. Lluvias torrenciales (gota fría). Invierno templado
con 12º en enero y largo verano con 26º en agosto.
Subtipo del interior.
En el E de Zamora y en
parte de La Mancha y de Zaragoza (desierto de Los Monegros), con T media anual
menor de 18º y precipitaciones entre 230 y 320 mm .
Clima canario.
El clima canario es
muy seco, debido a su latitud (la misma del Sahara), pero dulcificado por la acción
del océano Atlántico. La temperatura es primaveral casi todo el año, en enero
de 18º y en verano de 25º.
La corriente fría de
Canarias baja las temperaturas respecto a la latitud, aunque también aumenta
la sequedad y crea una enorme riqueza pesquera.
Está influido por el
anticiclón de las Azores (alisio del nordeste, muy seco) en el verano, con alteraciones
en invierno. Las precipitaciones llegan sólo al barlovento del alisio (250 mm ), concentrándose a partir
de los 500 millones de altitud, mientras que las tierras bajas son esteparias.
3. VEGETACIÓN.
España es uno de los
países más ricos de Europa en variedad de vegetación, gracias a su gran extensión,
orografía accidentada y variedad de climas. Hay unas 10.000 especies, muchas endémicas
(sobre todo en Canarias).
Los bosques se han recuperado
notablemente entre 1970 y 2010, pasando de 12 millones de hectáreas a 18, con un
notable descenso de los incendios, ya que en 2010 fueron un 63% menores que la
media del decenio anterior, y una ostensible mejora de la salud individual, pues
el 85% de los árboles presenta buena salud [Ministerio de Medio Ambiente. Inventario de daños forestales].
Se distinguen cuatro
regiones biogeográficas: eurosiberiana (húmeda), mediterránea, macaronésica
(Canarias) y de alta montaña.
REGIÓN EUROSIBERIANA.
Al Norte del país, desde
Galicia al Mediterráneo, en un clima de abundantes precipitaciones todo el año
y suaves temperaturas.
Tiene una gran
riqueza floral, con un gran predominio de árboles caducifolios (altos árboles
de hoja caduca, que cae en el invierno para no perder humedad y crea suelos
ricos en humus, en materia orgánica) y prados (que surgen en primavera y
decaen pronto al renovar los árboles sus hojas y sombrear el suelo). Hay dos
paisajes (o “provincias” de vegetación):
Paisaje atlántico.
Con un bosque caducifolio
de roble o haya. Hay también alisos, sauces, castaños, fresnos, tilos y olmos.
La sobreexplotación maderera y ganadera, los incendios y la repoblación forestal
han promovido bosques de coníferas (pinos y eucaliptus), que no crean suelos fértiles.
La degradación del bosque da lugar a las landas de matorrales (helechos, tojos,
brezos).
Paisaje submediterráneo.
Con algunas especies
mediterráneas. Se extiende por el S del Pirineo, parte de la Cordillera Ibérica
y montañas andaluzas, en una transición hacia la región mediterránea. Predomina
el roble y el quejigo, con coníferas.
REGIÓN MEDITERRÁNEA.
Es la región más extensa,
determinada por el clima con sequía estival. Hay dos tipos de paisajes:
Encinar.
Es el bosque mediterráneo
de hoja perenne, formado por encinas y alcornoques, con un rico sotobosque
de matorrales (brezos, tojos, lentisco). La encina se extiende por todas
las regiones, excepto por Canarias y escasea en Galicia; es el árbol dominante en
España, con mucha diferencia sobre el segundo, el pino carrasco, pues el primero
ocupa en exclusiva casi tres millones de hectáreas y el segundo algo menos de dos
millones. El alcornoque ocupa una superficie muy inferior.
Donde hay frío aparece
el quejigo. Las encinas son sustituidas progresivamente por el pino, debido a
que el encinar se degrada fácilmente y se regenera con dificultad (se formó en
épocas más húmedas que la actual). Padece muchos incendios y la presión humana
sobre las tierras más ricas. En las riberas fluviales hay olmos y álamos.
Maquia, garriga y
estepa.
Se produce por degradación
progresiva del encinar anterior, en las zonas más áridas (4 meses de
sequía), en las que ha desaparecido el bosque de encinas. Es una vegetación xerófila
de arbustos y matorrales.
La maquia se
da en suelos silíceos (granito) y es casi impenetrable por su altura y espesor,
con arbustos como brezos, jaras y madroños.
La garriga se
da en suelos calcáreos, margosos o de terra rossa (arcilla), con arbustos
y matorrales densos y de poca altura, con mucha coscoja; se degrada poco, pero
padece los incendios del pastoreo.
La estepa se da en suelos pobres, con arbustos
xerófilos espinosos y bajos, bastante escasos (palmito, espárrago, tomillo).
REGIÓN MACARONÉSICA:
CANARIAS.
En las islas Canarias,
con numerosos endemismos gracias a la insularidad (siete islas) y la diversificación
en pisos (es la región con mayor altura media).
Tiene cuatro pisos:
1) Basal. De 0 a 500 m . Es una zona costera
de vegetación arbustiva xerófila: cardón y tabaibas.
Hay un piso de transición
al siguiente, con sabinas, palmeras y dragos, que son especies carnosas y leñosas
adaptadas al calor y la sequedad que producen los vientos alisios del NE.
2) Monteverde.
De 500 a
1.200 m .
Es la “laurisilva”, un bosque montano húmedo, subtropical, con brezos y
laureles, gracias a la buena temperatura y la humedad.
3) Pinar. De 1.200 a 2.000 m . Es un bosque montano
seco de pinos canarios (las repoblaciones han introducido coníferas no autóctonas),
por la menor humedad y el mayor frío.
4) Retamar, en
la alta montaña canaria, a más de 2.000 m , con leguminosas y
muchos endemismos: retamas, violetas... Las condiciones de sequedad y frío son
rigurosas.
VEGETACIÓN DE ALTA MONTAÑA.
El clima de alta montaña,
con bajas temperaturas y precipitaciones de nieve, y variación en altura, produce
muchos tipos de vegetación, tantos como sistemas montañosos, con una disposición
variable en pisos (todos tienen la secuencia de un nivel forestal, uno supraforestal
de matorrales y uno superior de prados). Los tipos más comunes son:
Montaña alpina.
Ejemplo en los Pirineos,
con tres pisos:
1) Subalpino,
1.200-2.400 m ,
con humedad. Bosques de coníferas (abeto y pino negro).
2) Alpino,
2.400-3.000 m ,
con nieve más de 6 meses. Prados de periodo vegetativo corto.
3) Nival, más
de 3.000 m ,
con nieve casi todo el año. Escasa vegetación.
Alta montaña mediterránea.
Ejemplo en Sierra
Nevada, con un verano seco, por lo que hay encinas, quejigos y robles en las zonas
húmedas.
A partir de 2.000 millones
el piso supraforestal tiene vegetación almohadillada y espinosa, con grandes zonas
desnudas (en parte por el pastoreo).
Alta montaña de
transición.
La mayoría de las montañas
están entre los tipos anteriores, con variaciones según el clima.
Montañas de transición
hacia el Atlántico.
Cantábricas, con abundantes precipitaciones. Un piso de bosque de hayas, un
piso supraforestal de matorrales y un piso superior de prados.
Montañas de transición
hacia el Mediterráneo. Sistema Ibérico, Sistema Central, con verano de sequía. Se pasa del
piso de caducifolios o pinos al supraforestal de matorrales. Piso superior de
prados.
4. DIVERSIDAD REGIONAL
DE LA ESPAÑA INSULAR Y PENINSULAR.
4.1. UNA DIVISIÓN
FÍSICA:
Un primer criterio
de división es el físico, correspondiente a una división regional según el relieve,
clima, vegetación e hidrografía.
ESPAÑA ATLÁNTICA.
Correspondería a
País Vasco, Navarra, La Rioja ,
Cantabria, Asturias, Galicia, Castilla y León, Madrid, Extremadura y parte de
Castilla-La Mancha. Se volcaría sobre el Atlántico, con la mayor parte de la Iberia
húmeda y de la Meseta.
ESPAÑA MEDITERRÁNEA.
Correspondería a Baleares,
Cataluña, Aragón, País Valenciano, Murcia, Andalucía y parte de Castilla-La Mancha.
Se volcaría sobre el Mediterráneo, compartiendo parte de la España seca.
ISLAS CANARIAS.
Sería unirregional,
ceñida sólo a las Islas Canarias, aisladas en la costa de África en una latitud
muy al sur del resto de España.
4.2. UNA DIVISIÓN ECONÓMICO-SOCIAL:
LOS DESEQUILIBRIOS INTERTERRITORIALES.
Las CCAA más ricas
de España, con nivel superior al índice 100, son Baleares (la más alta con
142), La Rioja, Cataluña, Madrid, Navarra y Aragón, sobre el 100 están País Vasco
y Ceuta y Melilla. Entre el 90 y el 100 están el resto, menos Andalucía y
Extremadura, que están ligeramente sobre el 80. Pero la renta per cápita o familiar
no son los únicos criterios de bienestar, pues también cuentan los índices de paro,
el desarrollo social, las transferencias, el nivel de los transportes, la estructura
sectorial de la economía...
Por su evolución en
los últimos años, y aun teniendo en cuenta que los ritmos cambian de unas a otras
regiones y dentro de cada región (hay núcleos urbanos y comarcas con fuerte crecimiento
dentro de regiones en declive) se pueden distinguir dos grupos: 1) En progreso,
2) En estancamiento.
Al primer grupo corresponden
las regiones de los ejes Mediterráneo y del Ebro, más Madrid y Canarias. Al segundo
grupo pertenecen los del interior (menos Madrid) y la cornisa cantábrica, más Andalucía,
Ceuta y Melilla. El impacto de la entrada en la UE está alterando rápidamente la situación relativa
de las regiones, por lo que la clasificación que sigue debe ser revisada constantemente.
En 2012 la situación se recoge en el artículo de Mars, Amanda. La crisis se ceba en las comunidades que más han recortado su déficit.
“El País” (22-III-2013) 24. Incorpora un mapa elaborado por el diario y basado en fuentes del INE.
En 2012 la situación se recoge en el artículo de
REGIONES CON CAPACIDAD
DE CRECIMIENTO AUTOSOSTENIDO.
Son las más consolidadas
como ejes o núcleos dinámicos de desarrollo.
Madrid.
Es el centro geométrico
del país, con las ventajas de la capitalidad y del sistema radial de transportes
y comunicaciones. Hay una estabilización frente al anterior crecimiento continuado.
El sector primario no tiene importancia. El sector secundario se ha especializado
en alta tecnología y en la construcción. El sector terciario se basa en los servicios
financieros y a las empresas, junto al funcionariado. Las infraestructuras están
todavía demasiado aisladas de las grandes redes europeas.
Eje del Ebro: La Rioja , Navarra y Aragón.
Está bien comunicado,
como encrucijada entre el eje mediterráneo, Madrid y el País Vasco. Se distinguen
dos zonas:
Valle medio del
Ebro.
La más extensa, linda
con los Pirineos y el Sistema Ibérico. Tiene una población escasa y concentrada,
con poco peso económico pero elevado bienestar económico. La agricultura se ha especializado.
Hay un proceso de modernización en industria y servicios.
Eje del Ebro.
Hay una vertebración
geográfica y urbana junto al curso del río, con infraestructuras adecuadas, con
núcleos funcionalmente vinculados y una especialización productiva con gran potencial
de crecimiento (General Motors). El gran núcleo urbano es Zaragoza, activo centro
industrial.
Eje del Mediterráneo:
Cataluña, Baleares.
Cataluña.
Tiene una economía
muy equilibrada entre sus sectores, con potente agricultura, una industria muy
exportadora y buenos servicios. Las infraestructuras son de nivel europeo. Su empresariado
es muy sólido y eficaz.
Baleares.
Es la región española
más rica por habitante, gracias al monocultivo del sector turístico, que fomenta
los servicios y la construcción. Las grandes empresas hoteleras (sobre todo mallorquinas)
se están convirtiendo en importantes multinacionales del turismo. Tiene escaso
paro, aunque estacional.
REGIONES DE DESARROLLO
INTERMEDIO.
País Valenciano.
Gracias a su excelente
posición en el eje mediterráneo se beneficia de ventajas en infraestructuras. Está
aumentando su riqueza gracias a la agricultura modernizada y volcada en la exportación,
la industria (Ford) y los servicios (turismo). Mientras la costa se desarrolla,
el interior esta atrasándose.
Murcia.
Se beneficia de la
misma localización que el País Valenciano. Tiene un pujante sector de servicios,
con gran actividad agrícola de regadío. Disminuye la construcción. Aumenta el turismo.
Canarias.
Es una economía centrada
en los servicios, sobre todo el comercio marítimo en su puerto franco, con gran
dependencia exterior para su producción de plátanos, tomates, pesca. El turismo
está progresando fuertemente en los últimos años, lo que ha permitido a la región
adelantar a otras, aunque la perjudica su distancia respecto a Europa. Subsisten
grandes diferencias sociales.
REGIONES INDUSTRIALES
EN DECLIVE: LA CORNISA CANTÁBRICA.
Males comunes en la
zona son la falta de infraestructuras, el excesivo peso de sectores industriales
obsoletos (minería del carbón, siderurgia, construcción naval), el retraso tecnológico,
la escasez de suelo industrial, la débil estructura comercial y de servicios,
la mala infraestructura de transportes, el poco espíritu cooperativo (la excepción
es la cooperativa Mondragón), el deterioro ambiental.
País Vasco.
Tras un largo proceso
de crisis industrial, sobre todo en la pesada y pública, la reconversión industrial
está posibilitando la salida de la crisis, con multitud de pequeñas empresas competitivas,
aunque el paro juvenil ha sido alto.
Cantabria.
Padece una grave situación
de crisis, sobre todo en agricultura y ganadería láctea, mientras que la industria
es obsoleta. Apenas está surgiendo un sector turístico.
Asturias.
La situación de
crisis es aun más grave, sobre todo en agricultura, ganadería láctea, minería
del carbón e industria pesada. No hay alternativas viables a medio plazo. El paro
es muy alto. Depende de las transferencias centrales para las empresas públicas
deficitarias (HUNOSA).
REGIONES ATRASADAS.
Andalucía.
Tiene grandes desequilibrios
geográficos y sectoriales. Tiene un gran potencial de futuro, gracias a la mejora
de las infraestructuras, la agricultura del valle del Guadalquivir, el turismo,
los activos centros industriales de Sevilla y Cádiz. Hay una clara desigualdad espacial:
la costa y los núcleos industriales son parte del eje dinámico del Mediterráneo
mientras que el interior agrario está mucho más atrasado.
Extremadura.
Es una región secularmente
deprimida. Disminuye el sector agrario, la industria no despega y sólo aumentan
un poco la construcción y los servicios. El sector energético es pujante.
Castilla-La Mancha.
Tiene graves
problemas estructurales debido a su bajo nivel de partida, aunque se han mejorado
las infraestructuras y estabilizado el sector primario.
Castilla y León.
Es la región más extensa
de Europa, en pleno proceso de reestructuración agraria (muy dependiente de las
subvenciones comunitarias). La recesión industrial es acusada, excepto en el
núcleo de Valladolid.
Galicia.
Tiene empresas destacadas
en la industria textil, alimentaria y automovilística. La pesca está en crisis.
El sector energético es pujante. Las infraestructuras han mejorado, pero aun está
muy aislada de España y Europa. El turismo es una de las actividades en
expansión.
Ceuta y Melilla.
Son dos de los espacios
más pobres de la UE, con graves deficiencias en su estructura económica, dependientes
del comercio con Marruecos en sus puertos francos, de la ayuda española y de
las guarniciones militares.
SITUACIÓN EN LA ACTUALIDAD
(1997-2011).
En 1997, el crecimiento
del PIB español alcanzó una tasa de 3,86%. Hubo una clara diversidad, advertible
en que la que más creció fue Andalucia (4,79%) y la que menos Asturias (2,68%).
La división en grupos es:
1) Las de alto crecimiento,
por encima de la media, por este orden (en 1996): Andalucía (4,79%), Baleares
(4,70%), Extremadura (4,53%), País Vasco (4,22%), Canarias (4,12%).
2) En la media: Murcia
(3,92%), Cataluña (3,88%), Navarra (3,81%), Aragón (3,75%), Comunidad Valenciana
(3,72%), Madrid (3,67%). Como vemos, se articula una clarísima línea, que corre
desde el País Vasco, Aragón al eje Mediterráneo, desde Cataluña a Andalucía,
más las islas Baleares y Canarias, y el núcleo de Madrid.
3) Estancamiento por
debajo de la media: Castilla-La Mancha (3,59%), La Rioja (3,51%), Cantabria
(3,43), Galicia (3,37%).
4) Fuerte retraso:
Ceuta (2,82%), Melilla (2,76%), Castilla y León (2,73%), Asturias (2,68%).
El sector primario,
muy irregular en sus cosechas, ha permitido que Andalucía y Extremadura mejorasen
su posición en 1997, pero en otros años, al faltar este impulso, su crecimiento
ha sido mucho más moderado.
El crecimiento del sector
industrial explica la mayor parte del aumento de las regiones más industriales:
el País Vasco (7% de aumento industrial), Cataluña, Madrid, Navarra, Aragón.
El sector terciario
es el que más crece en PIB y empleo, y explica el mayor desarrollo de los archipiélagos
y las regiones mediterráneas.
La población
sigue concentrándose en los archipiélagos y en las comunidades mediterráneas.
La excepción es Cataluña, que pierde habitantes. En el centro, en regresión, la
excepción es Castilla-La Mancha, que tiende a aumentar su población.
En cuanto a la tasa
de actividad las regiones más próximas a los niveles europeos (más del 65%
de su población entre 16 y 64 años con empleo) son: Cataluña, Baleares, La Rioja , Aragón, Madrid y la
Comunidad Valenciana. Con una tasa de actividad por debajo del 60% se sitúan
Ceuta, País Vasco, Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía y Asturias.
Respecto al paro,
que en febrero de 1997 afectaba a 2.262.721 personas, un 14,11 de la población activa
(en 2011 llega a superar el 20%), había ese año diferencias regionales bastante
acusadas, con tres grupos (que en general se mantienen años después):
1) Bastante por
debajo de la media nacional (<12%): Cataluña (10,25%), Baleares (10,69%),
La Rioja
(10,73%), Navarra (11,59%) y Aragón (11,78%).
2) Por debajo de
la media estaba otro grupo, con Murcia (12,75%), Madrid (13,03%), Castilla
y León (13,54%), y el País Vasco estaba justo en la media (14,14%).
3) Por encima de
la media estaban el País Valenciano (14,42%), Cantabria (15,39%), Castilla
La Mancha (16,01%), Galicia (16,15%), Andalucía (16,8%), Extremadura (16,99%),
Canarias (17,63%), Asturias (18,82%).
Gráfico comparativo de la renta per cápita de las CCAA en 2012.
Mapa comparativo del PIB per cápita de las CCAA en 2012.
Fuente: Mars, Amanda. La crisis se ceba en las comunidades que más han recortado su déficit. “El País” (22-III-2013) 24.
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Mars, Amanda. La crisis se ceba en las comunidades que más han recortado su déficit.
“El País” (22-III-2013) 24.
Mars, Amanda. Crece la brecha entre el norte y el sur. “El País” Negocios 1.430 (31-III-2013)
4-6. Un estudio sobre las desigualdades regionales en España, que se
incrementan debido a la crisis económica.
Espasa, Antoni; Sánchez, Santiago. Un impacto muy disperso. “El País”
Negocios 1.430 (31-III-2013) 6. La crisis impacta de modo muy diverso en las
distintas comunidades autónomas.
PROGRAMACIÓN.
LA PENÍNSULA IBÉRICA:
RELIEVE, CLIMA Y VEGETACIÓN. DIVERSIDAD REGIONAL DE LA ESPAÑA PENINSULAR E INSULAR.
UBICACIÓN Y SECUENCIACIÓN.
En ESO, 2º ciclo.
Eje 1. Sociedad y territorio.
Bloque 1: Medio ambiente
y conocimiento geográfico.
Núcleo 2: El medio
ambiente y su conservación. La diversidad y riqueza de paisajes en España.
También en la materia
de Geografía (opcional de Ciencias Sociales de 2º de Bachillerato), en la que el
apartado 2 se refiere a 2. España: unidad y diversidad del medio geográfico,
con un contenido de:
Factores de la unidad
y de la diversidad. Regiones y paisajes diferentes de la Península e islas: contrastes
físicos y sociales.
La ordenación territorial:
las Comunidades Autónomas. Procesos históricos de organización del espacio.
En la misma materia,
el apartado 5 se refiere a Población, sistema urbano y ordenación del territorio,
con un contenido de: ‹‹(...) Las disparidades regionales.
Ordenación y desequilibrios territoriales.››
RELACIÓN CON TEMAS
TRANSVERSALES.
Relación con los
temas de la Educación Ambiental y de Educación Moral y Cívica.
TEMPORALIZACIÓN.
Ocho sesiones de una
hora.
1ª Documental. Diálogo,
que sirva como evaluación previa. Exposición del profesor sobre aspectos generales
físicos y relieve.
2ª Sobre relieve:
Exposición del profesor. Cuestiones.
3ª Sobre clima y vegetación:
Exposición del profesor. Cuestiones.
4ª Exposición del
profesor, de refuerzo y repaso; esquemas, mapas, gráficos y comentarios de textos.
5ª Sobre diversidad
regional: Exposición del profesor. Cuestiones.
6ª Sobre diversidad
regional: Exposición del profesor. Cuestiones.
7ª Exposición del
profesor, de refuerzo y repaso; esquemas, mapas, gráficos y comentarios de textos.
8ª Comentarios de
textos; debate y síntesis.
OBJETIVOS.
Situar espacialmente
la Península Ibérica, las islas y las regiones.
Resumir la evolución
geomorfológica.
Caracterizar las principales
unidades del relieve.
Conocer los principales
climas.
Relacionar los climas,
el relieve, la hidrografía y la vegetación.
Sintetizar los principales
medios naturales en España.
Relacionar los factores
físicos con la diferenciación regional.
Analizar las causas
sociales y económicas de la diferenciación regional.
CONTENIDOS.
A) CONCEPTUALES.
- Principales medios
naturales en España, como resultado de las interacciones entre clima, relieve, aguas
y vegetación.
- Los paisajes
geográficos como resultado de la interacción entre el medio y los seres humanos.
El papel modificador de estos. Los problemas de degradación del medio y medidas
correctoras. La diversidad y riqueza de paisajes en España.
Conceptos geológicos:
las eras geológicas y su subdivisión; movimientos orogénicos, epirogénicos e isostáticos.
B) PROCEDIMENTALES.
Tratamiento de la información:
realización de esquemas del tema; mapas, gráficos, climogramas, estadísticas de
geografía humana y económica, etc.
Explicación multicausal:
análisis de las diferencias regionales por sus causas.
Indagación e investigación:
recogida y análisis de datos en enciclopedias, manuales, monografías, artículos...
C) ACTITUDINALES.
Rigor crítico y curiosidad
científica.
Tolerancia y solidaridad.
METODOLOGÍA.
Metodología expositiva
y participativa activa.
MOTIVACIÓN.
Documental seguido
de diálogo, que sirva como evaluación previa del nivel de los alumnos y sus ideas
sobre la diferenciación regional en España.
ACTIVIDADES.
A) CON EL GRAN GRUPO.
Exposición significativa
por el profesor del tema.
B) EN EQUIPOS DE TRABAJO.
Desarrollo de mapas
y gráficos de geografía física, humana y económica de España.
Realización de esquemas
sobre los apartados del tema.
Realización de un dossier
de prensa sobre el desequilibrio regional en España y comentarios de textos
sobre las diferencias regionales, finalizando con un debate sobre las causas y
soluciones de estos problemas.
C) INDIVIDUALES.
Realización de apuntes
esquemáticos sobre la UD.
Participación en las
actividades grupales.
Búsqueda individual de
datos en la bibliografía, en deberes fuera de clase.
Contestar cuestiones
en cuaderno de trabajo, con diálogo previo en grupo.
RECURSOS.
Presentación digital
(o transparencias y diapositivas), mapas.
Libros de texto,
manuales.
Fotocopias de textos
para comentarios.
Cuadernos de apuntes,
esquemas...
Documental.
EVALUACIÓN.
Evaluación continua.
Se hará especial hincapié en que se comprenda la gran división de España en las
zonas atlántica y mediterránea, los caracteres propios de las Islas Baleares,
la relación entre los factores físicos y la vida social y económica, y las diferencias
del desarrollo de las regiones españolas y sus causas.
Examen incluido en el
de otras UD, con breves cuestiones y un comentario de texto.
RECUPERACIÓN.
Entrevista con los alumnos
con inadecuado progreso.
Realización de actividades
de refuerzo: esquemas, comentario de textos...
Examen de recuperación
(junto a las otras UD).
APÉNDICE. COMENTARIO DE TEXTOS.
Coello Brufau, Joaquim. La ineficiencia radial. “El País”
(17-V-2011) 33. Coello es ingeniero.
‹‹En la discusión de la Ley General de
Ferrocarriles aprobada en 1855, el general O'Donnell manifestó: “En cuanto a
las líneas que pueden establecerse en España... no comprendo... que se pueda adoptar
otro medio que el de unir por medio de radios la circunferencia con el centro...”.
En la presentación en septiembre
de 1997 de la política de infraestructuras de transporte, el ministro de Fomento,
Rafael Arias-Salgado, declaró que esta tenía el objetivo “del fortalecimiento del
centro peninsular”, ya que “creo que en los últimos 30 años el país se ha ido desequilibrando
hacia el Mediterráneo, y esto, que no tiene a corto plazo una importancia decisiva,
puede llegar a tener una importancia política estable”.
En abril de 2000 manifestó
el presidente Aznar en relación con la extensión de la red del AVE que el objetivo
era “una red ferroviaria de alta velocidad que en 10 años situará a todas las capitales
de provincia a menos de cuatro horas del centro peninsular”.
Desde la llegada de los
Borbones a España se adopta el modelo del Estado centralista desarrollado con
éxito en Francia desde Enrique IV. La política de infraestructuras, inicialmente
“caminos de postas”, definidos y desarrollados por Felipe V en 1720 fueron convertidos
en “caminos reales” financiados por fondos públicos según decreto de Fernando
VI, debido en algunos casos a la dificultad de encontrar financiación para vías
de transporte con escasa utilización y deficitarias en su explotación. Esta política
se mantiene hasta 1855, cuando se hace una clasificación general de carreteras en
la que se prioriza la inversión para las que unen Madrid con el resto de España
y tiene rigurosa continuidad con la Ley de Firmes Especiales de 1926 que moderniza
y consolida la red. La estructura radial de las carreteras nacionales se mantiene
por razones políticas, “unen a la nación con la capital de la monarquía”, y militares
más que económicas, política esta seguida en Francia, Reino Unido, Alemania e Italia,
donde las infraestructuras comunican las áreas de producción y consumo y
promueven el comercio. No tiene Madrid en este periodo la importancia económica
relativa que tienen París o Londres en Francia y Reino Unido, lo cual pone de
manifiesto la razón política de la planificación de infraestructuras, que se
traslada intacta al desarrollo del ferrocarril a partir de 1850 y del telégrafo
a partir de 1851.
Es solamente en 1962 cuando
bajo la recomendación del Banco Mundial se desarrollan las autopistas de peaje en
las áreas con mayor concentración de actividad económica, es decir, el arco mediterráneo
que concentra el 40% del PIB y el 45% de la población española, el valle del
Ebro y la cornisa cantábrica. Es curioso constatar que coinciden estas primeras
autopistas peninsulares con las vías de comunicación romanas que priorizaban la
comunicación en las áreas de mayor concentración de población y actividad económica.
Pero con el ulterior desarrollo
del Plan de Modernización de Carreteras de 1951, el Plan REDIA de 1967 y el
Plan de Autovías desarrollado a partir de 1982 con la llegada del partido socialista
al poder, se recupera la política seguida durante siglos: el desarrollo radial
de las nuevas autopistas y la financiación mayoritaria a cargo de los Presupuestos
Generales cuya justificación no es económica. Esta política que tiene consecuencias
significativas sobre el desarrollo y la creación de riqueza lleva a la paradoja
de que el nivel de inversión por PIB en infraestructuras terrestres de las diferentes
comunidades autónomas es hoy inversamente proporcional, con pocas excepciones,
a la distancia al centro peninsular, o a que por ejemplo Cataluña y la Comunidad
Valenciana tengan una red de autopistas en un 60% y 40% de peaje, mientras que en
el resto de España esta proporción sea del 20%. Esta inversión forzada en infraestructuras
radiales a cargo del erario público, es efectiva y tiene consecuencias visibles:
de 1964 al 2004 el porcentaje de infraestructuras públicas pasa en Madrid del
8% al 11,4% y el PIB del 13,9% al 17,7% respecto del total de España. En Cataluña
pasa del 13% al 13,6% en infraestructuras y del 19,9% al 18,8% en PIB.
La modernización del
transporte de pasajeros por ferrocarril en alta velocidad ha supuesto una política
de inversión excesiva ya que dispone España de más kilómetros de alta velocidad,
5.400, que Francia, 4.800, o Alemania, 2.000, pero transporta solamente 16 millones
de pasajeros frente a los 70 de Francia y 180 de Alemania. Esta política que
como ocurrió con las carreteras desde del siglo XVIII o con el ferrocarril a partir
del siglo XIX, se ha desarrollado en base a una red radial, ha supuesto un gran
coste de oportunidad porque con excepción de Madrid-Sevilla o Madrid-Barcelona,
su nivel de utilización es limitada, compitiendo con dificultad con el avión.
La inversión en el AVE está alrededor de los 30.000 millones de euros y la de aeropuertos
de 15.000 millones de euros de 2000 a 2010, pero se han transportado en AVE solamente
el 10% de los pasajeros transportados en avión en 2010.
En infraestructuras es esencial
contar con el coste de oportunidad. Esta inversión en AVE ha impedido por ejemplo
el desarrollo del transporte de mercancías por ferrocarril que se ha reducido en
la pasada década del 7% al 4%, mientras que en Europa este porcentaje está en torno
del 20% con los beneficios asociados, para distancias superiores a los 300 kilómetros
-en distancias inferiores la carretera es imbatible- de ahorro de coste, reducción
de congestión viaria y menor emisión de CO2.
En Aeropuertos el centralismo
ha tomado la forma de gestión unificada de todos los aeropuertos españoles con una
cuenta única donde son los más turísticos y con inversiones más ajustadas, Málaga,
Palma, Canarias, Girona, etcétera, los que financian las pérdidas de Madrid y Barcelona,
70% y 10% respectivamente, de la pérdida total de AENA, 433 millones de euros, en
2009, debido al peso de las inversiones hechas en estos dos grandes aeropuertos
que tienen una justificación económica difícil. El plan de privatización de AENA
al 49% y la creación de dos sociedades para gestionar los aeropuertos de Madrid
y Barcelona no soluciona el problema de orientar los tráficos de manera racional,
ya que no se trata de maximizar la rentabilidad de la explotación de los aeropuertos,
sino el impacto en su área de influencia y esta es una estrategia que en el esquema
planteado no tiene agente que lo priorice y defienda.
La situación de los puertos
es más transparente y lógica: con excepción de fondos de cohesión que han financiado
parte de los dragados y diques de abrigo, las inversiones van a cargo de las
tasas pagadas por los operadores en cada puerto, existiendo un fondo explícito
de compensación para que los puertos con mayor tráfico ayuden a los que no tienen
suficiente, para así equilibrar sus ingresos y gastos.
Nuestra red de infraestructuras
está planificada más por criterios políticos que económicos en un escenario de
país separado por fronteras y aranceles del resto de Europa. Hoy, en un mercado
único la competencia de los puertos de Barcelona o Valencia no es A Coruña sino
Génova y Marsella, y la necesidad y prioridad de vuelos transatlánticos desde Barcelona
es claro frente a la congestión que puede generar en este aeropuerto las líneas
de bajo coste con abandono de otros aeropuertos como el de Girona, en los que
se generaba un importante impacto económico en el territorio.
Hay dos corredores prioritarios
de la red transeuropea presentados por España a la UE: el que une Algeciras, Madrid,
Zaragoza y los Pirineos presentado en 2003 y el del Arco Mediterráneo en 2010.
Sostener estos dos corredores simultáneamente, uno por razones políticas y otro
económicas, pone de manifiesto la incoherencia de la planificación logística española.
La solución pasa por la
descentralización, la competencia y la mayor importancia, nunca puede ser única,
de la economía en las decisiones sobre las infraestructuras. La defensa del Estado
no es sinónimo de centralismo. Es algo que ya planteó Ortega sin éxito excesivo
en su obra de referencia La España invertebrada. A pesar de los años sigue
siendo de absoluta actualidad.››
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