Mis Blogs .

Mis Blogs son: Actual (Actualidad y Aficiones), Heródoto (Ciencias Sociales, Geografía e Historia), Plini (Ciències Socials, Geografia, Història i Història de l’Art), Lingua (Idiomas), Oikos (Economía y Empresa), Paideia (Educación y Pedagogía), Sophia (Filosofía y Pensamiento), Sport (Deportes), Thales (Ciencia y Tecnología), Theos (Religión y Teología), Tour (Viajes), Altamira (Historia del Arte y Arquitectura), Diagonal (Cómic), Estilo (Diseño y Moda), Pantalla (Cine, Televisión y Videojuegos), Photo (Fotografia), Letras (Literatura), Mirador (Joan Miró, Arte y Cultura), Odeón (Ballet y Música).

jueves, 27 de diciembre de 2018

El historiador español José Enrique Ruiz-Domènec (1948).


El historiador español José Enrique Ruiz-Domènec (1948).

Millennium - Entrevista - José Enrique Ruiz-Domènec
[http://www.rtve.es/alacarta] Enlace a una entrevista de 20 minutos.

El medievalista José Enrique Ruiz-Domènec (Granada, 1948), catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, fue discípulo de Georges Duby y Jacques Le Goff, cabezas de la prestigiosa École des Annales, con la que comparte el interés por la historia cotidiana y de la cultura. Ha sido profesor en París y otras universidades extrajeras, autor de numerosos libros de referencia como Europa. Las claves de su historia (2010) y un conocido divulgador como editor de “National Geographic Historia”, desmontando falacias de los nacionalismos.

FUENTES.
Internet.

Documentales / Vídeos.
Viaje a la Edad Media. 49 minutos. Presentación de José Enrique Ruiz-Domènec.

José Enrique Ruiz-Domènec. Ciclo 'Pensar la Historia'. Cataluña ante el reto del siglo XXI. El valor de la Historia (17-X-2018). Presentación: Andreu Jaume. 70 minutos.



Libros
Ruiz-Domènec, J.-E. Europa. Las claves de su historia. RBA. 2010. 384 pp.
Ruiz-Domènec, J.-E. Informe sobre Cataluña. Una historia de rebeldía (777-2017). Taurus. 2018. 266 pp. Entrevista de Altares, G. José Enrique Ruiz-Domènec. ‘La mayoría de los catalanes nunca han sido antiespañoles’. “El País” Ideas 186 (9-XII-2018). [https://elpais.com/politica/2018/12/07]

jueves, 6 de diciembre de 2018

España. Dosier: Derecho a la protección de los datos.

España. Dosier: Derecho a la protección de los datos.

La Ley de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales (LOPDGDD).

Resultado de imagen de Ley de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales, rtve

La Comisión Europea vigila la norma de la LOPDGDD que en su disposición final tercera cambia el artículo 58 bis de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) y así permite a los partidos rastrear opiniones políticas para elaborar perfiles ideológicos durante las campañas electorales para enviarles propaganda. Unidos Podemos ha anunciado que lo recurrirá al TC.
‹‹Artículo 58 bis. Utilización de medios tecnológicos y datos personales en las actividades electorales. 
1. La recopilación de datos personales relativos a las opiniones políticas de las personas que lleven a cabo los partidos políticos en el marco de sus actividades electorales se encontrará amparada en el interés público únicamente cuando se ofrezcan garantías adecuadas. 
2. Los partidos políticos, coaliciones y agrupaciones electorales podrán utilizar datos personales obtenidos en páginas web y otras fuentes de acceso público para la realización de actividades políticas durante el periodo electoral. 
3. El envío de propaganda electoral por medios electrónicos o sistemas de mensajería y la contratación de propaganda electoral en redes sociales o medios equivalentes no tendrán la consideración de actividad o comunicación comercial. 
4. Las actividades divulgativas anteriormente referidas identificarán de modo destacado su naturaleza electoral. 
5. Se facilitará al destinatario un modo sencillo y gratuito de ejercicio del derecho de oposición.»

El editorial Proteger los datos personales [“El País” (8-XII-2018)] [https://elpais.com] alerta de los riesgos de que los partidos accedan a las webs y redes sociales para conocer las ideas de los ciudadanos.‹‹La nueva Ley de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales, que ha entrado en vigor esta semana, encierra una inquietante paradoja: la misma norma que vela por la privacidad de los ciudadanos en el entorno online permite a los partidos políticos recopilar sin autorización datos personales obtenidos en páginas web y otras fuentes de acceso público para enviarles propaganda electoral personalizada a través del correo electrónico o las redes sociales. Estas actividades, según la ley, estarán amparadas en el interés público cuando se ofrezcan garantías adecuadas, pero en ningún caso la norma detalla en qué circunstancias rastrear los datos de los usuarios es de interés público ni cuáles son las garantías bajo las cuales los partidos pueden husmear en la vida electrónica de la gente.
La evolución tecnológica y la globalización han situado los datos personales que circulan por Internet y las redes sociales en un lugar preeminente. En una sociedad hiperconectada, donde una buena parte de las relaciones laborales, sociales y personales están supeditadas a la Red, los datos son una mercancía especialmente valiosa. Pero abrir la puerta a los partidos para que puedan elaborar perfiles ideológicos, sin necesidad de que recaben un consentimiento claro y expreso, no parece la mejor manera de proteger los datos privados.
El hecho de que esta prerrogativa fuera incorporada a la ley a través de una enmienda que apenas fue sometida a discusión, incrementa aún más los temores. Toda regulación que afecta a un derecho fundamental —y la protección de los datos personales lo es— debería requerir un debate profundo, sosegado y transparente en el Parlamento. En esta ocasión, todos los grupos, a excepción de Unidos Podemos, dieron el visto bueno definitivo a la ley en una sesión meteórica en el Senado.
La Administración tiene la obligación de permitir la libre circulación de los datos y también el deber de preservar su tratamiento para que la información privada no sea usada de manera fraudulenta. Solo desde una cándida ingenuidad se puede pensar que los partidos rastrearán las opiniones políticas de los ciudadanos para conocer simplemente sus inquietudes sobre el transporte, el calentamiento global o las becas. Se quiera o no reconocer, cabe el riesgo de que los datos sean utilizados para manipular al electorado o para degradar la vida democrática. El escándalo de Cambridge Analytica obliga a extremar las precauciones.
Esta ley, que refuerza los derechos digitales, obedece a una normativa comunitaria enfocada a garantizar que las personas tengan un control sobre sus datos, su uso y su destino, pero para ello son necesarias salvaguardas eficaces. La privacidad es un derecho que debe ser preservado en todo momento y los partidos no pueden eludir esta obligación ni estar en una posición de privilegio. Las autoridades independientes que velan por el cumplimiento de la ley tendrán que activar los mecanismos de vigilancia y estar muy atentas ante cualquier anomalía que los legisladores que aprobaron la norma parece que no han calibrado en su justa medida.››

FUENTES.
Internet.
[http://www.congreso.es] Texto de la LOPDGDDE (el artículo 58 bis en la p. 59).

Documentales / Vídeos.

La protección de datos es tu derecho, conócelo. 4 minutos.

Noticias. Orden cronológico.
Gómez, Rosario G. La nueva ley de protección de datos alarma a los expertos. “El País” (3-XII-2018). 
Pascual, M. G.; Rincón, R. La Agencia de Protección de Datos abre un frente con Bruselas. “El País” (31-XII-2021). PSOE y PP pactaron la renovación antes del concurso preceptivo.

Análisis y opiniones. Orden alfabético.
Editorial. Proteger los datos personales. “El País” (8-XII-2018). Los riesgos de que los partidos accedan a las webs y redes sociales para conocer las ideas de los ciudadanos.

Rallo Lombarte, Artemi. Ni Gran Hermano ideológico ni ‘spam’ electoral masivo. “El País” (3-XII-2018). A favor del 58 bis de la LOREG.

Salmerón Silvera, José Luis. Un torrente de información. “El País” (3-XII-2018). En contra del 58 bis de la LOREG.

martes, 4 de diciembre de 2018

Dosier: El puerto y la ciudad romana de Ostia.

Dosier: El puerto y la ciudad romana de Ostia.

Resultado de imagen de ostia antica

Reconstrucción ideal de la ciudad. [https://www.tripadvisor.es/LocationPhoto]

El artículo Ostia, el gran puerto de Roma  [“National Geographic” (XII-2018)] explica:
‹‹En la época de los emperadores Julio-Claudios, Roma era una inmensa ciudad, de más de un millón de habitantes, que absorbía la producción de todas las regiones del Imperio. Cada año llegaban a la Urbe miles de toneladas de trigo, aceite y vino para el consumo diario de los romanos; tejidos y metales para las manufacturas, animales salvajes para los espectáculos de circo...
Todo ello representaba un trabajo de abastecimiento colosal, que se hacía por tierra y, sobre todo, por mar. Tarea tanto más ardua cuanto que, para absorber este comercio, la ciudad poseía únicamente un puerto fluvial en la desembocadura del Tíber, junto a la antigua colonia de Ostia; un puerto de pequeñas dimensiones y que, a causa de la estrechez y de la poca profundidad del río, no podía acoger a los barcos de gran calado. Ello obligaba a trasvasar las mercancías en alta mar a pequeños barcos auxiliares, operación que ocasionaba a menudo naufragios; luego los navíos descargaban en Ostia o remontaban los 35 kilómetros que separaban Roma de la costa. La otra opción era descargar en Puteolum (Pozzuoli), cerca de Nápoles, y continuar el transporte por tierra, a lo largo de 250 kilómetros.
La situación cambió en el año 42 dC, cuando el emperador Claudio hizo construir, a casi cuatro kilómetros al norte de la colonia, dos muelles semicirculares en los que pudieron fondear por vez primera los grandes navíos mercantes; un gran faro ayudaba asimismo a la orientación de los pilotos. Pero el puerto de Claudio, inaugurado durante el reinado de Nerón y conocido como Portus Augusti Ostiensis, no fue suficiente para acabar con los naufragios. En 62 una tempestad hundió dentro del puerto doscientas embarcaciones cargadas de trigo. Por ello, en el año 113, en tiempos de Trajano, empezó a construirse un segundo fondeadero, de forma hexagonal, más apartado de la costa y unido al precedente y al Tíber por la Fosa de Trajano, el actual canal de Fiumicino.

Resultado de imagen de ostia antica

El puerto de Claudio en la costa y el puerto de Trajano, más protegido en el interior. [http://www.ancientpages.com/2018/11/29/ostia-antica-unique-ancient-harbor-city-in-the-suburbs-of-rome/]

Resultado de imagen de ostia antica

El puerto de Trajano. [la-parte-nascosta-di-ostia-antica]

La construcción de ambos puertos provocó una transformación radical de la antigua colonia. Su población aumentó rápidamente, y su urbanismo se adaptó a las necesidades derivadas de sus funciones portuarias. Ostia se convirtió en una ciudad bulliciosa, habitada por una masa de trabajadores empleados en el puerto, en la construcción o dedicados a la venta y manufactura de los productos que llegaban de ultramar. Para darles alojamiento, las antiguas casas unifamiliares de una sola planta, de tradición republicana, fueron sustituidas por bloques de viviendas de ladrillo de hasta cinco pisos de altura (insulae), en los que la gente humilde podía alquilar minúsculos apartamentos. Hoy día pueden observarse, conservados en excelente estado tras casi dos milenios de historia, los primeros pisos de aquellas insulae ostienses y las más de ochocientas tabernae o talleres que se han identificado hasta el momento, dispuestas regularmente a lo largo de las vías principales. Es, sin duda, uno de los paisajes urbanísticos más espectaculares del mundo romano.

Las corporaciones de obreros.
En Ostia trabajaba un gran número de artesanos, que se agrupaban en corporaciones, encargadas de defender los intereses de sus colegiados ante los funcionarios públicos. Algunas eran muy numerosas; por ejemplo, la de los carpinteros tenía más de 350 miembros a fines del siglo II d.C. Había también fabricantes y vendedores de estopa y de cuerdas y armadores de barcos (fabri navales). Cada grupo desarrollaba su actividad en un área propia, en la que se situaban las instalaciones industriales, almacenes, oficinas y puntos de venta, así como apartamentos, comedores comunales e incluso altares en los que rendir culto a sus divinidades protectoras. Independientemente de los centros de trabajo, las asociaciones profesionales contaban con sedes, llamadas scholae, en las que se desarrollaban banquetes y reuniones periódicas.

Resultado de imagen de ostia antica

Un edificio de oficinas de las scholae.

En el siglo II d.C., durante el gobierno de los emperadores Adriano, Antonino Pío y Cómodo, surgieron en el área septentrional de la ciudad gigantescos depósitos para almacenar el trigo y el resto de mercancías que se transportarían a la Urbe. Denominados en latín horrea, consistían en un conjunto de estrechos almacenes de planta rectangular, dispuestos en torno a un patio porticado, con robustas paredes de piedra reforzadas con contrafuertes y con suelos levantados sobre pilares de ladrillo, que garantizaban la conservación de los productos almacenados.
El intenso tráfico de barcos y de mercancías procedentes de todo el Mediterráneo hacía confluir en Ostia a un gran número de obreros que se empleaban en el puerto. Se contaban cientos de estibadores –llamados saccarii en referencia a su trabajo de carga y descarga de sacos en el puerto–, así como pregoneros para la venta al por mayor o buceadores profesionales llamados urinarii, expertos en el rescate de cargamentos sumergidos y dedicados también a la limpieza de pozos, cisternas y alcantarillas, de donde tomaban su nombre.
El puerto contaba asimismo con su cuota de funcionarios. Algunos, de la clase ecuestre, se encargaban de contratar la importación de las mercancías con los mercaderes y con propietarios de barcos (navicularii). Había un responsable del abastecimiento de grano, llamado procurator annonae, en cuya oficina trabajaban varios secretarios encargados de registrar las mercancías y los pagos efectuados sobre tablas enceradas (de ahí su nombre, tabularii). Otros funcionarios se encargaban del abastecimiento de aceite (procurator ad oleum) y de la importación de animales para los juegos del anfiteatro, como elefantes y camellos (llamados respectivamente procurator ad elephantos y praepositus camellorum). Los mensores tenían como tarea controlar el peso y la calidad de los productos. Un escuadrón de bomberos, los vigiles, ejercía a la vez de policía urbana.

Los bajos fondos de Ostia.


Una taberna y una insula de Ostia.

Como en todos los puertos, en Ostia había también muchos extranjeros y ciudadanos de paso en espera de una nave en la que zarpar o de un carro que los condujese a la cercana Roma. Se alojaban en hospederías o cauponae y frecuentaban mesones y bares llamados popinae, en los que se reunía la gente de peor calaña de la ciudad, tal como describe Juvenal en su Sátira VIII: “Manda, emperador, manda un enviado a Ostia y haz que busque a tu gobernador en alguna gran hospedería. Lo encontrarás borracho, tirado junto a un sicario, confundido entre los marineros, los ladrones y los esclavos fugitivos, en medio de los siervos del verdugo y los fabricantes de ataúdes baratos o los címbalos mudos de un invertido sacerdote de Cibeles”. Se cree que en estos locales también había prostitutas, ya que en Ostia no se ha localizado aún ningún burdel.

Resultado de imagen de ostia antica

Teatro de Ostia.

En los momentos de ocio, los ostienses podían disfrutar de los espectáculos que se celebraban en el teatro que Agripa, yerno de Augusto, había mandado construir a finales del siglo I aC y que Cómodo reconstruyó y amplió, hasta alcanzar un aforo de 4.000 espectadores. Es probable que en él también tuvieran lugar luchas de gladiadores y cacerías de animales, además de mimos y pantomimas.

Placeres y devoción.

Resultado de imagen de ostia antica

Baño termal.

A finales del siglo II dC Ostia contaba con tres establecimientos termales. El más antiguo, construido por Trajano, estaba junto a la Puerta Marina; las termas de Neptuno, construidas por liberalidad de Adriano, estaban situadas en el barrio oriental, y el complejo termal más reciente y suntuoso, sufragado por el prefecto del pretorio de Antonino Pío, se erigió en el centro, junto al foro. Todos ellos ofrecían, por un módico precio, letrinas, saunas, gimnasios y piscinas de agua caliente, templada y fría. Cabe señalar también el gran número de templos que se alzaban en la ciudad, consagrados tanto a las divinidades tradicionales romanas como a dioses extranjeros. En el foro, la plaza principal de Ostia, Adriano mandó erigir el Capitolium, un imponente templo de veinte metros de altura en el que se veneraba la Tríada Capitolina, formada por los dioses Júpiter, Juno y Minerva.

Ostia Antica & Ancient Tiber River Cruise Tour in Rome

La reutilización medieval de los muros de la ciudad.

Sin embargo, desde finales del siglo III Ostia se hundió en un imparable declive. Mientras la actividad portuaria se concentraba en la vecina ciudad de Portus, el brazo del Tíber que pasaba por Ostia se colmató de arena y se volvió impracticable. En poco tiempo, la población de Ostia disminuyó y los negocios empezaron a cerrarse. Fue abandonada en la Edad Media y durante el Renacimiento sus ruinas fueron saqueadas en busca de materiales de construcción. Sólo a finales del siglo XVIII los arqueólogos rescataron aquella ciudad olvidada, cuyos edificios y calles evocan magníficamente, como los de Pompeya, la vida diaria de los romanos de la Antigüedad.››

Fuentes.
Internet.
[http://www.bsr.ac.uk/site2014] Textos de Simon Keay sobre ‘Roma, Portus y el Mediterráneo’ (2012).

Conferencias.


Ciudades de la Antigüedad Mediterránea. Un paseo por Ostia Antica. Conferencia de José María Luzón. Fundación Juan March. 1:02:07. [https://www.youtube.com/watch?v=qdhHM-A4amU

Libros.
Johnston, Harold W. La vida en la antigua Roma. Alianza. Madrid. 2010. 440 pp.
Pavolini, Carlo. La vita quotidiana a Ostia. Laterza. Roma. 2010. 304 pp.

Artículos.
Redacción. Ostia, el gran puerto de Roma. “National Geographic” (XII-2018). [https://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/ostiaSituada a 35 kilómetros de Roma, en la desembocadura del río Tíber, Ostia se convirtió en la principal vía de entrada a la capital cundo el emperador Claudio construyó un gran puerto en el 42 dC y lo ampliara Trajano en el 113.