España. Dosier: La contaminación acústica.
Los motores de los vehículos, los aviones y la mayoría de las actividades humanas, sobre todo en las ciudades, producen un nivel de ruido, especialmente pernicioso a partir de los 50 decibelios.
Causas.
Tiene un carácter local y una fuerte desigualdad espacial: ciudades, vías de comunicación, aeropuertos, fábricas, oficinas... Principales focos de emisión son las máquinas, los vehículos, discotecas y centros de espectáculos...
Efectos.
Ha sido todavía poco estudiada en sus efectos, pero hoy se conoce que produce perniciosos efectos sobre el hombre a partir de los 50 decibelios (db), sobre todo si son constantes y semiconstantes. Se produce nerviosismo, irritación, pérdida de concentración y de audición (40 años de trabajo de 8 horas diarias a un nivel de 70 db producen la sordera total).
Texto de comentario en clase.
El artículo de Pablo Linde El ruido también mata [“El País” (6-I-2020) https://elpais.com/sociedad/2020/01/02/actualidad/1577981747_643301.html]
resume el problema, que causa
cada año en Europa 16.600 muertes prematuras y más de 72.000 hospitalizaciones,
especialmente por culpa del tráfico, y esboza las soluciones de
los expertos:
‹‹La contaminación mata. Lo hace esa que forma una
boina anaranjada sobre las ciudades y otra que no se ve, pero se oye. El ruido
causa 16.600 muertes prematuras en Europa y 72.000 hospitalizaciones al año,
según la Agencia Europea del Medio Ambiente. El principal responsable es el
tráfico rodado, primer culpable también de la emisión de los gases que
envenenan el aire que causan en España 10.000 muertes prematuras al año, según
la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Enfermedades cardiovasculares, hipertensión, trastorno
del sueño, bajo rendimiento, deterioro cognitivo, tinnitus o sordera, son
enfermedades con las que la contaminación acústica tiene relación directa y
clara. Algunas investigaciones también apuntan que algunos problemas del
embarazo, obesidad y diabetes están asimismo asociados a un ruido excesivo,
algo que sufren durante el día casi la mitad de los europeos y alrededor de un
tercio por la noche.
Como sucede con la polución del aire, es imposible
determinar en casos individuales cuándo las dolencias se deben específicamente
al ruido, ya que suelen ser multifactoriales. Para sacar sus conclusiones, los
científicos se basan en análisis epidemiológicos de grandes poblaciones; pero
cuando en una persona se mezcla una exposición prolongada con ciertos síntomas
no es raro que la contaminación acústica tenga un papel importante.
Los problemas de insomnio de Alex Mas llegaron cuando
se mudó a la Plaza del Sol, en Barcelona. “Yo dormí toda la vida como un
tronco. Desde que estoy aquí, eso cambió, y me hizo ‘clic’; ya ni con silencio
puedo conciliar bien el sueño”, relata este vecino de una zona de ocio nocturno
y botellón, uno de los 13 millones de europeos que sufre trastornos del sueño
por el sonido excesivo. “A partir de ahí, se junta con un trabajo muy intenso y
he desarrollado estrés y ansiedad”, relata.
Los mecanismos por los que la contaminación acústica
afectan a la salud van siendo cada vez más conocidos. Julio Díaz, jefe del
Departamento de Epidemiología de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto
de Salud Carlos III, explica que el cuerpo vive el ruido como una agresión: “Lo
que buscas es repelerla, así que hace falta que los músculos tengan energía,
por lo que aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca, para que les
llegue más oxígeno”. Este sería el origen de los problemas cardíacos y la
hipertensión. “También se genera más glucosa para proporcionar energía, pero
como es una agresión ficticia, no se elimina realmente”. Esto, asegura Díaz,
explicaría la relación con la diabetes y la obesidad. “Por otro lado, para que
todo esto funcione hace falta cortisol. Existen estudios que demuestran que los
niveles altos de esta sustancia bajan el sistema inmunológico. Así, una
infección controlada puede dejar de estarlo”, relata el experto para mostrar la
relación del ruido con las enfermedades respiratorias. Para apoyar esta tesis,
se vale de investigaciones como una que examinó a un niño en una habitación
ruidosa y otra silenciosa. El cortisol del primero en la saliva era mucho más
elevado que en otro. “Esto tiene un claro impacto en la salud”, concluye Díaz.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en
octubre de 2018 una nueva guía del ruido haciendo un repaso a toda la
literatura científica, en la que bajaba los umbrales de exposición que
considera seguros. Recomienda reducir los niveles por debajo de 53 decibelios
durante el día y 45 por la noche para el tráfico rodado, la fuente más común.
“El problema de España es que no cuenta con estudios a largo plazo”, explica el
investigador del Carlos III. Su equipo sí ha hecho varios a corto en Madrid,
que muestran que tras picos de exposición sonora incrementan los ingresos
hospitalarios de forma similar a lo que
hacen los gases procedentes de la combustión de los vehículos. “Comprobamos que
aumentan por causas circulatorias y respiratorias en el año 2000; luego, en
2007, que producía más ingresos en niños, especialmente por neumonía. Y, en
2014, ratificamos que es capaz de producir más ingresos por impactos
cardiovasculares y diabetes, veremos si también causa muertes”, subraya. Para
llegar a estas conclusiones se comparan mediciones de ruido con los registros
hospitalarios.
María Foraster, una de las autoras de la guía de la
OMS e investigadora del instituto de salud ISGlobal, financiado por la
fundación LaCaixa, explica que estamos en un momento en que las cifras pueden
evolucionar con nuevos estudios. Podrán realizarse tras analizar los mapas de
ruido que los municipios de más de 100.000 habitantes tienen que publicar cada
cinco años. La experta asegura que reducir la morbilidad por ruido pasa
necesariamente por reducir el tráfico en las ciudades: “Es un doble beneficio,
porque también se ataja la contaminación atmosférica”.
“Lo ideal es planificar ciudades en las que no se
urbanice cerca de las calles donde pasan vehículos, que tengan espacios de
tranquilidad. En las que ya están hechas se pueden poner barreras,
aconsejablemente naturales, que tiene más beneficios, pero no siempre es
fácil”, subraya Foraster. En su opión, medidas como la restricción del tráfico
por zonas son otro camino positivo. “Madrid central sería una buena propuesta.
Olas supermanzanas de Barcelona”, añade.
Esta iniciativa urbana consiste en cortar a la
circulación manzanas completas, o restringirlas al máximo, de forma que solo
puedan pasar los residentes, ganando a la vez espacio para otros equipamientos,
como canchas deportivas o lugares de esparcimiento. Un estudio de ISGlobal en
Barcelona estimaba que la ciudad podría ahorrar hasta 20 millones de euros
anuales en atención sanitaria con este tipo de infraestructura.
En la plaza del Sol, donde vive Alex Mas, las
comunidades de propietarios llevan años quejándose por el ruido. La organización
Ideas For Change hizo un piloto para medir la contaminación acústica y hallar
soluciones. Después de estudiar la situación, propusieron cuatro: instalar
jardineras en las escalinatas donde más gente se reunía para impedir que se
reunieran tantas personas, reduciendo así el sonido que emiten; crear un parque
infantil para fomentar otro uso del espacio; aumentar la actuación de la
guardia urbana; y mejorar la cartelería y la información sobre las molestias
que causaba allí el ocio nocturno. Todavía no se han publicado las nuevas
mediciones que determinen qué éxito han tenido estas iniciativas. Pero los
vecinos, aseguran, siguen perdiendo el sueño por el ruido. Probablemente,
también la salud.
Los datos del
ruido en Europa.
Exposición al ruido en Europa:
El 40% de la población está expuesta a niveles de
ruido diurnos por el tráfico rodado superiores a 55 decibelios (dB); el 20%, a
más de 65. Por la noche, más de un 30% está expuesto a niveles superiores a 55
dB.
Personas afectadas:
13 millones de personas sufren alteraciones del sueño.
72.000 hospitalizaciones anuales.
16.600 muertes prematuras anuales.
Enfermedades asociadas:
Estrés, trastorno del sueño, alteración de la conducta
y bajo rendimiento, hipertensión, enfermedades del corazón. Posiblemente:
diabetes y obesidad.
Recomendaciones de la OMS en exposición a ruidos:
Tráfico: menos de 53 dB de día y de 45 dB de noche.
Trenes: menos de 54dB de día y 44 dB de noche.
Aviones: Menos de 45dB de día y de 49 dB de noche.
Ruido causado por ocio: menos de 70 dB de exposición.››
FUENTES.
Internet.
Ceberio, Mónica; Gosálvez, Patricia (textos); Rajotte, James (fotos). El estruendo de la ciudad contemporánea.
“El País” Semanal. [https://elpais.com/agr/ruido_el_enemigo_sigiloso/a?rel=listapoyo]
Documentales / Videos.
¿Qué es la contaminación acústica? (30-VIII-2018). 3 minutos. [https://www.youtube.com/watch?v=DPJfYfVTyZU]
Ruido urbano, contaminación acústica.
Canal Sur (22-II-2017). 6 minutos. [https://www.youtube.com/watch?v=W5TikhIPKYo]
La contaminación acústica
(2011). 14 minutos. [https://www.youtube.com/watch?v=zk2HmZsWpxc]
Contaminación Sonora (24-II-2016).
14 minutos. [https://www.youtube.com/watch?v=5ZrcvMFdG4c]
Noticias.
Orden cronológico.
Viúdez, J. Desquiciados por el ruido. “El País” (7-IV-2014)
34. La contaminación acústica en España. Cuatro artículos sobre casos extremos
en 34 y 35.
Redacción. Ceuta
debe indemnizar a un vecino por el ruido producido. “El País”
(10-X-2016). Debe pagar 60.000 euros más intereses y costas a un vecino
por no haber impedido durante 10 años que dos locales nocturnos sobrepasasen el
límite legal de ruido.
Análisis y opinión. Orden alfabético.
Linde, Pablo. El ruido también mata.
“El País” (6-I-2020).