OP UD 16. LOS PAISES IBEROAMERICANOS:
PROBLEMÁTICA ECONÓMICA Y SOCIAL.
INTRODUCCIÓN.
1. EVOLUCIÓN
SOCIO-ECONÓMICA IBEROAMERICANA EN EL SIGLO XX.
1.1. LA PRIMERA
MITAD DEL SIGLO XX (1900-1945).
Problemas
sociales y un periodo de prosperidad, excepto la crisis de 1929-1934.
La creciente
dependencia de EE UU.
Las dictaduras y
el populismo reformista.
1.2. LA SEGUNDA
MITAD DEL SIGLO XX (1945-1998)
La larga crisis
(1945-1975) y el predominio de EE UU.
El populismo y
las dictaduras.
La falsa
prosperidad del periodo 1975-1982.
El retorno a la
democracia y las reformas (años 1980).
El triunfo de la
democracia y del neoliberalismo (años 1990).
2. SOCIEDAD.
2.1. POBLACIÓN.
ETAPAS DE LA
EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA.
1) 1800-1930.
2) El boom
demográfico (1930-1998).
EL MODELO
DEMOGRÁFICO ACTUAL.
LA DISTRIBUCIÓN
DESIGUAL.
LA MASIVA
URBANIZACIÓN.
LA DIVERSIDAD RACIAL
Y CULTURAL.
La diversidad
racial.
La diversidad
cultural.
2.2. PROBLEMÁTICA
SOCIAL.
El excesivo
crecimiento demográfico.
La desigualdad
socioeconómica.
La pobreza de las
clases populares.
Las consecuencias
en la sociedad.
3. ECONOMÍA.
3.1. EL SECTOR
PRIMARIO.
La estructura
agraria: el predominio del latifundio.
LA PRODUCCIÓN
AGRARIA.
Agricultura.
Ganadería.
Explotación
forestal.
Pesca.
3.2. EL SECTOR SECUNDARIO.
MINERÍA Y ENERGÍA.
Los modelos:
exportador y de mercado interior.
Los recursos y la
producción.
INDUSTRIA.
Los modelos
industriales: desarrollado, semidesarrollado y subdesarrollado.
3.3. EL SECTOR
TERCIARIO.
TRANSPORTES.
COMERCIO INTERIOR.
COMERCIO EXTERIOR.
Los bloques
comerciales.
TURISMO.
FINANZAS.
OTROS SERVICIOS.
3.4. LA PROBLEMÁTICA
ECONÓMICA Y LAS REFORMAS.
Agricultura y
reforma agraria.
El problema de la
deuda externa.
La liberalización
económica y las inversiones extranjeras.
LA ACTUALIDAD.
Una época de
prosperidad.
El debate sobre
las políticas económicas.
La situación en 2012.
INTRODUCCIÓN.
La UD se centra en
la problemática social y económica, insertándola dentro de un conocimiento
general de su sociedad y su economía. Interesa sobre todo el proceso de su
subdesarrollo y las políticas que se han emprendido para superarlo. El análisis
histórico, que necesita cierta distancia temporal, termina aproximadamente en
el año 2000, aunque se ocasionalmente se incluyen datos posteriores, que en
todo caso se actualizan en el blog Heródoto, en la entrada La situación actual de Latinoamérica, así como en las entradas
respectivas de cada país.
Mapas políticos de Latinoamérica.
Mapa lingüístico de América.
Los conceptos
más usados para referirse a esta región son:
- Hispanoamérica,
definida por el habla hispana.
- Iberoamérica, la
anterior más el Brasil de habla portuguesa.
- América Latina, la
anterior más el resto de países al sur del Río Grande, o sea, del Caribe y las
Guyanas británica, la francesa y la exholandesa Surinan. El término equivalente
de Latinoamérica es de origen francés (hacia 1860) y es el más usado en
Geografía.
Hay un panamericanismo
latino, basado en un extendido sentimiento de comunidad en lo lingüístico,
cultural, económico y social, pero la mayor parte de los procesos de unión
política han fracasado, debido a las pugnas entre las élites políticas que
dominaban los respectivos países. Recientemente, empero, está surgiendo
institucionalmente mediante organismos como la OEA (Organización de Estados
Americanos), el Mercosur (mercado común de Brasil, Argentina, Uruguay y
Paraguay, que está en vías de extenderse a Chile y Bolivia), el Grupo Andino, las
Cumbres Iberoamericanas (desde 1991), etc.
En América se
distinguen los países de América del Norte (EE UU y Canadá), los del Caribe
(las antiguas colonias de Gran Bretaña, Francia y Holanda) y los de
Iberoamérica (antiguas colonias españolas y el Brasil portugués), y estos
últimos son los que estudiamos aquí, por lo que usaremos sobre todo el término
Iberoamérica.
Resumen.
La división política
iberoamericana se origina en la división administrativa del Imperio español y
portugués, con su consolidación en las guerras de Independencia de principios
del s. XIX. Mientras que España dominaba el continente y las islas de Cuba,
Santo Domingo y Puerto Rico, y Portugal dominaba Brasil, en el Caribe hay
numerosas ex-colonias recientes de Gran Bretaña, Francia y Holanda.
La problemática
política, social y económica es muy grave: golpes de Estado, corrupción
política, presión demográfica, problemas alimentarios, urbanización masiva,
pobreza y subdesarrollo, deuda externa, dependencia exterior...
La zona ha padecido
fuertemente el neocolonialismo europeo y norteamericano, en un proceso común a
todos los países.
1. EVOLUCIÓN
SOCIO-ECONÓMICA IBEROAMERICANA EN EL SIGLO XX.
1.1. LA PRIMERA
MITAD DEL SIGLO XX (1900-1945).
Problemas
sociales y un periodo de prosperidad.
Iberoamérica en
estos decenios experimentó una explosión demográfica, con migraciones internas
(éxodo rural), explotación de nuevas tierras, urbanización e industrialización.
La economía progresó
en la mayoría de los países, por la intensa inmigración europea; las
exportaciones de alimentos y materias primas, sobre todo durante las dos
guerras mundiales; y el éxito de las primeras reformas económico-sociales.
El impacto de la Gran
Depresión (1929-1934), aunque fue mucho menor que en EE UU y Europa, afectó
gravemente a Iberoamérica al principio, por su gran dependencia del mercado y
los capitales de EE UU y Europa, al caer los mercados exteriores. La miseria
fue generalizada en los primeros años 1930 y se instauraron muchos regímenes
autoritarios. Pero pronto llegó la recuperación (1935-1945), apoyada en
la iniciativa de una nueva clase empresarial iberoamericana y, sobre todo, en
el aumento de la demanda de los aliados durante la II Guerra Mundial. Así, hubo
un sólido crecimiento desde 1935 hasta 1945. La exportación de materias
primas, la disminución de importaciones de productos manufacturados y el superávit
comercial, explican que gran parte de la deuda exterior fuera amortizada y
algunos países se industrializaran con éxito (Argentina, México, Brasil). Hacia
1945 algunos países de Iberoamérica, sobre todo los del Cono Sur, tenían un
nivel de vida muy superior al de Europa Occidental y parecían insertos
definitivamente entre los países más desarrollados.
Los desequilibrios
sociales eran muy fuertes, entre la minoría de criollos que dominaban las
tierras y la mayoría de mestizos e indios explotados, de un modo muy semejante
al de la América colonial.
La creciente
dependencia de EE UU.
En este periodo se
cambió progresivamente la dependencia europea por la dependencia
norteamericana, sobre todo después de 1914. Los acontecimientos más
importantes de este proceso de cambio fueron: en 1898 la independencia de Cuba
y la soberanía de EE UU sobre Puerto Rico, seguida de los protectorados
norteamericanos sobre Cuba (1901), Haití (1916) y Santo Domingo (1924), y de
las intervenciones en Panamá (1903), que se separó de Colombia, a fin de
dominar el canal, en México (1914) y en otros Estados centroamericanos. Era la
política del big stick, que convirtió el Caribe en un lago
norteamericano.
La presidencia
demócrata de Roosevelt adoptó una nueva política de solidaridad y
confianza mutua, que liquidó en 1934 los protectorados de EE UU sobre Cuba,
Haití y Santo Domingo, y se retiró de Nicaragua. En los años siguientes la
presencia del capital norteamericano superó al británico.
Las dictaduras y
el populismo reformista.
Por el cambio y la
conflictividad social nacieron partidos democráticos y movimientos
revolucionarios. Para controlar esta conflictividad, las clases conservadoras y
las potencias extranjeras favorecieron regímenes políticos presidencialistas
(la mayoría demagógicos e ineficaces) o dictaduras militares con caudillos,
salvo contadas excepciones (Brasil, Chile, Argentina, Uruguay...). Todo esto
explica las recurrentes revoluciones, en especial la que estalló en
México en 1910, que fue un modelo para otros cambios en Iberoamérica, con sus
medidas de reforma agraria, nacionalización de las empresas extranjeras, alfabetización...
En cambio, los conflictos entre países fueron escasos, destacando sólo
los de Paraguay y Bolivia por el dominio del Chaco (1928-1929, 1932-1935). Ante
la crisis de los primeros años 1930, las fuerzas armadas instauraron nuevas dictaduras
en varios países antes democráticos.
Por otra parte, el populismo
reformista arraigó con fuerza (continuó en varios países hasta los años
1970). Era un movimiento ideológico con características de nacionalismo y
caudillismo (militar o civil autoritario). Destacaron los ejemplos de México
(Cárdenas, tal vez el más reformista social de los presidentes mexicanos) y
Argentina (justicialismo/peronismo de Perón, inspirado en el fascismo).
1.2. LA SEGUNDA
MITAD DEL SIGLO XX (1945-1998)
La larga crisis
(1945-1975) y el predominio de EE UU.
Pero desde 1945, con
la caída de las exportaciones y una contracción del crecimiento y la aparición
de la Guerra Fría, la economía sufrió gravemente. Muchas empresas industriales
y comerciales se hundieron, el paro aumentó, y la conflictividad social creció.
El hemisferio volvió
a depender del capital norteamericano, expresado en una proliferación de
multinacionales que explotaban los recursos naturales y dejaban muy pocos
beneficios en la zona. Así, en los años 80 el capital norteamericano poseía el
80% de la siderurgia, el 90% de la minería y el 30% de los restantes sectores
industriales. Se había perdido una oportunidad histórica de desarrollo.
El populismo y
las dictaduras.
Como respuesta a la
crisis, el populismo se extendió en los años 50 y 60 a Perú (aprismo), Venezuela
(Gómez), Brasil (Vargas), Ecuador (Velasco Ibarra), Guatemala (Arbenz). Pero
estos experimentos reformistas fracasaron a la larga, por no superar los
problemas económicos y sociales y por la oposición a las reformas por parte de
EE UU (atemorizados por la amenaza soviética) y de las oligarquías apoyadas en
los generales golpistas más conservadores, que aplastaron a los movimientos
reformistas en los decenios de 1950 y 1960 e instauraron largas y sangrientas dictaduras
(Guatemala, Nicaragua, Paraguay...). Sólo a veces los golpes de Estado
militares tenían una fuerte base popular porque eran “desarrollistas”: su
objetivo era desarrollar económica y socialmente los países (el caso peruano es
significativo), pero volvieron a fracasar por la contradicción de que uno de
los grupos dominantes (el ejército) hiciese una reforma contra sus intereses.
Sólo triunfó
políticamente un movimiento revolucionario de base popular, en Cuba
(1959, revolución castrista), que impulsó un régimen comunista que expropió las
empresas extranjeras y colectivizó la economía. Pero su adscripción comunista
conllevó la enemistad de EE UU y un aumento de la tensión en el Caribe.
Finalmente, el régimen cubano fracasará en lo económico.
En suma, Iberoamérica
sufrió una grave y continua crisis social y económica entre 1945-1975, y
perdió el tren del desarrollo, debido a una serie de problemas (muchos de los
cuales aún perduran):
- Excesivo
crecimiento demográfico, por el aumento de la natalidad y el descenso de la
mortalidad, con un rejuvenecimiento de la población.
- Urbanización
rápida, que multiplicó el número y la población de las ciudades, con graves
problemas de integración social.
- Grandes problemas
sociales: analfabetismo, desempleo, falta de sanidad y vivienda, etc.
- Proceso acelerado
de industrialización, costoso, ineficiente, desigual y mal planificado.
- Proteccionismo
ineficaz, por un Estado proteccionista que arruinó a los países al sostener
costosos sectores improductivos en aras de los intereses de una minoría
dirigente.
- Dependencia del
mercado mundial de materias primas.
- Inflación
exorbitante.
- Neocolonialismo
financiero.
- Inestabilidad
política.
La falsa
prosperidad del periodo 1975-1982.
El periodo 1975-1982
fue de relativa prosperidad, pese a la crisis de las economías occidentales,
gracias al aumento de los precios del petróleo y de las materias primas, pero
era un crecimiento ficticio, mal planificado, con un gran despilfarro y
corrupción, que sólo enriqueció a las clases dominantes y alimentó una enorme
deuda exterior e inflación en Venezuela, Brasil, México, Argentina..., por lo
que cayeron varias de las últimas democracias en el Cono Sur (Chile, Argentina,
Uruguay). El único movimiento popular que triunfó fue el de Nicaragua (1980,
Frente Sandinista), que después sería ahogado económicamente por EE UU.
El retorno a la
democracia y las reformas (años 1980).
A mediados de los
años 80 era evidente que las dictaduras militares, que habían sido amplia
mayoría en los años 60 y 70, no solucionaban los graves problemas del
subdesarrollo y que la tensión social amenazaba extender las revoluciones. Las
clases dominantes y EE UU cambiaron su política entonces, favoreciendo la
restauración de la democracia y reformas económico-sociales para estabilizar
los países. Durante el decenio de los 80 han vuelto en todos los países los
regímenes democráticos y se emprendieron reformas económicas
neoliberales, con un alto costo económico y social, a fin de sanear las
economía.
El éxito político no
fue seguido al principio del económico, porque si en los años 80 la economía
mundial creció, en cambio en Iberoamérica la economía se colapsó por el
continuo descenso del precio del petróleo y las materias primas. Una excepción
fue Chile, beneficiado por una política económica de liberalización durante la
dictadura de Pinochet según el modelo de los “Cuatro Dragones” asiáticos y que
ha consolidado las bases de un desarrollo sostenido.
El triunfo de la
democracia y el neoliberalismo (años 1990).
El triunfo de la democracia
se ha consolidado en los años 90, pese a las dificultades temporales, gracias
al fin de la Guerra Fría (caída de la URSS, 1989). En 1998 sólo subsiste una
dictadura en el continente, el régimen comunista de Cuba, con terribles
problemas causados tanto por su involución interna como por el boicot
norteamericano.
En los años 90 el modelo
neoliberal (tomando como ejemplo a Chile) ha sido seguido por otros países:
Argentina, México, Perú, Brasil, etc., con resultados en general excelentes aunque
su costo social sea muy grande debido a que el FMI exige políticas de reducción
de los gastos sociales. En una aparente contradicción el triunfo del neoliberalismo
está consiguiendo en los años 90 un crecimiento económico, pero no la
disminución de las desigualdades sociales.
2. SOCIEDAD.
2.1. POBLACIÓN.
ETAPAS DE LA
EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA.
Hacia 1800, al final
de la etapa colonial, la América española contaba con unos 20 millones de
habitantes, con mayoría de indios y mestizos, y un 20% de blancos; en Brasil,
con unos 3 millones de habitantes, el 50% era de raza negra. Era una población
en lento pero continuo aumento desde el s. XVIII. Desde entonces, se pueden
distinguir dos etapas demográficas:
1) 1800-1930.
Durante el siglo
XIX y hasta 1930 la población evolucionó según un modelo de transición: alta
natalidad (40-50 por mil), alta mortalidad (30 por mil), alta
inmigración de origen europeo. La diversidad étnica se incrementó y
consolidó por la llegada de nuevos esclavos africanos a Brasil y Cuba, inmigrantes
chinos y japoneses, y la llegada masiva de inmigrantes europeos: 14 millones
entre 1850 y 1930, en su mayoría hacia Argentina, Brasil y Uruguay. Se pueden
diferenciar ya entonces las áreas de predominio europeo (Argentina, Uruguay,
Chile, Brasil meridional), negroafricano (Antillas, noreste brasileño),
indomestizo (Andes, México).
2) El boom
demográfico (1930-1998).
Desde los años 1930
Iberoamérica vive un enorme crecimiento demográfico: de los 104 millones
de habitantes de 1930, 140 millones en 1940 y de 440 millones en 1991 y 474
millones de 1994.
El crecimiento (1,9%
anual) alcanzó su máximo en los años 50 y 60 (2,8%) gracias al mantenimiento de
la alta fecundidad y al descenso de la mortalidad debido a la
mejora de la sanidad. En cambio, desde los años 30 la corriente inmigratoria
se redujo hasta casi desaparecer en los años 50 y convertirse en un foco
de emigración: más de 20 millones de iberoamericanos han emigrado, casi
todos a EE UU.
EL MODELO
DEMOGRÁFICO ACTUAL.
Es un modelo aún de
transición, excepto en los países más desarrollados (Argentina, Uruguay y
Chile).
En 1995 la población
era de 490 millones de habitantes, el 8,4% del total mundial.
El índice de crecimiento
es del 1,7% en 1990-1995, un poco superior a la media mundial (1,5%).
El índice de natalidad
es del 25% en 1990-1995, que está en la media mundial, como el índice de fecundidad,
con 2,93 en 1990-1995.
El índice de mortalidad
es muy bajo, con 6,7% en 1990-1995 y el índice de mortalidad infantil es
de 40 en 1990-1995, por debajo de la media mundial (62), pero muy por encima
del de América del Norte (9).
La esperanza de
vida ha llegado a 68,5 años en 1990-1995.
LA DISTRIBUCIÓN
DESIGUAL.
La población está
desigualmente distribuida.
En el interior
tropical de América del Sur, la densidad humana es inferior a 1 hab/km²,
mientras que hay altas densidades en las tierras altas mesoamericanas y las
cuencas andinas, y hay grandes concentraciones urbanas en los núcleos costeros
(separados por grandes espacios semivacíos).
LA MASIVA
URBANIZACIÓN.
Aunque la mayoría de
la población vive en el medio rural hay países muy urbanizados
(Argentina, Uruguay, México...).
Las grandes urbes
(sobre todo las grandes capitales) crecen de modo espectacular, como Ciudad de
México (20 millones), Sao Paulo (15), Buenos Aires y Rio de Janeiro (10, Lima y
Santiago de Chile (5).
LA DIVERSIDAD RACIAL
Y CULTURAL.
La diversidad
racial.
Hay una gran
diversidad racial en Iberoamérica, aunque atenuada por la importancia de las
uniones interraciales.
Se pueden clasificar
los países por el grupo racial dominante:
- América “blanca”:
Argentina, Uruguay, Costa Rica.
- América “india”:
Perú, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Guatemala... Sobre todo en la cordillera de
los Andes.
- América “negra”:
Haití, Jamaica, algunas regiones de Brasil (noreste).
Pero en casi todos
los países hay una gran diversidad de razas y una mayoría de mestizos (y, en
menor proporción, de mulatos), especialmente en Brasil, México, Colombia,
Venezuela y Chile.
La diversidad
cultural.
La principal
diversidad no es racial, sino cultural: no se distingue al blanco, mestizo,
indio o negro, sino al que vive como tal. Estas diferencias culturales están
marcadas por el lugar que cada grupo ocupa en el sistema social. Los “blancos”
y su modo de vida personifican a las clases altas (y la clase media urbana),
mientras que indios y negros se identifican con la cultura de las clases más
bajas, y en medio están los mestizos y mulatos.
2.2. LA PROBLEMÁTICA
SOCIAL.
Los problemas
sociales básicos son:
- El excesivo
crecimiento demográfico.
- La desigualdad
socioeconómica.
- La pobreza de
las clases populares.
El excesivo
crecimiento demográfico.
Hay un excesivo
crecimiento de la población por encima del aumento del PIB, gracias al
crecimiento vegetativo explosivo. Iberoamérica es la región del mundo con mayor
índice de crecimiento demográfico, sobre todo en las clases populares más
pobres y analfabetas, por lo que urge una política más eficaz de control de la
natalidad, basada sobre todo en la educación de la mujer y la mejora de su
condición social.
La gran
desigualdad socioeconómica.
Destacan las enormes
desigualdades sociales entre las clases sociales. Por un lado están los
terratenientes y la burguesía burócrata y financiera, y por otro lado están los
campesinos y el proletariado urbano. Según un informe PNUD (1995), en 12 países
iberoamericanos, con más de 360 millones de personas, el 20% más rico obtiene
ingresos de 8,1 a
32,1 veces mayor que el 20% más pobre, mientras que tal relación es de tan sólo
6,1 en los países de la Unión Europea.
La pobreza de las
clases populares.
La pobreza de las
clases populares es particularmente penosa. Las estadísticas son impactantes.
Según el informe CEPAL (1995): ‹‹casi la mitad de los latinoamericanos vive en la pobreza y 94 millones
no cuentan con los recursos necesarios para alimentarse adecuadamente››. Según otra estadística, más de
160 millones de personas, un 37% de la población, son pobres (incluyendo en
esta categoría a quienes disponen de unos ingresos inferiores a dos dólares
diarios por persona).
Las consecuencias
en la sociedad.
Todo ello repercute
en estos negativos efectos:
- Grandes
aglomeraciones urbanas con enormes masas de subproletariado paupérrimo, que
viven en barrios de chabolas. Hacia 1995 había un déficit de 35 millones de
viviendas, lo que afectaba a 170 millones de personas, y en 2012 había un
déficit similar, pese a que se han construido decenas de millones de casas.
- Insuficiencia
alimentaria.
- Alta tasa de
analfabetismo (salvo en los países del cono Sur).
- Baja tasa de
escolarización.
- Infraestructura
sanitaria escasa.
- Elevadas tasas de
mortalidad infantil.
- Esperanza de vida
corta en las clases populares.
- Alto nivel de
desempleo.
- Excesiva
proporción de población activa en la agricultura, con escasa industrialización
y débil terciarización.
- Baja renta per
cápita.
- Excesivo peso del
sector estatal.
- Inestabilidad
política y social, con recurrentes revueltas sociales (Perú, Venezuela,
Argentina).
- Amenaza constante
de violencia debido al golpismo militar (Venezuela), las fuerzas paramilitares
(Colombia, El Salvador, Guatemala), las guerrillas (Colombia, Perú) y las
mafias de narcotraficantes (Colombia).
- Corrupción
política al más alto nivel (casos de México, Perú, Venezuela, Brasil...).
3. ECONOMÍA.
3.1. EL SECTOR
PRIMARIO.
La estructura
agraria: el predominio del latifundio.
La estructura
agraria iberoamericana está caracterizada por la polarización gran
propiedad-minifundio. Hacia 1990 el 2% de los propietarios poseía el 50% de
las tierras, el 28% dominaba el 47,5% de las tierras y el 70% restante de
propietarios se contentaba sólo con el 2,5% final de las tierras.
Salvo en aquellos
países que se han visto afectados por reformas agrarias significativas o
procesos industriales importantes, el latifundio, bajo distintas
modalidades, constituye el eje central de la economía rural, con varias formas:
Las plantaciones
se hallan en las tierras bajas tropicales, están totalmente volcadas hacia la
exportación, en un régimen de monocultivo casi total y emplean tecnologías
avanzadas. Frecuentemente están controladas por empresas extranjeras.
Las estancias,
propias de la región del Plata, se vuelcan a la ganadería y la cerealicultura
extensivas, tienen mayor diversidad de cultivos y atienden una demanda interna
y externa. Están en manos de propietarios locales.
Las haciendas,
extendidas sobre las tierras altas mesoamericanas, el macizo andino y el sertao brasileño, es una forma de
explotación ligada a la economía campesina, que las proveen de mano de obra
semigratuita: los minifundistas que trabajan a cambio del usufructo de pequeñas
parcelas o bajos salarios.
La pequeña
explotación es el resultado de varios procesos (desarticulación de las
comunidades indígenas, reformas agrarias, planes de colonización, ocupación de
facto). Se mueve entre la economía de subsistencia y el dominio del latifundio.
Sólo excepcionalmente el pequeño campesinado alcanza la prosperidad, cerca de
las grandes urbes. Sufre la opresión de una distribución que le impone bajos
precios.
LA PRODUCCIÓN
AGRARIA.
Agricultura.
Continúa un uso
inadecuado de la tierra: vastas zonas fértiles son cultivadas extensivamente,
mientras que otras zonas poco fértiles pero superpobladas son sobreexplotadas
intensivamente.
La agricultura de
Iberoamérica tiene dos sectores muy diferenciados, uno de subsistencia y otro
comercial:
- Un sector de
agricultura de subsistencia de escasos rendimientos, en manos de
pequeños propietarios, que cultivan con métodos tradicionales productos
alimentarios para el autoconsumo: maíz, hortalizas...
- Un sector de
agricultura comercial, en manos de medianos y grandes propietarios, que
ha registrado avances notables, gracias al incremento de la mecanización y del
uso de fertilizantes, promovidos por el extraordinario aumento de la demanda
asiática de cereales, carne, soja... El mayor dinamismo se alcanza en los
cultivos industriales y de exportación, por lo que hay todavía un déficit en la
producción de alimentos. Argentina es un gran productor de cereales,
siendo un importante exportador de trigo, además de soja. Dentro de este
sector, destaca un subsector de cultivos tropicales de plantación
(azúcar, café, cacao), en manos de multinacionales norteamericanas y grandes
plantadores iberoamericanos. Brasil es un gran productor de caña de azúcar,
algodón, soja y cacao y ocupa el primer lugar del mundo en la producción de
café, seguido por Colombia.
Ganadería.
En ganadería
Argentina (la Pampa), Brasil y Uruguay ocupan puestos destacados en la
producción de carne bovina y ovina, lana, pieles y cueros. Les siguen Venezuela
y Chile. La mayoría de las explotaciones rentables son de gran tamaño.
Explotación
forestal.
La silvicultura
es uno de los grandes recursos naturales, con enormes bosques tropicales en los
Andes de Centroamérica y en la Amazonia, pero el problema de la deforestación
amenaza ya el futuro. La producción es de alto valor: madera dura (de
construcción y de muebles), pasta de papel, caucho, chicle...
Pesca.
La pesca es
particularmente rica en Perú (primer productor mundial), Chile y Argentina,
beneficiados por el choque de las grandes corrientes marinas frías y cálidas
del Océano Pacífico.
3.2. EL SECTOR
SECUNDARIO.
MINERÍA Y ENERGÍA.
Los modelos:
exportador y de mercado interior.
Hay dos modelos: el exportador
y el del mercado interior, según el enfoque de la comercialiación de su
producción y la propiedad de las empresas.
Los recursos y la
producción.
Iberoamérica posee
una buena dotación de recursos mineros y energéticos: petróleo y gas natural en
Venezuela, México y Ecuador, hierro en Venezuela, Brasil y Chile, cobre en
Chile, estaño en Bolivia, plata en México, etc. Pero la mayoría de los recursos
están subexplotados y la mayoría se destinan a la exportación en bruto o solo
semielaborados. Falta además el carbón que hubiera dado una base energética a
la tradicional industria siderúrgica y metalúrgica.
INDUSTRIA.
Los modelos
industriales: desarrollado, semidesarrollado y subdesarrollado.
El proceso de
industrialización anterior a 1945 fue agostado en los años 50 y no ha
conseguido arrancar hasta la actualidad. Se consolidaron tres modelos o niveles
de desarrollo industrial, que continúan en la actualidad:
1) Desarrollados:
Brasil (40% de la PI
iberoamericana), México (20%), Argentina (15%), con un desarrollo
industrial relativamente alto y diversificado: ramas de industria pesada y de consumo:
la siderurgia (México, Brasil) y metalurgia, el refino de petróleo; las
industrias transformadoras de los recursos mineros y agrícolas; las de bienes
de consumo (alimentaria, textil) y la siderurgia.
2) Semidesarrollados:
Uruguay, Venezuela, Colombia, Cuba, Chile, Perú. Sólo han desarrollado una
industria de consumo y petroquímica, y dos países la siderurgia (Chile,
Venezuela).
3) Subdesarrollados:
América Central, Bolivia, Paraguay, Ecuador. Apenas comienzan su
industrialización.
Los principales problemas
son: la falta de capital, tecnología y mano de obra especializada. Las
industrias de consumo están anticuadas y sufren la competencia de la industria
del mundo desarrollado y de los Nuevos Países Industriales.
Actualmente las inversiones
extranjeras en empresas de construcción, automóvil, textil, química,
energía, etc., están reactivando el progreso industrial.
3.3. EL SECTOR
TERCIARIO.
TRANSPORTES.
Es enorme el déficit
en infraestructuras de transporte: autopistas, carreteras, ferrocarriles, puertos,
aeropuertos, telecomunicaciones... por lo que este problema ahoga el desarrollo
económico. En los últimos años está haciéndose un masivo esfuerzo de inversión,
con presencia destacada de empresas españolas.
COMERCIO INTERIOR.
El comercio interior
padece por la escasez de la producción, las barreras arancelarias y la pobreza
de gran parte de la población. Hay un predominio casi absoluto del pequeño
comercio en las ciudades, mientras que en el campo subsiste el comercio
ambulante. En los últimos años se están introduciendo grandes empresas de
distribución: Carrefour, Inditex…, que están dinamizando el sector comercial.
COMERCIO EXTERIOR.
El comercio exterior
se caracteriza todavía por la exportación de materias primas (petróleo,
cobre...), con precios en descenso muchos años pero que actualmente han
experimentado un incremento excepcional, y la importación de productos
manufacturados (automóviles, maquinaria...), con precios históricamente en
aumento hasta la irrupción de las exportaciones chinas. Esto explica que
generalmente haya habido déficits comerciales en Latinoamérica, aunque en los
últimos veinte años este proceso se ha revertido en varios países gracias a las
exportaciones.
Los principales
mercados son EE UU, Europa, China y Japón. El comercio es débil
cuantitativamente, con solo el 20% del total del PIB latinoamericano. En los
años 90, con la liberalización, están aumentando las exportaciones,
diversificando mercados, integrando boques comerciales y ascendiendo lentamente
la presencia de bienes manufacturados.
Los bloques
comerciales.
La expansión de los
boques comerciales iberoamericanos y su relación más libre con EE UU, Canadá y
los acuerdos del Pacífico y con la UE alumbran un nuevo futuro más
esperanzador, basado en el librecambio en la propia Iberoamérica y con los
otros bloques comerciales.
Los grandes
bloques económicos en formación, basados en la eliminación de las fronteras
aduaneras y la unión para poder negociar con los demás bloques, son:
- Mercosur:
Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. Reúne más de 250 millones de
habitantes.
- Comunidad
Andina (o Pacto Andino): Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela. Reúne
a más de 110 millones de habitantes y su comercio interregional crece casi al
20% anual.
- Mercado Común
Centroamericano: Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador,
Guatemala. Reúne a 30 millones de habitantes.
- Comunidad de
Estados del Caribe: Haití, Jamaica, Bahamas, Trinidad y Tobago...
- NAFTA:
acuerdo de libre comercio de México, EE UU y Canadá. Se negocia la adhesión
bilateral de otros países, como Chile y Colombia.
Los países
americanos promueven el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA),
con un turno rotatorio cada dos años tanto de la capital como de la
presidencia. Hay además acuerdos entre bloques, como el de 1998 entre la
Comunidad Andina y el Mercosur, y el tratado de libre comercio (V-1998) de la
República Dominicana y el Mercado Común Centroamericano.
A finales de 2011 nació la Comunidad
de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), un foro regional paralelo a la
Organización de Estados Americanos (OEA, que integra también a EE UU y Canadá),
las Cumbres Iberoamericana (que integra a España y Portugal) y la CEPAL (Comisión
Económica para América Latina, de la ONU).
TURISMO.
El turismo es un
actividad en fuerte expansión y está creando mucho empleo y aportando divisas,
sobre todo en el área del Caribe (México, Cuba, República Dominicana, Costa
Rica...). Gran parte de las inversiones son de empresas europeas, especialmente
mallorquinas (Sol-Melià, Barceló, Riu...).
FINANZAS.
El sector
financiero, tras sufrir varias crisis, se está modernizando, en un proceso de
masivas inversiones extranjeras, que se están apoderando de posiciones en casi
todos los países. Destaca la creciente presencia de la banca española, con BBVA
y Santander en lugar destacado.
OTROS SERVICIOS.
La economía de
servicios está aún retrasada, con todavía escasa participación de las otras
actividades terciarias como profesionales y especialistas, investigadores y
científicos, gestión administrativa, educación, sanidad... Los servicios más
importantes siguen siendo la administración pública y las fuerzas armadas,
excesivamente grandes según muchos críticos.
3.4. LA PROBLEMÁTICA
ECONÓMICA.
Los principales
problemas económicos del espacio iberoamericano son:
- Reparto desigual
de la riqueza, sin duda el peor problema porque lastra la cohesión social y el
progreso.
- Predominio de una
agricultura poco productiva.
- Escaso sector
industrial, con poca y anticuada tecnología.
- Déficit crónico de
la balanza comercial en muchos países, debido a la importación de productos
industriales caros y la exportación de materias primas baratas. Pero hay un
grupo amplio que ya ha revertido esta situación y consigue superávits comerciales.
- Desequilibrio de
la balanza de pagos y la consiguiente descapitalización, tanto pública como
privada, lo que explica que la deuda externa haya sido enorme muchos años. Pero
este proceso también se está revirtiendo con éxito en muchos casos.
- Dominio de los
sectores más importantes por el capital norteamericano y europeo, y últimamente
también el chino.
- Deforestación y
pérdida de fertilidad del suelo.
- Agotamiento de los
recursos minerales en muchas zonas.
- Explotación
excesiva de la mano de obra, muy desprotegida de derechos laborales en varios
países.
- Masiva migración
del campo a las ciudades, en las que se erigen enormes barrios chabolistas.
- Desempleo masivo y
permanente, no alcanzando a dar trabajo a amplios colectivos de jóvenes.
- Carencias en el
acceso universal a alimentación, educación y sanidad, vivienda y transporte, y
pensiones.
- Inseguridad
ciudadana, especialmente grave en las grandes urbes. La violencia
iberoamericana es cinco veces mayor que la media mundial; hay más de 140.000
homicidios anuales y 28 millones de familias sufren cada año un robo o un
hurto.
- Analfabetismo funcional y falta de
preparación laboral de muchos jóvenes.
- Migración al Primer Mundo de los
intelectuales y científicos.
Agricultura y
reforma agraria.
Dada la importancia
del sector primario en estos países poco desarrollados, es vital la reforma
agraria, con la se pretende hacer desaparecer el doble fenómeno del
latifundismo y el minifundismo, con un reparto de la tierra que eleve el
bienestar del campesino, permita desarrollar un mercado interno y consolide una
base social para la democracia.
La mayoría de las
reformas han fracasado relativamente por culpa de la falta de preparación y
capital, la corrupción y los excesos que olvidan la realidad del mercado
global.
La reforma de México
se comenzó a aplicar en los años 1930 y muchos latifundios se repartieron entre
una multitud de pequeños propietarios, pero con ello no se ha logrado una
agricultura competitiva y la inmensa mayoría de la población campesina sufre de
pobreza y tiene que emigrar a las ciudades o EE UU.
La reforma de Cuba
(desde 1959) aun ha sido peor, pues la colectivización de la propiedad sólo ha
conseguido la reducción de la producción y la miseria de la población.
El caso de Bolivia
fue más exitoso, pues aunque el campesinado sigue siendo muy pobre, se ha
formado una clase social de pequeños propietarios y la producción al menos es
autosuficiente.
El problema de la
deuda externa.
Un gran problema
para el despegue económico sigue siendo la deuda externa, que hace poco
solventes a varios países sin el apoyo del FIM y los mercados de capitales,
como demostró la crisis del peso mexicano (1992-1993), que afectó a otros
países del área debido a la pérdida de confianza de los inversores. La
refinanciación de la deuda aligerando la carga financiera ha sido un éxito en
los últimos años, pero todavía queda mucho por hacer.
La liberalización
económica y las inversiones extranjeras.
La política
neoliberal aplicada desde los años 1980, a fin de sanear la economía, disminuyó
el peso del sector estatal, con políticas de reducción de los gastos sociales y
masivas privatizaciones de empresas públicas en sectores protegidos
(electricidad, aerolíneas, telecomunicaciones, minería y petróleo, banca y seguros,
etc.). Ello ha tenido un alto costo social (desempleo), pero abrió a la
competencia y a la modernización grandes sectores improductivos y atrajo
grandes inversiones extranjeras. Iberoamérica se está equiparando así a los
sistemas económico-sociales de Occidente y tiene excelentes perspectivas de
desarrollo.
LA ACTUALIDAD.
Una época de
prosperidad.
En 1996 el
crecimiento de las mayores economías iberoamericanas seguía con un rango del
2%-4,5% en los casos de Brasil, Ecuador, Perú, México, Argentina, Colombia.
Chile con más del 6% y Venezuela con una disminución del 2% eran los extremos.
Argentina y México
superaron la grave crisis de la recesión de 1995 (“efecto tequila”), derivada
de la alta deuda exterior, mientras Perú evitó el sobrecalentamiento de
1994-95, que había disparado la inflación. La política exigente del FMI
disminuyó la inflación (que se comía las rentas de los trabajadores y los
rentistas) hasta un mínimo histórico, el paro descendió por primera vez desde
1988, la inversión extranjera siguió llegando a raudales, aunque subsistieron
los graves problemas de la pobreza y la inseguridad, a niveles más altos que en
1980, especialmente en las zonas rurales, y se incrementó la conflictividad
social. La región superó la crisis asiática y el descenso de los precios de las
materias primas (petróleo, pulpa de papel, papel, cobre), consiguiendo en los
años siguientes datos macroeconómicos muy favorables:
- El PIB aumenta a
un ritmo alto, aunque irregular.
- La inflación ha
descendido en la mayoría de los países.
- Ha aumentado mucho
el comercio exterior. Por ejemplo, México en 1992-1997 ha aumentado sus
intercambios con la UE un 44%, un 154% con EE UU y un 200% con Canadá, gracias
al acuerdo NFTA. Y los intercambios de China con Latinoamérica se han
multiplicado por diez en un decenio.
- La balanza
comercial es cada vez más positiva, con los acuerdos de apertura comercial con
EE UU, Canadá, la UE, Japón, China...
- La deuda exterior
se ha reconvertido a menores tipos de interés.
- Se privatizan las
empresas estatales, aunque en algunos países, como Venezuela, Argentina y
Bolivia, han vuelto las nacionalizaciones.
- Se favorecen las
inversiones extranjeras, que viven un crecimiento extraordinario. Los países
más atractivos para la inversión (en especial de EE UU y UE) son, de mayor a
menor atractivo: México, Brasil, Chile, Panamá. En México, en 1995-1997 sumaron
41.000 millones dólares. Destaca en Iberoamérica la presencia española en
telecomunicaciones, banca, energía, construcción y transporte aéreo.
- Ha aumentado el
ahorro interno hasta el 18% del PIB (28% en Chile), aunque aún lejos del 33%
asiático.
- Se liberaliza el
comercio: el acuerdo NAFTA de libre comercio entre EE UU, Canadá y México, que
se ampliará a Chile, y los acuerdos de libre comercio en el Mercosur, el Pacto
Andino y el GATT (a nivel mundial). Esta apertura exterior une los mercados
iberoamericanos y rompe con el excesivo proteccionismo que impedía el
desarrollo en competencia de su economía.
- La acción de los
bancos públicos internacionales (BID: Banco Iberoamericano de Desarrollo), con
programas de infraestructuras y desarrollo social.
- La liberalización
del mercado de capitales mejora la financiación de la economía, con la entrada
de la banca privada internacional.
El reciente debate
sobre las políticas económicas.
En los diversos
foros sobre el desarrollo iberoamericano se ha cuestionado la efectividad
social de los programas de reforma y liberalización de la economía de
Iberoamérica, así como el importante crecimiento registrado en la región en los
últimos años, principalmente por su incapacidad para reducir la pobreza del
continente.
Pero los
responsables del Banco Iberoamericano de Desarrollo (BID) no consideran que se
pueda culpar de esta situación a la política de liberalización, con
privatizaciones, apertura al comercio exterior, reformas del mercado de
capitales. Los retos son alcanzar una mayor estabilidad social y política y un
mayor crecimiento económico: ‹‹sin esas medidas el crecimiento de la economía de esos países habría sido
menor y hay que tener en cuenta que entre 1990 y 1995 el importante crecimiento
de la región se ha producido en el marco de una tendencia recesiva de la economía
internacional››, como declaraba en 1997 Ricardo Haussmann, economista jefe del BID. Lo mismo se puede
decir de la excelente respuesta a la crisis económica de Europa y EE UU
iniciada en 2008, que Latinoamérica sortea con gran éxito, aunque se haya
reducido el crecimiento en México y Brasil por su mayor dependencia de los
dichos mercados.
Las recetas
inmediatas de política económica del BID son:
- Potenciar sectores
económicos que sean exportadores natos y que no dependan únicamente de los
mercados interiores protegidos.
- Reformar las estructuras
del Estado, de modo que ejecute sus responsabilidades básicas y se consolide como
un Estado de derecho. Es esencial consolidar la democracia, reducir el intervencionismo
estatal y la corrupción, imponer las normas del Estado de derecho para reducir
la inseguridad jurídica, la falta de disciplina fiscal, y la violencia.
- Un mayor consenso
entre los políticos y la sociedad.
- Reformas
económicas de liberalización.
- Reformas laborales
para favorecer la contratación, la seguridad e higiene.
- Mayor inversión en
educación y formación profesional.
- Incrementar la
productividad y remuneración del trabajador.
- Mejorar la
seguridad social.
- Apoyar la
integración de la mujer y las comunidades indígenas.
- Potenciar a la
pequeña y mediana empresa.
La situación en 2012.
La economía latinoamericana vive en 2012 una
larga época de bonanza gracias a los altos precios de las materias primas: el petróleo,
el gas natural, los metales y minerales, los productos agrícolas..., debido a
la creciente demanda de China, India y otros países emergentes. Pero Latinoamérica se debate entre el beneficio
que le proporciona este auge y, por el contrario, los daños ecológicos y sociales
que provoca la sobreexplotación de los recursos naturales con tecnologías desfasadas
y contaminantes, además de que la consiguiente apreciación de la moneda debido
a los altos ingresos de divisas perjudica la competitividad en precios de la industria,
en un proceso ya estudiado en la Holanda de los años 1960.
Se diferencian varios
bloques en el subcontinente: los países volcados a China y el área Oceanía/Pacífico,
como Perú, Chile y Brasil, gozan de un mayor crecimiento, mientras que los abocados
a EE UU y Europa, como México y el área del Caribe, crecen a un ritmo menor. La
mayor parte de los países realiza desde hace años un notable esfuerzo por diversificar
sus exportaciones a estas tres grandes áreas importadoras, y también por equilibrar
las exportaciones de materias primas con otras de mayor valor añadido en productos
elaborados y semielaborados.
Entre los mejores factores del actual
desarrollo de la región se hallan la mayor fortaleza de las finanzas públicas,
las elevadas reservas de divisas, los superávit comerciales, el aumento de la bancarización
de la población, los saneados bancos que no han caído en la especulación inmobiliaria
como muchos estadounidenses y europeos, y el crecimiento sostenido de la clase
media.
A mediados de 2012 se confirman algunas
amenazas para la economía latinoamericana: las políticas populistas e ineficaces
y los problemas de seguridad jurídica de las inversiones extranjeras en Venezuela,
Bolivia, Argentina y Ecuador; la reducción de la demanda de materias primas en
China y otros países emergentes; y la disminución de las entradas de divisas mediante
remesas de emigrantes e inversiones extranjeras.
*Posteriormente la región ha sufrido el impacto de la crisis de la covid en 2020-2021 y en menor grado la crisis de la invasión rusa de Ucrania.
BIBLIOGRAFÍA.
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Oregui, Piedad. El riesgo de invertir con el retrovisor.
“El País” Negocios 1321 (27-II-2011) 31. La inversión en emergentes se reduce.
Rebossio, Alejandro. Latinoamérica vuelve a confiar en
la integración para superar la crisis. “El País” (5-XII-2011) 6. Nace la Comunidad
de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC).
Camarena, Salvador. Latinoamérica crece, pero sufre. “El País” Domingo (31-XII-2011) 12-13.
Rebossio, A. Maldita bendición. “El País” Negocios
1.367 (15-I-2012) 7. Latinoamérica se debate entre el beneficio que le proporciona
el auge de los metales, minerales y productos agrícolas y, por el contrario, los
daños ecológicos y sociales.
Rebossio, Al. Tambores de guerra (comercial). “El País” Negocios 1.368 (22-I-2012)
21. Brasil y Argentina adoptan medidas proteccionistas (automóviles de lujo, productos
téxtiles…) con la excusa de defenderse de las devaluaciones.
Pereda, C. P. Human Rights denuncia tendencias totalitarias
en Latinoamérica. “El País” (24-I-2012) 8. Denuncia la tendencia de algunos
líderes de perpetuarse en el poder y en especial la situación de violencia e inseguridad
ciudadana en México y otros países.
Paone, Mariangela. Mujeres el frente del auge económico
en América Latina. “El País” (18-II-2012) 8. Las candidaturas femeninas se
multiplican en los países latinoamericanas.
Calderón, V.; Blanco, S. La violencia incendia Centroamérica.
“El País” (20-II-2012) 2-3.
Villalobos, Joaquín. El peligro de una Somalia latinoamericana.
“El País” (20-II-2012) 2-3.
Cañas, Gabriela. La paradoja de la mujer latina.
“El País” (8-III-2012) 34-35. En Latinoamérica conviven el maltrato y el liderazgo
femenino más asentado.
Gualdoni, Fernando. Tropas en las calles de Latinoamérica.
“El País” (14-III-2012) 6-7. Debate sobre la participación del Ejército en la lucha
contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Editorial. Ejércitos frente al ‘narco’. “El
País” (21-III-2012) 31. Considera contraproducente el uso de las Fuerzas Armadas.
Bastenier, M. Á. El centro de América. “El País”
(21-III-2012) 8. La violencia se extiende por Centroamérica.
Editorial. Latinoamérica desacelera. “El
País” Negocios 1.378 (1-IV-2012) 3.
Rebossio, A. América Latina se pone en guardia.
“El País” Negocios 1.378 (1-IV-2012) 4-6. La economía del subcontinente avanza,
pero con peligros a corto plazo por la recaída de la economía mundial.
Galindo, Cristina. Latinoamérica opta por el modelo estatal
para la explotación petrolífera. “El País” (30-IV-2012) 19.
Rebossio, A. 59 millones de chabolistas. “El
País” (15-V-2012) 36. Más de un tercio de las familias latinoamericanas viven en
casas precarias.
Rebossio, A. Los países con más seguridad jurídica
de América Latina acaparan la inversión. “El País” (21-V-2012) 32.
Rebossio, A. Seis de cada 10 mayores en Latinoamérica
no cobra pensión. “El País” (21-V-2012) 44.
Rebossio, A. Devaluaciones en el Cono Sur. “El
País” Negocios 1.386 (27-V-2012) 25. Los casos de Brasil y Argentina, con devaluaciones
competitivas, que pueden precipitar una crisis económica y comercial.
González, Miguel. La Alianza del Pacífico echa a andar.
“El País” (7-VI-2012) 8. Una zona de comercio libre entre México, Colombia, Perú
y Chile.
Galindo, C. Latinoamérica busca 250.000 millones
para infraestructuras. “El País” (18-VI-2012) 33. Las empresas piden reglas
claras para financiar proyectos.
Rebossio, A. Latinoamérica
aguanta la tormenta. “El País” Negocios 1.391, Extra América Latina y Caribe
(1-VII-2012) 2-3. El crecimiento pierde ritmo, pero contrasta con el estancamiento
europeo.
Iglesias, Enrique V. América Latina, en una encrucijada
histórica. “El País” Negocios 1.391, Extra América Latina y Caribe
(1-VII-2012) 6-7.
Llorente, José Antonio. América Latina, la nueva centralidad.
“El País” Negocios 1.393 (15-VII-2012) 15.
PROGRAMACIÓN.
16. LOS PAÍSES
IBEROAMERICANOS: PROBLEMÁTICA ECONÓMICA Y SOCIAL.
UBICACIÓN Y
SECUENCIACIÓN.
ESO, 2 ciclo.
Eje 1. Sociedad y
territorio. No tiene un bloque específico sino que se relaciona con todos los
bloques: Bloque 1: Medio ambiente y conocimiento geográfico. Bloque 2: La
población y el espacio urbano. Bloque 3: La actividad humana y el espacio
geográfico.
RELACIÓN CON TEMAS
TRANSVERSALES.
Relación con los
temas de la Educación Ambiental y de Educación Moral y Cívica.
TEMPORALIZACIÓN.
Cuatro sesiones de una
hora.
1ª Documental;
diálogo; exposición del profesor.
2ª Exposición del
profesor; diálogo con cuestiones.
3ª Exposición del
profesor, de refuerzo y repaso; esquemas, mapas y comentarios de textos.
4ª Comentarios de
textos; debate y síntesis.
OBJETIVOS.
Conocer la Geografía
Humana y Económica de Iberoamérica.
Conocer los
problemas socio-económicos.
Adoptar una actitud
crítica ante los problemas del subdesarrollo.
Interesarse por unos
países de cultura muy relacionada a la española.
CONTENIDOS.
A) CONCEPTUALES.
Geografía humana y
económica de Iberoamérica.
El subdesarrollo en
Iberoamérica.
Políticas para salir
del subdesarrollo.
B) PROCEDIMENTALES.
Tratamiento de la
información: realización de esquemas del tema.
Desarrollo de mapas
conceptuales.
Realización de mapas
de geografía humana y económica.
Indagación e
investigación: recogida y análisis de datos en enciclopedias, manuales,
monografías, artículos...
C) ACTITUDINALES.
Rigor crítico y
curiosidad científica.
Tolerancia y
solidaridad.
Desarrollar interés
por otras civilizaciones.
METODOLOGÍA.
Metodología
expositiva y participativa activa.
MOTIVACIÓN.
Un documental sobre
el tema, con preguntas a los alumnos para establecer un diálogo sobre sus
conocimientos previos, que sirva para una evaluación inicial.
ACTIVIDADES.
A) CON EL GRAN
GRUPO.
Exposición
significativa por el profesor del tema.
B) EN EQUIPOS DE
TRABAJO.
Un dossier de prensa
sobre Latinoamérica.
Realización de
esquemas sobre la UD.
Comentarios de
textos sobre subdesarrollo latinoamericano, problemas políticos y su incidencia
en la población.
Desarrollo de mapas
y gráficos de geografía física, humana y económica.
Realización de un
trabajo de indagación sobre un país, con un mural-collage y una síntesis de su
Geografía física, humana y económica; y un análisis y debate sobre su
problemática y perspectivas, con los posibles modelos de desarrollo para su
futuro. Seleccionar cada grupo un caso entre México, Nicaragua, Cuba, Colombia,
Perú, Chile, Argentina, Brasil...
C) INDIVIDUALES.
Realización de
apuntes esquemáticos sobre la UD.
Participación en las
actividades grupales.
Búsqueda individual
de datos en la bibliografía, en deberes fuera de clase.
Contestar
cuestiones, con diálogo en grupo, pero respuesta escrita individualmente en el
cuaderno.
RECURSOS.
Presentación digital
(o transparencias, diapositivas, mapas).
Libros de texto,
manuales.
Fotocopias de textos
para comentarios.
Cuadernos de
apuntes, esquemas...
Documental.
EVALUACIÓN.
Evaluación continua.
Se hará especial hincapié en que se comprenda la relación entre
Examen incluido en
el de otras UD, con breves cuestiones y un comentario de texto.
RECUPERACIÓN.
Entrevista con los
alumnos con inadecuado progreso.
Realización de
actividades de refuerzo: esquemas, comentario de textos...
Examen de
recuperación (junto a las otras UD).
APÉNDICE.
Actividad de lectura y comentario en grupo de un artículo reciente que
resuma la problemática económica y social. Entre los últimos destaca el de
Rebossio, Alejandro. América Latina se pone
en guardia. “El País” Negocios 1.378 (1-IV-2012) 4-6. La economía del
subcontinente avanza, pero con peligros a corto plazo por la recaída de la
economía mundial.