Blog de Ciencias Sociales, Geografía e Historia, para un uso pedagógico o divulgativo. El uso de textos y enlaces, imágenes y grabaciones, no tiene intención comercial y las reclamaciones se atenderían de inmediato. Google ha insertado cookies y se da aviso, según la normativa.
Mis Blogs .
Mis Blogs son: Actual (Actualidad y Aficiones), Heródoto (Ciencias Sociales, Geografía e Historia), Plini (Ciències Socials, Geografia, Història i Història de l’Art), Lingua (Idiomas), Oikos (Economía y Empresa), Paideia (Educación y Pedagogía), Sophia (Filosofía y Pensamiento), Sport (Deportes), Thales (Ciencia y Tecnología), Theos (Religión y Teología), Tour (Viajes), Altamira (Historia del Arte y Arquitectura), Diagonal (Cómic), Estilo (Diseño y Moda), Pantalla (Cine, Televisión y Videojuegos), Photo (Fotografia), Letras (Literatura), Mirador (Joan Miró, Arte y Cultura), Odeón (Ballet y Música).
Capital: Kotte. Superficie: 65.610 km². Población (2018): 21 millones. Densidad de población (2018): 320 hab/km². Índice de desarrollo humano (IDH 2018; 0 mínimo, 1 máximo): 0,77. PIB/h (2018): aprox. 14.000 dólares.
Kotte.
Economía.
La economía de la mayoría de la población se basa en el sector primario, con una agricultura de subsistencia en amplias zonas, sobre todo de arroz, y plantaciones dedicadas a cultivos tropicales de caucho, canela, té, café, azúcar... El clima afecta de modo distinto a las dos mitades del país, pues las lluvias de los monzones llegan al sur entre mayo y agosto mientras que al norte en octubre y noviembre, favoreciendo cultivos distintos. La pesca es importante en la costa.
La industria textil es muy competitiva y proporciona dos tercios de las exportaciones.
El turismo ha subido mucho a partir de la pacificación en 2009, atraído por las playas y la rica cultura tradicional del interior; tiene su temporada alta (masiva y cara) entre diciembre y abril.
En 2022 el país sufre por la errática política fiscal (la gigantesca reducción de impuestos en noviembre de 2019, dejando la presión fiscal en el 10% del PIB en vez del 20% normal en un país de ese nivel de desarrollo, ha alimentado el déficit público), la enorme deuda exterior (50.000 millones de dólares, fallando un pago de 12.000 millones en abril, pues solo hay 50 millones en la reserva), las subidas abruptas en los tipos de interés (del 20% al 30%), la caída del gasto público en construcción (lo que eleva el paro en una economía informal), los apagones por la falta de divisas para comprar combustible, la galopante inflación (54,6% anual en junio), una mala cosecha de arroz, lo que provoca hambre para la mayoría de la población, sin que el Estado intervenga para distribuir alimentos.
Sociedad.
La ciudad más poblada es Colombo, seguida de Kotte y Trincomalee.
La mayoría de la población cingalesa sigue la religión budista (70%), con las minorías de etnia tamil y religión hinduista (16%), musulmana (8%) y cristiana (8%), sobre todo católica.
La sociedad no sufre la enorme desigualdad de la India y no hay una pobreza extrema. El índice de alfabetización es muy alto, del 96%.
Política.
El país fue castigado por la sangrienta guerra civil de 1983-2009 que costó más de 100.000 muertos entre el Gobierno de la mayoría cingalesa y los 'tigres' de la minoría tamil, situada sobre todo en el noreste del país. Terminó en 2009 con la victoria completa del Gobierno y desde entonces se ha normalizado la vida política, con elecciones democráticas y regulares, un caso ejemplas como la India en países asiáticos. Desde el 9 de enero de 2015 Maithripala Sirisena es presidente y Ranil Wickremesinghe primer ministro.
El 21 de abril de 2019 una inesperada serie de atentados islamistas causó al menos 253 muertos y medio millar de heridos, retornando el miedo a la violencia.
Eva Borreguero en Pugna entre tres identidades [“El País” (22-IV-2019)] analiza la situación étnico-religiosa del país, de mayoría religiosa budista theravada y lengua cingalesa:
‹‹El miedo a ser desplazado por otras comunidades étnico-religiosas, junto con la identificación con el budismo theravada y la lengua cingalesa, han sido elementos distintivos de la identidad nacional de Sri Lanka. Este temor se reforzó tras la descolonización, cuando cristalizaron tres grandes identidades en pugna comunal: los cingaleses budistas, los tamiles hindúes y los musulmanes.
Para el historiador K. M. de Silva, el temor de los cingaleses se explicaría por su condición de comunidad mayoritaria con complejo de minoría perseguida y amenazada a lo largo de los siglos. Separada de la costa sur de India por el delgado estrecho de Palk, Sri Lanka ha sido a lo largo de su historia saqueada por sucesivas oleadas de invasores tamiles hindúes, procedentes del sur de la India, que enriquecieron las arcas de sus dinastías con los tesoros de las ciudades budistas. El otro elemento identitario cingalés es la religión budista, erradicada de India, de donde surgió, y que encontró refugio en el interior de Sri Lanka. De ahí el orgullo de preservar una cultura distintiva frente a la amenaza que representaba el poderoso país vecino.
Por su parte, la minoritaria comunidad tamil hindú, originaria del sur de India y asentada a lo largo de los siglos en el noroeste, tendría, a la inversa de los cingaleses, un complejo de mayoría. Convencidos de poseer una poderosa cultura respaldada por más de 1.000 millones de correligionarios. El origen del conflicto entre el Gobierno y los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE, también conocidos como los Tigres Tamiles), uno de los más prolongados en Asia, se explicaría desde este marco. Los Tigres Tamiles fueron célebres por ser los pioneros en el terrorismo suicida moderno, así como por la utilización de civiles como escudos humanos y de niños en los combates. En 2009, la muerte de su dirigente, Vellupillai Prabhakaran, marcó el fin de la guerra y la derrota del grupo separatista.
En respuesta al conflicto, sucesivos Gobiernos alentaron una política de fortalecimiento de la identidad religiosa cingalesa, para lo que contaron con el apoyo rotundo de las autoridades clericales budistas. El presidente Mahinda Rajapaksa y sus dos hermanos encarnaron la determinación de estas medidas. Su victoria electoral en 2005 la entendió como una carta blanca para finalizar de una vez por todas la contienda. Y lo logró de un modo tan expeditivo como atroz; miles de civiles fueron asesinados en los meses más intensos del conflicto. Las críticas de periodistas y activistas fueron silenciadas por medio del secuestro y asesinato.
La pacificación sacó a Sri Lanka del radar de las noticas internacionales. Hasta que en 2014 las tensiones entre budistas cingaleses y musulmanes dieron lugar a una serie de revueltas. En la última década la relación de ambas comunidades religiosas ha estado marcada por la radicalización de sus posicionamientos. En los últimos años ha surgido el Bodu Bala Sena, una formación budista ultranacionalista que ha instigado el odio hacia las minorías musulmana y cristina, y que recuerda a la persecución de los rohingyas en Myanmar.
Las acciones de este grupo se han llevado a cabo al amparo de un rechazo hacia la comunidad musulmana que, según el experto en terrorismo Rohan Gunaratna, se ha alimentado de la creciente influencia en el país de las ramas más extremas del islam, el salafismo y el wahabismo, que son vistas como una perniciosa influencia extranjera que perjudica a las tradiciones islámicas locales, menos rigoristas.
Los cambios demográficos también han jugado un papel que ha fortalecido la percepción de amenaza: la comunidad budista ha tenido un crecimiento del 1,1% desde 1948, mientras que el de la musulmana ha sido de un 1,9%. La globalización ha traído consigo un efecto constelación en el que las narrativas alcanzan una dimensión transnacional mediante la conexión de agravios en otras regiones. Así, las facciones budistas radicales se hermanan con las minorías budistas de Bangladés y suman ultrajes a su causa. Al igual que los islamistas incluirían las persecuciones padecidas a manos de los budistas de Myanmar.
Hasta ahora, la comunidad cristiana, la principal afectada en los atentados de ayer, ha quedado relativamente fuera de este panorama. Los cristianos son vistos como una fuerza unificadora que integra por igual a cingaleses y tamiles. En los próximos días sabremos si lo ocurrido se encuadra en una constelación que abarque el ataque terrorista a las mezquitas de Christchurch en Nueva Zelanda, o si responde a las tensiones sectarias nacionales.››
De Zárate, Francisco. La tormenta perfecta arrasa Sri Lanka. “El País” Negocios 1.915 (17-VII-2022).
Sociedad.
Noticias. Orden cronológico.
Aldama, Zigor. Tras las huellas del genocidio tamil. “El País” Domingo (24-III-2013) 9.
Política.
Noticias. Orden cronológico.
Martínez, Ángel L. El terror devasta Sri Lanka en el peor ataque tras el final de la guerra civil. “El País” (22-IV-2019). Atentados terroristas contra iglesias cristianas y hoteles de lujo causan cientos de muertos y medio millar de heridos.
Borreguero, Eva. Pugna entre tres identidades. “El País” (22-IV-2019).
Martínez, Á. ‘Habíamos perdido el miedo al terrorismo’. “El País” (22-IV-2019).
Vidal Liy, M. Sri Lanka apunta a un grupo yihadista local con apoyo exterior. “El País” (23-IV-2019). Ya se cuentan más de doscientos (la cantidad es incierta) muertos, incluidos dos españoles. El Gobierno falló en la seguridad, pese a los recientes avisos de la amenaza.
Vidal Liy, M. Miedo a una espiral de violencia sectaria. “El País” (23-IV-2019).
Reinares, Fernando. Algo no tan inesperado. “El País” (23-IV-2019). La radicalización había crecido en la comunidad musulmana del país.
Vidal Liy, M. El Estado Islámico se atribuye la autoría de los atentados de Sir Lanka. “El País” (24-IV-2019).
Vidal Liy, M. ‘No nos atrevemos a salir; tenemos pánico’. “El País” (24-IV-2019). El temor de los cristianos.
Vidal Liy, M. ‘Es como volver a los tiempos de la guerra’. “El País” (25-IV-2019).
Vidal Liy, M. Terroristas de alto nivel educativo y una vida acomodada. “El País” (25-IV-2019).
Vidal Liy, M. Una fábrica ‘normal’ dirigida por terroristas. “El País” (26-IV-2019). Dos hermanos con un negocio próspero figuran entre los nueve suicidas.
Vidal Liy, M. La tensión obliga a prorrogar el toque de queda en Sri Lanka. “El País” (27-IV-2019).
Vidal Liy, M. Seis niños muertos en redadas tras los ataques en Sri Lanka.. “El País” (28-IV-2019).
Vidal Liy, M. La tormenta perfecta de errores de Sri Lanka. “El País” (29-IV-2019). La pésima respuesta oficial deja una grave imagen de incompetencia.
Martínez, Ángel. Sri Lanka apuesta de nuevo por el nacionalismo religioso. “El País” (19-XI-2019). El partido budista gana las presidenciales.
Agencias. Las protestas por la crisis en Sri Lanka fuerzan la dimisión del presidente. “El País” (10-VII-2022). La inflación exaspera a las clases populares.
García, Jesús. “No subestimen el poder de la gente de Sri Lanka”. “El País” (15-VII-2022). Los manifestantes exigen elecciones.
García, J. “Aquí no hay etnias ni religiones”. “El País” (16-VII-2022). Arrecian las manifestaciones, que unen a todas las comunidades.
García, J. Sri Lanka elige como nuevo presidente al primer ministro, señalado en la revuelta popular. “El País” (21-VII-2022). Ranil Wickremesinge sustituye a Gotabaya Rajapaksa, huido a Singapur.
Análisis y opinión. Orden alfabético.
Editorial. Tormenta de odio. “El País” (24-IV-2019).