Capital: Argel. Superficie: 2.381.740 km². Población (2011): 35,406 millones. Densidad de población (2011): 15 hab/km². Índice de desarrollo humano (IDH 2011; 0 mínimo, 1 máximo): 0,68. PIB/h (2011): 7.000 dólares. Esperanza de vida: 72,9 años.
Vistas de Argel.
Sociedad.
Un 47,5% de la población contaba hacia 2010 con menos de 25 años (la media de edad es de 27,6 años), el desempleo ronda el 13,8% (el juvenil asciende al 21%) y la mayoría musulmana llega al 99%.
El Estado subvenciona el pan, la leche, el aceite, la electricidad, la gasolina y el gas, de modo que la mayoría de la población, sobre todo la urbana, tiene un nivel de vida digno y apenas se ve miseria en el país, lo que explica que no haya habido revueltas populares importantes durante la 'primavera árabe' de 2011.
Economía.
La economía argelina crece moderadamente (2% en 2006, 3% en 2007, 2,4% en 2008, 2,4% en 2009, 4% en 2010), pero no lo bastante para aliviar el precio de los alimentos, el paro y la pobreza.
Independiente de Francia en 1962, salieron del país un millón de colonos franceses, lo que representó un duro golpe a la economía, y la política de planificación socialista posterior, basada en los ingresos del petróleo y el gas, no consiguió un desarrollo sostenido.
En 2015 es un país todavía en desarrollo, con una renta per cápita relativamente alta para la región, aunque el paro (sobre todo juvenil) es muy elevado y la deuda exterior es enorme.
El sector de hidrocarburos es fundamental, pues el país cuenta con una enorme riqueza en petróleo y gas natural, de los que es uno de los grandes productores mundiales; recibe casi todas las inversiones extranjeras; es el principal empleador junto al Estado; y es la fuente del 90% del presupuesto y de las divisas, y el 35% del PIB.
El dinero del petróleo ha permitido cierto desarrollo social: poco analfabetismo y un buen sistema sanitario, pero hay graves problemas: una población de crecimiento excesivo, desempleo juvenil crónico, emigración de los jóvenes a Europa, desigualdad social entre la población rural y la urbana, analfabetismo funcional en el campo, macrocefalia capitalina de Argel, improductividad del sistema agrario socialista, una tecnología industrial obsoleta, escaso ahorro para protegerse de las caídas de los precios del petróleo, elevada deuda externa, falta de democracia real, integrismo religioso muy extendido entre las masas pobres. La violencia estalló finalmente en 1991, con la emergencia del terrorismo.
El sector primario es importante. La agricultura evolucionó desde un modelo colonial (francés) de gran propiedad y monocultivo de productos de exportación (vid, olivo, agrios, frutales) a un modelo socialista, de diversificación de cultivos y grandes obras de regadío, pero que no ha podido alimentar a una población de explosivo crecimiento. Paralelamente subsiste un modelo tradicional y poco productivo de agricultura (cereales) y ganadería (caprina, ovina y bovina).
El sector secundario es muy importante, gracias a la riqueza de hidrocarburos, pues aproximadamente cuenta con unas reservas del 1% del petróleo y del 4% del gas natural del mundo. La industria transformadora es pequeña, aunque el apoyo estatal ha conseguido que esté muy diversificada en todos los sectores y destacan el textil, cueros y sobre todo el petroquímico.
El sector terciario está poco desarrollado, pues apenas hay turismo y los servicios están atrasados. La red de transportes es bastante moderna.
Desierto al sur de Argelia.
Política.
Los problemas político-religiosos, especialmente la corrupción, el integrismo islámico y el terrorismo, dificultan el crecimiento, pese a que el gobierno intenta transformar la economía de planificación en una economía de mercado, con grandes costes sociales.Gracias al ciberespacio, los jóvenes árabes ignoran las fronteras nacionales. El caso de Buaziz en Túnez a finales de 2010 fue de inmediato asumido como propio por los vecinos argelinos y a principios de enero de 2011, grandes manifestaciones agitaban las principales ciudades de Argelia, aunque los primeros conatos de rebelión fueron reprimidos con moderación. El 24 de febrero de 2011, el Gobierno argelino dio el primer paso atrás ante la presión popular y acabó con 19 años de estado de excepción. A continuación ha evitado tomar medidas impopulares, aunque la crisis económica amenaza de continuo. En las elecciones presidenciales de 2015 volvió a ganar Butteflika, su cuarto mandato desde 1999, pero en marzo de 2019 las protestas han impedido que se presente a un quinto mandato.
El escritor y arabista Juan Goytisolo, en De la primavera al otoño árabe, “El País” Semanal (22-I-2012) explicaba:
‹‹Mi primer contacto físico con el mundo árabe data de 1963, cuando fui invitado a la conmemoración del primer aniversario de la independencia argelina por el Gobierno de Ben Bella. Aunque mis simpatías políticas se dirigían a figuras de probada honradez como Ferhat Abbás, Ben Yedda o Budiaf, marginados por aquél y por el ejército al mando del coronel Bumedián, creía aún en la posibilidad de un Estado democrático y socialista conforme al modelo entonces en boga de los países recién independizados del yugo colonial agrupados en el conjunto de los No Alineados. El golpe de Estado de Bumedián en 1965 que confirió el poder al ejército y a su apéndice político —el Frente de Liberación Nacional, controlado igualmente por el coronel— me hizo ver que una vez lograda la independencia tras una durísima guerra de ocho años el camino de la democracia sería largo, difícil y sembrado de trampas. En mis sucesivos viajes a Argelia, que recorrí casi por entero, advertí la creciente desafección popular por una dictadura que poco o nada tenía que ver con los ideales que exteriormente proclamaba. La rebelión juvenil contra el sistema en 1988, aplastada a costa de centenares de víctimas, puso en evidencia la profunda ruptura existente entre el poder y la inmensa mayoría de la población. Entre tanto, la política de arabización forzada llevada a cabo por maestros formados en Arabia Saudí dio sus amargos frutos: el islamismo radical emergió como única alternativa creíble al FLN y el ejército. Las mezquitas se convirtieron en el único espacio de abierta oposición al régimen y el retorno a las fuentes más puras del islam en el refugio de millones de marginados, unidos por su rechazo del hogra (desprecio), corrupción y arrogancia del llamado despectivamente “partido francés”.
La convocatoria electoral de junio de 1991 confirmó los temores de la nomenklatura y de los débiles y fragmentados partidos laicos: el FIS (Frente Islámico de Salvación) alcanzó la mayoría —como este otoño, pero en circunstancias muy distintas, y con un proyecto más moderado, en Túnez, Egipto y Marruecos—. Su discurso radical fomentó la aparición de grupos salafistas cuyo lema era la lucha armada revestida del carisma de la yihad. Ante el previsible resultado de la segunda convocatoria, fijada seis meses después, el presidente Chadli Benyedid presentó su dimisión y el poder fáctico suspendió las primeras y últimas elecciones libres de la historia argelina. Este golpe de Estado —aplaudido en contra de sus principios constitutivos por los partidos demócratas y los Gobiernos europeos por aquello de “ninguna libertad a los enemigos de la libertad”, iba a sentar cátedra y permitir a los dictadores árabes el visto bueno de Washington, París y Londres en cuanto supuestos baluartes contra el islamismo— desembocó, como sabemos, tras el asesinato de Budiaf en la guerra civil o, por mejor decir, guerra contra los civiles de 1992—1998, que se saldó con la cifra de 150.000 muertos. El ejército y el FLN se impusieron a la rama militar del FIS, al GIA (Grupo Islámico Armado) y a los islamistas de Takfir u Hixara (Excomunión y Exilio), cuyos ultras, refugiados en zonas montañosas de difícil control, se unirían en la pasada década a Al Qaeda del Magreb árabe, y sus atentados y emboscadas colean aún. Pero la frustración y la cólera de la población abandonada a su suerte y sin posibilidades de emigrar a una Europa en crisis no se han apagado. Las tentativas de revuelta durante la primavera árabe fueron abortadas con contundencia, y el temor a un nuevo ciclo de sangre como el de la anterior década actuó de cortafuegos en una gran parte de la población.››
Sanz resumía en ‘Primavera árabe’,
de la frustración al silencio. [“El País” (17-XII-2017)]: ‹‹Argelia /
Resignación ante el espejo de Siria y Libia. El presidente Abelaziz Buteflika,
que llevaba 12 años en el poder, consiguió vadear la ola de manifestaciones sin
emprender grandes cambios. “Se ha revisado la Constitución en 2016”, señala el
director del sitio digital TSA, Lounes Guemache, , “pero sin que haya una
evolución democrática ni un proceso de apertura”. “Prueba de ello”, añade, “es
que en las próximas presidenciales, que se celebrarán en 2019, solo caben dos opciones:
o se presenta Buteflika en un quinto mandato
(a pesar de que no se dirige directamente a la nación desde 2012) o
saldrá designado el hombre al que el llamado “poder” designe como candidato.
Sin embargo, el impacto de la ‘primavera árabe’ tuvo una consecuencia
económica evidente. “El Gobierno”, añade Guemache, “autorizó a partir de 2012
una importante subida de salario. Como consecuencia, aumentó el consumo y
también las importaciones. También se produjo una política muy generosa en
materia de viviendas y de créditos para que los jóvenes fundaran empresas”. Los
críticos consideran que Buteflika consiguió sostenerse comprando a la juventud.
Finalmente, la gente se miró en el espejo de Siria y Libia y decidió
resignarse. “Incluso los que desean un cambio político tienen miedo del caso.
Quieren un cambio, pero en calma”, concluye Guemache.››
El editorial Cambio
en Argelia [“El País” (13-III-2019)] resume la crisis surgida en marzo de 2019
con masivas y pacíficas manifestaciones que exigen un cambio democrático del
régimen, apartando a Buteflika (82 años e incapacitado) y a sus apoyos:
‹‹La decisión del presidente argelino Abdelaziz
Buteflika, de 82 años, de renunciar a presentarse a un quinto mandato no ha
logrado frenar las protestas en las calles del país norteafricano. Ni siquiera
está claro si la enfermedad del mandatario argelino, que hasta el domingo
permaneció ingresado en Ginebra, le permite tomar una decisión así o si se
trata de un paso de la camarilla que controla de facto el país para tratar de desactivar las crecientes manifestaciones.
En cualquier caso, los argelinos lo han considerado claramente insuficiente.
Las protestas incluso se han intensificado. Muchos sospechan que se trata de
una estratagema para mantenerse en el poder: la anulación de la candidatura ha
significado el retraso de las presidenciales previstas para el 18 de abril y la
puesta en marcha de una presunta transición, que parece destinada a dejar las
cosas más o menos como están.
A estas alturas, después de semanas de
protestas generalizadas, lo único que podría desarticular el activismo en las
calles es un mensaje claro de que el poder argelino está dispuesto a convocar
unas elecciones creíbles, que rompan las dinámicas endogámicas que rigen el
país desde hace décadas. Y, por ahora, no hay nada de eso en el horizonte. La
promesa de convocar una difusa conferencia nacional, que puede prolongarse más
allá de este año —la fórmula utilizada, “debe esforzarse por completar su
mandato antes de 2019”, invita a la sospecha—, ha sido recibida con un
justificado escepticismo. Máxime cuando se ha dejado en manos del veterano
diplomático Lajdar Brahimi, de 85 años, que forma parte del régimen.
Los clanes que controlan el país desde
la independencia en 1962 se han especializado en ocupar todos los espacios del
Estado y en manejar a su favor los resortes institucionales. Son maestros en
perpetuarse en el poder. La guerra civil de los años noventa contra los
islamistas no hizo más que aumentar y profundizar sus tentáculos.
Pero algo está cambiando. Argelia no
ha vivido en las últimas décadas nada parecido a las manifestaciones que
estallaron en febrero. Millones de ciudadanos de todo el país y todas las
clases sociales parecen haber perdido el miedo. Nada hace indicar que toda esa
gente se vaya a conformar con promesas vacuas destinadas a ganar tiempo. Casi
nadie espera que las cosas cambien de un día para otro ni que se produzca una
transición hacia una democracia plena en cuestión de semanas: ni siquiera
existen figuras claras que puedan iniciar ese proceso. Pero los argelinos, una
población muy joven, quieren ser escuchados y tener la certeza de que las cosas
van a cambiar, de que van a poder elegir en un plazo razonable un Gobierno
creíble y representativo, no contaminado por el régimen actual, y de que el
círculo de la endogamia, por fin, se va a romper.››
El editorial Buteflika abandona [“El País”
(7-IV-2019)] opina que el país debe entrar en un proceso constituyente
abierto y libre que desemboque en una democracia:
‹‹El anuncio de dimisión realizado el pasado martes por el presidente
argelino, Abdelaziz Buteflika, de 82 años, abre la puerta a la normalización
institucional de un país marcado por los dictados del Ejército —y un sangriento
y prolongado enfrentamiento entre islamistas y poder militar— desde que en 1992
un golpe de Estado derrocara al Gobierno islamista del Frente Islámico de
Salvación (FIS), quien había resultado vencedor en la urnas.
Después de un mes de multitudinarias manifestaciones los viernes y otros
seis días consecutivos de masivas protestas, el presidente —que pretendía
presentarse a un quinto mandato con un sistema electoral amañado para
garantizar su victoria— se ha visto obligado a dejar el poder después de que el
general Gaid Salah, jefe del Ejército, anunciara en público que retiraba su
apoyo a Buteflika y respaldaba las reclamaciones de millones de manifestantes.
Desde la independencia de Argelia en 1962 la sociedad civil no había tenido un
papel tan decisivo para desalojar del poder no solo a una persona, sino a todo
un clan familiar. Este ha medrado apoyado por las fuerzas armadas que hace 20
años ofrecieron el poder a Buteflika en unas elecciones completamente
irregulares.
La salida del veterano mandatario abre importantes incertidumbres. En
Argelia el poder civil es inexistente y el papel del Ejército es decisivo. El
general Gaid Salah era un viejo conocido de los Buteflika que ha decidido
cambiar de bando ante la magnitud de las protestas. Ahora se abren ante los
militares dos caminos: organizar la sucesión de manera que sigan controlando el
poder o atender a la demanda popular y hacer que Argelia entre en un proceso
constituyente abierto y libre que desemboque en una democracia, algo que además
podría ser ejemplar tras un rosario de sangrientas experiencias desde que
comenzaran las llamadas primaveras
árabes.
La dimisión de Buteflika es el primer paso indispensable en esta senda,
pero ahora es el Ejército quien debe revelar si verdaderamente apoya la
democracia o pretende que Argelia continúe inmersa en el autoritarismo.››
En las elecciones presidenciales del 13 de diciembre de 2019 Abdelmadjid Tebún ganó con un 58%, seguido de Bengrina con un 17%. La participación fue solo del 41% en unas elecciones muy cuestionadas por la oposición.
El
editorial Los equilibrios de Argelia [“El País” (12-XI-2022) / https://elpais.com/opinion/2022-11-12/los-equilibrios-de-argelia.html]
resume que el país magrebí trata de resituarse en la escena
internacional al acoger la cumbre de la Liga Árabe, condicionado por la ruptura
con Marruecos y su alianza con Rusia.
‹‹Impulsada
por el viento favorable del alza de precios del gas y el petróleo, Argelia
parece haber dejado atrás la etapa de agitación de la revolución de Hirak. El
masivo movimiento de protestas que forzó la caída del presidente Abdelaziz
Buteflika en 2019, cuando trataba de perpetuarse en el cargo, se vio frenado
por la pandemia, fue sofocado desde el poder y ha quedado finalmente difuminado
por sus propias carencias para construir una alternativa política. (…).
El Hirak, el amplio movimiento democrático, pacífico y
espontáneo del pueblo argelino, ha dejado el poso de unas demandas de cambio
que no han sido atendidas desde la estructura de poder que, con altibajos,
lleva las riendas del país magrebí desde su independencia, hace ahora 60 años.
(…) para entrar en la modernidad que la sociedad civil argelina reclama, su
presidente [Abdelmayid Tebún, el nuevo mandatario surgido desde el aparato del
Estado con el propósito de poner fin a la corrupción] debe escuchar la voz de
millones de ciudadanos que se echaron a las calles hace tres años en una
pacífica revolución cultural. Para responder a sus esperanzas sin
decepcionarlas, Tebún debe apostar por las reformas democráticas frente a la
estabilidad a ultranza.
(…)
Abdelmayid Tebún, el nuevo mandatario surgido desde el aparato del Estado con
el propósito de poner fin a la corrupción, pretende resituar al país magrebí en
el mundo con una diplomacia de corte presidencialista (…). Al respaldo formal
expresado por la Liga Árabe a la causa palestina, sin condenar expresamente a
Israel para no perturbar las relaciones con el Estado judío de seis de sus 22
Estados miembros, se han sumado la preocupación sobre la seguridad alimentaria
por la guerra en Ucrania o el debate sobre una futura Unión Aduanera árabe.
Desde la presidencia de turno, sin embargo, Argelia se ha visto obligada a
hacer equilibrios diplomáticos ante la presencia en el cónclave del vecino
Marruecos, con el que rompió relaciones hace más de un año. (…) Como contrapeso
a una estrategia panárabe, la alianza de Argel con Moscú —su proveedor
histórico de armamento—, en pleno conflicto de Ucrania, se ha visto reforzada
con una petición formal de ingreso en los BRIC, el bloque económico formado por
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, con el que pretende evocar su viejo
liderazgo en el bloque de los denominados países no alineados.
(…) En esta nueva apertura al mundo de Argelia, en la que no
recurre a los flujos migratorios como palanca negociadora, la recomposición de
relaciones rotas o deterioradas con sus vecinos no debe quedar relegada. Nada
mejor que seguir la vía de una solución negociada al conflicto del Sáhara
Occidental. (…)››
En las elecciones presidenciales del septiembre de 2025 Abdelmadjid Tebún ha vuelto a ganar, con un 95% (en 2019 fue el 58%), pero los expertos avisan que el fraude electoral ha sido masivo.
Fuentes.
Internet.
[http://www.algeria.com/]
Economía.
Noticias. Orden cronológico.
Cano, Fernando. Argelia se agita. “El País” Negocios (20-II-2011) 24. La economía argelina crece moderadamente.
Cembrero, Ignacio. España disputa a Francia la hegemonía económica en el Magreb. “El País” (21-XII-2012) 4.
Cembrero, Ignacio. El lento declive del gas argelino. “El País” Negocios 1.441 (16-VI-2013) 19.
Casqueiro, Javier. La zozobra de invertir en Argelia. “El País”
(20-IV-2014) 10.
Peregil, F. El parón económico abre el debate en Argelia sobre el poder el
presidente. “El País” (27-XI-2015) 8. La caída del precio del petróleo
castiga la economía.
Peregil, F. El ‘robo legal’ con el que la oligarquía aumenta su fortuna. “El
País” (27-XI-2015) 8. La mejora de la situación económica en los cuatro mandatos
de Butteflika, desde 1999, no oculta la corrupción y otros problemas.
Peregil, F. China construirá y
gestionará el gran puerto de Argelia. “El País” (31-I-2016) 5.
Peregil, F. Argelia frena las importaciones para
intentar paliar la crisis. “El País” (30-I-2018). El Gobierno prohíbe la
entrada de 851 productos para reducir el déficit comercial.
Medio ambiente.
Noticias. Orden cronológico.
González, R. Una ola de incendios causa al menos 65 muertos en tres días en el norte de Argelia. “El País” (12-VIII-2021). La peor ola de calor en tres decenios.
González,
R. Los incendios en Argelia dejan 40
fallecidos y 200 personas heridas. “El País” (28-VII-2023).
Sociedad.
Noticias. Orden cronológico.
Noceda, Miguel Ángel. Unos 900 españoles trabajan en Argelia para 220 empresas. “El País” (20-I-2013) 4.
Chenaoui, Zahra. Las nuevas rutas
migratorias en Europa / 2. Argelia. La ruta argelina, alternativa al caos de
Libia. “El País” (31-X-2017).
Peregil, F. La ONU denuncia la deportación masiva de
migrantes por Argelia. “El País” (27-VI-2018). Miles de subsaharianos son
abandonados en el desierto cerca de Níger.
Sociedad: Cultura / Viajes.
Política exterior y defensa.
Noticias. Orden cronológico.
Bassets, M. Francia retoma su amistad con Argelia tras un año de crisis. “El
País” (28-VIII-2022).
Sanz, J. C. Rusia inicia maniobras militares con Argelia en la frontera marroquí.
“El País” (17-XI-2022).
Sanz,
J. C. El espejismo de las maniobras de Rusia
y Argelia se disipa en el desierto. “El País” (5-XII-2022). Ha habido
presiones de la UE y EE UU.
Análisis y opinión. Orden alfabético.
Abellán, Lucía. Sabri Bukadum / Ministro de Exteriores de
Argelia. ‘España tiene una responsabilidad histórica en el Sáhara Occidental’.
“El País” (30-III-2021).
Editorial. Los equilibrios de Argelia. “El País” (12-XI-2022).
El país magrebí trata de resituarse en la escena internacional al acoger
la cumbre de la Liga Árabe, condicionado por la ruptura con Marruecos y su
alianza con Rusia.
Política.
Noticias. Orden cronológico.
Cembrero, Ignacio. Argelia prohíbe la gran manifestación del sábado, pero los convocantes la mantienen. “El País” (8-II-2011) 6.
Cembrero, I. Un masivo despliegue policial aborta en Argelia la protesta por el cambio. “El País” (13-II-2011) 8.
Cembrero, I. Argelia deroga el estado de excepción tras dos décadas de prohibiciones. “El País” (24-II-2011) 11.
Cembrero, I. La protesta se reaviva en el Magreb. “El País” (27-II-2011) 10. Argelia, Marruecos y Túnez.
Cembrero, I. Butteflika anuncia una reforma controlada de la Constitución. “El País” (16-IV-2011) 5.
Cembrero, I. Los islamistas de Argelia se miran en Egipto y Túnez. “El País” (2-I-2012) 8. El principal partido opositor, el islamista Movimiento para la Sociedad y la Paz (MSP), deja el Gobierno y marca su perfil opositor, en vistas a ganar las próximas elecciones.
Cembrero, I. Argelia inicia el cambio al aceptar observadores en sus elecciones. “El País” (11-I-2012) 5. Los islamistas intentan concurrir juntos a las elecciones.
Cembrero, I. Los partidos islamistas de Argelia se alían para ganar las elecciones de mayo. “El País” (8-III-2012) 6.
Cembrero, I. Argelia vive en las urnas su ‘primavera árabe’. “El País” (10-V-2012) 2-3.
Cembrero, I. El antiguo partido único gana las elecciones legislativas en Argelia. “El País” (12-V-2012) 6.
Mora, Miguel. Hollande asume el ‘sufrimiento’ de Argelia. “El País” (21-XII-2012) 3.
Cembrero, I. La guerra de Malí se extiende a Argelia. “El País” (17-I-2013) 2-3. Un grupo salafista toma un centro gasístico y toma cientos de rehenes.
Cembrero, I. Los terroristas resisten atrincherados. “El País” (19-I-2013) 2-3.
Cembrero, I. Final dramático del secuestro en Argelia. “El País” (20-I-2013) 2.
Cembrero, I. ‘Muchos murieron de un tiro en la cabeza’. “El País” (22-I-2013) 2-3. Muchos rehenes fueron ejecutados.
Cembrero, I. El terror devuelve Argelia al pasado. “El País” (23-I-2013) 5.
Cembrero, I. Argelia busca al sucesor de Buteflika. “El País” (1-VI-2013) 2-3.
Cembrero, I. Buteflika se presenta por cuarta vez a la
presidencia de Argelia pese a estar enfermo. “El País” (18-XI-2013) 10.
Abdelaziz Buteflika lleva ya 14 años como presidente y ha sido proclamado
candidato por el Frente de Liberación Nacional (FLN) para las elecciones de
abril de 2014 de un nuevo quinquenio.
Cembrero, I. Lucha sin cuartel entre Buteflika y el Ejército.
“El País” (16-II-2014) 10-11.
Cembrero, I. El mito de un presidente eterno. “El País”
(16-II-2014) 10.
Casqueiro, Javier. Argelia prepara otra transición. “El País”
(14-IV-2014) 6.
Casqueiro, J. Buteflika revalida por cuarta vez su mandato
como presidente de Argelia. “El País” (19-IV-2014) 4-5.
Casqueiro, J. Buteflika, el Cid argelino. “El País” (19-IV-2014)
5.
Casqueiro, J. Las redes del califato llegan a Argelia.
“El País” (24-IX-2014) 4. Aumenta el peligro terrorista.
Casqueiro, J. Las manifestaciones de los policías ilustran
el vacío de poder en Argelia. “El País” (16-X-2014) 6. Rumores de mala salud
del presidente Buteflika.
Peregil, F. El parón económico abre el debate en Argelia sobre el poder el
presidente. “El País” (27-XI-2015) 8. La caída del precio del petróleo
castiga la economía y abre el debate sobre el poder del anciano presidente,
reelegido en 2014.
Peregil, F. Argelia relega a los
islamistas a un papel secundario. “El País” (29-XI-2015) 5.
Peregil, F. Argelia pone a prueba
en las urnas la fuerza de Buteflika. “El País” (5-V-2017).
Peregil, F. Miles de argelinos lanzan protestas
callejeras inéditas contra Buteflika. “El País” (23-II-2019).
Peregil, F. Miles de estudiantes se
manifiestan contra Buteflika. “El País” (27-II-2019).
Peregil, F. Las masivas protestas
en Argelia redoblan la presión contra Buteflika. “El País” (2-III-2019).
Peregil, F. Argelia, pendiente de
Buteflika. “El País” (3-III-2019). La población protesta contra su
reelección.
Martín, Javier. ‘Esto por fin ha
estallado’. “El País” (3-III-2019). Las protestas.
Peregil, F. Buteflika presenta
oficialmente su candidatura. “El País” (4-III-2019).
Peregil, F. Las purgas de Buteflika
para mantener 20 años el poder. “El País” (5-III-2019).
Peregil, F. Buteflika sufre otra
masiva protesta y las primeras grietas en su régimen. “El País”
(9-III-2019).
Bassets, Ll. El último presidente
de la república muerta. “El País” Ideas 199 (10-III-2019). Perfil de
Buteflika.
Peregil, F. Ahmed Gaid Salah. El
sable que sostiene en el poder a Buteflika. “El País” (10-III-2019). El
jefe del Ejército.
Peregil, F. Buteflika vuelve a una Argelia alzada en
protestas contra su régimen. “El País” (11-III-2019).
Peregil, F. Buteflika renuncia a otro mandato
presidencial y aplaza las elecciones. “El País” (12-III-2019).
Peregil, F. El objetivo no era
Buteflika sino el régimen. “El País” (13-III-2019).
Peregil, F. Masivo rechazo en las
calles de Argelia a la continuidad del régimen de Buteflika. “El País”
(16-III-2019).
Peregil, F. Buteflika se enroca
mientras el jefe del Ejército insta a hallar una solución a la crisis. “El
País” (19-III-2019).
Peregil, F. El jefe del Estado
Mayor de Argelia pide que se inhabilite a Buteflika. “El País”
(27-III-2019).
Peregil, F. Las protestas masivas en
Argelia exigen ahora la marcha del jefe del Ejército. “El País” (30-III-2019).
Peregil, F. Buteflika deja la presidencia de Argelia
tras seis semanas de protestas masivas en las calles. “El País”
(3-IV-2019).
Peregil, F. Una salida humillante que abre espacio a la
regeneración. “El País” (3-IV-2019).
Peregil, F. Las protestas en Argelia apuntan contra el régimen
que amparó a Buteflika. “El País” (6-IV-2019). Los protestantes islamistas
rechazan a las feministas, demostrando que no toda la oposición es democrática
o progresista.
Peregil, F. Batalla sorda por el poder en Argelia.
“El País” (7-IV-2019).
Peregil, F. El Parlamento de Argelia designa presidente
interino a un fiel defensor de Buteflika. “El País” (10-IV-2019).
Abdelkáder Bensalá, presidente del Senado, presidirá durante tres meses hasta
las nuevas elecciones.
Peregil, F. El jefe del Ejército de Argelia se aferra al
régimen heredado de Buteflika. “El País” (11-IV-2019).
Peregil, F. Los argelinos desafían al jefe del Ejército
tras la marcha de Buteflika. “El País” (13-IV-2019).
Peregil, F. Detenidos otros cuatro empresarios próximos
a Buteflika. “El País” (23-IV-2019).
Peregil, F. El jefe del Ejército
argelino detiene al hermano menor de Buteflika. “El País” (5-V-2019).
También son detenidos los dos últimos exjefes del servicio de inteligencia, los
generales Mohamed Mediene y Atmán Tartag.
Peregil, F. El Consejo
Constitucional de Argelia cancela las elecciones presidenciales del 4 de julio.
“El País” (3-VI-2019).
González, R. La revuelta popular
argelina encalla. “El País” (17-VIII-2019). La revuelta continúa pero el
Ejército no cede.
Peregil, F. La apresurada tramitación de una ley de
hidrocarburos agudiza la protesta en Argelia. “El País” (22-XI-2019).
Peregil, F. Argelia endurece la represión ante la
persistente protesta contra las elecciones. “El País” (23-XI-2019).
González, R. ‘Votaré solo cuando Argelia sea libre’.
“El País” (11-XII-2019). Muchos jóvenes manifestantes rechazan estas elecciones
presidenciales. Han sido condenados por corrupción dos exprimeros ministros, Ahmed
Ouyahia y Abdelmalek Sellal.
González, R. Los argelinos eligen
nuevo presidente entre cinco candidatos del antiguo régimen. “El País”
(12-XII-2019).
González, R. Un ex primer ministro
de Buteflika gana en Argelia unas cuestionadas elecciones. “El País” (14-XII-2019).
Abdelmadjid Tebún gana con un 58%, seguido de Bengrina con un 17%. La
participación fue solo del 41%.
González, R. El tecnócrata que escaló
todos los peldaños del poder. “El País” (14-XII-2019). Abdelmadjid Tebún, de
74 años, es fiel al aparato del partido FLN y la Administración. Fue primer
ministro solo tres meses en 2017 porque se opuso a la corrupción del círculo de
Buteflika.
Peregil, F. Muere el general Ahmed Gaid
Salah, hombre fuerte del régimen en Argelia. “El País” (24-XII-2019). Sufre
un infarto.
Peregil, F. Las voces más críticas se apagan
en Argelia. “El País” (14-IV-2022). Cierra el diario “Liberté”,
después de 30 años. La censura y la presión del régimen ahogan a los medios
independientes.
Sanz,
J. C. El régimen argelino se consolida
cinco años después de las revueltas. “El País” (4-III-2024). El
presidente Tebún afronta la reelección con una situación de estabilidad
económica gracias al auge del petróleo y el gas. La oposición es reprimida.
Sanz, J. C. Parte de la oposición argelina boicotea las elecciones por
“antidemocráticas”. “El País” (25-VII-2024).
Sanz,
J. C. Tebún consuma su reelección en
Argelia con el 95% de los votos. “El País” (9-IX-2024). La oposición
denuncia el fraude electoral.
Sanz, J. C. Argelia vuelve al fraude electoral con la victoria
aplastante de Tebún. “El País” (10-IX-2024).
Ni siquiera Tebún se cree los resultados oficiales.
Análisis y opinión. Orden alfabético.
Bassets, Lluís. La camisa de fuerza ya no aguanta. “El País” (11-III-2019).
Bastenier, M. Á. Transición de la transición. “El País” (16-IV-2014) 5.
Ben Jelloun, Tahar. En la cabeza del dirigente. “El País” (16-III-2019).
Bustos, Rafael. Argelia: una primavera sin brotes nuevos. “El País” (30-V-2012) 33.
Chafik Mesbah, Mohamed. ¿Qué futuro espera a Argelia? “El País” (1-VI-2013) 2.
Daoud, Kamel. La sombra islamista sobre Argelia. “El País” (15-III-2019).
Daoud, Kamel. Argelia, un polvorín detrás de los selfis.
“El País” (20-III-2021). El movimiento de protesta de 2019 está agotado,
sometido a los intentos islamistas y radicales de utilizarlos. Sería un error
el boicot a las elecciones.
Editorial. Buteflika repite. “El País” (5-III-2019).
Editorial. Cambio en Argelia. “El País” (13-III-2019).
Editorial. Buteflika abandona. “El País” (7-IV-2019).
Editorial. Farsa argelina. “El País” (6-XII-2019). Unas elecciones presidenciales sin garantías democráticas.
Editorial. Argelia se enroca en el pasado. “El País” (10-IX-2024). La
reelección de Tebún acaba con las esperanzas democráticas de las revueltas de
2019.
Gómez, Luz. 42 viernes por la democracia. “El País” (12-XII-2019).
Goytisolo, Juan (texto); Cáliz, Alfredo (fotos); Fibla, Carla (comentarios de fotos). De la primavera al otoño árabe. “El País” Semanal 1.843 (22-I-2012) 26-45. Argelia (28), Yemen (28-30), Siria (31-33), Túnez (33 y 38), Egipto (38-39 y 44) y Marruecos (45).
Khadra, Yasmina. La rebelión contra los depredadores. “El País” (6-III-2019). La novelista critica a la élite gobernante.
Lobo, Ramón. Con Argelia no se juega. “El País” (15-III-2019). El régimen se ha dividido en dos partes: ejército y policía.
Peregil, Francisco. La
gerontocracia de Argelia resiste a la revuelta juvenil. “El País”
(2-XII-2020).
Saoud, Kamel. ¿Un nuevo Al Sisi? “El País” (7-IV-2019). Una solución militar es preferible para los partidarios de la estabilidad antes que de la democracia.
Soler, Eduard. Una fórmula que permite ganar tiempo. “El País” (12-III-2019).
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