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miércoles, 15 de enero de 2014

China: la situación política actual.

China: la situación política actual.


Mapa político de China.



Mapa de China. Fuente: CIA.

Capital: Pekín. Superficie: 9.596.961 km². Población (2010): 1.339 millones. Densidad de población (2010): 140 hab/km². Índice de desarrollo humano (IDH 2011; 0 mínimo, 1 máximo): 0,69. PIB/h (2011): 4.400 dólares.

Índice:
Introducción a la situación política.
El debate sobre el futuro de China.
La corrupción.
La represión de los disidentes políticos.
La defensa y la política exterior.
La cuestión uigur.
La cuestión del Tibet.
FUENTES.
Apéndice: La situación antes y en 1996-1996.

Introducción a la situación política.
Hacer un sólido estudio sobre China es una tarea difícil puesto que la información es muy cuantiosa y crece de día en día, al albur del voraz crecimiento económico de China y de su correspondiente aumento de importancia en el concierto de las naciones. El interés sobre China no es reciente pero últimamente ha tomado un cariz vertiginoso. Los sinólogos y las publicaciones sobre China están de moda, se multiplican las cátedras de lengua china en Occidente, conocemos ahora mucho mejor su literatura mientras que su cine se está convirtiendo en objeto cultural de consumo masivo, empresarios de todo el mundo acuden allí a invertir y producir, comprar y vender, los turistas extranjeros invaden sus ciudades y monumentos, así como los turistas chinos comienzan a conocer el resto del planeta. El mundo asiste al resurgimiento de China como una de las mayores potencias mundiales y se interroga sobre si el cambio económico traerá pronto o tarde el cambio político, sobre si sus apetencias de hegemonía en Asia harán de China un formidable adversario ante el deberá armarse el resto del mundo... Y nada más comenzar a contestar estas preguntas nos asombramos ante la magnitud de las cifras.
Pretendo aquí exponer unas consideraciones generales sobre China. Tiene una extensión de 9.600.000 km² (tercer Estado mundial en superficie), con unos 1.200 millones de habitantes en 1994, más del 25% de la población mundial.
Su régimen político es el comunista, del que es uno de los últimos representantes tras la caída del Bloque del Este. Hoy sólo se autodenominan comunistas los regímenes de China, Corea del Norte, Vietnam, Laos y Cuba.
Su régimen económico es doble: comunista y capitalista. La economía comunista subsiste en numerosas empresas estatales protegidas y reglamentadas, pero la economía capitalista está liquidando vorazmente el espacio de la anterior y hoy es con mucho la más importante en todos los indicadores de producción, empleo, exportaciones, etc.
Característica básica de su población y de su economía es la desigualdad territorial, con una gran concentración de la población y la riqueza en la parte Este del país, cerca de la costa del Pacífico y en las cuencas fluviales. Por ello hay marcados contrastes y desequilibrios en el nivel de vida, en contra de las zonas del interior, más al Oeste. La urbanización es un fenómeno relativamente reciente en un país que siempre ha sido una civilización rural, volcada al continente y los ríos. Actualmente hay apenas un 25% de la población total residiendo en las ciudades. El crecimiento de la población está ralentizándose con notorio éxito y se estabilizará aparentemente sobre los 1.400 o 1.500 millones de habitantes.
China es un país de milenaria civilización, que fue transformado radicalmente por la revolución comunista de los años 40, que llevó a Mao al poder en 1948, mientras los nacionalistas se quedaban el reducto de Taiwan con el apoyo estadounidense. 
Inicialmente el modelo político y económico del régimen comunista fue el soviético, pero a partir de 1960 el creciente conflicto con la URSS propició una evolución propia, que derivó en el acercamiento a EE UU en los años 70 y tras la muerte de Mao y la llegada al poder de Den Ziaoping desde 1979 ha tomado la forma de un original “capitalismo en un país comunista”, que ha logrado un extraordinario crecimiento económico.
Los cambios políticos en el régimen en 2012-2013 apuntaban a una lenta transformación, que la población joven entendía insuficiente, para adaptar el país a los graves problemas que derivan de tres contradicciones esenciales:
-La elevada tensión interna entre los grupos de presión determinados por la división espacial del país en tres grandes bloques. El primero, la costa y las cercanas y densamente pobladas llanuras aluviales orientales, zonas beneficiadas por una economía muy pujante, basada en una agricultura intensiva de re­gadío, la rápida industrialización y el crecimiento de los servicios, que atrae decenas de millones de inmigrantes. El segundo, las regiones agrarias del interior, que se están sumando rápidamente al desarrollo industrial y comercial, pero todavía muy lejos del nivel de bienestar de las zonas costeras, lo que las convierte en los grandes focos emisores de emigrantes. El tercero, los extensos desiertos interiores, sobre todo en el desierto del Gobi, la región de Sinkiang y el macizo del Tibet, poblados por nómadas o reducidas poblaciones autóctonas, pero que en los últimos tres decenios han recibido una importante emigración de chinos de etnia han, por una voluntad política de cohesionar el país unificando su composición étnica. Los distintos grupos políticos, sociales y económicos resultantes de esta división chocan frecuentemente por el poder o sus derechos, como demuestran los disturbios de Sinkiang y Tibet y las luchas por el control del partido entre las direcciones regionales.
-La creciente oposición entre los diferentes niveles territoriales del régimen político comunista, que ha mantenido una importante dimensión para las políticas de economía centralizada, pero ha concedido grandes espacios de autonomía económica a las provincias y ciudades, lo que con creciente frecuencia deriva en medidas económicas contradictorias y en un débil control de la corrupción. Esta división vertical complica la estructura del partido y la gobernanza unida del país, y a largo plazo podria conducirlo a una ruptura interna, a una desmembración, si no se articulan soluciones democráticas que legitimen la unidad. Esta amenaza ha sido un factor esencial en la política del partido comunista, temeroso de cualquier movimiento nacionalista periférico y que, por el contrario, ha logrado Macao y Hong Kong y ansía la incorporación de Taiwan.
-La división política de la población entre comunistas, disidentes y ciudadanos neutrales. El partido comunista mantiene el control absoluto del poder político a todos los niveles, pero sufre asimismo una división interna muy acusada, por las dos contradicciones anteriores. El partido ha establecido una rigurosa política de control de la disidencia política, integrada por los defensores de los derechos humanos y los grupos representativos de las etnias minoritarias opuestas a la mayoritaria han, pero los disidentes crecen ostensiblemente en número y exigencias. El partido, en cambio, ha abierto mucho la mano en el control de los ciudadanos mientras no discutan su hegemonía. Pero esta división tripartita es un equilibrio inviable a largo plazo: los ciudadanos no serán neutrales eternamente, sino que reclamarán la asunción de sus plenos derechos humanos y se aliarán o con los sectores más reformistas del partido o con los grupos disidentes.
La conclusión es que parece que China camina a trancas y barrancas hacia un sistema democrático en parte, aunque será un proceso muy lento y durante mucho tiempo habrá grandes restricciones constitucionales, y que avanza hacia un sistema más federalista, que dé amplias competencias a las regiones para diferenciarse en sus respuestas políticas y económicas. La consolidación de la hegemonía de Xin Jinping en 2022 parece una respuesta temerosa del partido comunista ante las crecientes presiones hacia la democratización.

El debate sobre el futuro de China.
Muchos pensadores y políticos, desde que Napoleón vaticinó que cuando China despertara el mundo temblaría, han meditado sobre la posibilidad de que China se convierta nuevamente en una potencia hegemónica mundial, como ocurrió hasta el siglo XVIII, cuando comenzó a quedar detrás de una Europa que se avanzó en la Revolución Industrial. Los datos apuntan poderosamente a que ese momento ha llegado, y se multiplican pues los debates de ideas al respecto.
Pablo Bustelo, en su conferencia China. ¿Hacia qué supremacía global? (3-II-2011) explicaba que China se ha convertido recientemente en la segunda mayor economía del mundo, adelantando a Japón. Las previsiones indican que se convertirá en la primera en menos de quince años y que, hacia 2050, su PIB duplicará al de EE UU. Este auge espectacular, fruto del esfuerzo del pueblo y de treinta años de reformas económicas, ha resultado en su creciente presencia económica, política y cultural en el mundo.
El carácter fundamentalmente económico del progreso de China lo hace diferente del protagonizado por otras potencias emergentes en el pasado, como Alemania y Japón en el último tercio del siglo XIX y el primero del siglo XX, que se sustentaba también sobre el poder militar y colonial. Además, está contribuyendo a la formación, aunque todavía lenta, de un mundo multipolar, lo que tendrá seguramente consecuencias importantes en la política internacional.
Sin embargo, muchos gobiernos y analistas se preguntan si el auge de China continuará en los próximos decenios, a la vista de los enormes retos del país. Bustelo argumenta que el auge económico de China seguramente proseguirá, aunque a un ritmo algo menor, porque las ventajas del país, como una integración adecuada en la economía mundial, las excelentes infraestructuras o una industria muy competitiva, son mayores que sus inconvenientes, como son el envejecimiento de la población, el deterioro del medio ambiente o la falta de libertades públicas.
Se debate también si seguirá siendo un desarrollo pacífico, como hasta ahora, o bien se convertirá en una amenaza política, económica y militar para Occidente y sus vecinos, sobre todo Japón, como ocurrió con las potencias citadas, Alemania y Japón, en las dos Guerras Mundiales. Bustelo valora que China tiene la capacidad, pero no la voluntad, para distorsionar el orden internacional existente o para provocar conflictos graves, económicos o de otra naturaleza, pues no le interesa alterar el status quo. Además, argumenta que el desarrollo pacífico de China no depende sólo de Pekín sino también de Occidente y Japón, esto es de la confianza de éstos en que se producirá efectivamente ese “desarrollo pacífico” y de su disposición a hacer sitio, en los centros globales de decisión, a la nueva gran potencia emergente.
El liderazgo chino debe afrontar las importantes cuestiones política y económica. Respecto a la reforma política señala que, aunque no llegue al modelo occidental, debe facilitar la participación de la creciente clase media, y afrontar la corrupción, y desarrollar los ejes básicos de un Estado de bienestar como son educación, sanidad, vivienda o pensiones.
Pero es un camino de reforma amenazado por múltiples riesgos: los cambios demográficos y en especial el envejecimiento y el éxodo rural, el riesgo de caer en las burbujas crediticia e inmobiliaria, la falta de credibilidad de las estadísticas oficiales, la falta de definición del rumbo del cambio político, las pugnas políticas dentro del Partido Comunista Chino, las protestas sociales sobre todo por temas ecológicos, la revueltas de las etnias minoritarias (uigur y tibetanos especialmente), las tensiones con los países vecinos y EE UU por el control de puntos estratégicos, la competencia internacional por conseguir materias primas y recursos energéticos.

La corrupción.
La lucha contra la corrupción, un mal endémico desde tiempos inmemoriales en una sociedad históricamente cerrada como la china, se ha convertido en la bandera más popular del nuevo ejecutivo chino, encabezado por el presidente Xi Jinping.
Las purgas dentro del PCCh y la Administración se extienden por doquier, con graves penas de cárcel para los implicados. Sin embargo, no se afronta el problema en su raíz: el acaparamiento de poder político y riqueza por los altos cargos del partido. Mientras no se resuelva este mal, la corrupción proseguirá.


Proceso contra Bo Xilai.


Proceso contra la corrupción en Fujian.

Un editorial [Cosmética china. “El País” (22-X-2013)] avisa de la difícil situación:
‹‹Ji Jianye, alcalde de Nanjing, una de las principales ciudades de China, es la más reciente incorporación a la lista de funcionarios investigados por corrupción. Según la prensa local, afronta cargos por recibir millonarios sobornos inmobiliarios.
Cuando llegó al poder, el presidente Xi Jinping, también jefe del Partido Comunista Chino (PCCh), prometió que combatiría la corrupción y se llevaría por delante a “tigres y moscas”. El alcalde Jianye entra en la primera categoría. Como tigres eran también Liu Zhijun, exministro de Ferrocarriles, o Bo Xilai, poderoso miembro del Politburó y rival de Xi, ahora entre rejas. Sobre la fortuna acumulada por otro tigre ilustre, el ex primer ministro Wen Jiabao, se ha corrido, en cambio, un tupido velo. La lucha contra la corrupción parece haberse convertido en la forma más sencilla y rentable de ajustar cuentas y de resolver los conflictos internos en el aparato político.
Mientras, los llamamientos a la austeridad se multiplican. Los altos cargos moderan sus dispendios, los vehículos oficiales llevarán GPS para evitar el uso privado y es muy posible que en próximos congresos del partido desaparezcan los bolsos y la ropa de lujo. Xi Jinping intenta apaciguar así la creciente indignación de los ciudadanos ante la prepotencia, los abusos y la ostentación de los dirigentes. Sobre todo ahora que la crisis global ha enfriado el crecimiento económico, y que las disfunciones del sistema (desde las severas desigualdades sociales a la contaminación incontrolada, la burbuja inmobiliaria o los fraudes alimentarios) encuentran cada vez más respuesta en la calle.
Con todo, la campaña de moralidad abanderada por Xi sería más creíble si, además de medidas cosméticas, atacara de raíz el origen de esa corrupción desbocada, que no es otro que la concentración de poder y dinero en las élites del PCCh y sus familias. No parece entrar en sus planes establecer controles y contrapesos, ni mecanismos de rendición de cuentas. Se trata más bien de preservar el poder de la burocracia comunista, no de limitarlo.
Digno hijo de la nomenclatura, Xi ha optado por desempolvar el estudio de la línea de masas o las sesiones televisadas de crítica y autocrítica para despertar la virtud en los funcionarios. Al tiempo, ha intensificado la represión contra activistas de derechos humanos, abogados, periodistas e internautas que reclaman transparencia y participación ciudadana.››

El editorial Corrupción en China [“El País” (23-I-2014)] insiste en la gravedad del problema:
‹‹La filtración de millones de archivos sobre las fortunas ocultas de connotados miembros de la nomenclatura china destapa una parte del gigantesco entramado de abusos, ilegalidades y corruptelas que sostiene a la segunda economía del mundo. El uso masivo de cuentas opacas en paraísos fiscales salpica a políticos, empresarios, gerentes de compañías estatales y a 13 familiares de varios mandatarios y altos dirigentes comunistas, incluido el actual presidente, Xi Jinping.
Al mismo tiempo que varios medios internacionales —entre ellos EL PAÍS— difundían ayer estos documentos, comenzaba en Pekín el juicio contra el abogado Xu Zhiyong, líder de un movimiento ciudadano contra la corrupción. La coincidencia de los dos acontecimientos hace más patente la actitud cínica de una clase política que no se molesta en guardar las formas. Xu, detenido el pasado julio, se enfrenta a cinco de años de prisión por “alteración del orden público”. Así es como califican las autoridades las iniciativas de los activistas a favor de la transparencia y de que los funcionarios declaren su patrimonio.
China afrontó la liberalización de su economía manteniendo la dictadura del partido único, y esto ha dado lugar a enormes disfunciones. El impresionante despegue económico, ahora ralentizado, que sacó de la pobreza a millones de chinos, se ha visto acompañado de un crecimiento brutal de las desigualdades —sociales y geográficas—, la corrupción, la contaminación y la burbuja inmobiliaria. Los datos del Chinaleaksprocedentes de gestoras que operan en paraísos fiscales, no hacen sino confirmar el evidente enriquecimiento de la casta dirigente. Basta ver las listas de milmillonarios y el ostentoso desfile de alta costura en que se han convertido los congresos del Partido Comunista y las reuniones de la Asamblea Popular. Y refrendan investigaciones como la realizada en 2012 por el diario "The New York Times"que destapó que la fortuna de la familia del ex primer ministro Wen Jiabao se acercaba a los 2.000 millones de euros.
Consciente del creciente malestar social, el presidente Xi declaró el año pasado la guerra a la corrupción y prometió perseguir a “tigres y moscas”. Moscas han caído muchas, pero los escasos tigres cazados o acechados —como Bo Xilai o Zhou Yongkang— son, casualmente, rivales políticos. Este no es un dato alentador, como tampoco lo es la reacción de Pekín al escándalo del Chinaleaks: un apagón informativo que incluye el bloqueo de las páginas web de los medios internacionales que informan sobre el caso. Un portavoz de Exteriores añadió que “se demostrará que los limpios son limpios y los sucios son sucios”, como queriendo desmarcar a los prohombres de sus parientes incómodos.
Para combatir de verdad la corrupción y adecentar la política y la economía de China es necesario —aunque no suficiente— desmantelar el régimen de partido único. Lo que propicia los abusos es, precisamente, la ausencia de libertad, de transparencia y de controles.››

La represión de los disidentes políticos.

Resultado de imagen de disidente chino

El artista Ai Weiwei es uno de los más respetados disidentes.

Ante la creciente división política de la población entre comunistas, disidentes y ciudadanos neutrales, el partido comunista bajo el mando de Xi mantiene el control absoluto del poder político a todos los niveles, pero sufre asimismo una división interna muy acusada. Esta división tripartita es un equilibrio inviable a largo plazo: los analistas opinan que los ciudadanos no serán neutrales eternamente, sino que reclamarán la asunción de sus plenos derechos humanos y se aliarán o con los sectores más reformistas del partido o con los grupos disidentes.
El partido ha establecido una rigurosa política de control de la disidencia política, integrada por los defensores de los derechos humanos y los grupos representativos de las etnias minoritarias opuestas a la mayoritaria han, pero los disidentes crecen ostensiblemente en número y exigencias. En 2008 se calculaba por la Laogai Research Foundation (una ONG fundada por el disidente Harry Wu) que había 1.045 “campos de reeducación” (los Laogai, abreviatura de Lao dong gai zao, “reforma mediante el trabajo”) en China, en los que hay entre tres y cinco millones de presos, tanto comunes como políticos, obligados a trabajar y recibir instrucción política.
El partido, sin embargo, ha abierto mucho la mano en el control de los ciudadanos mientras no discutan su hegemonía.

La defensa y la política exterior.


Mapa de conflictos territoriales de China. Fuente: Reinoso, José. Las ambiciones territoriales de Pekín elevan la tensión. “El País” (15-V-2014) 4-5. [http://internacional.elpais.com]

En los últimos años China desarrolla una política exterior ambiciosa, que confirma ‘el despertar del gigante’, está guiada por los principios de búsqueda de la estabilidad y la seguridad, con los claros objetivos de reincorporar Taiwán a largo plazo, mantener el equilibrio político-militar en en sus zonas fronterizas del Lejano Oriente con Rusia y las bases de EE UU en Corea del Sur y Japón, y mantener su influjo político en sus grandes áreas de interés comercial, esto es, los mercados para sus exportaciones en Asia, EE UU y Europa, y las fuentes de suministro de recursos naturales (energía y materias primas) en Oriente Próximo, África y Latinoamérica, amén de lograr un equilibrio de poder en Asia y el Pacífico. Pero tantos objetivos a la vez implican que cada vez esté más extendida una visión crítica de la expansión china en el Tercer Mundo. Pese a ello mantiene un programa de armamento militar muy ambicioso, aunque todavía muy alejado en sus logros del nivel estadounidense o ruso.
China se ha resistido históricamente a reconocer el derecho de intervención internacional en los asuntos internos de los países, sean dictaduras o no, lo que le ha llevado a alinearse con países no democráticos como Corea del Norte o Irán, y a mantener posturas tibias ante la represión en Libia o Siria, pero desde 2011 ha variado ligeramente esta tendencia, consciente de que cuando llegan los cambios de regímenes políticos los nuevos gobernantes la ven como una aliada de los anteriores.
Puntos calientes a corto plazo son las fronteras con India (todavía hay pendiente un arreglo definitivo sobre zonas del Himalaya, aunque no hay visos de conflicto), Corea del Norte (la precaución ante una avalancha humana si cae el régimen norcoreano), Taiwán (la pugna por recuperar la soberanía se pospone a un futuro incierto) y la controversia sobre la soberanía, la peor con Japón sobre un archipiélago (Diayou/Senkaku) minúsculo en el Mar de la China al norte de Taiwán, y con Filipinas, Vietnam y Malaisia sobre otro puñado de islas (Paracelso y Spratly) en el Mar de China Meridional.


Mar de la China Meridional, con las dos principales zonas en litigio.

Las islas más disputadas son las Paracelso, muy cercanas a la costa de Vietnam, y las Spratley, situadas en el centro del Mar de China Meridional. Las reivindicaciones chinas sobre las islas del Mar del Sur de China se explican por su interés en dominar la plataforma continental que se halla en su centro, que, según los geólogos, es muy rico en petróleo y gas natural, además de ser una vía marítima de gran importancia para el tráfico creciente que pasa por la zona.
Un caso especial es de la reciente (1995) reclamación sobre las islas Natuna, a 1.000 km de China, en posesión de Indonesia (a sólo unas decenas de km), que explota en ellas gas natural. La reclamación obedece a un juego de negociación y parece que China estaría dispuesta a reconocer los derechos indonesios en estas a cambio de la renuncia indonesia al resto de las islas en disputa.
A pesar de que China es el país más alejado de los que competen por los derechos territoriales, es posiblemente uno de los que tienen mejores derechos históricos, pues estas islas fueron visitadas desde siempre por los pescadores del Sur de China y, ya en época mongol (siglo XIII), había un control político sobre ellas, cuando los conquistadores mongoles intentaron la conquista de la Insulindia y tenían (hasta el siglo XIX), una soberanía sobre el protectorado de Vietnam, que hoy le disputa las islas Paracelso, también con evidentes derechos históricos, pues los derechos chinos son los correspondientes a una potencia colonial y los vietnamitas tendrían prelación histórica. Por contra, los otros países aducen el derecho internacional del mar, que concede la territorialidad de las islas sin clara adscripción a los países más cercanos, que en este caso son Filipinas, Vietnam, Taiwán, Brunei, Malasia e Indonesia.
La solución del gobierno chino ha sido doble, el juego del palo y la zanahoria: por un lado la agresividad de su presencia naval y militar en la zona, instalando bases aeronavales (la isla Woody en las Paracels es su mayor centro) y expulsando a las embarcaciones y guarniciones de sus competidores, aunque con poco derramamiento de sangre (excepto en la breve guerra de 1979 y en los choques navales de 1984 y 1988 con Vietnam) y, por otro lado, el ofrecimiento de una gran empresa conjunta de los países interesados en la zona, con el fin de explotar los recursos minerales y energéticos. Una empresa en la que China tendría el 51% de las acciones, lo que equivaldría al reconocimiento de su hegemonía sobre todo el sector.
La reclamación de las islas Senkaku, al norte de Taiwán, dominadas por Japón, pero deshabitadas, obedece a un doble propósito: fueron perdidas en la guerra de 1895 con Japón y supondrían una fuerte base jurídica para reclamar la recuperación de Taiwán, perdida en la misma guerra.


Mar de China Meridional, con las islas Paracelso y Spratly.

China e India pugnan por el dominio político y económico de Asia. Sus enormes poblaciones, sus fuertes crecimientos en PNB y comercio, sus pugnaces intereses geoestratégicos, les convierten en grandes potencias competidoras del siglo XXI. Las disputas fronterizas, nunca resueltas, se localizan en la zona de Aksai Chin y en una franja al norte de Assam, ocupadas a la India en la guerra de 1962. En el marco de esta pugna cabe explicar el constante apoyo que China ha dado a Pakistán (le entrega misiles tácticos y armamento de alta tecnología, amén de apoyarle en su programa nuclear) y Birmania, a fin de asfixiar política y militarmente a la India, mientras que esta se aliaba con la URSS en la época en que esta era una enemiga declarada de China, dentro del conflicto de poderes en Asia.
Srinivasan [1990] ha estudiado la comparación de la internacionalización de las economías de China e India en el periodo 1950-1989, llegando a la conclusión de que China ha alcanzado mucho más claramente una situación de independencia relativa respecto a las grandes potencias económicas, beneficiada por el radicalismo de las reformas de 1978, que han supuesto una apertura al mercado exterior que la India sólo está aplicando desde 1992, compelida por la necesidad de no quedar marginada de la expansión económica del Este de Asia. Otro factor que explica esta relativa independencia es la enorme extensión del mercado chino y el fuerte aumento del consumo, que permite acometer líneas de productos especiales que necesitan un amplio mercado para ser rentables. Las importaciones crecieron en 1980-1988 en un 13,5% anual y las exportaciones en un 12,3%, construyéndose gigantescas infraestructuras en la región sureña para permitir la entrada y salida de este comercio: autopistas, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, telecomunicaciones, etc.
Los datos indican que la India no está perdiendo el tren del desarrollo sino que este es más lento pero también exitoso. India aparece como otro país emergente, habiendo aprendido de las lecciones que ha visto en China. Para Srinivasan la principal enseñanza es que las restricciones a la libre competencia deben ser desmanteladas de modo urgente y profundo, pues cuanto mayor y más intensa sea la liberalización mayor será el beneficio para el país a largo plazo, pese a los costos sociales inevitables al romper con privilegios muy antiguos de algunas clases sociales (o grupos) de propietarios y trabajadores. En la misma línea apunta Malenbaum [1982] Sobre las dificultades del desarrollo en ambos países y de como la falta de despegue con una economías demasiado colectivistas precisó de una reforma capitalista al final de los años 70. Mitra [1988], también ha hecho un excelente estudio sobre el modelo chino y su éxito comparado con el hindú.

Bastenier, en El ‘regreso’ del imperio [“El País” (27-V-2015)] resume la actualidad de la política exterior china, apoyada en su capacidad financiera, pero a la que le falta competitividad como potencia cultural:
‹‹China es tan antigua que para todo hay precedente. Y en este siglo protagoniza una formidable descubierta cuyo horizonte es el mundo entero. El desenclavamiento de Pekín lo inició Mao, pero estaba muy ocupado dando un gran salto hacia adelante, por lo que el segundo y positivo aliento le cupo a Deng Xiaoping, ya los años 90, y a sus sucesores, notablemente Xi Jinping, que han proseguido una razzia que les ha llevado a África, poner pie en Europa, y desembarcar con una billetera sin fondo en América Larina. Pero China reanuda hoy lo que brevemente experimentó hace 500 años.
La política exterior china es un todo interconectado en el tiempo y el espacio. A comienzos del siglo XV el emperador Yongle dispuso que la mayor flota hasta entonces conocida partiera al reconocimiento del planeta. El almirante Cheng Ho llegó hasta el mar Rojo y las costas africanas del Índico, pero otro emperador, solo unas décadas más tarde, canceló su séptima expedición y mandó destruir la escuadra. China iniciaba, así, una permanencia sobre el propio terreno a la que solo el comunismo-capitalista ha puesto término. Y Pekín parece ávido de comprarlo todo. En la última década ha desembolsado más de 100.000 millones de dólares en América Latina,construye islotes artificiales que albergarán bases militares en sus costas; planea con Brasil y Perú un ferrocarril entre los océanos Atlántico y Pacífico; mediante una firma que se dice privada (HKND), comenzará a excavar un canal a través de Nicaragua que compita con la vía panameña; y su primer ministro, Li Keqiang, de visita en Brasil, Perú, Colombia y Chile, prometía recientemente una inversión de 250.000 millones en los próximos 10 años.
China es ya, todavía tras EE UU, el segundo socio comercial de Iberoamérica, a donde envía un 30% de sus exportaciones y recibe el 25% de las importaciones. Esa relación ha sido particularmente intensa con Venezuela, Ecuador y Bolivia, los bolivarianos, y últimamente, con Argentina, Brasil, Colombia y Perú. Para que nadie se llame a engaño, Pekín ha calificado su capacidad crediticia y de inversión de herramienta diplomática, y para subrayar el factor intemporal de su política exterior, el propio Jinping hablaba de esa conexión con América Latina como una nueva rura de la seda, la vía comercial terrestre que unía a paso de camello China con la Europa de Marco Polo. Y todo ello pensado para un espectador que también es rival aún hegemónico: EE UU, que se debate entre embarcarse en una nueva guerra terrestre en Asia para combatir al Estado Islámico o contemplar cómo las fuerzas iraquíes dejan el campo libre a los yihadistas. Demasiados frentes para un presidente Obama, que se quería de prudencia en el repliegue.
¿Significa todo ello que el siglo XXI será el de China y que el Pacífico vaya a desbancar definitivamente al Atlántico como océano universal? Un elemento puede faltar, sin embargo, en esa colonización geopolítica: el soft power (poder blando), que como capital simbólico, en terminología de Pierre Bourdieu, ha sido un eje del señoreo norteamericano en el mundo. Cuando China fabrique su Humphrey Bogart y su Scott Fitzgerald, habrá que pensarlo todo de nuevo.››


La cuestión uigur de Xinjiang.



Mapas de Xinjiang, entre Asia Central y China.


Urumqi, la capital de Xinjiang.

Xinjiang fue durante milenios un territorio solo ocasionalmente dominado por los chinos, que pretendían dominar la histórica Ruta de la Seda. Pero esos episodios de dominio chino se cortaron a menudo por otros más largos desde la Edad Media, en los que los uigures y otros pueblos de la región, de religión predominantemente musulmana y emparentados con los pueblos (turcomanos, kazajos, kirguises...) de Asia Central mantuvieron una completa independencia de facto.
La dinastía manchú de los Chin consiguió un tenue control del territorio en el siglo XVIII, reconocido por Rusia y Gran Bretaña en el siglo XIX, pero no fue hasta la Revolución china de 1948 que su control fue plenamente efectivo. Desde entonces el régimen comunista promovió una activa política de inmigración de pobladores de etnia han, muy mayoritaria en China, parar cambiar la realidad étnica de Xinjiang, lo que logró en los años 1990. La población uigur sostiene que es preterida en los cargos y los servicios públicos y ha protestado en diversas ocasiones por la pérdida de su identidad nacional.  
El 5 de julio de 2009 una multitud de uigures se manifestó en Urumqi, la capital de Xinjiang por la muerte en una fábrica china de dos trabajadores de etnia uigur. La protesta derivó en violentos enfrentamientos entre los uigures y los chinos han apoyados por la policía, dejando un balance oficial de 197 muertos y más de 1.700 heridos. Desde entonces la violencia se ha reproducido, y en 2014 se ha intensificado y además extendido a otras regiones de China con cruentos atentados.


Atentado en Kumming, en el interior de China, atribuido a separatistas uigures.

Fernando Gualdoni, en El valor de Xinjiang [“El País” (7-V-2014)] resume la importancia para China de la región autónoma de Xinjiang por su situación geoestratégica en Asia Central, para el suministro de energía y el comercio exterior.
‹‹La región autónoma de Xinjiang, de mayoría étnica musulmana uigur, es fundamental para el futuro económico de China porque representa la puerta de entrada al país del gas y el petróleo de Asia Central, y la salida de miles de millones de dólares en exportaciones a través de una extensa red vial y ferroviaria. El Gobierno de Pekín centró más que nunca su atención en las exrepúblicas soviéticas centroasiáticas después de la primavera árabe. Las revueltas en el norte de África y Oriente Próximo dejaron al descubierto la gran dependencia china del suministro energético de los países árabes por mar.
Más tarde, los conflictos por la soberanía de islas y aguas en el sureste asiático, añadieron presión sobre China para buscar alternativas a las rutas marítimas de su comercio que pasan por el estrecho de Malaca, un área muy vigilada por EE UU y sus aliados en Asia. Actualmente, entre el 80% y el 85% de las importaciones energéticas y de las exportaciones de bienes chinos se realizan por mar. El grueso de este tráfico atraviesa ese embudo que está entre Malasia y Singapur para entrar en el mar del Sur de China.
Los cambios geopolíticos y la necesidad de Pekin de asegurar y aumentar su abastecimiento de energía para sustentar el crecimiento económico dispararon en los últimos años el interés del Ejecutivo chino por ganar peso en una zona históricamente bajo dominio ruso. Mientras el Kremlin estaba ocupado en detener el avance de la Alianza Atlántica en su frontera occidental, Pekín ganaba influencia en el este.››

Vidal Liy, en China combina represión y ayudas para frenar el separatismo uigur [“El País” (6-VII-2014)] resume la conflictividad política y social entre los chinos han y la población uigur:
‹‹En los últimos meses la violencia se ha extendido fuera de la provincia. Si en octubre morían tres personas en el incendio de un vehículo frente al retrato de Mao Zedong en la emblemática plaza pequinesa de Tiananmen (…) en marzo 29 personas morían acuchilladas en una estación de tren en la ciudad de Kunming, en el suroeste de China. El Gobierno chino ha atribuido estos incidentes a grupos extremistas procedentes de Xinjiang.
En la propia provincia también han aumentado la violencia. En mayo una explosión en un mercado de Urumqi dejó 39 muertos y más de 90 heridos. Cerca de 200 personas han fallecido en incidentes violentos en el último año, según las cifras oficiales.
(...) Los uigures denuncian factores como la desigualdad económica o lo que consideran discriminación han en el ámbito laboral, o contra su cultura, religión y su lengua. Mencionan, como ejemplo, la prohibición que cada año impone Pekín a los funcionarios, miembros del partido, estudiantes o profesores de ayunar durante el mes musulmán del Ramadán, que este año coincide con el aniversario de los disturbios. El Gobierno chino asegura que sus políticas buscan beneficiar a los uigures y culpa de la violencia a lo que considera injerencias del extremismo extranjero. (...)
Al mismo tiempo, ha aumentado su asignación de recursos a la provincia, para tratar de combatir la pobreza mucho mayor entre los uigur que entre los han que considera cuna del terrorismo. 
Las medidas económicas que ha puesto en marcha Pekín son variopintas. Abarcan desde subsidios a los uigur hasta la construcción de viviendas o infraestructuras como el tendido de tren de alta velocidad entre Urumqi y Lanzhou, en el oeste chino. Incluso la oficina de turismo de Xinjiang llegó a ofrecer 500 yuanes, unos 70 euros, a quienes viajaran a la región.››

El editorial Represión china [“El País” (26-XI-2019) / https://elpais.com/elpais/2019/11/25/opinion/1574706476_203237.html] resume la dramática situación tras una investigación periodística:
‹‹El Gobierno chino debe poner fin inmediatamente al masivo y sofisticado sistema de represión de la minoría uigur que, con el pretexto de fomentar la “transformación ideológica” de este grupo étnico y religioso, se ha traducido en una persecución a gran escala sin parangón en el planeta.
Las pruebas conseguidas por 17 medios internacionales, entre ellos EL PAÍS, documentan la utilización por parte de China de un macrosistema de vigilancia y procesamiento de datos personales que ha permitido la creación de una estructura represiva que se inicia con la identificación de personas “sospechosas”, continúa con la detención por miles de ellas y finaliza con su internamiento, sin juicio ni garantía alguna, en campos denominados en la jerga del Partido Comunista Chino “centros de educación ideológica y entrenamiento profesional”. Más de un millón de uigures —grupo formado por 11 millones de personas, la mayoría musulmanas y situadas al oeste del país— permanecen o han pasado por estos campos. Y otros siguen siendo internados en este mismo momento. Una práctica intolerable bien avanzado el siglo XXI en la segunda potencia mundial que aspira a ampliar su área de influencia global.
Los uigures son ciudadanos chinos que están siendo tratados de forma discriminatoria por razón de su raza, religión y cultura. Se trata de una situación que viola flagrantemente las convenciones de Naciones Unidas de las que Pekín es signatario y donde goza de un puesto permanente en el Consejo de Seguridad, incluido el derecho de veto. Un sillón desde el cual, por ejemplo, Pekín vota a menudo a favor de resoluciones condenatorias por la violación de derechos humanos en diversas partes del planeta. En cambio, obvia esas mismas violaciones en su propio territorio.
Resulta particularmente inquietante que en la construcción de su sistema represivo, Pekín se esté valiendo de la tecnología más avanzada: interpretación de metadatos, seguimiento de aplicaciones de teléfonos móviles o sistemas de reconocimiento facial, entre otros. Un modelo que, una vez ensayado y perfeccionado con los uigures, es fácilmente exportable tanto al resto de la población como a cualquier otro país. No hay que olvidar que China es puntera en la investigación del 5G, la siguiente generación de transmisión de datos que va a revolucionar la vida cotidiana en todo el planeta. Las revelaciones publicadas muestran una peligrosísima utilización para las libertades individuales de las ventajas que ofrece la tecnología actual.
Antes de adoptar el sistema de internamiento masivo, Pekín ha tratado de difuminar la identidad uigur de varias maneras. Entre otras trasladando forzosamente a millones de ciudadanos chinos de la etnia han —la que tradicionalmente coincide con la imagen occidental que se tiene de los chinos— a su territorio. La medida únicamente ha servido para crear un conflicto donde antes no lo había y para reforzar la identidad uigur. Es cierto que, sin recurrir a ninguna medida violenta, China puede hacer tambalearse la economía mundial. Pero la comunidad internacional democrática está moralmente obligada a hacerle saber a Pekín que lo que está haciendo con los uigures no es tolerable en ningún caso. Y menos en un mundo globalizado en el que China pretende ser actor protagonista.››

En mayo de 2022 se han publicado numerosas pruebas de la represión china contra la minoría uigur, con al menos un millón de ciudadanos que han sido encerrados.

La cuestión del Tíbet.


Mapa del Tíbet.


Santuario principal, en Lhasa, la capital histórica del país.

Introducción.
El Tíbet fue durante siglos un Estado independiente, en varios periodos sometido a vasallaje por China. El régimen tibetano semiindependiente era autoritario, clasista y conservador, dominado con una minoría de monjes budistas que a través de los monasterios y un ejército fiel oprimían brutalmente a la mayoría de campesinos sin tierras, que vivían en condiciones miserables. Las mujeres no tenían derechos y había esclavos para los trabajos más humildes, hasta que la llegada de los comunistas inició la modernización del país.
Tíbet fue invadido en 1950 por los chinos, que instituyeron una región autónoma con mínimos poderes, lo que finalmente llevó a una revuelta tibetana en 1959, a raíz de la cual decenas de miles de rebeldes huyeron a la India, junto a su máximo dirigente político y espiritual, el Dalai Lama, que emprendió una lucha pacífica desde entonces para lograr la independencia, aunque hoy se conforma con una autonomía real; por esta lucha el Dalai Lama recibió el Premio Nobel de la Paz en 1989.
El régimen comunista ha aplicado desde 1959 una política represiva, especialmente dura durante la Revolución Cultural (1966-1976). Desde la llegada al poder de Deng Ziaoping se sustituyó la violencia generalizada por el fomento de la inmigración china para cambiar la realidad étnica del país y asegurar su dominio a largo plazo, al tiempo que se invertía en la mejora del nivel de vida de los tibetanos, pero siguió la resistencia pasiva de la población tibetana, que tiene su más famoso exponente en el suicidio de los monjes budistas mediante su quema en lugares públicos, así como en manifestaciones ocasionales, que tuvieron su culmen en las revueltas de 1988, sangrientamente aplastadas. En los últimos años prosiguen los enfrentamientos esporádicos entre los tibetanos y la policía china.
Las peticiones internacionales de los países occidentales de que el régimen chino facilite la autonomía política y un mayor respeto a la identidad cultural tibetana han chocado con su implacable negativa, pues los dirigentes comunistas consideran que abrir la mano solo fomentaría el independentismo a largo plazo.

Georgina Higueras, en China defiende las fronteras de su imperio [“El País” (23-XI-2013)] resume la historia de la cuestión tibetana: ‹‹Para China, Tíbet forma parte de su territorio nacional desde que la dinastía mongola (Yuan, 1279-1368) amplió los confines del imperio hasta la cordillera del Himalaya. Los Qing oficializaron la inclusión de Tíbet en sus fronteras y enviaron a los primeros hanes a instalarse en el Techo del Mundo. En el siglo XIX, la debilidad de los Qing facilitó la pugna entre los imperios británico y ruso por repartirse Asia. En 1914, Londres consiguió, tras apoyar la independencia de Tíbet declarada el año antes, que los representantes tibetanos firmaran el documento de reparto de su región, que dejó bajo control británico la zona al sur de la denominada línea McMahon. Pekín no dio validez al texto al considerar que los tibetanos no tenían poder legal para decidir sobre las fronteras de China.
El Ejército Popular de Liberación entró en Tíbet en 1950 y en menos de un año el Dalai Lama y Pekín llegaron al Acuerdo de 17 Puntos, que daba autonomía a la región dentro de la soberanía china. Pero Estados Unidos, enfrentado a China en la guerra de Corea, trató de debilitarla agitando Tíbet, para lo que la CIA envió grupos de paracaidistas a formar a las guerrillas. En 1959, se produjo la revuelta que terminó con la huida del Dalai Lama y su gobierno a India.
La represión china desde entonces, en especial durante la Gran Revolución Cultural (19661976), ha sido brutal. Con la llegada de Deng Xiaoping en 1979, se cambió la táctica y se procedió a una colonización comercial y cultural, con enormes inversiones en infraestructuras para conectar la región al resto de China. Esto mejoró la vida de los tibetanos, pero el temor a ser asimilados desató en 1988 las mayores revueltas en 30 años. Pekín declaró la ley marcial y desde entonces se producen continuos choques entre los tibetanos y las fuerzas de seguridad chinas.››

El genocidio tibetano.
Destaca entre la infinidad de pruebas, informes y testigos aportados a las denuncias de atrocidades que se han presentado en el extranjero, el informe del médico estadounidense Blake Kerr sobre el hecho de “impedir el nacimiento de niños en el seno tibetano”, pues pudo entrar en hospitales de pequeñas aldeas y filmar y fotografiar informes de cómo se apilaban fetos en los hospitales, cómo practicaban a las mujeres abortos forzados sin su consentimiento, cómo inyectaban a los recién nacidos un líquido, cómo morían los niños..., y testimonios de personas que “contaban cientos de muertos al mes, por fatiga o por inanición” en los campos de trabajo, así como torturas “a personas de todas las edades y de todo género, de niñas de 13 años, a monjes que se han pasado 40 años en prisión, siendo torturados”. La cantidad de víctimas del genocidio tibetano podría llegar a 1,2 millones de personas.

La intervención de la justicia española (2013).
El 19 de noviembre de 2013, la Audiencia española, en concreto la Sección Cuarta de lo Penal, un tribunal de justicia con competencia para los delitos internacionales, de acuerdo al principio de justicia universal, ha decidido encausar a los miembros más relevantes del Gobierno chino en las peores épocas de represión, lo que previsiblemente abrirá una situación de crisis en las relaciones entre España y China.
Los querellantes son dos asociaciones defensoras de los derechos humanos, el Comité de Apoyo al Tíbet y la Fundación Casa del Tíbet, más un particular, el sherpa Thubten Wangchen, de nacionalidad española.
Los delitos invocados son “una serie de acciones conjuntadas” del Gobierno chino para “eliminar la propia idiosincrasia y existencia del propio país tibetano”, mediante la ley marcial, los desplazamientos forzosos, las campañas masivas de esterilizaciones, las torturas de disidentes y los traslados a la región de contingentes de ciudadanos chinos para dominar y eliminar a la población autóctona.
Los encausados por supuestos crímenes contra la humanidad son destacados exdirigentes del Gobierno y el Partido Comunista Chini: el expresidente Jiang Zemin, el ex primer ministro Li Peng, así como a Qiao Shi, jefe de la seguridad china y responsable de la policía armada popular, Chen Kuiyan, secretario del PCCh en Tíbet entre 1992 y 2001, y Peng Peiyun, ministra de Planificación Familiar en los años 80.
Ya en el pasado abril de 2013 el expresidente chino Hu Jintao fue también enjuiciado brevemente los mismos delitos, y el actual proceso se puso en marcha ya en 2006, con una querella que describe por apartados matanzas y torturas, con fechas (entre 1971, cuando se incluyó en el código penal español el delito de genocidio, y 2005) y lugares, contra el pueblo tibetano por parte del partido comunista chino.

FUENTES. 
Internet.
Bustelo Gómez, Pablo. El ascenso económico de China: implicaciones estratégicas para la seguridad global. 2007. 38 pp. [http://www.ucm.es/info/eid/pb/Bustelo%20-%20CESEDEN09china.pdf]

Blogs.

Economía 7. Asia. China.*

[https://oikosaboix.blogspot.com/2022/04/china-economia.html]

Economía 7. Asia. China. Empresas.*

[https://oikosaboix.blogspot.com/2022/04/china-empresas.html]


Medios de comunicación chinos

[https://chinawatch.elpais.com/] “China Watch” es un suplemento en español elaborado por “China Daily”, un periódico en inglés de la República Popular China. 


Medios de comunicación no chinos. Con importante dedicación a China.

“The American Economic Review”.
“Cambridge Journal of Economics”.
“The Columbia Journal of World Business”, Columbia University.
“Economic Development and Cultural Change”, University of Chicago.
“Economic Policy. A European Forum”, Cambridge University Press.
“Economica”, London School of Economics.
“International Business Week”.
“Journal of International Business Studies”, University of Western Ontario.
“Journal of Political Economy”, University of Chicago.
“National Geographic”.
“Oxford Economic Papers”.
“The Quarterly Journal of Economics”.
“Research in Asian Economic Studies”. Editada por M. Dutta, Departamento de Economía de la Rutgers University. 5 números publicados hasta 1994.
“Southern Economic Journal”.


Libros.
Bergère, M.C. La république populaire de Chine de 1949 à nos jours. Armand Colin. París. 1987. 282 pp.
Bregolat, Eugenio. La segunda revolución china. Destino. Barcelona. 2007. 438 pp. Reseña de Fisca, Tatiana. China progresa. “El País” Babelia 816 (14-VII-2007) 13.
Buchanan, K. L'espace chinois. Ses transformations des origines à Mao ZedongArmand Colin. Paris. 1973 (1970 inglés). 305 pp.
Gentelle, P. La ChinaAriel. Barcelona. 1977 (1974 fran­cés). 305 pp.
Gernet, Jacques. El mundo chino. Crítica. Barcelona. 1991 (1987). 714 pp.
McGregor, Richard. El Partido. Los secretos de los líderes chinos. Turner. Barcelona. 2011. 384 pp. Reseña de Avilés, Juan. “El Cultural” (2-XII-2011) 22. El corresponsal de “Financial Times” en Pekín explica la continuidad de las antiguas prácticas políticas del Partido Comunista en la China actual. 
Méndez, Ricardo; Molinero, Fernando. Espacios y socieda­des. Introducción a la geografía regional del mundo. Ariel. Barcelona. 1994. 669 pp. China, 419-462.
Miralles i Guasch, Carme. Xina, vol. VI, pp. 340-395, de AA.VV. Geo­gra­fia Universal. Editorial 92. Barcelona. 1994.
Mo­linero, F. China, vol. V, pp. 1634-1772, de AA.VV. Geogra­fía UniversalCarroggio. Barcelo­na. 1993.

Medios de comunicación.
“The Economic Observer”. [http://www.eeo.com.cn/ens/about_us/] Revista china en inglés de economía, política, cultura…

Biografías.
Santiso, Jaime. Obituario. Li Peng, ‘el carnicero de Tiananmen’. “El País” (24-VII-2019).

Abril, G. Muere Jiang Zemin, el líder que llevó a China a ser una potencia global. “El País” (1-XII-2022). Fue secretario general del partido comunista entre 1989 y 2002 y jefe del Estado entre 1993 y 2003, y mantuvo un equilibrio entre el aperturismo y el poder del PCCh. Le sustituyó Hu Jintao, también aperturista.


Política.
Podcast.

China pide libertad, no democracia. “El País” (1-XII-2022). 18:17. [https://elpais.com/podcasts/hoy-en-el-pais/2022-12-01/podcast-china-pide-libertad-no-democracia.html] Las recientes manifestaciones son históricas, pero los chinos no piden derrocar al Partido Comunista, sino que este ponga fin a la férrea política de covid cero. Durante un instante se equivoca al confundir Urumqui con una calle de Shanghái.


Noticias. Orden cronológico.
Reinoso, José. China intensifica la represión contra activistas y disidentes del régimen. “El País” (16-IV-2011) 9.
Reinoso, J. China: año nuevo, promesas eternas. “El País” Negocios 1.366 (8-I-2012) 22.
Caño, Antonio. El heredero del poder en China se estrena en EE UU. “El País” (14-II-2012) 5. Viaje de Xi Jinping, futuro presidente chino.
Caño, A. Obama recuerda a China sus obligaciones. “El País” (15-II-2012) 2.
Pérez, Claudi. Pekín promete ayuda a Europa pero evita un compromiso con su deuda. “El País” (15-II-2012) 3.
Higueras, Georgina. La sombra de Tiananmen. “El País” (15-III-2012) 2.
Reinoso, J. China teme una nueva Revolución Cultural. “El País” (15-III-2012) 2-3. Discurso reformista del primer ministro saliente Wen Jiabao, que reclama indefinidas reformas políticas.
Reinoso, J. Los estallidos sociales se disparan. “El País” (15-III-2012) 3.
Reinoso, J. China aparta del poder a un polémico líder populista. “El País” (16-III-2012) 6. Destituido Bo Xilai, dirigente del municipio de Chongqinq.
Reinoso, J. Peleas políticas envenenadas en China. “El País” (16-IV-2012) 5.
Reinoso, J. El poder chino purga, purga y purga. “El País” (22-IV-2012) 6.
Caño, A. El disidente chino pone contra las cuerdas a Washington y Pekín. “El País” (4-V-2012) 2-3. El caso de Chen, un activista contra ‘el hijo único’.
Higueras, G. Ni tolerancia, ni injerencia. “El País” (4-V-2012) 3.
Caño, A. China ofrece una salida al disidente Chen. “El País” (6-V-2012) 10.
Higueras, G. El opio del comunismo chino. “El País” (1-VI-2012) 3. La política china contra las religiones.
Reinoso, J. Los líderes chinos pactan el relevo generacional en secreto lejos de Pekín. “El País” (7-VIII-2012) 5. El presidente Hu Jintao será sustituido por el vicepresidente Xi Jinping, y el primer ministro Wen Jiabao por el viceprimer ministro Li Keqiang, y ascenderán Li Yuanchao, Liu Yandong y Ling Jihua.
Reinoso, J. El PCCh ajusta cuentas en la sombra. “El País” (10-VIII-2012) 3.
Higueras, G. El ‘annus horribilis’ del liderazgo chino. “El País” (12-IX-2012) 2-3.
Higueras, G. La reaparición pública de Xi Jinping calma la inquietud desatada en China. “El País” (16-IX-2012) 13.
Higueras, G. Cónclave comunista en aguas turbulentas. “El País” (29-IX-2012) 4.
Reinoso, J. China teje el poder en la sombra. “El País” (8-X-2012) 7.
Higueras, G. La segunda fase del ascenso chino. “El País” (22-X-2012) 2-3. La búsqueda de un desarrollo más equilibrado.
Gutiérrez, Óscar. China mantiene su ‘Gran Cortafuegos’ para proteger al régimen de la Red. “El País” (27-X-2012) 5.
Reinoso, J. Grietas en la gran muralla. “El País” Domingo (4-XI-2012) 2-4. Crecen las protestas en China.
Higueras, G. Los ‘príncipes’ de la nueva China. “El País” (5-XI-2012) 10-11.
Esteban, Mario. La quinta generación. “El País” (5-XI-2012) 10.
Reinoso, J. China inicia el cambio de guardia. “El País” (8-XI-2012) 18.
Reinoso, J. Un país fuerte, pero más inestable. “El País” (9-XI-2012) 3.
Reinoso, J. China cede a la presión de las protestas. “El País” (14-XI-2012) 5. El Gobierno atiende en varios casos los movimientos sociales que protestan por cuestiones medioambientales.
Reinoso, J. China encumbra a una nueva generación de líderes comunistas. “El País” (15-XI-2012) 8.
Reinoso, J. China cambia de timonel, no de rumbo. “El País” (16-XI-2012) 3-4. Xi Jinping asciende al poder por consenso, con una dirección colegiada.
Higueras, G. Los siete hombres que dirigirán China. “El País” (16-XI-2012) 4-5.
González, A. Año nuevo, año incierto. “El País” Negocios 1.417 (30-XII-2012): 5.
Agencias. China endurece el acceso a Internet. “El País” (29-XII-2012) 8.
Reinoso, J. Los periodistas chinos se rebelan contra la censura. “El País” (8-I-2013) 9. Estalla una protesta popular por la censura de un artículo a favor de la democracia en el prestigioso semanario “Nanfang Zhoumo”.
Reinoso, J. China se enfrenta al ansia de libertad. “El País” (9-I-2013) 2-3. Las manifestaciones a favor de la libertad de expresión.
Reinoso, J. Pekín reformará el sistema penal de los campos de reeducación. “El País” (9-I-2013) 3.
Higueras, G. Una de yin y otra de yang. “El País” (9-I-2013) 2-3. Una de cal y una de arena en los avances democráticos del régimen.
Reinoso, J. China mitiga la censura a la prensa tras las protestas. “El País” (10-I-2013) 8. El semanario “Nanfang Zhoumo” pacta con el Gobierno.
Velasco, José Manuel. China, el país del alma (marca) escondida. “El País” Negocios 1.426 (3-III-2013) 21. La marca ‘china’ despega.
Reinoso, J. China se enfrenta a la necesidad de cambio. “El País” (4-III-2013) 2.
Reinoso, J. Wen Jiabao dice adiós con una loa al consumo en China. “El País” (6-III-2013) 16.
Reinoso, J. China declara la guerra al lujo. “El País” (20-X-2013) 2-3.
Reinoso, J. ‘Mata la gallina y asusta a los monos’. “El País” (20-X-2013) 3.
Reinoso, J. China declara la guerra al lujo. “El País” (20-X-2013) 2-3.
Reinoso, J. La prensa desafía al poder en China. “El País” (24-X-2013) 8. Un diario regional ruega que liberen a un reportero suyo detenido por informar sobre unas irregularidades en una empresa semipública.
Reinoso, J. Ni hablar de un cambio político. “El País” (10-XI-2013) 8.
Reinoso, J. El gran salto delante de la renta china. “El País” (10-XI-2013) 6. El Gobierno plantea duplicar la renta per cápita entre 2010 y 2020, hasta los 15.000 dólares.
Reinoso, J. China impulsa un papel decisivo de la iniciativa privada en la economía. “El País” (13-XI-2013) 4-5.
Reinoso, J. Más derechos para los habitantes de las zonas rurales. “El País” (13-XI-2013) 5.
Reinoso, J. China refuerza el poder del presidente en crisis internas. “El País” (15-XI-2013) 12. Xi Jinping presidirá el nuevo comité de seguridad nacional, que coordinará las principales instituciones de orden público.
Reinoso, J. China lanza la mayor reforma en décadas. “El País” (16-XI-2013) 2-3. Relaja la política de hijo único, liberaliza el precio del combustible, aumenta la convertibilidad del yuan, reduce las restricciones para la emigración a las ciudades pequeñas, elimina los campos penales de reeducación, aumentará la participación privada en las empresas públicas y aplicará medidas de protección del medio ambiente.
Reinoso, J. La sonda china ‘Chang E3’ llega al suelo de la Luna. “El País” (15-XII-2013) 39. Un éxito de propaganda para el país.
Gualdoni, F.; González, J. S.; Rizzi, A. Los directivos petroleros chinos forjan un poder en la sombra. “El País” (23-I-2014) 4-5.
Vidal Liy, M. Xi Jinping consolida con mano dura la autoridad del Partido Comunista. “El País” (28-IX-2014) 6.
Vidal Liy, M. China aborda la reforma de la justicia para garantizar la paz social. “El País” (20-X-2014) 2-3.
Vidal Liy, M. China reduce el poder de las criticadas autoridades locales sobre los tribunales. “El País” (24-X-2014) 6.
Vidal Liy, M. China obligará a sus artistas a vivir un mes en el campo. “El País” (3-XII-2014) 10. Se pretende que adquieran el “punto de vista correcto” los profesionales del cine, la televisión y otras artes.
Vidal Liy, M. China expulsa de los campus los ‘valores occidentales’. “El País” (31-I-2015) 9. Aumenta la represión contra el profesorado prodemocrático.
Fontdeglòria, Xavier. Así se navega con Cibermuralla. “El País” (20-II-2015) 7. Aumenta la censura a los 649 millones de internautas chinos.
Vidal Liy, M. China silencia el arte disidente. “El País” (20-II-2015) 8.
Vidal Liy, M. China emprende la peor represión desde los noventa. “El País” (5-IV-2015) 3. Detenciones de activistas feministas, pro derechos humanos y anticorrupción.
Vidal Liy, M. Xi avanza en la acumulación de poder. “El País” (9-II-2016) 9.
Vidal Liy, M. China refuerza el control mediático y exige lealtad total. “El País” (12-III-2016).
Vidal Liy, M. El periodista chino que desafía a Xi. “El País” (30-III-2016). El prestigioso periodista Yuu Shaolei dimite en protesta por la censura.
Vidal Liy, M. China eleva el control social con una dura ley sobre las ONG extranjeras. “El País” (29-IV-2016).
Bassets, Lluís. Desmemoria maoísta. “El País” Ideas (12-VI-2016). Xi Jinping recupera parte del ideario autoritario de Mao.
Vidal Liy, M. El presidente chino llama a recuperar los valores marxistas. “El País” (2-VII-2016).
Vidal Liy, M. La lealtad del pueblo chino la mide el ‘big data’. “El País” (23-X-2016). El Gobierno plantea una enorme base de datos para controlar a los ciudadanos y castigar a los deshonestos.
Vidal Liy, M. Xi Jinping refuerza su poder en el Partido Comunista. “El País” (28-X-2016).
Vidal Liy, M. Más allá de Confucio: el pensamiento chino actual. “El País” Babelia 1.341 (5-VIII-2017).
Vidal Liy, M. La aldea del destierro que formó al emperador rojo. “El País” (18-X-2017). La aldea de Liangjiabe acogió a Xi Jinping en su reeducación durante la Revolución Cultural.
Vidal Liy, M. Xi Jinping anuncia una nueva era comunista para China. “El País” (19-X-2017). En la apertura del XIX Congreso del PCCh ofrece tolerancia cero con la heterodoxia.
Vidal Liy, M. China consagra a Xi Jinping como líder al mismo nivel que Mao. “El País” (25-X-2017).
Vidal Liy, M. Xi evita el ascenso de sucesores y se prepara para un largo liderazgo. “El País” (26-X-2017).
Vidal Liy, M. Una cúpula de sexagenarios. “El País” (26-X-2017).
Fontdeglòria, X. China condena a ocho años de cárcel a un ciberactivista. “El País” (27-XII-2017).
Vidal Liy, M. Desapariciones forzosas: el agujero negro chino. “El País” (21-I-2018). El sistema de ‘Vigilancia Residencial en Lugar Designado’ permite aislar a un sospechoso por tiempo casi indefinido y someterlo a abusos y torturas.
Vidal Liy, M. China eliminará el límite de mandatos para perpetuar a Xi en el poder. “El País” (26-II-2018).
Vidal Liy, M. China endurece la censura por las críticas al plan de Xi de perpetuarse. “El País” (27-II-2018).
Vidal Liy, M. Todo el poder para Xi. “El País” (12-III-2018). La Asamblea Nacional Popular vota con un 99,8% dejar de limitar los mandatos.
Vidal Liy, M. Pekín crea un superministerio para vigilar a los funcionarios. “El País” (12-III-2018).
Vidal Liy, M. Xi inicia su segundo mandato con un ‘número dos’ reforzado. “El País” (18-III-2018). El vicepresidente Wang Qishan tendrá amplios poderes.
Vidal Liy, M. Cómo se hace un comunista en China. “El País” (19-III-2018). Un partido de casi 90 millones de afiliados, el 6,5% de la población, en el que se investiga a fondo a los solicitantes de ingreso.
Vidal Liy, M. Patria y partido, el cóctel que dio todo el poder a Xi. “El País” (25-III-2018).
Vidal Liy, M. China gana riqueza y fuerza, pero sigue siendo autoritaria. “El País” (17-XII-2018).
Fontdeglòria, X. Xi advierte de que China nunca admitirá dictados de otros países. “El País” (19-XII-2018).
Vidal Liy, M. China impulsa una ley de seguridad para frenar la protesta de Hong Kong. “El País” (22-V-2020). La Asamblea Nacional Popular debate el futuro pospandemia. Hay entre las propuestas una ley de seguridad contra la subversión y el separatismo.
Torralba, C. Los misiles chinos inquietan al Pentágono. “El País” (28-VII-2020). Las Fuerzas Armadas chinas se han modernizado con alta tecnología y su gasto militar es ya el 14% del total mundial (en 1989 era solo el 1%). El balance de poder militar entre EE UU y China se está equilibrando.
Manetto, F. Pekín llena con inversión el vacío dejado por otros. “El País” (31-VII-2020). Penetra en América Latina.
Vidal Liy, M. Peligro de incendio en aguas asiáticas. “El País” (2-VIII-2020).
Vidal Liy, M. La diplomacia de las vacunas impulsa a China. “El País” (28-II-2021). Al suministrar 500 millones de vacunas a decenas de países fortalece a su industria farmacéutica y se presenta como una potencia responsable.
Vidal Liy, M. Cómo ser un buen comunista en China. “El País” (12-IV-2021). Unas 3.000 escuelas adiestran a los funcionarios del partido.
Vidal Liy, M. Xi Jinping proclama que el auge de China es ‘irreversible’. “El País” (2-VII-2021). Celebran el centenario del PCCh con una exhibición de poder.

Vidal Liy, M. El Partido Comunista chino asegura a Xi Jinping en el poder al menos hasta 2027. “El País” (12-XI-2021).

Vidal Liy, M. Reporteros sin Fronteras apunta a China como el mayor carcelero contra la prensa. “El País” (9-XII-2021).´Al menos 127 periodistas, un tercio de ellos uigures, están detenidos.

Abril, G. Una muestra del poder omnipresente de Xi Jinping. “El País” (15-X-2022). Una exposición en Pekín exalta a Xi como de la modernización del país.

Abril, G. Xi Jinping abre una nueva era en el poder. “El País” (16-X-2022). El XX Congreso del Partido Comunista de China consolida a Xi en su tercer mandato.

Abril, G. Xi avisa de que no renunciará a la fuerza para recuperar Taiwán. “El País” (17-X-2022). 

Abril, G. El expresidente Hu, desalojado en un Congreso en el que Xi afianza su poder. “El País” (23-X-2022).

Abril, G. Xi es coronado como el líder chino con más poder desde Mao. “El País” (24-X-2022). Xi es reelegido como secretario general del partido para un tercer mandato, hasta 2032. Sus seis acompañantes en el Comité Permanente, el primer nivel de mando, tres de ellos nuevos, y todos hombres, pues nunca ha habido mujeres en este órgano, son conocidos por su lealtad a él: Li Qiang, Zhao Leji, Wang Huming, Cai Qi, Ding Xuexiang y Li Xi. El segundo nivel es el Politburo, de 24 miembros. El tercer nivel es el Comité Central, con 205 miembros.

Abril, G. Las mujeres se quedan fuera de la cúpula del PCCh. “El País” (24-X-2022). El Politburó, el segundo nivel de mando, con 24 miembros, estará formado solo por hombres, por primera vez en 25 años.

Abril, G. El relevo de la cúpula militar china dispara las alarmas sobre Taiwán. “El País” (26-X-2022).

Bonet, Inma. Un incendio mortal aviva las protestas contra la política de covid cero en China. “El País” (27-XI-2022). Mueren 10 personas en un incendio en un edificio de Urumi (Xinjiang), confinado por la covid.

Abril, G.; Bonet, I. Las protestas en las calles desafían al régimen chino por la covid cero. “El País” (28-XI-2022).

Bonet, I. Un hartazgo inflamado por varios accidentes mortales. “El País” (28-XI-2022).

Abril, G.; Bonet, I. China responde a las protestas con un amplio despliegue de seguridad. “El País” (29-XI-2022).

Pellicer, Lluís. Las Bolsas mundiales registran pérdidas tras las manifestaciones. “El País” (29-XI-2022).

Bonet, I. China acelerará la vacunación como respuesta a las protestas. “El País” (30-XI-2022). Las autoridades quieren inmunizar a los ancianos y admiten excesos con las restricciones.

Abril, G. La furia contra la censura se escribe en hojas en blanco. “El País” (30-XI-2022).

Bonet, I. China relaja las medidas anticovid en Guangzhou para frenar las protestas. “El País” (1-XII-2022).

Abril, G.; Bonet, I. China cambia el paso en la estrategia anticovid. “El País” (2-XII-2022).



            Xi Jinping, máximo líder de China.

Análisis y opinión.
AA.VV. Especial The Changing Meaning of Being Chinese To­day. “Daedalus”, v. 120, nº 2 (pri­mavera 1991). Una confirmación de que los planteamientos a largo plazo de las reformas chinas emprendidas por Denq Xiaoping en los años 80 se siguen cumpliendo hoy.
AA.VV. Especial China in Transformation. “Daedalus”, v. 122, nº 2 (pri­mavera 1993).

Abril, Guillermo. Radiografía del descontento chino. “El País” (4-XII-2022).

Reinoso, J. Ai Weiwei / Artista y disidente chino. ‘En China no hay ley’. “El País” (14-XII-2011) 6-7. Una entrevista con el famoso artista chino, un ejemplo de activo compromiso con la democracia.

Bassets, Lluís. El viejo traje del presidente Xi. “El País” Ideas 146 (24-II-2018). Xi recupera características del poder de Mao.
Bassets, Ll. Los ancianos. “El País” (15-XI-2012) 8.
Bassets, Ll. Los misterios de Pekín. “El País” (7-XI-2013) 8. El Partido Comunista debate sobre el futuro.
Bassets, Ll. El oráculo colectivo. “El País” (14-XI-2013) 8. El último Comité del PCh apenas avanza en las reformas fundamentales hacia la democracia.
Bassets, Ll. Parias de la tierra. “El País” (23-I-2014) 6. El régimen chino es dual entre el autoritarismo comunista y el capitalismo.
Bassets, Ll. La caza del tigre gigante. “El País” (31-VII-2014) 6. Xi Jinping ejerce un poder creciente y purga a los corruptos, tanto tigres como moscas, desde los políticos más altos del escalafón hasta los más humildes funcionarios.
Bassets, Ll. Sueños de unidad y riqueza. “El País” (5-XI-2015) 12. El régimen quiere el desarrollo económico y la unificación con Taiwán.
Bassets, Ll. El imperio que vuelve. “El País” Babelia 1.341 (5-VIII-2017). La reciente historiografía sobre China.
Bassets, Ll. Xi. “El País” (19-X-2017). Las ideas de Xi Jinping.
Bassets, Ll. El regreso del emperador. “El País” Ideas 129 (29-X-2017).

Bassets, Ll. Autocracia en crisis. “El País” (1-XII-2022). La tiranía sufre en estos días: Putin por su invasión de Ucrania, el iraní Jamenei y el chino Xi Jinping por las protestas populares.


Bastenier, M. Á. El ‘sorpasso’ chino. “El País” (14-XI-2012) 6.
Bastenier, M. Á. China se avecina. “El País” (12-VI-2013) 8.

Basterra, Francisco G. Máxima atención a China. “El País” (16-I-2016) 8.
Basterra, F. G. Xi confirma la primavera iliberal. “El País” (3-III-2018). El arriesgado tránsito de una autocracia colectiva a una dictadura personal.

Bijian. Zheng. Convergencia de intereses. “El País” (4-XI-2012) 12. China y la UE.

Borràs, Javier. Una movilización nacional. “El País” (29-XI-2022). Los manifestantes piden libertad, pero sobre todo cambios en la política de la covid cero, como usar vacunas de ARN extranjeras e inmunizar a los mayores.

Bremmer, Ian. Hacia dónde va China. “El País” (10-XII-2014) 31.

Reinoso, J. Kerry Brown / Director del Centro de Estudios de China en Sidney. “El País” (9-XI-2012) 4.

Buruma, Ian. El iliberal imperio chino. “El País” (14-VI-2020). La democracia en Hong Kong y Taiwán peligra ante la presión china, pero afirmar la independencia estimulará la represión y la violencia del régimen chino.

Bustelo, Pablo. China: certezas, enigmas y retos de un Congreso. “El País” (8-XI-2012) 33. Los retos inmediatos son combatir la corrupción, cambiar el modelo económico de la exportación por uno basado en el consumo interno, rejuvenecer la población, mejorar el medio ambiente y resolver las disputas internacionales con Japón y otros países. A más largo plazo hay que abrir el partido comunista a la participación ciudadana.
Bustelo, P. China hacia 2020. “El País” Negocios 1.441 (16-VI-2013) 5.

Coccia, Filippo. Más allá de las reformas. “Revista de Oc­cidente”, nº 172 (IX-1995) 7-30.

Colombani, Jean-Marie. Tensiones en China. “El País” (23-I-2012) 8. Crecen las manifestaciones en China a favor de la democracia y contra la corrupción.


Editorial. Luchas chinas. “El País” (16-II-2012) 28. 
Editorial. Nuevo reto chino. “El País” (14-XI-2013) 30.
Editorial. Más flexibilidad. “El País” (17-XI-2013) 30.
Editorial. China, más de lo mismo. “El País” (21-X-2017). Un régimen autoritario que se presenta como benévolo pero restringe los derechos humanos.

Editorial. Xi Jinping se impone. “El País” (16-X-2022).

Editorial. Todo el poder para Xi. “El País” (24-X-2022). Una férrea dictadura.

Editorial. Síntomas de rebeldía. “El País” (29-XI-2022). Las protestas en China desafían la autoridad de Xi Jinping.

Editorial. China se mueve. “El País” (4-XII-2022).


Fanjul, Enrique. Por qué China no va a estallar. “Revista de Occidente”, nº 172 (IX-1995) 119-136.

Fisac Badell, Taciana. Voces y silencios de la intelectualidad china. “Revista de Occidente”, nº 172 (IX-1995) 77-90.
Rojo, José Andrés. Taciana Fisac. ‘La imagen que tenemos de China está muy distorsionada’. “El País” Semanal 2.072 (12-VI-2016). La sinóloga española más prestigiosa.

Friedman, Thomas L. Benvolgut president de la Xina. “Ara Balears” (19-XII-2013) 24. El periodista de “The New York Times” protesta por la represión china sobre los periodistas que informan sobre la corrupción entre la élite dirigente.

Fuentes, Ana. Un país que hierve. “El País” (2-XII-2022). Las protestas por la covid.

García Herrero, Alicia. Sin reformas a la vista. “El País” (12-III-2018). El congreso del PCCh no avanza en las reformas económicas.

García Herrero, A. China, hacia la supremacía tecnológica. “El País” (25-X-2022). Un resumen del programa político de Xi Jinping.


Gardels, Nathan. El futuro de China. “El País” (9-XI-2013) 33. Explica su diálogo con dirigentes chinos sobre sus expectativas de futuro.

Garton Ash, Timothy. Un ‘thriller’ político chino. “El País” (2-V-2012) 23-24. El caso de Bo Xilai.
Garton Ash, T. Dos nuevos líderes para las superpotencias. “El País” (9-XI-2012) 29.
Garton Ash, T. El experimento del siglo. “El País” (14-IV-2014) 27. Las reformas políticas desde arriba.
Garton Ash, T. El día que cambió el mundo. “El País” (4-VI-2014) 35-36. Un análisis del régimen chino en el 25 aniversario de la represión de la plaza de Tiananmen.
Garton Ash, T. El mayor experimento político de la Tierra. “El País” (14-VI-2015) 12.

González, Alicia. Grandes retos para China. “El País” Negocios 1.411 (18-XI-2012) 29. Participación de Santiago Carbó, José Luis Martínez, Miguel Ángel García, Juan Ramón Cuadrado y José García Solanes.

González, Felipe. UE y China: diálogo necesario. “El País” (4-XI-2012) 10.

Lafuente, Víctor. El virus del dragón. “El País” (11-II-2020). Jinping está convirtiendo en monolítica su burocracia partidista lo que mata la innovación.

Leonard, Mark. China, el Estado vigilante. “El País” (7-III-2018). El control chino mediante Internet y los ‘big data’ es más eficaz que la represión pública.

Leonard, Mark. El nuevo impacto de China. “El País” (13-IV-2021). China plantea separar su economía en dos partes, una relacionada con el exterior y otra con el interior que ganará protagonismo. Se invertirá en la inteligencia artificial, los semiconductores, las baterías y los vehículos eléctricos.


Lowell, Julia. Xi Jinping y el renacimiento de Mao. “El País” (5-VI-2021). Jinping refuerza su protagonismo en un régimen más autoritario.

Trullás, María. Entrevista. Isaac Mao / El primer ‘bloguero’ chino. “China censura el número 64”. “El País” (8-II-2011) 52.

Minc, Alain. China reafirma su identidad tras 5.000 años de historia. “El País” (10-XI-2013) 10-11.Tobón, Natalia. El ‘Libro Rojo’ de la caída en desgracia. “El País” (4-VIII-2014) 6. Las pautas del PCCh para perseguir a los corruptos.

Moncada, Mariola. El renacimiento chino y la mirada occidental. “El País” (6-XI-2019). Una civilización milenaria retoma su papel principal en el mundo.

Naïm, Moisés. Prada, Hermés y el PC chino. “El País” (18-III-2012) 5. Critica la confusión entre ricos y comunistas en China.
Naím, M. No se trata de Trump, sino de Xi. “El País” (12-II-2017). La política china actual.

Segura, Cristian. Entrevista. Manuel Ollé / Sinòleg. ‘Preocupa que el sistema autoritari xinès es torni un model. “Ara” (23-III-2012) 25. Manuel Ollé (Barcelona, 1962, profesor de Historia de China),
Ollé, M. Los pies de barro de Chinamérica. “El País” (4-V-2012) 2-3.
Ollé, M. Todo está abierto en China. “El País” (12-IX-2012) 2. Las divisiones en el poder chino.
Ollé, M. Unos que vienen y otros que se van. “El País” (14-XI-2012) 5. El recambio generacional en el poder chino.

Ríos, Xulio. Tres en una. “El País” (23-I-2012) 25. China se moderniza basándose en el nacionalismo, el confucianismo y el rechazo de la democracia occidental.
Ríos, X. Las nuevas caras del Partido Comunista Chino. “El País” (15-II-2012) 27.
Ríos, X. Mao en vano. “El País” (17-II-2012) 29.
Ríos, X. Los excesos de Bo Xilai. “El País” (20-IV-2012) 27-28.
Ríos, X. El altar ideológico de Hu Jintao. “El País” (14-VI-2012) 29.
Ríos, X. China quiere la Luna. “El País” (28-VIII-2012) 25. El proyecto espacial chino es muy ambicioso.
Ríos, X. Sucesión y poder en China. “El País” (3-X-2012) 31.
Ríos, X. El techo de la reforma china. “El País” (9-XI-2012) 6.
Ríos, X. China, autoridad y libertad. “El País” (2-IV-2013) 31.
Ríos, X. El gigante se mueve. “El País” (19-XI-2013) 27.
Ríos, X. ¿En qué cree China? “El País” (6-I-2014) 27. Un magma ideológico muy confuso contrasta con la coherente política económica.
Ríos, X. Una dinastía orgánica. “El País” (28-VIII-2014) 33.
Ríos, X. El embrollo territorial de China. “El País” (24-IX-2014) 35. Los problemas de Tibet, Xinjiang, Hong Kong, Macao…
Ríos, X. La quinta modernización china. “El País” (20-IV-2015) 31.
Ríos, X. Cierre de filas. “El País” (6-III-2016). El PCCh refuerza su unidad interna ante los problemas de la economía.
Ríos, X. La China Roja de Xi. “El País” (1-VII-2016). El Partido Comunista intenta impedir el acceso al poder de la nueva clase empresarial.
Ríos, X. ¿Choque de modernizaciones? “El País” (18-X-2017). Las reformas  y los propósitos de China y Taiwán.
Ríos, X. El congreso de las tres hegemonías. “El País” (26-X-2017).
Ríos, X. Regreso a una época que parecía superada. “El País” (27-II-2018). La indeseable concentración de poder por Xi.
Ríos, X. Tres en uno plus. “El País” (13-III-2018). Xi reivindica la mejora del Gobierno pero su acumulación de poder dice lo contrario.
Ríos, X. El largo rastro de Den Xiaoping. “El País” Ideas 187 (16-XII-2018). La reforma emprendida en 1978 continúa 40 años después.
Ríos, X. Grietas chinas. “El País” (17-I-2019). La economía se estanca, crecen las tensiones exteriores y no tranquiliza el refuerzo del poder del presidente Xi.
Ríos, X. Comunismo a los 70: colapso ruso y ascenso chino. “El País” Ideas 228 (29-IX-2019). ¿Los problemas de China podrían llevarla a una crisis como la que hundió a la URSS? Es poco probable, porque China tiene una exitosa historia de continuas reformas económicas, pero hay cuestiones irresueltas como la desigualdad, las aspiraciones secesionistas de Tíbet y Xinjiang, las tensiones exteriores, los problemas de la defensa en competición con EE UU, y el deterioro del partido.

Ríos, X. Xi Jinping y la gobernanza china. “El País” (19-I-2021).

Ríos, X. La última China. “El País” (3-V-2021). El PCCh intenta una transformación acelerada de China, lo que entraña riesgos de inestabilidad.

Ríos, X. Xi o el xiísmo a la enésima potencia. “El País” (23-X-2022). Xi JInping ha acabado con los restos del ‘denguismo’ que representaban los expresidentes Jiang Zemin y Hu Jintao, sustituido por el ‘xiísmo’.


Rodao, Florentino. Visiones de China: historia de una relación problemática. “Revista de Occidente”, nº 172 (IX-1995) 91-103.

Solbes, Pedro; Youngs, Richard. Tres pruebas chinas para Europa. “El País” (22-IX-2012) 27.

Terrill, Ross. China. “National Geographic”, v. 180 (VII-1991) 110-136.

Torreblanca, José Ignacio. China se democratizará. “El País” (23-XII-2011) 8. Una profesión de fe en la llegada de la democracia a China en 2012, gracias a las cada vez más frecuentes protestas de la población.
Torreblanca, J. I. ¿Qué hacer con China? “El País” (17-II-2012) 8.

Vidal Liy, M. Así quiere China dominar el mundo. “El País” Ideas 146 (24-II-2018). Xi, el nuevo emperador, desarrolla una política a largo plazo para aupar a China como potencia hegemónica.
Vidal Liy, M. China gana riqueza y fuerza, pero sigue siendo autoritaria. “El País” (17-XII-2018). Un resumen del auge de China desde la reforma de 1978.

Higueras, G. Pan Wei / Director del Centro de Asuntos Globales y Chinos. ‘El multipartidismo no se ajusta a una sociedad cohesionada como la china’. “El País” (9-XII-2012) 10.

La corrupción.
Noticias.
Colombani, Jean-Marie. Tensiones en China. “El País” (23-I-2012) 8. Crecen las manifestaciones en China a favor de la democracia y contra la corrupción.
Reinoso, José. China aparta del poder a un polémico líder populista. “El País” (16-III-2012) 6. Destituido Bo Xilai, dirigente del municipio de Chongqinq.
Ríos, Xulio. Los excesos de Bo Xilai. “El País” (20-IV-2012) 27-28.
Reinoso, J. El poder chino purga, purga y purga. “El País” (22-IV-2012) 6.
Garton Ash, Timothy. Un ‘thriller’ político chino. “El País” (2-V-2012) 23-24. Bo Xilai.
Reinoso, J. Los escándalos inquietan al régimen en China. “El País” (13-V-2012) 5.
Reinoso, J. La caída de Bo Xilai sacude China. “El País” (28-V-2012) 6.
Editorial. Telón sobre Bo Xilai. “El País” (9-VIII-2012) 22.
Reinoso, J. China zanja en un día su caso más sensible. “El País” (10-VIII-2012) 2-3. Acaba el proceso contra la esposa de Bo Xilai.
Reinoso, J. China cierra el escándalo de Bo Xilai con su procesamiento por corrupción. “El País” (29-IX-2012) 4.
Reinoso, J. Un grupo de izquierdistas presiona al Parlamento chino a favor de Bo Xilai. “El País” (22-X-2012) 4.
Reinoso, J. La corrupción inunda el régimen chino. “El País” (27-X-2012) 3-4. La familia del primer ministro, Wenn Jiabao, ha acumulado una fortuna de 2.000 millones de euros.
Reinoso, J. El Parlamento expulsa al exdirigente comunista Bo Xilai para que sea juzgado. “El País” (27-X-2012) 5.
Reinoso, J. ‘La corrupción puede destruir China’. “El País” (9-XI-2012) 2-3. El presidente Hu Jintao alerta del peligro de la corrupción.
Reinoso, J. ‘La lucha contra los corruptos debe ser una batalla a muerte’. “El País” (20-X-2013) 2. La Comisión de Disciplina dirige la nueva campaña estatal.
Editorial. Cosmética china. “El País” (22-X-2013) 26. La lucha contra la corrupción mal esconde una lucha por el poder entre los gobernantes.
Reinoso, J. China juzga a activistas que pedían conocer la riqueza de los líderes. “El País” (29-X-2013) 7.
Reinoso, J. China investiga por corrupción a un antiguo jefe de seguridad nacional. “El País” (17-XII-2013) 8. Comienza a investigar a Zhou Yongkang.
Redacción. La cara b del régimen chino. “El País” (22-I-2014) 2-3. El escándalo de miles de empresarios y políticos chinos que tienen cuentas secretas en el extranjero.
Gualdoni, F.; Rizzi, A.; González, J. S. Los escándalos de corrupción erosionan el poder comunista. “El País” (22-I-2014) 8-9.
Rizzi, A.; Gualdoni, F.; González, J. S. China se refugia en la censura. “El País” (23-I-2014) 3. Bloquea el acceso a las webs que informan sobre el escándalo de las cuentas o “Chinaleaks”.
Ríos, Xulio. Entre la espada y la pared. “El País” (23-I-2014) 7. Está en peligro la credibilidad de la lucha contra la corrupción.
Torreblanca, J. I. Rojos de vergüenza. “El País” (24-I-2014) 9. El régimen chino deberá avanzar hacia la prensa libre y la independencia judicial si quiere atajar la corrupción.
Reinoso, José. China asesta un duro golpe a los movimientos civiles anticorrupción. “El País” (20-VI-2014) 12. Prisión para tres activistas por exigir que los dirigentes publiquen su patrimonio.
Tobón, Natalia. China investiga por primera vez por corrupción a un exlíder de su cúpula. “El País” (30-VII-2014) 4. Zhou Yongkang fue exministro de Seguridad.
Tobón, Natalia. El ‘Libro Rojo’ de la caída en desgracia. “El País” (4-VIII-2014) 6. Las pautas del PCCh para perseguir a los corruptos.
Vidal Liy, M. China multa a Glaxo con 379 millones por sobornos en hospitales. “El País” (20-IX-2014) 36.
Vidal Liy, M. Los afiliados al PCCh acusados de corrupción sufren detención extrajudicial. “El País” (20-X-2014) 2.
Vidal Liy, M. La lucha contra la corrupción en China alcanza al Ejército. “El País” (29-X-2014) 12. El exnúmero dos de las Fuerzas Armadas admite que recibió sobornos.
Vidal Liy, M. Los peregrinos de la justicia en China. “El País” (2-XI-2014) 8. Muchos ciudadanos viajan a Pekín para exigir justicia.
Agencias. Detenido por corrupción el antiguo jefe de la seguridad china. “El País” (6-XII-2014) 8. Zhou Yongkang es hasta el presente el máximo cargo detenido acusado de corrupción.
Vidal Liy, M. La gran campaña anticorrupción en China afianza el poder de Xi Jinping. “El País” (14-XII-2014) 4-5. Unos 80.000 funcionarios han sido castigados en menos de dos años.
Vidal Liy, M. Auge y caída del ‘gran tigre’ Zhou. “El País” (14-XII-2014) 4.
Fontdeglòria, X. Investigado por corrupción el hombre de confianza del expresidente chino Hu. “El País” (23-XII-2014) 6.
Vidal Liy, M. El exjefe de la seguridad interna china, imputado por corrupción. “El País” (4-IV-2015) 5.
Vidal Liy, M. Cadena perpetua para un exministro chino de Seguridad. “El País” (12-VI-2015) 7.
Vidal Liy, M. El misterio de los millonarios desaparecidos. “El País” (20-XII-2015) 6. El régimen investiga a los magnates.
Vidal Liy, M. La condena a la mano derecha del expresidente Hu evidencia el pulso de poder en el PCCh. “El País” (5-VII-2016). Ling Jihua ha sido condenado por corrupción.
Fontdeglòria, X. El zar anticorrupción critica la ‘cultura malsana’ del Partido Comunista Chino. “El País” (18-VII-2017). Duro informe de Wang Qishan.
Ríos, Xulio. La maldición de Chongqing. “El País” (18-VII-2017). Apartado el líder regional Sun Zhengcai, investigado por corrupción.

La represión de los disidentes políticos.

Libros.

Wu, Harry. Vientos amargos. Libros del Asteroide. 2008. 376 pp. [https://librosdelasteroide.com/libro/vientos-amargos] El disidente Harry Wu (1937-2016) relata su experiencia en las prisiones chinas desde 1960.

Yiwu, Liao. Por una canción, cien canciones. Trad. de María Tabuyo y Agustín López Tobajas. Sexto Piso. 2015 (2011 chino). 536 pp. El disidente Liao Yiwu (1958) explica en poesía y prosa su sufrimiento en las cárceles chinas.

 
Noticias. Orden cronológico.
Reinoso, José. China intensifica la represión contra activistas y disidentes del régimen. “El País” (16-IV-2011) 9.
Reinoso, J. El poder chino purga, purga y purga. “El País” (22-IV-2012) 6.
Caño, Antonio. El disidente chino pone contra las cuerdas a Washington y Pekín. “El País” (4-V-2012) 2-3. El caso de Chen, un activista contra ‘el hijo único’.
Caño, A. China ofrece una salida al disidente Chen. “El País” (6-V-2012) 10.
Higueras, G. El opio del comunismo chino. “El País” (1-VI-2012) 3. La política china contra las religiones.
Agencias. China endurece el acceso a Internet. “El País” (29-XII-2012) 8.
Reinoso, J. Los periodistas chinos se rebelan contra la censura. “El País” (8-I-2013) 9. Estalla una protesta popular por la censura de un artículo a favor de la democracia en el prestigioso semanario “Nanfang Zhoumo”.
Reinoso, J. Pekín reformará el sistema penal de los campos de reeducación. “El País” (9-I-2013) 3.
Vidal Liy, Macarena. China combina represión y ayudas para frenar el separatismo uigur. “El País” (6-VII-2014) 11.
Vidal Liy, M. EE UU y UE, preocupados por el preso más célebre. “El País” (6-VII-2014) 11.
Vidal Liy, M. China condena a cadena perpetua por separatismo al disidente uigur Tohti. “El País” (24-IX-2014) 10.
Vidal Liy, M. Xi Jinping consolida con mano dura la autoridad del Partido Comunista. “El País” (28-IX-2014) 6.
Vidal Liy, M. China expulsa de los campus los ‘valores occidentales’. “El País” (31-I-2015) 9. Aumenta la represión contra el profesorado prodemocrático.
Fontdeglòria, Xavier. Así se navega con Cibermuralla. “El País” (20-II-2015) 7. Aumenta la censura a los 649 millones de internautas chinos.
Vidal Liy, M. China silencia el arte disidente. “El País” (20-II-2015) 8.
Vidal Liy, M. China emprende la peor represión desde los noventa. “El País” (5-IV-2015) 3. Detenciones de activistas feministas, pro derechos humanos y anticorrupción.
Vidal Liy, M. China eleva el control social con una dura ley sobre las ONG extranjeras. “El País” (29-IV-2016).
Vidal Liy, M. Liu Xiaobo, el disidente silenciado hasta el final. “El País” (14-VII-2017).
Vidal Liy, M. Los activistas reclaman la libertad de la esposa de Liu. “El País” (14-VII-2017).
Vidal Liy, M. China pasa de puntillas sobre la muerte del pacifista. “El País” (14-VII-2017).
Vidal Liy, M. Abogados a los que China teme casi tanto como al Nobel. “El País” (16-VII-2017). La mayoría de los 300 letrados de los disidentes detenidos en una redada en 2015 han sido excarcelados pero son represaliados, torturados, envenenados...
Fontdeglòria, X. China condena a ocho años de cárcel a un ciberactivista. “El País” (27-XII-2017).
Vidal Liy, M. China endurece la censura por las críticas al plan de Xi de perpetuarse. “El País” (27-II-2018).
Fontdeglòria, X. Liu Xia, viuda del Nobel de la Paz Liu Xiaob, sale de China. “El País” (11-VII-2018).
Vidal Liy, M. Caza a los activistas marxistas en China. “El País” (13-XI-2018). Disidentes autodenominados marxistas que defienden los derechos de los trabajadores son perseguidos.
Vidal Liy, M. China encuentra un nuevo enemigo en el marxismo. “El País” (20-XI-2018). Preocupa al Gobierno la alianza entre trabajadores y universitarios de ideología marxista tradicional.
Vidal Liy, M. La represión en China tras Tiananmen: de los tanques al control digital. “El País” (4-VI-2019).

Vidal Liy, M. El agujero negro de las detenciones secretas de China. “El País” (28-XI-2021). El régimen tiene decenas de miles de presos sin juicio, ‘desaparecidos’.

Vidal Liy, M. Hostigadas en China por defender a sus maridos. “El País” (27-VI-2022). Las esposas activistas de abogados de derechos humanos detenidos.


Análisis y opiniones. Orden alfabético.

Dahlin, Peter. Tortura a gran escala. “El País” (28-XI-2021). Las detenciones secretas de China.


Editorial. El hombre que no odió. “El País” (14-VII-2017). Condena la muerte del condenado Liu Xiaobo, sin libertad pese a su enfermedad terminal.

Vidal Liy, M. Zhou Fengsuo / Activista y líder estudiantil durante  la matanza en Pekín hace 30 años. ‘A los que vivimos Tiananmen nos parece estar aún en una pesadilla’. “El País” (3-VI-2019). Estuvo detenido un año y se exilió en EE UU en 1995.

Trullás, María. Entrevista. Isaac Mao / El primer ‘bloguero’ chino. “China censura el número 64”. “El País” (8-II-2011) 52.

Vidal Liy, M. 30 años después de Tiananmen: ¿adónde va China? “El País” Ideas 211 (2-VI-2019).

Reinoso, J. Ai Weiwei / Artista y disidente chino. ‘En China no hay ley’. “El País” (14-XII-2011) 6-7. Una entrevista con el famoso artista chino, un ejemplo de activo compromiso con la democracia.

Defensa y política exterior.
Internet.
Bustelo Gómez, Pablo. El ascenso económico de China: implicaciones estratégicas para la seguridad global. 2007. 38 pp. [http://www.ucm.es/info/eid/pb/Bustelo%20-%20CESEDEN09china.pdf]
Artículo sobre la pugna internacional respecto a la soberanía de las islas Spratley [http://www.diplomaticosescritores.org/revistas/21_3.htm]

Conferencias.
Bustelo, Pablo. China. ¿Hacia qué supremacía global? Conferencia (3-II-2011).  Fundación Juan March de Madrid.

Noticias.
Reinoso, José. China incrementa el gasto militar. El gran hermano en Pekín. “El País” (5-III-2011) 12.
Reinoso, J. China se opone a una intervención en Libia y pide una solución negociada a la crisis. “El País” (9-III-2011) 4.
Reinoso, J. China y Japón estrechan lazos financieros. “El País” (28-XII-2011) 20. Ambos países comerciarán con sus propias monedas en lugar de dólares.
Reinoso, J. China busca en el Golfo alternativas a su relación estratégica con Irán. “El País” (12-I-2012) 4. Wen Jinbao viaja a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Catar.
Agencia Reuters. Wen Jiabao expresa su apoyo a los cambios en el mundo árabe. “El País” (16-I-2012) 8. Por primera vez China manifiesta su apoyo a la ‘revolución árabe’, aunque sin referirse a Siria o Irán, ni aceptar el derecho de injerencia en los asuntos internos de los países.
Reinoso, J. La tensión entre China y Japón se dispara. “El País” (18-IX-2012) 2-3. Disputa por un pequeño archipiélago.
Redacción. La potencia naval del siglo XXI. “El País” (9-XI-2012) 5.
Reinoso, José. China quiere los mares de Asia. “El País” (14-XII-2012) 8.
Reinoso, J. Las provocaciones de Pyongyang abren una brecha en la alianza con Pekín. “El País” (4-III-2013) 3.
Reinoso, J. China intenta abrirse paso en el mundo como potencia diplomática. “El País” (10-V-2013) 4. La posición china sobre los conflictos de Oriente Medio.
Reinoso, J. China recela del nacionalismo japonés. “El País” (7-VIII-2013) 6.
Galarraga, Naiara. China acosa a Noruega por el Nobel de la Paz al disidente Liu Xiaobo. “El País” (23-XI-2013) 4. El régimen chino utiliza la diplomacia y el comercio para presionar a los países que denuncian sus carencias democráticas o molestan sus principales intereses, como revelan sus represalias políticas y comerciales contra España (que se incrementarán tras el enjuiciamiento que la Audiencia ha emprendido contra líderes chinos por el genocidio en Tíbet), Turquía, Japón, Reino Unido, Alemania o Noruega.
Monge, Yolanda. Dos B-52 de EE UU desafían los límites fijados por China. “El País” (27-XI-2013) 13.
Higueras, Georgina. Al rojo vivo en el mar de China. “El País” (29-XI-2013) 5. China, EE UU, Japón y Corea del Sur se hacen presentes en la zona.
Landler, Mark (“The New York Times”). Pequín obliga Obama a exhibir la seva estratègia asiàtica. “Ara Balears” (29-XI-2013) 18-19.
Gualdoni, Fernando. El valor de Xinjiang. “El País” (7-V-2014) 3. La región autónoma es importante por su situación geoestratégica en Asia Central, para el suministro de energía y el comercio exterior.
Reinoso, J. Las ambiciones territoriales de Pekín elevan la tensión. “El País” (15-V-2014) 4-5.
Reinoso, J. Barry Sautman / Analista de la Universidad de Hong Kong. ‘China es ahora más firme en sus disputas porque tiene una Armada más poderosa’. “El País” (15-V-2014) 4.
Reinoso, J. El recelo hacia China crece en Asia. “El País” (16-V-2014) 2-3.
Vidal Liy, Macarena. Rusia y China estrechan relaciones pero no cierran el acuerdo sobre el gas. “El País” (21-V-2014) 2.
Vidal Liy, M. Rusia y China sellan la alianza del gas. “El País” (22-V-2014).
Vidal Liy, M. India y China comienzan el deshielo en sus relaciones bilaterales. “El País” (9-VI-2014) 10.
Vidal Liy, M. China se distancia de Corea del Norte y estrecha lazos con el Sur. “El País” (4-VII-2014) 4.
Vidal Liy, M. China pone la mirada en Latinoamérica. “El País” (13-VII-2014) 2-3. Segunda gira del presidente Xi en un año.
Vidal Liy, M. Unos intercambios multiplicados por 22. “El País” (13-VII-2014).
Vidal Liy, M. China da un salvavidas a Argentina. “El País” (20-VII-2014) 11. Firma una veintena de convenios para construir infraestructuras.
Espinosa, Á. El primer inversor en el crudo iraquí. “El País” (1-XI-2014) 4.
Vidal Liy, M. China refuerza su influencia económica en Afganistán ante la salida occidental. “El País” (1-XI-2014) 4.
Vidal Liy, M. China demuestra su liderazgo global en la cumbre de Asia-Pacífico. “El País” (11-XI-2014) 2.
Vidal Liy, M. China logra un espaldarazo a su plan para liberalizar el comercio en Asia. “El País” (12-XI-2014) 2.
Vidal Liy, M. China se apoya en Rusia para acrecentar su peso internacional. “El País” (15-XI-2014) 11.
Fontdeglòria, X. China y Rusia convierten en prioridad su cooperación militar. “El País” (20-XI-2014) 4.
Vidal Liy, M. La ralentización económica no frena el auge del gasto militar chino. “El País” (5-III-2015) 5.
Guimón, Pablo. El apoyo de Reino Unido a un proyecto chino agita el orden financiero global. “El País” (14-III-2015) 3. El Banco Asiático de Inversiones es uno de los grandes proyectos internacionales del Gobierno chino.
Vidal Liy, M. Alemania, Francia e Italia se unen a un banco asiático creado por China. “El País” (18-III-2015) 6.
Vidal Liy, M. China crea islas artificiales para afianza sus reivindicaciones territoriales. “El País” (11-IV-2015) 8. Pretende consolidar su dominio sobre las islas Spratly.
Vidal Liy, M. China potencia su Armada ante las tensiones regionales. “El País” (27-V-2015) 6.
Vidal Liy, M. EE UU acusa a China de instalar artillería en una isla en disputa. “El País” (30-V-2015) 6.
Vidal Liy, M. China exhibe poderío militar, pero recorta su Ejército. “El País” (4-IX-2015) 8.
Pozzi, S. China ofrece 8.000 soldados para la fuerza de paz de la ONU. “El País” (29-IX-2015) 4.
Fontdegloria, X.; Wang, Pablo. China y Taiwán se acercan en una cumbre histórica. “El País” (8-XI-2015) 4-5.
Fontdeglòria, X. China autoriza enviar al extranjero misiones militares antiterroristas. “El País” (28-XII-2015) 4. También legisla contra la violencia de género y permite el segundo hijo.
Fontdeglòria, X. Pekín acelera la modernización de su Ejército. “El País” (2-I-2016) 8.
Vidal Liy, M. China da un gran impulso a su papel en Oriente Próximo. “El País” (18-I-2016) 6. Un viaje de su presidente Xi a Irán, Arabia Saudí y Egipto.
González, R. China invierte 13.500 millones en Egipto para aumentar su influencia en Oriente Próximo. “El País” (22-I-2016) 8.
Agencias. Pekín acusa a EE UU de provocación en aguas en disputa. “El País” (31-I-2016) 6. Un destructor estadounidense penetra en aguas de las islas Paracelso.
Peregil, F. China construirá y gestionará el gran puerto de Argelia. “El País” (31-I-2016) 5.
Vidal Liy, M. La agresividad norcoreana aleja a Pekín y Seúl. “El País” (14-II-2016) 10. Corea del Sur negocia aceptar un sistema antimisiles de EE UU, lo que inquieta a China.
Vidal Liy, M. El despliegue de misiles chinos eleva la tensión en el sureste asiático. “El País” (18-II-2016) 3. China sitúa una batería de misiles en la isla Woody (o Yongxing), en las Spratley.
Vidal Liy, M. El fallo que mantiene en vilo a China. “El País” (11-VII-2016). La Corte Permanente de Arbitraje de La Haya influirá en la cuestión de la soberanía de las islas y las aguas en el Mar de la China meridional, a petición de Filipinas. Definirá qué es isla (su soberanía da derecho a la explotación de 200 km alrededor).
Vidal Liy, M.; Ferrer, I. La Haya deja a China sin base legal para su expansionismo marítimo. “El País” (13-VII-2016).
Vidal Liy, M. China rechaza el fallo de La Haya pero ofrece diálogo a Filipinas. “El País” (14-VII-2016).
Vidal Liy, M. China advierte a Trump de una posible ‘confrontación devastadora’. “El País” (14-I-2017).
Vidal Liy, M.; Ayuso, S. La Casa Blanca cede y promete a Xi Jinping mantener la política de una sola China. “El País” (11-II-2017).
Vidal Liy, M. China modera el aumento de su gasto militar hasta el 7%. “El País” (5-III-2017).
Vidal Liy, M. Pekín bota su primer portaaviones ‘made in China’. “El País” (27-IV-2017).
Vidal Liy, M. Un conflicto marítimo. “El País” Ideas 106 (21-V-2017). Las pugnas en los mares próximos a China.
Bonet, P.; Fontdeglòria, X. Rusia y China maniobran por primera vez en el Báltico. “El País” (24-VII-2017).
Fontdeglòria, X. China inaugura su primera base militar en el extranjero. “El País” (2-VIII-2017). Una base logística en Yibuti.
Vidal Liy, M. Trump apremia a Xi sobre Corea del Norte y el desequilibrio comercial. “El País” (10-XI-2017).
Vidal Liy. M. El presidente de EE UU obvia en públicos los derechos humanos. “El País” (10-XI-2017). Es el primero que en su viaje a China no defiende los derechos humanos.
Vidal Liy, M. Señales de humo entre China y el Vaticano. “El País” (27-XI-2017).
Fontdeglòria, X. Xi y Modi intentan impulsar el deshielo entre China e India con una cumbre informal. “El País” (28-IV-2018).
Fontdegloria, X. China decide cerrar el grifo del crédito a Venezuela. “El País” (4-VI-2018). No ha concedido más créditos en 2017 y 2018.
Vidal Liy, M. Xi alardea de amistad con Putin frente a las tensiones entre socios en Occidente. “El País” (9-VI-2018).
Vidal Liy, M. China intensifica la relación militar con el continente africano. “El País” (27-VI-2018).
Fontdeglòria, X. Pekín amplía su influencia en el mundo árabe con préstamos por 20.000 millones de dólares. “El País” (11-VII-2018).
Vidal Liy, M. China concederá otros 60,000 millones de dólares en financiación para África. “El País” (4-IX-2018).
Vidal Liy, M. China pide a Rusia crear un frente contra el proteccionismo de EE UU. “El País” (12-IX-2018).
Vidal Liy, M.; Guimón, P. Bonet, P. EE UU tensa el pulso con China al sancionar su compra de armas rusas. “El País” (22-IX-2018).
Verdú, D. Un acuerdo entre China y el Vaticano abre la vía al deshielo 70 años después. “El País” (22-IX-2018).
Vidal Liy, M. Síntomas de una nueva guerra fría. “El País” (24-IX-2018). El creciente enfrentamiento geopolítico entre China y EE UU.
Vidal Liy, M. China y Japón buscan superar siete años de relaciones distantes. “El País” (26-X-2018).
Sahuquillo, M. R. Rusia refuerza su alianza con China ante las sanciones occidentales. “El País” (27-XII-2018).
Fontdeglòria, X. Xi sube el tono nacionalista y advierte a Taiwán de que acabará unida a China. “El País” (3-I-2019). Amenaza con la guerra si osa la independencia.
Vidal Liy, M. Los aliados de Maduro. 1. China. Pekín y Caracas, una relación basada en la deuda. “El País” (29-I-2019).
Vidal Liy, M. Pekín impulsa un crecimiento del gasto militar del 7,5%. “El País” (6-III-2019).
Vidal Liy, M. Pekín corteja al Viejo Continente. “El País” (17-III-2019).
De Miguel, B.; Pellicer, Ll. El nuevo miedo de Europa se llama China. “El País” (17-III-2019).
Sahuquillo, M. R.; Vidal Liy, M. Rusia y China impulsan su relación bilateral a un nivel ‘sin precedentes’, según Putin. “El País” (6-VI-2019).
Chouza, Paula; Torralba. Carlos. La expansión de la Armada china pone en alerta a EE UU. “El País” (28-XII-2019).
Torralba, Carlos; Chouza, Paula. La industria militar china crece a pasos de gigante. “El País” (27-I-2020).
Baños, J. El ejército chino mata a 20 soldados indios en la frontera del Himalaya. “La Vanguardia” (17-VI-2020). India dice que causó 43 bajas chinas en el primer choque mortal en 45 años, en el valle de Galwan, cerca de la zona de Aksai Chin, controlada por China.
Vidal Liy, M. Modi advierte a China contra posibles provocaciones tras el violento choque fronterizo. “El País” (18-VI-2020).
Vidal Liy, M. Dos colosos nucleares y una chispa en su frontera. “El País” (26-VI-2020). La tensión entre China e India.
Vidal Liy, M. China se encara con casi todos. “El País” (5-VII-2020). Los múltiples frentes de tensión exterior, desde sus vecinos hasta EE UU y la UE.
Vidal Liy, M. Los amigos cuyo apoyo cultiva Pekín. “El País” (5-VII-2020). China financia proyectos de infraestructuras y ayuda sanitaria para conseguir aliados.
Vidal Liy, M. China redobla el pulso al sancionar a un gigante armamentístico de EE UU. “El País” (15-VII-2020). Sanciona a Lockheed Martin por una critica de Pompeo a su expansionismo.

Vidal Liy, M. Ruido de sables en los mares de China. “El País” (3-IV-2021). China aumenta su tensión con Taiwán, Japón, Filipinas, EE UU y otros países en sus mares colindantes.

Mars, A. EE UU, la UE y la OTAN señalan a China por la ola de ciberataques. “El País” (20-VII-2021).

De Miguel, B. La iniciativa complica el empeño europeo de entenderse con Xi. “El País” (20-VII-2021).

Vidal Liy, M. Sin puntos de encuentro entre Pekín y Washington. “El País” (20-VII-2021).

Vidal Liy, M. Pekín y los talibanes consolidan su acercamiento. “El País” (29-VII-2021).

Sánchez-Vallejo, M. A. La gran alianza forjada por EE UU en el Pacífico agrava el choque con China. “El País” (17-IX-2021). El pacto de EE UU, Reino Unido y Australia dota a este país con 12 submarinos nucleares, rompiendo un acuerdo anterior de Australia y Francia para fabricar 32 submarinos propulsados por diésel.

Vidal Liy, M. Pekín afirma que el acuerdo alienta la carrera armamentística. “El País” (17-IX-2021).

Vidal Liy, M. Xi promete la reunificación ‘completa’ con Taiwán. “El País” (10-X-2021).

Rizzi, Andrea. Pekín sacude el viejo orden nuclear mundial. “El País” (8-XI-2021).

Vidal-Liy, M.; Mars, A. Biden y Xi tratan de contener las tensiones en una cumbre virtual. “El País” (17-XI-2021).

Vidal Liy, M. China busca pistas sobre Taiwán en la crisis ucrania. “El País” (5-III-2022). Observa la respuesta occidental a la invasión rusa, por lo que podría pasar si ataca a Taiwán.

Gómez, M. V. La OTAN acusa a China de “intentar subvertir el orden internacional”. “El País” (30-VI-2022).

Vidal Liy, M. China y EE UU, condenados a entenderse y a rivalizar. “El País” (28-XI-2022).

 

Análisis y opiniones.
Allison, Graham. EE UU, China y la trampa de Tucídides. “El País” (6-VII-2017). El peligro de una guerra entre las dos potencias.

Araújo, Heriberto; Cardenal, Juan Pablo. El mundo chino ya está aquí. “El País” (11-II-2011) 29. Una visión crítica de la expansión china en el Tercer Mundo.

Ballesteros, Cecilia. De la diplomacia del pimpón a la de las mascarillas. “El País” (3-VIII-2020). Un resumen de la política exterior entre EE UU y China desde 1949.

Bassets, Lluís. Europa desde China. “El País” (20-IX-2012) 4.
Bassets, Ll. Termodinámica. “El País” (28-XI-2013) 8. Crece la tensión alrededor de China.
Bassets, Ll. Pekín, capital del antifascismo. “El País” Ideas (6-IX-2015) 10. El régimen fomenta el nacionalismo.
Bassets, Ll. China se asoma al vacío generado por Trump. “El País” Ideas (27-XI-2016). Las expectativas chinas en libre comercio, el cambio climático y el nuevo orden global que anuncia el aislacionismo de Trump.
Bassets, Ll. Paciencia estratégica. “El País” (3-I-2019). Xi Jinping mete presión para acelerar la reunificación china con Taiwán, aunque prefiere medios pacíficos.
Bassets, Ll. China primero. “El País” (1-XII-2019). China ha sobrepasado a EE UU como el país con más embajadas y consulados en el mundo, con 276 frente a 273.
Bassets, Ll. Maniobras para la Cuarta Guerra Mundial. “El País” (18-VI-2020). La confrontación entre China e India.

Bassets, Lls. Rumbo de colisión. “El País” (26-IX-2021). China no esconde su objetivo, Asia para los asiáticos, echando a EE UU y los occidentales de su entorno.

Bassets, Ll. China es el peligro. “El País” (5-VI-2022). Rusia ha lanzado la guerra en Ucrania, pero es China la mayor amenaza a la democracia liberal en el mundo, pues quiere imponer un nuevo orden internacional autoritario.


Bastenier, Miguel Ángel. El ‘regreso’ del imperio. “El País” (27-V-2015) 6.

Basterra, Francisco G. El vacío siempre se llena. “El País” (28-X-2017). La China de Xi Jinping ocupará el hueco dejado por Trump.
Basterra, F. G. China se agranda tras la cara oculta de la Luna. “El País” (7-I-2019). El reto espacial potencia la imagen exterior de China.
Basterra, Francisco G. Condenados a entenderse. “El País” (22-III-2021). China y EE UU han de entenderse en lo fundamental, aunque sus intereses sean diversos.

Ben Ami, Shlomo. El ascenso de un gigante inseguro. “El País” (9-XII-2013).

Borreguero, Eva. Asia. “El País” (24-VI-2020). La tensión entre China e India.

Borreguero, Eva. El mundo bajo Xi. “El País” (15-X-2022). Excelente análisis de porque el nuevo orden mundial que pretende Xi Jinping establece a China como una potencia dominante y agresiva, lo que aumenta el riesgo de conflictos.


Bremmer, Ian. China emprende su ‘plan Marshall’. “El País” (10-V-2015) 41.

Cardenal, Juan Pablo. China se despliega en América Latina. “El País” Ideas 172 (2-IX-2018). Se promueven inversiones e influencias mediáticas y culturales para asentar las alianzas políticas.
Cardenal, Juan Pablo. Desconexión de China. “El País” (22-VI-2020). Aboga porque la UE sea autónoma económicamente y estratégicamente de China, una superpotencia agresiva que se está aprovechando del resto del mundo.

Colombani. Jean-Marie. China quiere la primacía. “El País” (13-XI-2012) 10. China quiere que el siglo XXI sea el de su dominio mundial.

Editorial. Ascenso militar. “El País” (12-III-2012) 26. China aumenta el presupuesto militar.
Editorial. Inaceptable escalada. “El País” (5-XII-2013) 30. China tensa demasiado la cuerda en el Mar de China.
Editorial. Bofetada a China. “El País” (13-VII-2016). La Haya deja a China sin base legal para su expansionismo marítimo.
Editorial. China marca el paso. “El País” (5-IV-2021). Occidente necesita una estrategia para reforzar la libertad ante el autoritarismo.

Fuentes, Ana. La inocencia y la ventaja. “El País” (30-III-2019). China busca siempre ganar en los tratos por encima del otro país porque así compensa su inferioridad durante dos siglos.

García Herrero, Alicia. Biden y Xi olvidan a Ucrania por Taiwán. “El País” (18-XI-2022). EE UU y China tienen dos problemas candentes en Ucrania y Taiwán.

González, Alicia. La diplomacia monetaria china. “El País” (8-I-2015) 11. Proporciona ayuda financiera a países en dificultades en una estrategia política a largo plazo.

Lassalle, José María. Ucrania y la trampa de Tucídides. “El País” (5-II-2022). China no está interesada en un conflicto de Rusia en Ucrania, porque pondría en riesgo su proyecto de hegemonía mundial a largo plazo. Con “la trampa de Tucídides” se refiere al error de Atenas de enfrentarse militarmente a Esparta sin esperar a que su mayor avance económico le diera con el tiempo una hegemonía indudable. Por su parte, Europa ha presionado sus fronteras hacia el Este, empujando a Rusia, sin que le respalde un gran poder militar autónomo.

Legarda, Helena. Pekín no abandonará a Moscú. “El País” (2-XI-2022). Xi Jinping apoyará a su aliado Putin porque es un imperativo ideológico, por encima de la economía, en su enfrentamiento con Occidente.

Leonard, Mark. El gran divorcio chino-norteamericano. “El País” (14-IX-2012).

Moisi, Dominique. La falta de ‘realpolitik’ en Rusia y China. “El País” (12-I-2014) 35. El politólogo critica la falta de liderazgo constructivo de Rusia y China.

Nye Jr., Joseph. Las nuevas funciones del Viejo Mundo. “El País” (21-VII-2014).

Nye, Joseph S. El órdago de China a EE UU. “El País” Negocios 1.919 (14-VIII-2022). Es posible una guerra entre ambas potencias, en algunos de los puntos de tensión. EE UU debe mantener la democracia y las alianzas, invertir en ciencia y tecnología…

 

Parra Pérez, Águeda. La asertividad china frente al desafío de EE UU. “El País” (4-VIII-2022). La tensión actual por la visita de Pelosi es una oportunidad para reconstruir mejor las relaciones entre China y EE UU respecto a Taiwán.

Ríos, Xulio. Tarjeta amarilla para Pekín. “El País” (13-VII-2016). La Haya no da la razón a China en su expansionismo marítimo en el sur.
Ríos, X. China da un paso al frente. “El País” Ideas 98 (26-III-2017). Crece la posibilidad de que China alcance el liderazgo blobal.
Ríos, X. La nueva globalización china. “El País” (6-IV-2017).
Ríos, X. Nadar y guardar la ropa. “El País” (10-I-2020). China mantiene su amistad con Irán pero no se enfrenta a EE UU sobre el tema iraní.
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Torreblanca, José Ignacio. Tensión en el mar de China. “El País” (14-III-2014).

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La cuestión uigur de Xinjiang.
Libros.
Haitiwaji, Gulbahar; Morgat, Rozenn. El gulag chino. Cómo sobreviví a un campo de internamiento. Trad. de Julia Azaretto. Ariel. 2022. 224 pp. El disidente uigur Gulbahar cuenta su experiencia de “reeducación”.

Reportajes.
Madueño, Eugenio; Rovira, Bru. El Islam en la inmensidad de China. “Magazine” (16-III-1997) 46-52. Reportaje en Xinjiang, la región más musulmana.

Noticias. Orden cronológico.
Reinoso, José. La violencia étnica se recrudece en Xinjiang. “El País” (17-XII-2013) 8.
Reinoso, J. La violencia étnica se extiende en China. “El País” (9-III-2014) 15. El terrorismo uigur alarma a la población china. La violencia antes circunscrita al Tíbet y Xinjiang se extiende por el país.
Reinoso, J. Un nuevo ataque en China eleva el temor al terrorismo islamista. “El País” (7-V-2014) 2-3.
Reinoso, J. La violencia étnica crece en la zona uigur. “El País” (7-V-2014) 2.
Gualdoni, Fernando. El valor de Xinjiang. “El País” (7-V-2014) 3. La región autónoma es importante por su situación geoestratégica en Asia Central, para el suministro de energía y el comercio exterior.
Vidal Liy, Macarena. China combina represión y ayudas para frenar el separatismo uigur. “El País” (6-VII-2014) 11.
Vidal Liy, M. EE UU y UE, preocupados por el preso más célebre. “El País” (6-VII-2014) 11.
Tobón, Natalia. Atentado masivo con cuchillos en Xinjiang. “El País” (30-VII-2014) 4.
Vidal Liy, M. China condena a cadena perpetua por separatismo al disidente uigur Tohti. “El País” (24-IX-2014) 10.
González, R. Egipto arresta y deporta a China a decenas de uigures. “El País” (18-VII-2017).
Vidal Liy, M. Torretas y alambradas para la minoría uigur. “El País” (16-V-2018). Denuncian que el 11,5% de los uigures de Xinjiang están en campos de reeducación.
Vidal Liy, M. China lanza una campaña represiva contra la minoría uigur. “El País” (10-IX-2018).
Vidal Liy, M. China oficializa los campos para reeducar a musulmanes en Xinjiang. “El País” (11-X-2018).
Vidal Liy, M. ‘Querido Xi, libere a mi abuelo’. “El País” (14-II-2019). Campaña internacional a favor de los uigures detenidos en campos de reeducación.
Vidal Liy, M. 2,5 millones de personas en China, bajo el control de una empresa de vigilancia facial. “El País” (18-II-2019).
Vidal Liy, M. El disidente uigur Ilhan Tohti, preso en China, premio Sájarov. “El País” (25-X-2019).
Grasso, D.; Gutiérrez, Ó.; Abellán, L. Los archivos secretos de la gran represión china contra la minoría musulmana. “El País” (25-XI-2019).
Abellán, L. Diez años de cárcel por arengar contra el porno. “El País” (25-XI-2019).
Grasso, D.; Gutiérrez, Ó. Claves para entender la investigación. “El País” (25-XI-2019).
Alecci, Scilla. Zumrat Dawut / Exdetenida en un campo de Xinjiang. ‘Nos llevaban a clase con grilletes en los pies y esposas en las manos’. “El País” (25-XI-2019).
Grasso, D.; Gutiérrez, Ó. Un implacable Gran Hermano para vigilar a la minoría musulmana. “El País” (26-XI-2019). El control tecnológico de los uigures.
Grasso, D.; Gutiérrez, Ó.; Abellán, L. La UE ve ‘restricción de derechos fundamentales’. “El País” (26-XI-2019).
Grasso, D.; Gutiérrez, Ó. China usa su red de embajadas para extender el acoso a la etnia uigur. “El País” (26-XI-2019).
Grasso, D. Multas por hablar con la familia en el exterior. “El País” (27-XI-2019).
Vidal Liy, M. El Congreso de EE UU propone castigar a China por la represión a los uigures. “El País” (5-XII-2019).
Vidal Liy, M. La cuestión de la minoría uigur enfrenta de nuevo a Estados Unidos y China. “El País” (11-VII-2020).
Mourenza, A. El exilio uigur en Turquía teme la larga mano de China. “El País” (1-II-2021). Hay unos 50.000 uigures emigrados en Turquía.

Vidal Liy, M. Xi Jinping ‘conquista’ Xinjiang. “El País” (19-VII-2021). China asimila la región con inmigrantes han y la represión a los uigures.

Gutiérrez, Óscar; Blanco, P. R. Los rostros de la represión china. “El País” (25-V-2022).

Gutiérrez, Óscar; Blanco, P. R. Retrato robot de los presos. “El País” (25-V-2022). La mayoría son varones menores de 30 años.

Gutiérrez, Ó.; Blanco, P. R. China señala como sospechosas a dos millones de personas en Xinjiang. “El País” (26-V-2022).

Vidal Liy, M. Xi Jinping defiende ante Bachelet los avances de Pekín en derechos humanos. “El País” (26-V-2022).

Vidal Liy, M. Bachelet evita ahondar en la represión de los uigures en el cierre de su visita a China. “El País” (29-V-2022).

Blanco, P. R.; Gutiérrez, O. China institucionaliza el trabajo forzoso de los uigures en Xinjiang. “El País” (7-VI-2022).


Análisis y opinión. Orden alfabético.
Bassets, Lluís. Progresismo totalitario. “El País” (28-XI-2019). La represión china a los uigures es totalitaria.

Borreguero, Eva. El dilema uigur. “El País” (10-III-2021). Falta un mejor compromiso internacional contra la represión china. Incluso los países musulmanes callan ante China.

Editorial. Represión china. “El País” (26-XI-2019). 
Editorial. Defender a los uigures. “El País” (22-I-2021). 
Editorial. China y el genocidio uigur. “El País” (29-V-2022).

Fuentes, Ana. Cárceles 5.0. “El País” (30-XI-2019).
Fuentes, Ana. La filtración y la decepción. “El País” (3-VI-2022). La revelación de los abusos de China contra los uigures apenas ha despertado la atención pública.

Abellán, L. Jewher Ilham / Hija del académico uigur preso Ilham Tohti. “Mi padre me dijo: ‘Prefiero que barras calles en EE UU a que estés en China’”. “El País” (19-XII-2019).

La cuestión del Tíbet.
Internet.
[http://tibet.net/] Web del Gobierno tibetano en el exilio.
[http://www.freetibet.org/] Web de una ONG que promueve la independencia del Tíbet.
[http://elpais.com/tag/tibet/a/] Enlace a noticias.

Libros.
Laird, Thomas. Historia del Tìbet. Paidós. Barcelona. 2008. 512 pp. Incluye desde el siglo VI dC hasta el Dalai Lama actual.

Reportajes.
Wilby, Sorrel. A Journey through Tíbet. Nomad's Land. “National Geographic”, vol. 172 (XII-1987) 764-785.
Huete Machado, Lola (texto); López Soto, Ángel (fotos). Tíbet fuera de Tíbet. “El País” Semanal 1.911 (12-V-2013) 34-43. Los 150.000 exiliados tibetanos.

Noticias.
Reinoso, José. Las protestas tibetanas por la represión de Pekín se propagan por el suroeste de China. “El País” (26-I-2012) 6. Son las más graves desde las que estallaron en 2008 en Lhasa, la capital de Tíbet, contra la creciente presencia de chinos.
Reinoso, José. China lanza una ola de represión en Tíbet. “El País” (1-VI-2012) 2-3.
Reinoso, José. El conflicto en Tíbet irrumpe en el Congreso del Partido Comunista Chino. “El País” (10-XI-2012) 8.
Pérez, Fernando J. La Audiencia ordena detener al expresidente chino. “El País” (20-XI-2013) 18. La Justicia española pone en busca y captura al expresidente Jiang Zemin y al exprimer ministro Li Peng, por el genocidio en el Tíbet.
González, Miguel. La Audiencia abre una crisis con China. “El País” (22-XI-2013) 12-13.
Reinoso, José. El conflicto llega en pleno despliegue del Ejecutivo para lograr inversiones. “El País” (22-XI-2013) 12-13.
Carranco, Rebeca. Luz judicial sobre el horror tibetano. “El País” (23-XI-2013) 20.
González, Miguel. El Gobierno calma a Pekín sobre la orden contra sus exdirigentes. “El País” (23-XI-2013) 20.
Higueras, Georgina. China defiende las fronteras de su imperio. “El País” (23-XI-2013) 11. 
Saiz, Eva. Obama recibe al Dalai Lama pese a la advertencia china. “El País” (22-II-2014) 7.
Redacción. China agradece a Rajoy el archivo de la causa por genocidio en el Tíbet. “El País” (25-VI-2014) 21.
Vidal Liy, M. ¿El último Dalái Lama? “El País” Domingo (27-IX-2014) 5. El actual líder se plantea no tener sucesor.

Análisis y opìnión.
Schaller, George B. Tibet's Remote Chang Tang. “National Geographic”, vol. 184 (VIII-1993) 62-87.

APÉNDICE. 
La situación antes y en 1996-1996*[Este apéndice sirve para aquilatar la gran continuidad de la política china y de la visión occidental sobre el país]
El establecimiento de la República Popular de China en 1949 marcó un momento crucial de la historia moderna de China. Tras un siglo en que padeció graves conflictos y desintegración interna, por lo común provocados y agravados por agresores externos, China se hallaba gobernada por dirigentes que tenían una visión clara de la sociedad que deseaban crear. Independientemente de los excesos y fracasos posteriores a 1949, sin olvidar la represión sistemática de gran parte de la población, han de reconocerse logros fundamentales y es que la experiencia moderna de China no debe juzgarse en contraste con los avances contemporáneos de sus vecinos de Asia Oriental (el asombroso éxito económico de Japón, Corea del Sur y Taiwán ante el estancamiento chino), sino en contraste con su propio pasado.
La conquista de Beijing el 31 de enero de 1949 fue seguida por la pronta caída del resto del país, de modo que el 1 de octubre del mismo año se proclamó la República Popular de China y comenzó de inmediato la implantación del comunismo.
Una de las máximas preocupaciones del nuevo régimen fue la economía, especialmente el aumento de la producción agrícola y la creación de una sólida base industrial. El logro de tales objetivos dominó el transcurrir de la política interior. A principios del decenio de los 50, China siguió de cerca el modelo soviético de planificación económica dirigida, tras la firma el 14 de febrero de 1950 por Mao y Stalin del tratado de “Amistad Eterna”. Muy importante fue la ley de reforma agraria de 28 de junio de 1950 que aseguró una base sólida al PCCh en el campo.
En diciembre de 1951 comenzó la primera campaña de movilización ideológica, de los “Tres Contras” (contra la corrupción, el despilfarro y la burocracia), seguida en marzo de 1952 por la de los “Cinco Contras” (que ampliaba el campo de la represión comunista).
La primera gran purga de los moderados (partidarios de la propiedad agraria privada) se realizó en 1954, mientras los intelectuales eran llamados al orden en el I Congreso Nacional del Pueblo, que aprobó una nueva Constitución, al tiempo que Mao era promovido a la presidencia de la República.
En sus relaciones exteriores, el nuevo régimen comunista rápidamente se estableció en el escenario mundial, aunque no dispuso del inmediato reconocimiento de Estados Unidos y fue excluido de las Naciones Unidas (en beneficio de la China nacionalista, reducida a Taiwán en 1949). La guerra de Corea fue la primera prueba de la potencia militar china, en lucha con los EE.UU. y acabó con una derrota parcial, aceptada en el armisticio de 27 de julio de 1953.
China desempeñó ya un importante papel en la Conferencia de Ginebra sobre Indochina en 1954 y en la Conferencia de Estados No-Alineados de Bandung en 1955. Durante este periodo inicial China mantuvo estrechas relaciones con la URSS, recibiendo la ayuda de numerosos expertos y préstamos de capital y bienes de equipo.
En 1956 se nacionalizaron las empresas comerciales e industriales y el 2 de mayo (fue reafirmada en el VIII Congreso del PCCh, en septiembre), se lanzó la breve campaña aperturista de las “Cien Flores”, en la que los reformistas cayeron en la trampa de mostrarse públicamente y Mao los depuró en masa a finales de 1957, preparando el siguiente paso en sus designios. Aunque el I Plan Quinquenal alcanzó cierto éxito, Mao Zedong había perdido la confianza en el planteamiento gradual de planificadores y técnicos, y en cambio intentó movilizar las energías revolucionarias de la población china.
El “Gran Paso Adelante” se inició a principios de 1958, y supuso la creación de inmensas comunas rurales y asociaciones urbanas encargadas de la organización de la producción. No obstante, muchos de los proyectos (como la construcción de hornos familiares para la producción de hierro y acero) resultaban sencillamente irrealizables, y el Gran Paso Adelante fue abandonado a principios de 1961 (después de morir 13 millones de personas por las hambrunas y las catástrofes naturales, según las propias estadísticas oficiales), tras las críticas que comenzaron el mismo año 1959.
Mao abandonó la presidencia de la República, en la que le sustituyó en abril de 1959 su aparente partidario Liu Shaoqi, pero que pronto se reveló como un dirigente moderado que se opuso al radicalismo de Mao. El moderado ministro de defensa Peng Dehuai (que poco antes, en marzo, había reprimido la sublevación tibetana) fue depuesto en agosto por sus críticas a las reformas demasiado radicales y a la creación de comunas. Su sustituto, Lin Biao, extendió en los años siguientes su poder sobre los sectores más radicales.
La relación con la URSS se oscureció a finales de los años 50 por las disputas fronterizas sobre la delimitación de territorios, así como por las diferencias ideológicas, en un proceso que comenzó tras la muerte de Stalin en 1953. La ruptura se concretó en julio de 1960 con la salida de los técnicos soviéticos y se visualizó en octubre de 1961 con el abandono por Zhu Enlai del XXII Congreso del PCUS en Moscú y su apoyo a Albania.
En 1964 China se convirtió en potencia nuclear y el mismo año Mao publicó su Libro Rojo, la base ideológica para su siguiente operación política, anunciada por Zhu Enlai en 1966, cuando el Comité Central fijo los “16 Puntos”: la misión era liberar las energías revolucionarias del pueblo chino con la “Gran Revolución Cultural Proletaria” (su fase más radical ocurrió entre el otoño de 1965 y abril de 1969), una revolución permanente que intentaba evitar el restablecimiento de los intereses creados, del arribismo y de la arrogancia burocrática tanto en el Partido como en el Estado.
Para establecer una alianza segura en su lucha por mantener el pleno poder Mao auspició a la Banda de los Cuatro (la esposa de Mao, la radical Jiang Qing, aspirante a sucederle en una especie de monarquía socialista, más Wang Hongwen, Zhang Chunqiao y Yao Wenyuan) y se alió con el grupo de Lin Biao y Chen Pota, que controlaba al ejército y a los jóvenes guardias rojos, para atacar a los moderados, encabezados por Liu Shaoqi. La Guardia Roja aplastó en 1967 toda oposición a la política oficial y estableció comités revolucionarios, integrados por jóvenes fanáticos. Se cerraron los colegios y universidades, y los alumnos y profesores fueron obligados a trabajar en el campo, los cuarteles fueron asaltados y los oficiales vejados (lo que a la larga privó a Lin Biao de muchos apoyos). En Wuhan, del 19 al 22 de julio de 1967, los militares se rebelaron ante estos excesos pero pronto fueron aniquilados.
Xiaoping diría después de esta época: «La ideología triunfó temporalmente sobre el mérito y la capacidad». El país cayó profundamente en el caos y la miseria, por lo que el ejército recibió autorización para disparar a los manifestantes radicales e intervino por fin a principios de 1968, con un largo enfrentamiento lleno de altibajos sobre quien ganaba en cada momento. Al mismo tiempo se produjo un entendimiento en la cúpula del poder entre los distintos grupos: fueron depurados en octubre de 1968 los moderados Liu Shaoqi y Deng Xiaoping, pero a cambio los guardias rojos fueron definitivamente expulsados de muchos de los puestos que habían ocupado a la fuerza en la administración, a veces con sangrientos enfrentamientos con los militares, aunque la fuerza de la Guardia Roja siguió siendo muy importante en el campo.
En 1969 el IX Congreso del PCCh designó como sucesor de Mao a Lin Biao, jefe a la vez del Ejército y de los Guardias Rojos. Por entonces comenzó su enfrentamiento con Zhu Enlai, que se había moderado al ver los catastróficos efectos de la Revolución Cultural y que fue alentado por Mao para compensar el acaparamiento del poder por Lin Biao, quien finalmente, en septiembre de 1971, pretendió liquidar a todos sus oponentes y al mismo Mao en un golpe de Estado apoyado por los guardias rojos y algunos militares (sobre todo en la Marina de Shanghai y Tianjin), contando con el beneplácito ruso, pero Lin Biao fracasó y al huir en avión a la URSS fue derribado sobre Mongolia y resultó muerto. Desde este momento la Revolución Cultural fue diluyéndose rápidamente, aunque sin declararse oficialmente su fin, hasta acabar en definitiva con la muerte de Mao en 1976.
China mantuvo una política exterior bastante moderada en este periodo, con el paréntesis de la guerra con India en 1962, y sólo dio un tibio apoyo a Vietnam del Norte durante la guerra en los años 60, y desde 1972 se realineó (de hecho) con Occidente, tras la visita secreta de Kissinger en julio de 1971, fraguada por Zhu Enlai, que daba a China el reconocimiento internacional y le permitía sustituir el 25 de octubre a Taiwán como miembro de la ONU y miembro permanente del Consejo de Seguridad. Le siguió la decisiva visita de presidente norteamericano Nixon, con el que se firmó el acuerdo de Shanghai de 1972, en el que se reconocían los derechos chinos a la reunificación con Taiwán aunque se renunciaba al uso de la fuerza para conseguirla.
El enemigo más cercano y peligroso era la URSS, con la que menudeaban los pequeños enfrentamientos militares y a esta necesidad geopolítica se subordinaron las diferencias ideológicas. Mao sufrió en 1972 una grave apoplejía y el poder pasó progresivamente a Zhu Enlai, como tácito nuevo jefe de los moderados, en lucha soterrada con la Banda de los Cuatro.
En agosto Xiaoping fue rehabilitado, al tiempo que Mao y la Banda de los Cuatro todavía conseguían lanzar una campaña contra el pensamiento ético de Confucio. Xiaoping teorizó ante la ONU (10 de abril de 1974) la división en los “Tres Mundos” y el problema del desarrollo, que tanto influjo teórico tuvo en los estudiosos occidentales. En esta época trenzó las nuevas alianzas para subir a la cúspide del poder.
Kissinguer [1996], uno de los mejores conocedores occidentales de la alta política china, opina sobre los líderes chinos de este periodo que: «Mao era el visionario, el revolucionario implacable, despiadado y a veces terrible; Zhou era el administrador elegante, encantador y brillante, y Deng era el reformador, de convicciones elementales. Los tres reflejaban una tradición común de análisis minucioso y compartían la experiencia de un país antiguo, con un instinto especial para distinguir entre lo permanente y lo circunstancial.»
En enero de 1975 se celebró el IV Congreso Nacional del Pueblo, en el que se aprobó una nueva constitución y se adoptó el programa de las Cuatro Modernizaciones (sólo aplicado a partir de 1978), impulsado por Zhu Enlai y teorizado, a su sombra, por Deng Xiaoping, que fue rehabilitado más claramente y ascendido al tercer puesto del régimen, como viceprimer ministro.
La muerte de Zhu, el 8 de enero de 1976, provocó en el mismo mes de 1976 una masiva petición de liberalización del régimen, con manifestaciones de miles de estudiantes, especialmente las celebradas en la plaza de Tiananmen (abril), como precedente de las de 1989. Los radicales (restos de los antiguos guardias rojos) salieron a la calle para oponerse violentamente y durante unas semanas el caos volvió. Las manifestaciones fueron reprimidas con dureza por el ejército y Deng Xiaoping, que se había mostrado partidario del diálogo con los estudiantes, fue destituido de su cargo de viceprimer ministro y de todas sus funciones el 7 de abril y Hua Guofeng fue nombrado primer ministro, como firme partidario de la mano dura, que preconizaban el mismo Mao y los miembros de Banda de los Cuatro. La victoria radical parecía completa.
Mao Zedong murió el 9 de septiembre de 1976 y se produjo la casi inmediata (el 6 de octubre, al volver de la ceremonia de los funerales) detención de la Banda de los Cuatro, que pretendían eliminar a todos sus adversarios mediante la reinstauración de la Revolución Cultural, por lo que Hua Guofeng tuvo que eliminarlos para conservar el poder, quedándose sin aliados para mantenerlo en el futuro. Por de pronto el 7 de octubre sus partidarios y los moderados le eligieron presidente del Comité Central y de la Comisión Militar, pero su base de apoyo era débil. En 1977 el proceso de moderación siguió con la rehabilitación de Deng Xiaoping como vice-primer ministro y vicepresidente del PCCh.
Xiaoping estaba apoyado por los generales de la época de la “larga Marcha”, en la que fue un héroe, y por los jóvenes oficiales del ejército y los cuadros provinciales del Partido. Como nueva figura dominante, se dispuso a realizar su programa teórico, largamente estudiado. Introdujo un importante cambio en la política económica. Se establecieron incentivos y se fomentó el comercio exterior y la inversión extranjera. Pero la nueva dirección económica vino acompañada de una fuerte presión popular en demanda de mayor libertad política, que comenzó en noviembre de 1978 con la aparición de los primeros carteles en el “muro de la democracia”, en Beijing. En 1979 se produjo la primera represión violenta del movimiento democrático, con detenciones de disidentes y prohibición de los carteles (dazibao), al tiempo que aparecían las primeras empresas extranjeras en las zonas especiales creadas en julio y se liberalizaban los precios de los productos de primera necesidad.
La política exterior en este periodo estuvo marcada por el conflicto con la URSS (se repitieron los choques militares en la frontera), Vietnam (con la que, desde el 17 de febrero al 16 de marzo de 1979, hubo una guerra, comenzada por una invasión del norte de Vietnam, que acabó en una clara derrota china y la retirada, tras sufrir graves pérdidas humanas, pero sin consecuencias territoriales) y Camboya (en la que China apoyó a los khmer rojos en contra del gobierno impuesto por Vietnam). En cambio, con Occidente las relaciones siguieron mejorando.
En 1980 los aliados de Xiaoping, los reformistas Zhao Ziyang y Hu Yaobang, ingresaron en el Comité Permanente del Politburó, del que fueron excluidos los aliados del conservador Hua Guofeng, al tiempo que se procesó a la Banda de los Cuatro (la viuda de Mao se suicidaría en la cárcel en 1991).
En septiembre Guofeng fue sustituido como viceprimer ministro por Ziyang, quedándole la presidencia en el partido, hasta un nuevo descenso en el escalafón del PCCh en junio de 1981, hasta el cargo de vicepresidente, sustituido por Hu Yaobang. En 1982 Guofeng fue finalmente destituido del Politburó.
Los efectos políticos y sociológicos de la reforma movieron a Deng a lanzar en 1983 una breve (e ineficaz) campaña contra la “polución espiritual” de Occidente. Li Xiannian es elegido presidente de China en 1983. En 1984 China y Gran Bretaña pactaron la restitución de Hong Kong en 1997 y en diciembre fueron suprimidas las comunas populares, subsumidas en los distritos. En 1986 China y Taiwán comenzaron la normalización de sus relaciones. En el mismo año 1986, en diciembre, estallaron manifestaciones estudiantiles a favor de la democracia, primero en Hefei y luego en otros 160 campus universitarios, que culminaron el 20 de diciembre en Shanghai con una manifestación de 70.000 estudiantes. Como consecuencia, el excesivamente reformista Hu Yaobang fue destituido de la secretaría general en enero de 1987, tras unas contramanifestaciones de estudiantes antidemócratas y le sustituyó el primer ministro Zhao Ziyang, el cual quedó convertido en el presunto sucesor de Deng tras la renuncia de este en noviembre de 1987 a todos sus cargos en el Comité Central y el Politburó, quedándose sólo con sus puestos en las comisiones militares estatal y del Partido.
La situación continuaba radicalizándose y en septiembre de 1988 el Comité Central, tras un duro debate, decidió rechazar la línea de “más democracia y más mercado”, decidiendo la línea de “volver al orden”, de los más moderados, representados por el nuevo primer ministro, Li Peng, y se acordó un control drástico de precios y una fuerte limitación del crédito, para reducir la inflación que soliviantaba a las masas urbanas. Pero estas medidas económicas no funcionaron y la presión social creció.
En 1989, el año de la gran crisis, primero aconteció el 15 de abril la muerte del reformista Hu Yaobang, seguida de una enorme manifestación estudiantil (los estudiantes radicales habían desaparecido por fin) en señal de duelo, que sirvió para que los reformistas cobraran conciencia de su poder.
La profunda corrupción del Partido y la alta inflación en las ciudades, junto al acicate de la visita de Gorbachov y las primeras noticias de la revolución en el Este de Europa, favorecieron la formación de una coalición tácita entre estudiantes, obreros, profesionales y empresarios. Las demandas eran la democratización, una estructura federal que solucionara los problemas de las nacionalidades y una política económica y social más justa.
En mayo recomenzaron las manifestaciones, que se extendieron por las principales ciudades. Los días 17, 20 y 23 de mayo se concentraron en la plaza de Tiananmen hasta un millón de personas, mientras que miles de estudiantes comenzaron una huelga de hambre, en los días que Gorbachov visitaba Beijing e intentaba convencer a Deng para que abriera el régimen.
Ziyang y Qili estaban de acuerdo en democratizar el régimen y en satisfacer las demandas nacionales de las minorías. Sus partidarios consiguieron los suficientes votos en el Comité Central para impedir una decisión de represión, pero entonces actuó el Comité Militar del PCCh (presidido por Deng), el cual, asustado por las consecuencias de pérdida de poder del partido que conllevaba la protesta de la Primavera, declaró la ley marcial. Las manifestaciones continuaron y Li Peng ordenó llevar tropas a Beijing y comenzar la represión militar. El 3 de junio los tanques entraron en la capital y en la madrugada del 4 de junio asaltaron la plaza de Tiananmen, lo que provocó más de un millar de muertos y el aplastamiento de la protesta.
El 21 y el 22 de junio fueron fusilados varios detenidos, como “contrarrevolucionarios”. El 23-24 de junio Zhao Ziyang fue cesado de todos sus cargos y reemplazado como secretario del PCCh por el moderado Jiang Zemin, que también ocupó poco después la presidencia de la República y la jefatura de la Comisión Central Militar, convirtiéndose en el sucesor in pectore de Deng. Occidente respondió con sanciones económicas, pero en general con moderación. Finalmente, el apoyo chino a Occidente en la guerra del Golfo le facilitó que se levantaran posteriormente las sanciones, al tiempo que se dedicaba a extender su influencia por Asia y en especial con la ASEAN.
El 11 de enero de 1990 fue levantada la ley marcial en Beijing y en febrero Deng dimitió de sus cargos militares. En mayo-junio casi todos los manifestantes detenidos el año anterior fueron liberados. Los juicios a los dirigentes de la protesta de Tiananmen se celebraron en 1991, con penas bastante leves. El mismo Ziyang aún no ha sido siquiera procesado y Deng parece que le reserva como una solución de emergencia aceptable para los reformistas y los demócratas por si estalla una revolución en el inmediato futuro. La reforma económica ha proseguido e incluso se ha profundizado en estos años: la Constitución de 1993 asume la “economía socialista de mercado”.
Deng (con 92 años en 1996 y ya gravemente enfermo) propugnó durante estos años un equilibrio en todos los órganos del poder entre los dos grupos del Partido, el de moderados-reformistas, al que representaban el secretario general Jiang Zemin, el viceprimer ministro Zhu Rongji (que a sus “sólo” 65 años era el verdadero delfín a largo plazo de Deng y del régimen), Hu Qili, Rui Xingwen y Yan Mingfu (los tres fueron rehabilitados en 1993 tras ser cesados en 1989), y el de los intransigentes, del que era líder el primer ministro Li Peng, que se mantuvo después en el poder porque hizo el trabajo sucio de la represión de Tiananmen y cuenta con el apoyo de los viejos generales comunistas, que ocupaban la cúpula militar y ostentaban cargos tan importantes como el jefe del Estado Mayor, Yang Shangkun (de 88 años) y el viceje de este, Wang Zhen (de 83 años).

Los disidentes más célebres, Wei Jingsheng, Chen Ziming, Wang Funtao, como varios miles de manifestantes, sufrieron las consecuencias legales de la Primavera de 1989, con penas apenas moderadas por la presión internacional. El movimiento democrático fue descabezado por muchos años, porque la prioridad fue el enriquecimiento de la población, que vive en su mayoría con frialdad la posibilidad de prescindir del reciente y extraordinario desarrollo económico a cambio de mayores libertades políticas. El ejemplo del hundimiento soviético está actuando como un muy eficaz moderador de las inquietudes democráticas. Y nada parece indicar que vaya a cambiar a corto plazo, salvo que haya una crisis económica que arroje a las masas a las protestas sociales en la calle.

Según el periodista Dexter Roberts (corresponsal de IBW en Beijing y uno de los mejores conocedores de la política china) el hombre preferido por Occidente en 1995 para sustituir a Deng Xiaoping en la cúspide era Zhu Rongji (67 años), bien relacionado, moderado, aperturista, partidario del federalismo para resolver los problemas de las nacionalidades, enemigo de la burocratización y de la corrupción que vive a su sombra, un ex-alcalde de Shanghái que se mostró muy moderado en la represión de la Primavera de 1989, y que en 1995 era viceprimer ministro y también gobernador del Banco de China, que había forzado a los bancos regionales a clarificar sus cuentas y operaciones para así evitar la corrupción. Había tenido éxito en una gestión bancaria y financiera más profesional, que había logrado que la inflación bajara desde el 30% en 1993 al 20% en 1995, mientras el crecimiento del PIB ha sido moderado desde el 13% de 1993 al 11% de 1995, para evitar una explosión social [“IBW” (7-VIII-1995) 45.].
El artículo de Dexter China: How do you handle a Waking Dragon [“IBW” (14-VIII-1995) 54] informa cómo se acepta internacionalmente que China es ya uno más de los “dragones” asiáticos y que hay que escoger frente a ella entre una política de apaciguamiento o de confrontación, con altos riesgos en cualquier caso, porque hay una «contradicción china entre sus pretensiones militares y las económicas a largo plazo» (Douglas Paal, presidente del Washington's Asia Pacific Policy Center). El ministro de Asuntos Exteriores Qian Qichen está en medio de un huracán de ambiciones políticas de la cúpula china y la evolución de la política exterior china es por ello muchas veces sorprendente, pero está regida por una estricta prioridad: la futura unión con Taiwán, la “provincia rebelde”.
Por otra parte, Cuba ha buscado en los últimos tiempos aprender del modelo chino, como lo demuestra el viaje de Fidel Castro a China entre el 29 de noviembre y el 7 de diciembre de 1995. Los intercambios comerciales se han reducido de 600 millones de dólares a sólo 200, con un trueque de azúcar (160.000 tm) por alimentos, materias primas y maquinaria.
Cuba es en 1995 el único aliado comunista que le queda al régimen chino, pues Vietnam, Laos y Corea del Norte todavía mantienen su alineación política con Rusia como antes ocurría con la URSS, pero está en trance de reducirse, pues Vietnam ya ha ingresado en la ASEAN y tiende a alinearse con su viejo enemigo, los EE UU.
Con Rusia, en todo caso, la histórica pugna con esta ha disminuido mucho en los 1994-19915, como lo reflejan las masivas compras de armamento a los rusos (tres submarinos de la clase Ming y cuatro de la clase Kilo, tres fragatas y dos patrulleras con misiles Houxin, además de 27 aviones SU-27). Las relaciones son hoy mucho más estrechas y las disputas fronterizas están casi olvidadas.
El rearme chino preocupa en toda Asia Oriental, en especial a Taiwán y Japón, sus dos principales oponentes políticos en la región, pese a ser también dos de sus grandes socios económicos. La tesis china es que su creciente poder militar (un presupuesto oficial de 9.000 millones de dólares, pero que se estima de 25.000 millones en 1995) y su poderío nuclear son garantías de la paz en Asia, porque mantiene su compromiso de utilizar el arma nuclear sólo contra quien también la tenga. Respecto a las pruebas nucleares se manifiesta la intención de continuarlas (China es, con Francia, el último país en hacerlas), para mejorar su nivel tecnológico. El Ejército de Tierra cuenta (a 1989) con 2.300.000 soldados, la Marina con 260.000 y la Aviación con 470.000.
Molinero concluye que China es un espacio y una sociedad en desarrollo.
«Hemos presentado la historia reciente de un país pobre, que está luchando denonadamente por salir de su penuria. Esa lucha planteada desde 1949 es lo que se ha llamado la “vía china” hacia el desarrollo. Un camino no tan recto como, en principio, pudiera pensarse, pues los cambios de rumbo han sido una constante en la política china. Unos cambios que han oscilado entre la ortodoxia ideológica y el pragmatismo. Ni que decir tiene que aquélla se ha opuesto frecuentemente a éste; en la actualidad, el realismo y la eficiencia económica parecen ser los vencedores. En efecto, un país con 330 dólares de PNB per cápita (en 1988) es un país muy pobre. Ciertamente, esta pobreza se ve corregida por un extraordinario nivel de servicios (guarderías, escuelas, dispensarios, hospitales, comedores colectivos, centros profesionales y recreativos, fondos de bienestar social...) disfrutados por toda la población. Es algo realmente inusual entre los países tercermundistas e, incluso, entre los desarrollados; por ello, resulta tanto más elogiable cuanto afecta a un ingente conjunto demográfico. Han sido precisamente las enormes inversiones demográficas exigidas por esta masa poblacional las que han llevado a los dirigentes chinos a adoptar un estricto, incisivo y eficaz control de la natalidad. Pero la caída del crecimiento demográfico hasta niveles del 1,3% anual (aunque con un ligero aumento en los últimos años) no ha sido suficiente para garantizar el desarrollo. La política económica posmaoísta se ha puesto como objetivo las cuatro modernizaciones: agricultura, industria, ciencia y tecnología, y defensa. ¿Será la sociedad china capaz de conseguirlo? En principio, las reformas de Deng Xiaoping se apartan de la vía ortodoxa. Esta reforma parece que ha insuflado un nuevo entusiasmo a las estancadas estructuras socialistas que sucedieron a la revolución cultural. La sociedad china necesitaba un revulsivo, que Deng Xiaoping y los nuevos dirigentes le han proporcionado. La consecuencia inmediata ha sido la explosión productiva en la agricultura y en la industria ligera durante los últimos años, si bien se ha acompañado de un avance espectacular de la inflación y un aumento de las desigualdades sociales. La vía china ha necesitado, para retomar un nuevo impulso, la concesión de estímulos individuales, aunque se aparten de la ortodoxia. El proceso reformista de la década de los ochenta ha supuesto, pues, una ruptura con el pasado, que ha estimulado la economía y ha incrementado el nivel de vida, y que se ha saldado con todos los desajustes propios de una etapa de transición. Ha sido precisamente el miedo al caos lo que ha provocado la reacción de los políticos conservadores, que han logrado frenar el proceso aperturista mediante la brutal represión de la Primavera de Pekín, de junio de 1989. La inestabilidad política que ha demostrado ha provocado una retención de las inversiones extranjeras, que aún eran escasas, y ha cortado drásticamente el fuerte desarrollo económico de la pasada década: desarrollo que, con todos sus problemas, ha de reanudar más adelante, porque cuenta con un valiosísimo capital humano.
Entre tanto, China, uno de los focos humanos más densos del mundo asiático, continúa siendo un país rural, con una inmensa población en el campo, con bajos niveles de productividad por persona, aunque los rendimientos por unidad de superficie sean altos. Las áreas rurales poseen un capital de extraordinarias potencialidades, pero que a, la larga, tendrá que trasvasarse hacia otros sectores económicos, pues, en caso contrario, China habría agotado ya su modelo de desarrollo. Por ello todavía le esperan profundos cambios a la sociedad china; posiblemente cambios lentos, pero inexorables. Porque China se orientará hacia una dinamización económica que le permita eliminar las diferencias entre el campo y la ciudad, no por una industrialización de los medios rurales, sino por una industrialización y urbanización clásicas, con el éxodo rural consecuente, si bien matizado por un fuerte desarrollo periurbano. Pero esto exige enormes inversiones, de las que ahora no dispone.
No, obstante, el pueblo chino cuenta con vigor y estímulos suficientes para ir más lejos en las transformaciones socio-espaciales».

China es un país de contrastes que ha logrado satisfacer las necesidades primarias de su población bajo un modelo político-económico comunista, pero el estancamiento productivo hacia 1990-1995 llevó a plantearse una completa reforma económica, con la progresiva implantación del libre mercado, con resultados espectaculares que posibilitan afirmar que el “gigante se ha despertado” como una gran potencia económica mundial. El PNB se ha cuadruplicó desde 1979 a 1995, el nivel de vida medio aumentó extraordinariamente, aunque con desequilibrios sociales y espaciales, a favor de las minorías más educadas y emprendedoras, de las ciudades y áreas costeras. China presiona para entrar en la Organización Mundial de Comercio para abrirse a la conquista de los mercados mundiales. Para amplios sectores de la población el posibilismo moderado y gradual del gobierno actual se considera mejor que la revolución política de Gorbachev que llevó a la desaparición de la URSS, los conflictos armados, la miseria generalizada y el surgimiento de la mafia rusa. Ese modelo soviético es el espejo negativo en el que se miran con horror.

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